Que
en un acto oficial del Gobierno de Michelle Bachelet, en Arica, se
haya izado nuestro
pabellón Patrio en un poste
de alumbrado, trasgrediendo las Leyes que establecen su uso,
nos parece inaceptable y una
falta de respeto a nuestro pueblo.
El
guirigay de la Presidencial,
por Sergio Melnick.
Lagos
aceleró la carrera Presidencial y esta se tomó la agenda de
inmediato. Las Municipales que ya estaban escuálidas pasaron a
tercer plano, mientras el Gobierno sigue paralizado y confundido. La
Presidente Bachelet vive su propia realidad, y ahora dice cosas que
nadie entiende como “atreverse a mirar su registro en Servel” y
su Ministro del Interior ya es de antología, concediendo así la
condición de pato cojo, sordo, manco, y ciego.
El
Ministro Díaz colabora mucho en eso, y le acaba de dar un golpe a la
DC y el PR llamando a reforzar eje PPD-PS para el candidato final.
En
esta Presidencial anticipada, la ilusión del momento es la esperanza
de la izquierda, que Guillier sea una nueva Bachelet, pero podría
ser sólo un espejismo. Guillier con muy poco tino, ya dijo por los
medios que consideraba a Lagos un dinosaurio, a su vez Walker dijo
que Guillier es un populista y una marioneta. La izquierda dura
rechaza a Lagos de plano.
En
la derecha hay mucho apoyo a Lagos, lo que es un raro fenómeno.
Tarud hace un poco de ruido pero todos sabemos que su verdadera
aspiración es la Cancillería y probablemente lo haría muy bien,
por cierto mejor que el actual Canciller. Allende ya ni sabe qué
hacer y en su sector ya no dan un peso por ella. Es sólo
romanticismo histórico, pero mantener el poder es lo que manda.
Insulza sabe que Guillier es sólo poesía, como se le escapó al
“Peta”, y mueve subterráneamente sus hilos, lo que es su
especialidad. Juega a los errores de Lagos, la salida final de
Allende, y la confusión total de la DC.
Sus
posibilidades no son menores por el adelanto de la campaña que
inducirá a los errores y da tiempo para el reemplazo. Lo mismo
ocurre en el PRSD donde Luis Riveros está expectante si se cae
Guillier. De manera sorprendente se autoproclama Fernando Atria como
alternativa Presidencial, siguiendo a Jadue, y a Navarro que lo ha
hecho tantas veces pero nadie realmente lo considera.
La
formación del nuevo frente de izquierda más dura también debe
observarse cuidadosamente. Aquí se juntan el PH, MAS, IC, RD, IA,
eventualmente el PC, movimientos estudiantiles, anarcos, y otros.
Lo
más probable es que levanten un candidato. Hirsch se mueve por ahí
tratando de revivir sus momentos de fama.
La
DC está en una encrucijada. Es
la segunda vez en la historia que tiene en sus manos el destino del
país. Si hay primarias y la DC presenta candidato, puede ser otro
chascarro como Orrego lo que la sepulta definitivamente. Si no
presenta candidato significa que se entregó completamente a la
izquierda, señal que ya ha mandado el Ministro del Interior. Sólo
queda en pie Walker, que tiene demasiados bemoles. Burgos es
probablemente la mejor carta del partido, y está esperando que la DC
se desordene un poco más para aparecer.
Por
el otro sector,
Ossandón,
que no entiende bien quién es su verdadero adversario, se dedica a
perseguir odiosamente a Piñera, pero este sabiamente lo ignora, lo
que le enfurece aún más. Espina se mantiene atento en la segunda
línea observando cómo se desgastan los de la primera línea y le
saldrá al paso a Ossandón en algún momento si Piñera decide no ir
a la contienda.
Allamand
también observa y dependerá de la cantidad de errores que cometan
los candidatos que entraron prematuramente a la carrera. Chahuán
sueña con una fantasía que no se entiende mucho. J.A. Kast sigue
juntando las firmas y junto con Ossandón podrían ser un nuevo
Catapilco. Felipe Kast, un diamante que la centro derecha no
aprovecha adecuadamente, prepara primarias pero no se sabe con quién.
La UDI no tiene ni siquiera aspirantes. De la Maza ya desapareció
del mapa.
Los
aspirantes que ya han renunciado son Lily Pérez, que también se
había auto subido, y Velasco ya se dio cuenta de que no podía. La
pregunta es si serán capaces de levantar un candidato. Por ahora
está Sichel, una carta interesante pero que sería un modesto saludo
a la bandera.
ME-O
sigue solo contra el mundo y seguirá adelante ya que no tiene otra
alternativa personal, pero no tiene opción alguna. Farkas anda por
ahí siempre listo y ganoso. Yo miraría con atención a Mesina del
movimiento “No más AFP”, que podría emerger como un líder
populista.
En
suma, la Presidencial anticipada es más ruido innecesario en un país
que se polariza y no es capaz de avanzar. Pero es sólo otra
manifestación más de un muy mal Gobierno. El mapa político del
poder se está redibujando y no se ven buenos arquitectos en ese
intento. Podríamos tener entre seis y ocho candidatos en la primera
vuelta, y se podría dar la situación, aún poco probable, que a la
segunda vuelta lleguen dos del mismo sector. La crisis de liderazgo
que tiene nuestro país es demasiado grave.
Inflación
de expectativas y malestar juvenil,
por
Serio Urzúa.
¿Qué
quieres ser cuando grande? Responder la pregunta a los cinco años es
más fácil que a los 15. El niño contesta sin ataduras, confiesa
ingenuamente. El adolescente, por su parte, debe responder de acuerdo
a sus expectativas construidas en base al conocimiento de virtudes y
defectos propios, de su noción de dónde está parado. Pero, ¿hasta
qué punto las expectativas de los jóvenes se ajustan a la
realidad?
Las
pruebas Simce recogen información que permite analizar, al menos
parcialmente, el tema. Tomemos, por ejemplo, la medición del 2011.
En esa oportunidad, a los estudiantes de octavo básico se les
preguntó: "Pensando en el futuro, ¿cuál es el nivel de
educación más alto que crees que vas a poder completar?". Un
65% declaró "un título universitario" (en los colegios
Municipales el porcentaje fue 54%). ¡Gran optimismo!, pues la cifra
supera la tasa de matrícula universitaria entre los recién
egresados de la media. Más sorprendentemente, las altas expectativas
no parecen depender del desempeño académico: Un inesperado 60% de
los estudiantes con Simce bajo el promedio del curso también apuesta
por un título universitario.
¿Y
los padres? El Simce también informa de sus expectativas. En
particular, ante la pregunta "¿cuál cree usted que es el nivel
de educación más alto que [su hijo] podrá completar en el
futuro?", un 57% de los padres contestó un "título
universitario" (43% en municipales). Así, los progenitores
aparecen más cautos del futuro de sus hijos que los mismos retoños.
¿Y
los profesores? En la misma medición ellos responden: "Pensando
en el futuro, ¿qué nivel educacional cree usted que completará la
mayoría de los estudiantes de su curso?". Ahora solo el 32% de
los docentes reportó "título universitario" (16% en
Municipales). Un duro golpe al optimismo.
Algunos
interpretarán las cifras con ilusión. Es cierto, una juventud con
altas expectativas es un motor de desarrollo. Sin embargo, las
diferencias en las respuestas de estudiantes, padres y profesores no
dejan indiferente. En principio, ¿no sugieren los resultados un
desacople entre las expectativas de los jóvenes y la realidad?
La
pregunta hay que tomársela en serio. Ante el desentendimiento de los
padres del proceso formativo de sus hijos y el laxo sistema educativo
(se avanza en el fin de las tareas), sería natural que la juvenil
colisión entre sueños y realidad, que ajusta virtuosamente las
expectativas, fuese postergada, impulsándose entonces una
preocupante y vacía inflación de optimismo. Y para evitar tal
enfermedad, no queda otra que darles substancia a las expectativas.
Afortunadamente para esto no es necesario reinventar la rueda: La
promoción del esfuerzo desde temprano y el desarrollo de la
resiliencia al fracaso son los mejores inhibidores del malestar que
significa darse cuenta demasiado tarde que uno no llegó a ser lo que
tenía planeado "ser cuando grande".
¿Piñera
vs. Lagos?,
por Axel Buchheister.
¿Será
un dato que la Presidencial se dirime entre Ricardo Lagos y Sebastián
Piñera, como cree el ministro del Interior? Discutible.
Respecto
de Lagos, el Ministro Fernández da la sensación de vivir en la
fantasía que acusa, cuando desconoce los magros resultados que
arrojan las encuestas para Ricardo Lagos y el alza en ellas de
Alejandro Guillier, como también el encono que le tiene la izquierda
dura -que en el hecho es la que manda en la Nueva Mayoría-, que
jamás lo aceptará como candidato. Además, un “arreglín” entre
el ex Presidente e Isabel Allende para zanjar el asunto entre ellos,
puede enajenar más a los votantes en contra de Lagos, quien se
rumora sería el beneficiado por las tratativas.
¿Y
en Chile Vamos? La posición de Sebastián Piñera es más
expectante. Según las encuestas, no hay ningún candidato que
siquiera se le acerque y, en consecuencia, todo estaría claro. Pero
al adentrarse en la cifras, el asunto cambia. Conforme a la CEP,
tiene un 14% de preferencias, pero hay un 62% del universo electoral
que no se pronuncia. Si consideramos que la centroderecha ha tenido
un voto “leal” del orden de un 40% (Evelyn Matthei, en una
elección muy cuesta arriba, cosechó un 38%, que sería un mínimo),
resulta que habría unos 25 puntos de votación del sector que no se
pronuncia, lo que es llamativo en el caso de Piñera, cuando tiene un
98% de conocimiento y fue Presidente. Más aún, buena parte de los
votantes de esos 25 puntos ya votó por él. De forma que parecen
estar a la espera de una alternativa. Eso hace que Piñera será
candidato sólo por “default”, si no hay nadie más.
Y
nombres no faltan, por lo que interesa preguntarse qué pasa con
ellos. El que más se mencionaba en un minuto era Manuel José
Ossandón, pero los sondeos le han sido esquivos. Esto sorprende,
cuando su principal activo ha sido su capacidad para penetrar en
terreno contrario y donde vale: Puente Alto. Parte de la explicación
puede ser que presenta un bajo nivel de conocimiento (65%), lo que es
susceptible de mejorar.
Pero
no es sólo eso, pues si volvemos a la tesis de los 25 puntos, entre
los votantes propios del sector debiera haber mayor conocimiento de
él. Se trata de una base que está buscando y que no lo adopta como
opción. ¿Por
qué? Quizás porque de tanto apuntar al sector contrario y adecuar a
ello su discurso, descuida la propia base votante. La gente de la
centroderecha desconfía y se siente distante de Ossandón; incluso,
muchos lo ven lindando en el populismo.
Tiene
que cambiar esto, porque de lo contrario carece de oportunidad. La
victoria sólo se puede obtener encabezando las propias huestes, no
contrariándolas.
José
Antonio Kast, luego de pagar el costo de retirarse de la UDI, era de
suponer que se lanzaría, pero no se plantea claramente. Además
descalificó de entrada las primarias, lo que le puede acarrear la
acusación de ser un candidato que divide al sector.
Dar
por sentado a Piñera no tiene base sólida, salvo que los
desafiantes se encarguen de dársela. Y eso sería malo para todos
ellos: una buena disputa no ahuyenta votos -como se cree-, sino que
los atrae.
No
estamos soplando en el viento,
por
Joaquín García Huidobro.
Queda
una semana para las elecciones Municipales, y la tarea de convencer a
los ciudadanos para que vayan a votar se hace cada vez más difícil:
es como soplar en el viento, para decirlo en palabras de Dylan.
"La
política es corrupta", nos dicen esos pasivos, mientras
encienden el carbón para el asado dominguero. ¿Corrupta la
política? Lo verdaderamente corrupto es el desinterés por la
política, el hecho de quedarse en el pequeño mundo privado y hacer
caso omiso de las cosas de todos.
Por
supuesto que hay corrupción en la política, pero esa es una razón
adicional para no quedarse en la casa: ¿Cómo no vamos a encontrar
algún nombre decente entre las decenas de candidatos que nos
mostrará la papeleta electoral? Y si los postulantes a Alcalde que
tenemos enfrente nos parecen completamente impresentables, al menos
queda el recurso al voto en blanco, que sí expresa una opinión
clara de rechazo, a diferencia de la abstención, que bien puede ser
pura flojera.
Ciertamente
hay corrupción en la política, pero también en la medicina. ¿O me
van a decir que todos los certificados y licencias médicas son
limpios y transparentes? ¿Y qué pasa con los estudiantes que copian
en las pruebas, o los periodistas que aceptan determinados regalos?
La corrupción amenaza cualquier actividad humana, y por eso hay que
estar atentos para luchar constantemente contra ella.
En
todo caso, el fenómeno que observamos es muy profundo. Ya fue
advertido por Alexis de Tocqueville en 1840, cuando veía, con temor,
que la democracia podía degradarse en la medida en que la sociedad
se llenara de "una muchedumbre innumerable de hombres parecidos
o iguales, los cuales giran sin cesar sobre ellos mismos para
procurarse placeres pequeños y vulgares con que llenar su alma".
Para
el autor de Democracia
en América,
esta reclusión de los hombres en el ámbito privado no es inocente.
Como contrapartida, irá acompañada por el crecimiento de un poder
tutelar del Estado, una autoridad que se encargará de garantizar los
goces de los individuos, pero que al mismo tiempo lo someterá todo a
su suave control. "Se parecería a la autoridad paterna si, como
esta, tuviese por objeto preparar a los hombres para la edad adulta,
pero en realidad lo que hace es mantenerlos irrevocablemente en la
niñez; le gusta que los ciudadanos lo pasen bien con tal de que no
piensen en otras cosas", concluía el gran pensador francés.
En
Chile se nos ha producido la peor de las combinaciones: por una
parte, tenemos el Estatismo individualista de la Nueva Mayoría, que
se traduce en un Estado cada vez más goloso, pero que, al mismo
tiempo, promueve la formación de ciudadanos hedonistas. El reciente
manual de educación sexual de la Municipalidad de Santiago es una
muestra perfecta de esa mezcla entre Estatismo paternalista y
liberalismo moral.
De
otra parte, tenemos a la derecha sociológica con su habitual
apoliticismo. Para ella, la política es mala y los políticos, unos
leprosos. Además, confunde las cosas: "Como no quiero militar
en un partido, entonces no intervengo en política". Lo primero
es legítimo, lo segundo, en principio, resulta inaceptable, salvo
que uno sea un solitario místico del valle del Elqui.
La
acción conjunta, entonces, del Estatismo individualista de cierta
izquierda y el apoliticismo de parte de la derecha termina por formar
un clima social donde la abstención es vista como normal, e incluso
como deseable.
La
prédica antipolítica produce resultados sorprendentes. Hace unos
días vi la propaganda de un candidato a Concejal cuyo principal
mérito era ser "0% político". Al principio me indigné,
pero luego vi que no había mala intención: era un ciudadano que
estaba aburrido de la delincuencia y otros problemas de su Comuna.
Había decidido abandonar su tranquilidad y ofrecía a los electores
su colaboración en las tareas Municipales. En el fondo, ese señor
había pasado a ser 100% político, solo que no lo sabía, víctima
como era de la retórica antipolítica de cierta derecha. Por eso
empleaba un eslogan completamente inadecuado.
En
suma, no hay que desanimarse. Si la Academia Sueca fue capaz, después
de tantos años, de darle el Nobel de Literatura a Bob Dylan, eso
significa que todavía es posible que nuestros comodones se muevan.
Quizá descubramos que no eran tan pasivos: simplemente no les
habíamos mostrado bien cuán importante es hacer un par de rayitas
en una papeleta. Como dice Bob: "Tan fácil de ver, tan difícil
de explicar".
La
decisión de Evelyn,
por Héctor Soto.
Evelyn
Matthei es peleadora (lo cual no está mal para la política de hoy),
rubia (lo cual puede ser complicado para una derechista), muy
autónoma (lo cual la salva del gallinero de los partidos), singular
(cosa que puede hacerla distinta) y dedicada a la causa (cosa que
nunca está mal, al menos en quienes tienen un sentido luterano del
esfuerzo).
También
es encantadora, y eso puede ser un problema para las mujeres que
actúan en política. Al final, el deseo de encantar o seducir puede
llevarlas con facilidad a la vehemencia o a una emocionalidad
sobregirada. La cátedra dice que la política se aviene mejor con la
cabeza fría que con la sangre hirviente, pero atendido el tiempo que
se ha mantenido en la trinchera y la experiencia que Matthei ha
acumulado en este frente, eso no pareciera ser muy exacto en su caso.
A
diferencia de lo que es habitual en el gremio de los políticos,
donde la cantidad de invitaciones al banquete es muy reducido en
relación a la manga de los que quieren comer, Evelyn Matthei se
encontró con su destino -la política- casi por casualidad. Hasta
que decidió afrontarlo, nada anticipaba que se iba a dedicar a la
cosa pública. Dicen que su inesperado debut tuvo lugar en un
programa de TV de comienzos del 88. Era un rostro fresco, bonito y
distinto, que obviamente tenía que destacar en la estética
decadente y pintarrajeada del pinochetismo que entonces capturaba a
la derecha.
La
recuerdo poco después en un programa que conducía Jorge Andrés
Richards, creo, donde a ella, sentada ante un piano, se le llenaron
los ojos de lágrimas al recordar un episodio doloroso. Fue
increíble, porque ya entonces la televisión había dejado de ser
una instancia receptiva a verdades de este calado. Esta chica se las
trae, pensé. Y a lo mejor le achunté.
Efectivamente,
era diferente. Era más suelta. También más impulsiva. Tenía
humor. Era más liberal y quizás también más “emo”. Algunos de
estos rasgos la metieron en el incordio del “piñeragate”, de la
Kioto y el espionaje, pero con la misma facilidad que entró a esa
madeja terminó zafando y recomponiéndose.
¿Buena
suerte? No, ciertamente hubo más que eso. Y fue bien impresionante
no sólo que reconstruyera su relación con Piñera, sino que también
diera vuelta la hoja y se instalara entre las figuras más respetadas
y queridas de su sector.
Es
cierto que tuvo un pobre desempeño como candidata Presidencial. La
duda es si otro u otra lo hubiese hecho mucho mejor en las
circunstancias en que compitió, luego que la derecha quemara
sucesivamente, en cosa de semanas, tres de sus mejores cartas
Presidenciales al hilo.
A
esas alturas, posiblemente el horno ya no estaba para bollos,
atendida la potencia de la candidata que tenía al frente, a que
Parisi le estaba comiendo votos por el lado y a que la derecha ni
siquiera se presentó en su momento a dar la batalla ideológica ya
desatada por entonces. Se sabía que iba a perder y eso explica que
sólo obtuviera el segundo lugar, con el 25% de los votos en primera
vuelta, los justos para salvar la dignidad, y el 37% en segunda, con
tufillo a triunfo moral.
Derrotada,
pero no vencida, ahora Matthei va por el Municipio de Providencia. No
hay muchos precedentes seguramente de candidatos Presidenciales que
terminen conformándose con una Alcaldía. Pero a ella no le cabe en
la mente la idea del “capitis diminutio”, entre otras cosas
porque nunca se le fueron los humos a la cabeza, y ahí está
haciendo campaña con mucho viento en contra y el mismo temple que se
le ha conocido siempre.
¿Está
corriendo riesgos?
Las
cifras dicen que no muchos. En la elección Presidencial pasada,
Matthei sacó más votos que Bachelet en Providencia. Eso, sin
embargo, no garantiza que tenga el triunfo garantizado. Bastante ha
cambiado el país en estos años. Josefa Errázuriz, la Alcaldesa
actual, se ha estado afirmando en su gestión luego de unos inicios
más bien débiles y con mucho traspié.
Es
comprensible la decisión de Evelyn Matthei de llegar a Providencia.
En general, los Parlamentarios de derecha terminan apestados en el
Congreso; ella fue dos veces Diputado y otras dos Senador, aunque
pasó a Ministro antes de concluir su segundo mandato.
El
desánimo está conectado a la sensación de pedalear en banda, a lo
poco valorado que es su trabajo y a las incomprensiones que genera,
incluso, en su propio sector político, no digamos en el resto. Así
las cosas, llegar a un cargo ejecutivo (Ministro si se puede, Alcalde
si no hay más remedio) les puede cambiar la vida. Creen que al fin
podrían hacer algo donde la propia iniciativa y el esfuerzo hagan la
diferencia.
La
campaña Presidencial de Evelyn Matthei no fue buena. Fue improvisada
(no era para menos), desordenada, inorgánica, con peleas intestinas
y nunca logró instalar sus ideas-ejes con claridad. Se vieron
pendones, banderas y gigantografías. Lo que nunca se vieron fueron
las razones por las cuales quería llegar a La Moneda. Quienes la
conocen dicen que tampoco apareció ahí la verdadera Evelyn Matthei.
¿Apareció
ahora en Providencia? Difícil saberlo. Esta es la elección
Municipal más a ciegas que ha visto Chile en muchas décadas. Nunca
fue más brutal que ahora el fantasma de la abstención. Nunca hubo
menos temperatura electoral en las calles. Nunca el trabajo político
tuvo tan poca visibilidad. Así las cosas, cualquier cosa puede
pasar.
Ella
eligió Providencia. Habrá que esperar al domingo para saber si la
comuna la elige a ella.
Guillier,
la Cenicienta y el mundo de fantasía,
por
Joe Black.
"Estoy
seguro que la decisión, a la larga, va a ser entre Lagos y Piñera;
lo otro es fantasía". La afirmación del Ministro del Interior,
Mario Fernández (DC), es la frase de la semana. Y del mes. Gracias a
ella pude entender lo que se teje dentro de la Nueva Mayoría en
materia de candidaturas Presidenciales.
El
primer ejercicio que se debe hacer es poner la frase del Ministro
("estoy seguro que la decisión, a la larga, va a ser entre
Lagos y Piñera; lo otro es fantasía") al lado de la frase que
dijo hace un par de semanas el propio ex Presidente Lagos en una
entrevista: "En Chile se sigue haciendo política como si
estuviéramos en un mundo de Bilz y Pap".
El
"mundo de Bilz y Pap" se refiere al eslogan que desde la
década de los 70 utilizaron dichas bebidas gaseosas, las más
antiguas de Chile (Bilz fue creada en 1905 por la embotelladora
Ebner). Rezaba así: "Con Bilz y Pap, un mundo de fantasía".
Ajá.
Tibio, tibio, ya vamos entendiendo. Lo que quiso plantear Lagos en
sus dichos a la prensa es que en Chile se hace política como si
estuviésemos en un mundo de fantasía.
Entonces,
o Lagos y Fernández se han estado juntando recientemente para hablar
de la contingencia o tienen transmisión de pensamientos o son almas
gemelas. O todas las anteriores. Porque en lo que coinciden los dos
es en que cualquier candidato de la Nueva Mayoría que no sea Lagos
es ficción, literatura fantástica, quimera o fábula (y uso cuatro
sinónimos para no imitar al ex Presidente Piñera, que usa siempre
tres).
Es
decir, cuando el actual Ministro del Interior, además del ex
Presidente Lagos y otros varios personeros oficialistas del PPD, la
DC y el PS comentan en público el mismo concepto (que se resume en
el mantra "Lagos es uno, uno y nada más; lo demás humo, humo
que se va") es obvio que en la trastienda ya existe una decisión
política: Ricardo Lagos Escobar será el candidato Presidencial
oficialista, y punto. Respuesta definitiva.
Tal
cual. Pase lo que pase.
Ustedes,
con toda razón, me van a preguntar: ¿Y qué pasa con Alejandro
Guillier, la figura política mejor evaluada de la Nueva Mayoría?
¿No es acaso él quien aparece mejor ubicado en las encuestas
Presidenciales? ¿No es obvio que él debiese ser el candidato?
Y
yo les respondo que probablemente no van a ser así las cosas. Porque
-recuerden- Guillier habita en un mundo de fantasía, en un cuento de
hadas político.
Fíjense.
Guillier representa al Partido Radical, que en esta fábula es como
la Cenicienta. Tiene dos hermanas y una madrastra que ostentan más
poder que ella y que la mantienen confinada en un oscuro rincón de
la política. Esos crueles seres son los otros partidos oficialistas,
que se sienten con un mejor derecho a ocupar los lugares de
privilegio.
¿Se
acuerdan cuando el radical José Antonio Gómez tuvo la osadía de
disputarle la candidatura Presidencial única a Eduardo Frei?
¿Recuerdan cómo un dirigente socialista le sacó la madre en frente
de todos los periodistas porque se había "querido dar el
gustito" de desafiar a los partidos grandes?
Es
que así como la belleza de la Cenicienta daba lo mismo en el
castillo de la madrastra, la popularidad de Guillier es irrelevante
en la Nueva Mayoría. Simplemente no lo van a dejar ir al baile.
Y
ojo, que en la política tampoco existen las hadas madrinas.
La
dupla GG,
por Mauricio Morales.
La
historia se repite. Si en 2009 el PDC y la izquierda se unían tras
la candidatura de Frei y, al mismo tiempo, ninguneaban la postulación
de ME-O, en 2016 sucede algo similar. Esta vez tanto desde el PDC
como desde la izquierda se ha descalificado la postulación de
Guillier, tratándolo de populista e, incluso, de demagogo. Dado que
el PDC ya se está acostumbrando a ser una simple comparsa de los
Gobiernos de la Nueva Mayoría, no es extraño que interprete la
tabla de posiciones de los liderazgos Presidenciales de abajo hacia
arriba y no de arriba hacia abajo.
Tempranamente,
algunos de sus dirigentes no sólo han renunciado a la posibilidad de
levantar una candidatura Presidencial del PDC, sino que, además,
están totalmente jugados por Lagos, quien ocupa los últimos lugares
del ranking según la encuesta Cadem y que, de acuerdo a la intención
de voto, está lejos de ganar la Presidencial de 2017.
¿Qué
le pasa al PDC? ¿Por qué se muestra tan timorato frente a la
izquierda? ¿Qué le debe el PDC al PS y al PPD? Al inicio de la
nueva democracia, el PDC cedió amplio espacio a la izquierda. Por
instrucción de Patricio Aylwin, el PDC debió omitirse en 16 de los
60 distritos en las elecciones de Diputados de 1989. Pudiendo
competir con una lista de 120 candidatos, el PDC privilegió los
acuerdos, llevando sólo 45 candidatos.
Esta
estrategia era razonable en un ambiente de fragilidad democrática,
pero inexplicable en un período de consolidación del régimen. La
cesión sistemática de poder a los partidos de izquierda terminó
con un PDC debilitado y puesto al otro lado del mesón. En lugar de
encabezar la coalición, se transformó en el socio mayoritario, pero
en el menos influyente.
Hoy,
las decisiones del PDC avanzan en idéntica dirección. Las encuestas
son contundentes en mostrar que la fórmula GG (Goic/Guillier) es
ampliamente superior a cualquier dupla que presenten el PS y el PPD.
Goic
y Guillier representan la renovación de la centroizquierda. No hay
razón alguna para bloquear su emergencia o para colocar obstáculos
en su desarrollo político. Es muy probable que Lagos no llegue hasta
el final en su aventura Presidencial. Una cosa es tener apoyo desde
arriba y otra, muy distinta, es reproducir ese respaldo desde abajo.
Lagos
sabe que su tiempo pasó. Sólo algunos nostálgicos aún creen en su
repunte. Lo más llamativo es que esos nostálgicos estén en el PDC,
partido que presenció la forma en que Lagos dañó seriamente el
liderazgo de Soledad Alvear en 2005, cuando aspiraba a ser candidata
Presidencial del pacto, y en 2013, cuando apoyó decididamente a
Carlos Montes en la Senatorial por Santiago Oriente.
La
dupla GG, por tanto, debe imponerse desde abajo. Tanto Guillier como
Goic están en lugares de avanzada. El problema para ambos es que no
son bien vistos por la elite. Eso les genera temor. Lo que corre a
favor de ambos es que esa antigua elite no tiene el mismo poder ni la
misma popularidad que en décadas pasadas. Si en 2009 Escalona podía
tratar tranquilamente a ME-O como “Marquito”, ahora el contexto
no lo acompaña. Sus descalificaciones fortalecen a la fórmula GG en
lugar de debilitarla.
Adicionalmente,
la fórmula GG tiene como atributo un carácter moderado y de centro,
y no un espíritu refundacional que tanto daño ha causado al actual
Gobierno. Tanto Goic como Guillier entienden que Chile necesita un
Gobierno de gestión y administración más que un Gobierno que
intente romper con las bases del modelo, poniendo en riesgo la
estabilidad institucional que tanto ha costado conseguir.
Por
último, ambos liderazgos podrían abrochar la alianza natural entre
el PDC y el PRSD. Esto no implica romper con la Nueva Mayoría, pero
sí dejar en claro que el país retomará el camino de la
gradualidad. Para eso se necesita que ambos liderazgos pierdan el
miedo y se impongan al bloqueo de esa elite que, por más que lo
intente, es protagonista del pasado, pero antagonista del futuro.
El
papel de los Alcaldes en la política chilena,
por
Harald Beyer.
El
mundo es cada vez más globalizado, pero curiosamente, por diversas
razones, la vida de los ciudadanos tiene un carácter menos colectivo
y más individual. En ese sentido, la realidad en la que se
desenvuelven los ciudadanos es compleja para la política, una
actividad que aspira a relatos comunes y ampliamente compartidos.
Por
eso, ellos perciben esos relatos, a menudo, como ajenos o poco
coherentes con sus propios intereses y motivaciones. No es, entonces,
del todo extraño el distanciamiento con la política. Este fenómeno,
a menudo, se sobreinterpreta y se ve como un riesgo para la
democracia. Sin embargo, se olvida que, al mismo tiempo, la
valoración de la democracia en nuestro país ha alcanzado niveles
sin precedentes. Hay, por cierto, cuestionamientos a su
funcionamiento y eso nos pone en terreno del debate de cómo mejorar
el desempeño de nuestras instituciones y asegurar un buen diseño de
nuestras políticas públicas.
Quizás
el indicador más definitivo de que el cuestionamiento a la política
no es definitivo, ocurre en la Comuna. El Municipio es un actor
relevante en la vida de las personas y los niveles de aprobación del
desempeño de los Alcaldes son relativamente buenos: un 52% de las
personas se declaraban muy satisfechas o satisfechas con su gestión
en el último estudio de opinión pública del CEP. Seguramente, en
el espacio local ocurre casi naturalmente un mayor acercamiento entre
la política y los ciudadanos. Los grandes relatos quedan de lado
frente a la necesidad de resolver problemas muy específicos que
afectan a una comunidad particular. El tamaño promedio del Municipio
chileno, aunque obviamente hay una enorme heterogeneidad, es de poco
más de 51 mil personas. Si bien es algo grande en una perspectiva
comparada, es suficientemente pequeño para que sus decisiones
impacten en algún grado a todos sus habitantes.
Con
todo, este hecho no es suficiente para que la población esté
entusiasmada con participar en esta elección Municipal. Hace cuatro
años debutó el voto voluntario con una baja tasa de participación
precisamente en este proceso electoral: un 43% del padrón. Se
especula que esta proporción estaría en esta ocasión por debajo de
estas cifras. Puede ocurrir. Debe recordarse que la evidencia
comparada sugiere que las participaciones en elecciones locales,
particularmente cuando no se realizan en conjunto con otras
elecciones de carácter nacional, tienden a ser bajas e incluso, más
de lo observado en Chile en 2012. Es posible que este fenómeno
también radique en que el menor distanciamiento en una Comuna entre
los ciudadanos y el Alcalde facilite controles indirectos de su
desempeño, de modo que el voto no sea el único instrumento para
ejercer la supervisión de su gestión.
En
todo caso, los ciudadanos tienen demandas muy precisas para los
Alcaldes. En la última encuesta del CEP, puestos a decidir entre
diversos asuntos entre los que podían mencionar tres como
prioritarios, dos son mencionados por más de la mitad de los
chilenos. El funcionamiento de los consultorios y el combate a la
delincuencia es una prioridad para el 58 y 51 por ciento de los
encuestados, respectivamente. Esto está en línea con las
prioridades para la nación toda y que es propia de un país que ha
experimentado una modernización acelerada, que vuelve más urgente
abordar las inseguridades que amenazan, por una parte, los progresos
obtenidos con ese proceso y, por otra, los vacíos que a veces
emergen en estas circunstancias. En el caso de los consultorios de
salud, que son de su dependencia, indudablemente que su capacidad de
influencia es mayor y hay mucho espacio para mejorar. En el caso de
la delincuencia su campo de acción es más limitado, pero no por eso
inexistente, como muestran diversas iniciativas comunales exitosas en
este ámbito.
La
menor prioridad para la población, respecto de la gestión de sus
Alcaldes, la tienen el aseguramiento de un tránsito fluido (tres de
cada 100 mencionan este asunto) y la provisión de espacios públicos
como plazas y juegos infantiles (en este caso, 10 de cada 100).
Una
demanda emergente es el control de la corrupción. Esta se ubica como
una cuarta prioridad y un tercio de los ciudadanos la menciona como
relevante. No cabe duda que en términos relativos, los Gobiernos
locales pueden ser (y en algunos casos lo han sido) una fuente
importante de corrupción. Los niveles de transparencia en muchos
Municipios dejan mucho que desear, y ciudadanos que son
crecientemente más críticos de este fenómeno no van a tolerar
Alcaldes que no muestren un claro compromiso con dicho control. Esta
es ciertamente una evolución muy positiva y da cuenta de la
maduración que ha tenido nuestra democracia, donde los asuntos que
importan no son solo aquellos que pueden producir un bienestar
material al ciudadano promedio, sino que también reflejan una
aspiración por vivir en un país mejor. Equilibrar adecuadamente
estas demandas es el gran desafío de la política chilena y los
Alcaldes van a comenzar a experimentarlo muy rápidamente.
Beneficios
carcelarios y lesa humanidad.
La
nueva Subsecretario de Derechos Humanos, en entrevista con este
medio, planteó que el país debería abrirse a la discusión sobre
la procedencia de entregar beneficios carcelarios a adultos mayores y
enfermos terminales condenados por crímenes de lesa humanidad. “Es
un tema que debe debatir el Congreso a través de una propuesta de
Ley de Indulto General en caso de DDHH (…) Lo peor que nos puede
pasar a los defensores de derechos humanos es perder la humanidad”.
Sus
dichos motivaron la inmediata reacción de agrupaciones de DDHH, que
rechazan terminantemente cualquier tipo de beneficio, y el propio
Gobierno, a través de su vocero, descartó que el Ejecutivo se
encuentre considerando la posibilidad de indultar a este tipo de
condenados. “El Gobierno no tiene en carpeta, ni en idea, y
descarto absolutamente que nosotros estemos siquiera pensando una
posibilidad de un indulto en esta materia”. Las afirmaciones del
Secretario de Estado resultan contradictorias a la luz del
planteamiento formulado por la Subsecretario, y al tratarse de una
materia no bien deliberada resulta precipitado que el Gobierno cierre
la puerta a esta discusión.
El
tema de conceder este tipo de beneficios cobró notoriedad cuando el
sacerdote Fernando Montes planteó en junio de este año que los
reclusos de Punta Peuco “tienen también que ser tratados como
seres humanos”. Sus palabras provocaron revuelo, pero permitieron
poner de relieve la existencia de limitaciones que solo rigen para un
tipo de presidiarios. El debate fue potenciado porque un grupo
transversal de Senadores presentó un proyecto de acuerdo, instando a
la Presidente de la República a adoptar las medidas administrativas
necesarias para dar cumplimiento al derecho penal humanitario en la
aplicación de penas privativas de libertad a condenados aquejados de
enfermedades graves e incurables, sin distingo alguno. Tal moción
incluso recibió el respaldo del Presidente de la Corte Suprema, como
un gesto importante para ir avanzado en la reconciliación nacional.
Sorprende
entonces que estos primeros pasos para una discusión sobre los
estándares penales y su armonización con los derechos fundamentales
se vean abruptamente interrumpidos a propósito de un proyecto de Ley
originado en moción Parlamentaria, que busca sustituir la normativa
sobre beneficios carcelarios -la cual data de 1925- para reemplazarla
por otra, en uno de cuyos artículos prohíbe que todo condenado por
crímenes de lesa humanidad acceda a beneficios carcelarios. Tal
prohibición desecha cualquier consideración de tipo humanitaria,
consagrando la existencia de discriminaciones dentro del sistema
penal que no parecen haber sido apropiadamente aquilatadas.
El
país ha hecho en los últimos años avances sustantivos en materia
de reconciliación, para lo cual ha puesto en marcha varios programas
de reparación a víctimas de derechos humanos, creando además
comisiones especiales para intentar hacer verdad sobre personas que
han desaparecido o fueron víctimas de tortura o apremios ilegítimos.
A pesar de ello, las heridas distan de haber cicatrizado, y los
esfuerzos deben centrarse en cómo ir superando una dolorosa etapa de
la historia.
Foco
en la educación técnico-profesional.
Pese
a que más del 40 por ciento de los estudiantes de educación
superior sigue programas ofrecidos por institutos profesionales y
centros de formación técnica, el debate Legislativo ha puesto el
énfasis en el sistema universitario, descuidando un ámbito
formativo en expansión y de crucial relevancia e impacto en el
entorno laboral y productivo.
Elocuentes
son los datos expuestos en el informe realizado por Universitas y
"El Mercurio", en el cual se evalúa comparativamente la
calidad institucional de estos establecimientos, mediante la
revisión de aspectos relativos a la gestión y a la formación
ofrecida por los institutos profesionales -autónomos y
acreditados-, los que en la última década han expandido de manera
significativa su matrícula. Hoy, esas instituciones conforman un
sistema diverso en cuanto a su oferta, especializaciones y número
de alumnos. La flexibilidad curricular, el menor costo y la corta
duración de los programas, así como la compatibilidad con la
actividad laboral -el 46 por ciento estudia en horario vespertino-,
unida a una atractiva rentabilidad posterior han llevado a numerosos
jóvenes a optar por una formación técnico-profesional. Lo
anterior, pese al menor reconocimiento social que erróneamente se
le otorga a esa formación, que muchas veces resulta de mejor
calidad que un título universitario de regular nivel académico.
Aún más, el país todavía no alcanza una conveniente proporción
de perfil de egresados de la educación superior, como la que
exhiben los países de la OCDE, la que en promedio es de un
profesional por cada tres técnicos. Por el contrario, en Chile hay
dos profesionales por cada técnico.
Sin
embargo, las incertidumbres que han surgido tras el debate sobre la
normativa del sistema de educación superior dificultan alcanzar las
cifras de los países desarrollados. En efecto, a pesar de su
disposición declarada, autoridades de estas instituciones reclaman
por las complejas y gravosas condiciones fijadas para transitar
desde una condición institucional de sociedad comercial -permitida
por la Legislación vigente- hacia una organización sin fines de
lucro, condición para que sus alumnos puedan acceder a la gratuidad
o -en el mediano plazo- al financiamiento Estatal para cursar sus
estudios. Esta indefinición en torno al alcance de la gratuidad
para los alumnos de estas instituciones -que abarca un porcentaje
mayor de estudiantes en situación de vulnerabilidad que las
universidades- no contribuye a la expansión y mejoramiento de este
tipo de formación.
La
iniciativa Gubernamental de crear un consejo asesor de formación
técnico-profesional puede ser un aporte en la definición de una
nueva normativa para el sector, pero también lo será contar con la
experiencia y la visión tanto de los actuales formadores como de
los empleadores, de manera de buscar un círculo virtuoso que
favorezca a los egresados mediante una formación que responda a los
dinámicos requerimientos del desarrollo del país.
Evaluación
de la gestión Gubernamental.
En
los últimos días una serie de noticias favorables para el Gobierno
han hecho que algunos analistas y voces del quehacer político
diagnostiquen que estamos frente a un “punto de inflexión” para
el Gobierno, lo que se traducirá en que gradualmente los índices de
popularidad y gestión comenzarán a repuntar.
Los
factores que pueden estar incidiendo en esta mejor percepción son
variados, y si bien podrían ser enteramente casuales, también
coinciden con un cierto cambio de tono del Gobierno -quizás buscando
en esta última etapa una actitud más conciliadora, especialmente
con los sectores más moderados de la Nueva Mayoría-, lo que de
concretarse en gestos concretos podría ordenar mejor a la coalición
y hacer más sostenible este aparente cambio de tendencia.
La
última encuesta Adimark mostró que la evaluación de la Presidente
repuntó cuatro puntos porcentuales, y mejoró en la mayoría de sus
atributos, lo que constituye un cambio estadísticamente
significativo. Asimismo, el Gobierno logró conseguir los votos en el
Senado para aprobar la reforma Constitucional que permite la elección
de Intendentes, aunque cabe lamentar que si bien se trata de una
victoria política, ella se logró a costa de validar una reforma con
evidentes fallas de diseño, lo que pese a ser advertido por varios
Senadores, aun así dieron su consentimiento.
También
parece haber contribuido a esta mejor percepción un Imacec de agosto
mejor de lo que había anticipado el mercado, si bien las cifras
siguen mostrando que la economía se encuentra con tasas de
crecimiento muy por debajo de su potencial, sin que se adviertan
reformas estructurales de fondo para producir un repunte sostenible.
La
proximidad de las elecciones Municipales y la ansiedad que se está
produciendo en las coaliciones para definir pronto a los candidatos
Presidenciales también podrían ser factores incidentes.
Probablemente ello ha contribuido a alivianar la presión sobre el
Gobierno y en cambio concentrar la mirada en la contienda electoral,
lo que es un fenómeno esperable y que también ayuda al debate
local, pues permite volver a colocar en discusión el modelo de país
al que se aspira.
Pero
en esta mejor percepción también podría estar incidiendo un cierto
cambio de tono, donde la intensidad con que se ha impulsado el
programa de reformas parece mostrar cierta moderación, donde resulta
valorable que se estén buscando acuerdos de más largo plazo. Así
cabe entender el llamado que hizo la Presidente para alcanzar un
“acuerdo nacional” en materia de pensiones, aun cuando las
propuestas en torno al tema siguen siendo muy divergentes.
El
hecho de que la reforma Constitucional haya perdido intensidad desde
el propio Gobierno -proceso que contará con un presupuesto muy
reducido en el erario de 2017- también puede ser interpretado como
una señal de no querer poner más presión a una agenda Legislativa
ya sobrecargada de reformas. Una vez que se decanten las elecciones
Municipales, se podrá analizar con más perspectiva si estas señales
han sido fenómenos puntuales o si efectivamente se ha producido una
suerte de punto de inflexión, que se traduzca en la percepción de
un Gobierno más ordenado en su agenda Legislativa y con ánimo de
volver a tender acuerdos en beneficio del país.
Pueblos
bien informados
difícilmente
son engañados.
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