Es bueno recordar que Jesucristo nació en un
humilde pesebre y que a pesar de una inteligencia sobresaliente y una clara
visión del mundo, vivió como predicó, dando amor, esperanzas y “riqueza”
espiritual a toda la humanidad.
Feliz
cumpleaños Jesucristo…
A media noche de hoy ensalzamos la noche buena,
la víspera del 25 de diciembre, fecha en la que los católicos, y muchas otras
religiones cristianas, y millones de personas no afiliadas a ningún culto rememoramos el nacimiento de Jesús de Nazaret
hace dos mil trece años.
Mañana festejamos un nuevo cumpleaños del
Nazareno y lo homenajeamos con un festival de regalos, un verdadero festival
del consumismo y exhibicionismo, y
fiestas del buen yantár, en las que no hay obsequios para el cumpleañero al
cuál tampoco se invita a su propia celebración.
Nosotros pensamos que el mensaje de amor,
solidaridad y misericordia de Jesús, que a pesar del tiempo transcurrido hoy
está plenamente vigente y debemos recogerlo para hacer un mundo mejor, en el que
desterremos las odiosidades.
Consideramos que el mejor regalo que podemos
hacer al festejado es una fiesta sobria, muchas oraciones por la paz del mundo y ciertamente dedicar parte de la celebración
al apoyo de los más humildes, a los abandonados y a los que sufren.
Luchar por la justicia social, visitar a los
enfermos, defender a los justa o injustamente encarcelados, ayudar a los menos
favorecidos de nuestra sociedad o la defensa de pueblos tiranizados es hacer
carne en nuestra vida del mensaje de Jesucristo.
Respetar los valores que nos enseñó, magistralmente
resumidos en los diez Mandamientos, creemos
que es una manera superior y comprometida de honrar a este hombre bueno que
murió sufriendo terribles dolores en la
cruz por la redención de la humanidad.
Nosotros, que no nos afiliamos a ninguna de las
religiones organizadas, reconocemos en Jesús a un hombre de gran calidad y un
inmenso amor a la humanidad, y aunque no sabemos si es hijo de Dios, sabemos
que dejó a la humanidad la fórmula de la felicidad.
Nosotros, en homenaje a esta magna celebración
bajamos, en esta víspera y en el día del
festejo, nuestras banderas de lucha y deseamos a todos nuestros compatriotas y
a la humanidad toda una muy feliz
natividad en los valores que nos dejó Cristo.