¿Yeta o incapaz?,
por Mario Montes.
Desde hace algunas horas hemos escuchado que la
actual Gobernante es Yeta, es decir que trae la mala suerte, con lo que no coincidimos para nada,
simplemente pensamos que es incapaz y que se rodea de gente de una condición
similar a la de ella.
Ya el 27F fuimos testigos de sus titubeos, de
su ausencia de determinación y de un agudo menoscabo en lo que a liderazgo
respecta. El resultado muertes que se pudieron evitar con una simple alerta y
saqueos que para impedirlos bastaba con sacar a las Fuerzas Armadas.
En la emergencia de Valparaíso, con el incendio
más grande de la historia del puerto, según sus propias palabras, se apresuró a
decretar la excepción Constitucional, lo que está bien, pero, nadie de su
administración vio la urgencia de atacar de inmediato el siniestro por vía
aérea.
Valparaíso, especialmente los cerros que lo
rodean, es una zona de fuertes vientos, lo que es sabido por todos, lo que
implica que un pequeño foco, como el del sábado, se extiende por las quebradas
y montes de una manera incontrolable si no se controla de inmediato.
Desde la hora de declaración del siniestro, que
se habría avisado a las 14 horas, en un predio de Conaf, hasta el otro día no
hubo aviones cisternas dedicados a la extinción del fuego, solamente, a pesar
de la problemática geografía, contra el que luchaban solamente los bomberos.
Creemos que la parafernalia movilización de
autoridades a la zona del fatídico incendio o la cinematográfica llegada de
Bachelet con una inmensa comitiva de automóviles y custodia poco ayudaron en la
emergencia y que las coordinaciones fueron escasas.
El resultado de la demora en movilizar el
equipo aéreo está a la vista, una cantidad de más de 15 personas fallecidas,
sobre 2 mil 500 viviendas
arrasadas, una cantidad superior a las 8
mil personas evacuadas, que implica una enorme cantidad de familias que lo
perdió todo.
Esperamos que el intento de la Primer
Mandatario de cumplir su ofertón electoral no termine llenando el país de
Transantiagos que alteren negativamente la vida de nuestros conciudadanos ni
destruyendo lo que tanto ha costado construir.
Nota de la Redacción:
Esperamos que la tragedia de Valparaíso
sensibilice a nuestra clase política, especialmente al Poder Ejecutivo, sobre la
necesidad de financiar con cargo al Estado a los Bomberos de Chile y de dotar a
la Conaf de elementos aéreos de última generación para el combate de incendios.
Chef a palacio,
por Tamara Avetikian.
Ocurrió en el seminario de la Fundación
Internacional para la Libertad, en Lima. Después de las exposiciones de
Sebastián Piñera y del mexicano Felipe Calderón, se presentó lo que muchos
interpretaron como una "mesa de Presidenciables" para 2016. Ahí estaban
la ex Primera Ministra Beatriz Merino, el intelectual y varias veces aspirante
Alfredo Barnechea y... el chef Gastón Acurio.
Merino y Barnechea hicieron propuestas sobre la
"agenda pendiente" de la modernización del Perú. Y Acurio, ¿qué hacía
ahí?
Desde hace meses que suena como candidato, y
agarró vuelo en diciembre, tras una entrevista en la que dejó abierta la puerta
para presentarse. "Hoy día te digo no es posible. Mañana no sé". Las
encuestas lo posicionaron bien y gente con influencias comenzó a imaginarlo en
el Palacio Pizarro. También llovieron críticas, en especial de quienes lo ven
como un rival peligroso.
¿Peligroso un chef? Es que, como todos sabemos,
no es un chef cualquiera. Acurio representa al empresario exitoso, que elevó la
cocina peruana y la "marca Perú" a un nivel mundial y que lo sitúa a
él mismo dentro de los hombres más respetados y admirados de su país. Acaba de
trasladar el clásico Astrid & Gastón limeño desde Miraflores a una gran
casona en San Isidro, con una inversión de US$ 6 millones. Sus restaurantes en
Chile pasan llenos, igual que el de Londres o el de San Francisco. Su mensaje
ecléctico es una fusión de culturas, ingredientes de cocina e ideas. Puede
citar a Hayek y a Popper en un artículo sobre tolerancia y diversidad, o
referirse a la variedad de formas de preparar un cebiche para defender la
libertad. Puede organizar a los campesinos o a los pescadores para que valoren
sus productos y los vendan a buen precio; puede rescatar una receta vieja y
darle un vuelco creativo.
Acurio es un fenómeno en la gastronomía. Pero
tiene pasta de político, que le viene de su padre, Senador y Ministro de
Belaúnde Terry. Su presentación en el seminario partió con un "no hablo
como político, sino como cocinero", pero ahí estaba.
Su discurso unió la importancia de ser
empresario, el aporte de estos a la economía, la valorización de la libertad y
creatividad, y también el rescate de las culturas ancestrales. Derrochó
entusiasmo y desplegó sensibilidad. Su retórica es simple, le habla al corazón
de la gente, como un ser humano, ni político ni tecnócrata.
Hubo quienes le encontraron cero opción
política. Otros, ciertos políticos y analistas de peso, están convencidos de
que, si decide presentarse, gana. En Perú el desprestigio de la política ayuda
a que cualquier outsider sea valorado por la ciudadanía. Faltan dos años para
las elecciones, pero dicen que no es temprano para empezar, aunque se corra el
riesgo de zancadillas.
Perú nunca deja de sorprender. Así, lo de una
eventual candidatura de Acurio no debe descartarse, porque, al final, él
decidirá si sigue con sus cucharones y deja la política para más adelante o se
lanza a la olla.
Guitarrista romántico ante auditorio insaciable,
por Joaquín García Huidobro.
Hay una película chilena bastante mala, pero
que todos estamos obligados a ver. El reparto consta de solo siete actores,
pero el presupuesto es millonario. Lo único interesante es que se presenta en
varios formatos: documental, tragedia y comedia; por eso tiene varios nombres:
"El debate de la educación superior chilena", "La mala
educación" y "Los insaciables".
El actor número uno se llama "los
perplejos" y está representado por las universidades privadas con poco o
mucho lucro. Nadie prohibía en los ochenta ser dueño de unos edificios y
arrendárselos a precio de mercado a una universidad. Cuando el movimiento
estudiantil dijo que eso era lucro y lo demonizó, estas universidades
recurrieron a sus asesores comunicacionales, que les dijeron que debían esconderse
y no entrar en el debate. Ya arreglarían todo con un poco de lobby en el
Congreso. Craso error, porque ese libreto no era para el nuevo Chile. Hoy no
saben qué hacer. Para colmo, entre ellas había gente muy correcta, otros que
jugaron al filo de la Legalidad y algunos bandidos. Hoy la opinión pública
tiende a meterlos a todos en el mismo saco.
El segundo actor son las universidades privadas
con ánimo de beneficencia. Ellas no tienen nada de lucro, pero están asustadas
ante la ola de Estatismo y angustiadas por el hecho de que, más allá de la
retórica, en la discusión pública cada vez importe menos la calidad. Se sienten
discriminadas por las viejas universidades del CRUCh, y molestas porque se las
confunda con las que lucran. Son "las preocupadas".
El actor más famoso del reparto son las
universidades Estatales. Han captado que con la gratuidad universal apenas
quedará plata para pagar a los actores. Precavidas, han sacado sus cuchillos
para cortar amarras con el resto y pedir una situación especial para ellas. No
en vano son las universidades "del Estado", por más que la presencia Gubernativa
sea débil, debido a su autonomía. En todo caso, están entrampadas en normativas
frondosas que las tienen agobiadas, y que la Contraloría se encarga de verificar
que se cumplan. Algunas son magníficas; otras, en cambio, un auténtico
desastre, pero la solidaridad gremial les impide hacer distinciones. Son
"la vieja guardia".
Después están "los desengañados", es
decir, las universidades tradicionales no Estatales. Ellas estaban felices en
el Consejo de Rectores, hasta que el aire se enrareció y han debido sufrir el
bullying de las Estatales. Se las ve muy enojadas, y da la impresión de que
nunca esperaron lo que cualquier espectador podía ver que les iba a pasar.
El quinto actor tiene cara de niño bueno, pero
probablemente nada más que la cara. Su representatividad es infinitamente menor
de lo que dice, pero tiene tal personalidad que ha convencido al resto de que
nada se puede hacer sin su anuencia. Tiene aterrorizado al pueblo y cada vez
hace demandas más radicales. Son "los insaciables".
El sexto actor es un personaje de compleja
psicología. Niega su pasado de hacendado y últimamente está actuando como si
todavía fuera el guitarrista de ese maravilloso grupo que se llamaba Santiago
del Nuevo Extremo. Temen algunos que, con una ingenuidad que nos costará caro,
esté apagando el incendio con bencina al hacer toda suerte de promesas a los
insaciables. Pero también cabe que tenga un plan que no conocemos, porque nadie
niega su inteligencia. A lo mejor, los acordes disonantes se deban a que la
guitarra es nueva. En todo caso, según la prensa, en su última canción ha
prometido una prueba de ingreso a la universidad que solo medirá capacidades y
habilidades, en vez de conocimientos. Esto significa poner una lápida a los
jóvenes que quieren conseguir con esfuerzo y estudio lo que no les dio la cuna,
lo que contradice la clara preocupación social de nuestro "guitarrista
romántico".
El último personaje es el más raro de todos. Se
llama "el hombre invisible". Está compuesto por millones de chilenos,
incluida la mayoría de los estudiantes, que no están representados por los
movimientos sociales, y que parecen no darse cuenta de la película que se está
filmando. Se limitan a ser extras, cuando deberían ser los actores principales
y hasta ahora han renunciado a aportar ideas para un guión que todavía se puede
mejorar.
¿Acaso no pagan más los que tienen más?,
por Eugenio Guzmán.
Muchos son los argumentos de la Nueva Mayoría
para realizar la reforma tributaria; sin embargo, el más sobresaliente tiene
que ver con mejorar la distribución del ingreso, para lo cual se postula que
“los que tienen más deben pagar más”.
Pero, ¿no es eso así hoy en día? Por lo pronto,
si vemos el caso de las personas (consolidado del impuesto de segunda categoría
y global complementario) que se encuentran en el tramo del 40% en la tasa, un
0,3% del total de contribuyentes aporta el 36,8% de los impuestos. Más aún,
quienes se encuentran entre el 25% y 37%, un 2% de los contribuyentes, aportan
el 35,8% de los impuestos. Y el 5% cuyas rentas están entre el tramo 10% y 15%,
aporta el 20%. Luego, parece que los que tienen más sí pagan más.
Por su parte, un 78% de los contribuyentes
contribuye con el 0,3% de los impuestos. Se dirá que esos 7,5 millones (el
78,7%) ya pagan impuestos suficientes con el IVA, dado que éste incide más en
ellos; sin embargo, quienes se encuentran en los tramos superiores también
pagan IVA (como lo hacen con el tabaco, bebidas alcohólicas y no alcohólicas) y
con los impuestos que se les retienen se hace posible que el resto también lo
pague.
Ahora bien, mirando otros impuestos que no han
sido abordados por la reforma, o al menos no tenemos noticia de ello,
observamos una situación similar. Tal es el caso del permiso de circulación
que, como su nombre lo indica, es un impuesto por el uso de calles. Sin
embargo, ¿por qué un automóvil caro paga más que uno más barato, en
circunstancias de que no hay razón alguna para suponer que el primero circula
más que el segundo? La verdad es que se trata de un impuesto patrimonial y no
de circulación. Más aún, mientras más seguridad brinda el automóvil y menos
contamina (un auto híbrido, por ejemplo), más paga. Veamos un ejemplo extremo,
un vehículo que cuesta $29,6 millones paga un permiso de circulación de $1,1
millón, mientras que uno de $6,1 millones paga $110.817, vale decir, el primero
cuesta cinco veces más, pero paga 10 veces más.
Otro tanto encontramos en las contribuciones de
bienes raíces. Por ejemplo, una casa avaluada en $22 millones paga
aproximadamente $90.000 (y una de $20 millones, nada). Sin embargo, una cuyo
valor es de $110 millones paga $1 millón, es decir, once veces más, a pesar de
que el precio es sólo cinco veces superior. También se trata de un impuesto
patrimonial y redistributivo, y no tiene necesariamente que ver con el uso que
se hace de la comuna donde se vive ni con los beneficios que recibe de ella.
¿Son estos los ricos? La verdad es que depende
de cómo se los defina, pues en estas categorías encontraríamos Ministros, Subsecretarios,
Senadores, Diputados, gerentes, subgerentes, profesionales, empresarios, etc.
Luego, si estos no son los más ricos que no pagan más, ¿quiénes son? Sería
interesante que el Gobierno lo clarificara. Si se trata de los dueños y
accionistas (entre ellos los chilenos a través de las AFP) de las empresas más
grandes, que tienen las remuneraciones promedio más altas y que dan empleo al
30% de los chilenos, ya tendríamos un avance.
En cualquier caso, no parece razonable decir
que en Chile los que tienen más no pagan más.
Eso raya en la demagogia y el populismo. Pueden ser muchos los que eluden,
pero afirmar que los más pobres son los que pagan más —como han hecho algunos—,
es casi una broma.
Cosa distinta es plantear derechamente que para
llevar a cabo determinadas reformas se requieren importantes esfuerzos. Sin
embargo, el lenguaje de la reforma tributaria ha acudido a un enfoque
ideológico y ahora “ético”, según se ve en algunas columnas. Nadie discute que
el país tiene muchas necesidades aún por abordar, pero recurrir a esta
formulación no sólo es impreciso, sino que además supone creer que con este
tipo de mecanismos se resolverán los problemas del país. Pero que el Estado
cuente con los recursos no es garantía de que sean gastados correctamente.
"Elegir" vivir sano.
El nulo despliegue que ha tenido durante el
último mes el programa Elige Vivir Sano provocó especulaciones en cuanto a que
el nuevo Gobierno pudiera haber decidido terminarlo, pese a la positiva
recepción ciudadana lograda desde que fuera lanzado en 2011 por la entonces
Primera Dama, Cecilia Morel. Desmintiendo esas versiones, la Ministro de
Desarrollo Social, María Fernanda Villegas, ha recordado que dicho programa se
encuentra establecido en una Ley y constituye, por tanto, una obligación del
Estado darle continuidad. No obstante, ha recalcado también que "como todo
programa, está sujeto a revisión en sus componentes, en sus resultados, y eso
estamos evaluándolo".
La confusión a que toda esta situación dio pie
intensificó el debate respecto de la continuidad por parte de esta administración
de iniciativas impulsadas por el anterior Gobierno. Con todo, una discusión tal
vez más significativo sea la que sugieren otras declaraciones de la misma Ministro,
siempre referidas a Elige Vivir Sano. "Ese programa -ha dicho- da cuenta
de un problema real, pero debemos ver en qué consiste, porque el Estado debe
garantizar que la gente no tenga que elegir, porque hay gente que puede elegir
y otros que no. El Estado tiene que garantizar derechos". Se trata de
expresiones que dejan traslucir una cierta concepción ideológica y que plantean
una colisión de valores entre quienes privilegian la responsabilidad individual
y quienes acentúan la responsabilidad colectiva.
Elegir implica tomar una decisión, y ello
conlleva asumir una responsabilidad. Mientras más responsable se sienta cada
persona de su propio destino, más esfuerzo dedicará para hacer que este sea el
mejor posible. Por el contrario, cuando son otros quienes toman las decisiones,
esos otros serán los responsables y la persona tenderá a descansar en ellos,
dando lugar al asistencialismo o garantismo Estatal.
Es cierto que la libertad de elegir se ejerce
sobre la base de ciertas condiciones, como afirma la Ministro. Pero, ¿acaso no
puede una persona elegir salir a trotar en lugar de estar sentada en la casa?
¿O elegir tomar agua y no una bebida azucarada? ¿O conversar con los hijos en
vez de ver televisión? ¿Corresponde también al Estado tomar las medidas para
que cada ciudadano adopte la decisión "correcta"?
Existe hoy evidente consenso en cuanto a que el
Estado debe garantizar ciertos mínimos a todas las personas -por ejemplo, el
acceso a la educación-, pero cabe proceder con cautela cuando se pretende ir más
allá. Asumir como función del poder público imponer ciertos estilos de vida
porque ellos parecen más deseables significa limitar la responsabilidad y el
esfuerzo individuales, claves del progreso, pero además sustentos de la
libertad. Vivir saludablemente es en última instancia una decisión personal.
Reforma: dos ámbitos de discusión.
El proyecto de reforma tributaria enviado por
el Gobierno al Congreso ha abierto un esperable debate político y ciudadano. La
naturaleza estructural del cambio propuesto y la variedad de aspectos que la
reforma involucra así lo ameritan. En este contexto, la discusión Parlamentaria
que acompañará su trámite Legislativo tiene particular importancia y es de
esperar que sea efectivamente enriquecedora.
En los contenidos de la reforma se pueden
distinguir dos ámbitos. Uno es el aumento de la tasa del impuesto de primera
categoría para las empresas y la eliminación del FUT, para pasar a una
tributación sobre la base de utilidades devengadas, lo que constituye el grueso
del esfuerzo recaudador. El otro ámbito es aquel orientado a cerrar vías de
elusión (loopholes), introducir impuestos verdes y dotar de nuevas facultades
al Servicio de Impuestos Internos. La discusión sobre el primer punto podría
calificarse como de "filosofía tributaria", mientras que la segunda
área es más bien técnica, lo que da características distintas a uno y otro
debate.
Como el bloque oficialista es mayoría en ambas
Cámaras, y tiene un consenso y una convicción establecidos respecto del
contenido del primer ámbito, y, en cambio, ya han surgido voces dubitativas en
el mismo bloque respecto del segundo -facultades discrecionales para el SII, e
impuestos a vinos y bebidas, entre otros-, puede resultar sensato separar el
proyecto en estos dos aspectos. Hoy coexisten la necesidad de despejar la
discusión tributaria a la brevedad, para no seguir afectando las expectativas
de los agentes económicos, y la posibilidad de que las diferencias en el
segundo ámbito de contenidos ahonden la incertidumbre más allá de lo
aconsejable. Además, el Ejecutivo se ha autoimpuesto la meta de lograr que la
Cámara despache la reforma antes del 21 de mayo. Aunque hasta ahora el Ministro
de Hacienda se ha manifestado contrario a dividir la reforma, es probable que
lo más sensible para las autoridades sea aquella parte que resulta más
significativa en términos de recaudación Fiscal. En cambio, el debate del
segundo aspecto, dada la complejidad de detalles involucrados, la variedad de
intereses en juego -incluidos los defendidos por Parlamentarios de Regiones- y
la alteración del clima de negocios que la perspectiva de un Servicio de
Impuestos Internos sobreempoderado suscita, puede prolongarse
insospechadamente. De este modo, la idea de la separación en dos proyectos no
debería descartarse.
Por cierto, si el alza del impuesto de primera
categoría y la eliminación del FUT se concretan con celeridad, corresponderá al
Gobierno y a las fuerzas oficialistas demostrar que su iniciativa no afecta la
inversión y el empleo, que el Estado es capaz de utilizar los nuevos recursos
con eficiencia, y que la reforma educacional, que aparece como la gran
justificación para el cambio, entregará la calidad exigida por la ciudadanía.
Escenarios dispares en la economía global.
Las nuevas proyecciones del Fondo Monetario
Internacional, para 2014 y 2015 mantienen, en agregado, el crecimiento
esperado. El mundo como un todo crecería 3,6% en 2014 y 3,9% en 2015, muy por
encima de lo ocurrido en el bienio previo, gracias a la aceleración en las
economías avanzadas junto a la mantención en el ritmo de expansión de las
emergentes y en desarrollo. El FMI mantuvo sin cambios las proyecciones para
las dos principales economías del orbe (EE.UU. y China), corrigió levemente al
alza a la eurozona y redujo considerablemente el crecimiento de Japón para los
próximos dos años, para alcanzar un 1,4% y 1,0% en 2014 y 2015. En el caso de
América Latina, el FMI redujo significativamente las proyecciones de
crecimiento hasta el 2,5% y 3% durante este año y el próximo.
En lo referido a las economías avanzadas, el
FMI recibe con optimismo la consolidación de la recuperación económica tanto en
EE.UU. como en Europa, pero expresa preocupación por la consolidación de
expectativas inflacionarias permanentemente bajas. Por ello sugiere a los
bancos centrales de los países desarrollados evitar un retiro prematuro de los
estímulos monetarios. En cualquier caso, como preocupación de mediano plazo, el
FMI aún enfatiza la importancia de que Estados Unidos y Japón enfrenten sus
necesidades de consolidación Fiscal.
Un panorama diametralmente distinto es el que
ya se vislumbra para América Latina, donde los escenarios de riesgo son hoy
mucho más importantes, con una posible evolución hacia mayor volatilidad financiera e incrementos en
los costos de financiamiento externo, con efectos potencialmente negativos en
inversión y producto. Para Argentina y Venezuela, las perspectivas aparecen
mucho más deterioradas, como consecuencia del intervencionismo cambiario y en
los precios. Brasil, por su parte, enfrenta desafíos asociados a una inversión
negativamente afectada por la desconfianza empresarial. Finalmente, se espera
que los países de la Alianza del Pacífico experimenten el mayor crecimiento en
la región. En opinión del FMI, las autoridades de América Latina deben adoptar
políticas macro y reformas estructurales que faciliten los ajustes externos,
incluso si ello supone endurecimiento de las políticas monetarias.
La expectativa de un mundo emergente más
volátil e incierto es preocupante para nuestro país. Según el FMI, esto puede
provocar caídas adicionales en los precios de metales básicos y, eventualmente,
generar un escenario aún menos favorable para Chile, en cuanto exportador de
materias primas. Esto se refleja en la corrección a la baja -cercana a un punto
porcentual- en la proyección de crecimiento de Chile para este año 2014.
Un escenario como el descrito por el FMI
plantea tareas para las autoridades locales. En materia monetaria, el Banco
Central parece tener espacio para relajar aún más su política de tasas de
interés, en la eventualidad de mayor incertidumbre global, aunque sin perder de
vista el control sobre su meta de inflación. El desafío mayor es para el Gobierno,
que en el actual contexto de incertidumbre deberá procurar mayor confianza y
mejores expectativas en el sector privado.
Enfoques Internacionales:
"España: ¿La unidad en riesgo?".
En efecto, aunque la decisión del Parlamento
catalán será un mero trámite -el Gobierno de Artur Mas tiene mayoría suficiente-,
su resultado solo será simbólico, pues la Constitución española no admite este
tipo de consultas regionales, y el rechazo del Parlamento español a ceder
competencias para ello fue abrumador: el 86% de los Diputados votó en contra.
Cataluña ha manifestado largamente su vocación
de autonomía e independencia. Desde el dominio de los Borbones, a partir de
1714, resiente que no se le hayan respetado sus fueros históricos.
El auge económico de los últimos decenios le ha
dado más fuerza a la causa nacionalista. La crisis financiera europea de los
últimos años, que azotó duramente a la región, vigorizó las reivindicaciones de
los catalanes, que reclaman no recibir beneficios de acuerdo con lo que aportan
a España. En 2012, la Generalitat debió pedir un rescate de 5.370 millones de
euros al Gobierno central para pagar vencimientos de su enorme deuda de 42 mil
millones de euros. Cataluña, que representa la quinta parte del PIB español
(similar al aporte de la Comunidad de Madrid), no se conforma con ser la región
más endeudada.
Por eso, el Presidente Mas buscó un pacto Fiscal
con el Gobierno de Rajoy que le permitiera recaudar y gestionar sus propios
impuestos, a la manera vasca, lo que le fue denegado. Esa fue la chispa, tras
multitudinarias protestas, que desató la declaración de soberanía del
Parlamento catalán en enero del año pasado, y que culminaría con el llamado a
referéndum para noviembre de este año.
El Presidente del Gobierno español, Mariano
Rajoy, advirtió que Cataluña, por ese camino, "será más pobre, saldrá del
euro, de la Unión Europea, no podrá estar en la ONU, y quedará fuera de los
tratados internacionales que garantizan sus derechos".
Destrabar esta crisis se observa complicado,
aun cuando el reclamo independentista no parece tener por ahora mayor destino,
según la institucionalidad vigente. Así, la impasse promete ser de larga
duración y va caldeando los ánimos en ambos lados. Rajoy, y también el PSOE,
han instado a Mas a que haga una propuesta de reforma Constitucional. Saben que
ellos tienen mayoría para vetarla. Hasta ahora, la Constitución de 1978 solo ha
sufrido cambios necesarios para la membresía en la Unión Europea.
Cataluña no es la única región que busca mayor
independencia. Escocia, que no goza de tantas competencias como Cataluña,
tendrá su propio referéndum en septiembre. Al otro lado del Atlántico, los
quebequenses también han buscado un estatus distinto. Después de dos plebiscitos,
en 1980 y 1995, en los que la independencia ganaba partidarios, la semana
pasada el independentista Partido Quebecois sufrió una dura derrota electoral,
a manos de una ciudadanía cada vez más proclive a la unidad nacional.
Argentina sin cambio de rumbo.
"En el futuro es más probable imaginar más
paros nacionales que a Cristina (Fernández) y a (el sindicalista Hugo) Moyano
dialogando". Esta frase del analista trasandino Rosendo Fraga puede
resumir el crítico ambiente político y social de Argentina tras la huelga
nacional que paralizó el país el jueves pasado.
La ciudadanía ha acumulado descontento, y hasta
partidarios han perdido confianza en que la autoridad tenga voluntad de
satisfacer sus aspiraciones. De hecho, al día siguiente de la huelga, el Ministro
del Trabajo dijo que la movilización "no modifica ni un ápice la
dirección" en la que avanza el Gobierno.
La Presidente se niega a enfrentar los reclamos
de los sindicalistas (y de los ciudadanos) que, decepcionados, recurrieron a la
medida de fuerza para hacerse escuchar. El Jefe de Gabinete evitó reconocer el
éxito del paro (de más del 90 por ciento, según los convocantes) y el
oficialismo atribuyó a la existencia de "piquetes" (bloqueos de
caminos) que los trabajadores no pudieran llegar a cumplir sus labores. Es una
"huelga política", dijeron en el entorno Presidencial. E intentaron
dividir a los líderes sindicales, dando más crédito a unos que a otros.
Sin embargo, los gremialistas no parecen
dispuestos a deponer sus demandas: reajuste salarial del 35% (según la
inflación), rebaja del impuesto a las ganancias (aplicado a partir de un sueldo
de 1.800 dólares), mayores recursos para las obras sociales y poner coto a la
inseguridad ciudadana.
Otra prueba de la crisis del "modelo
kirchnerista de inclusión social" ha sido el anuncio de que este año se
reajustarán las tarifas de los servicios públicos, reduciendo los subsidios,
una de las políticas emblemáticas de la administración. Pero la realidad
económica no se puede ocultar. Este año el país crecerá apenas 0,5%, de acuerdo
con el FMI; la inflación seguirá su curso ascendente, mientras las reservas en
divisas disminuyen a la par que se pagan los compromisos financieros.
Sin poder evadir las pruebas, el Gobierno
volvió a las negociaciones con el FMI, el cual está revisando las cuentas y
elaborando un programa para trabajar en conjunto. Esta nueva disposición a
aceptar consejos no garantiza que efectivamente enmiende rumbo, abordando los
problemas estructurales de la economía.
Pueblos bien informados
difícilmente son engañados.
#FUERZAVALPARAÍSO