Las 50
medidas de Bachelet: anuncia que anunciará,
por Sergio Melnick.
Después de 7 meses de campaña, a un mes de la
elección, Bachelet es aun incapaz de presentar un programa de Gobierno, sigue
evadiendo los debates y a los periodistas. Un hecho casi insólito en nuestra
política que habla muy mal de nuestro electorado si la llega a elegir en esas
condiciones. Matthei en 40 días presenta su programa, lo que denota la
diferencia abismal entre candidatos; una que sabe manejar, la otra que es manejada.
Ahora, nos presenta 50 medidas para los
primeros meses de su eventual Gobierno. Y qué dice en síntesis: les anuncio que
anunciaré. Son puras cosas generales como una “gran reforma educacional” que ya
prometió una vez y no cumplió, y sin una sola palabra de los ejes centrales de
esa reforma ni en lo educativo propiamente tal ni en lo administrativo. Propone
más universidades públicas y aun no responde por lo que ya trató de hacer en
Rancagua. No señala qué tipo de universidades, tamaño, costo, administración,
carreras, etc., especialmente cuando hay hoy en día muchas de las universidades
públicas que son literalmente mediocres y que debieran fortalecerse. En salud,
propone un poco más de lo mismo y sobresale la oferta de 60 nuevos hospitales;
20 serían inaugurados, los que obviamente vienen de Piñera, 20 iniciados, y 20
en licitación: ¡dudo!, basado en su gestión anterior. Sobre las isapres, en
realidad nada tiene que decir, salvo una nueva comisión de expertos. Otra cosa
parecida, un estudio, ofrece para las AFP, y ya hizo en su Gobierno una
comisión, y le dijeron que funcionaban muy bien. Insiste en la AFP Estatal,
que, todos sabemos, tiene cero impacto en las pensiones, y es quizás otra nueva
entidad Estatal para acomodar a los partidarios clientelistas al estilo
Girardi. El problema de las pensiones es la tasa de cotización más que otra
cosa, que debe subir al 13%, compartiendo uno para el empleador, uno para el
empleado, y uno de subsidio Estatal. En protección social, lo fácil, lo
populista; hacer el bono marzo permanente y otro de invierno para adultos
mayores. Una forma de soborno encubierto de votantes. Propone más entidades
públicas como el Consejo Nacional de la Infancia, Ministerio Mujer, y otras que
señalo más adelante. Esto es más burocracia Estatal, más necesidad de recursos
que no llegan nunca a las personas necesitadas sino que quedan en el camino. En
seguridad, no tiene propuesta alguna, salvo más policías y seguir sumando Comunas
al programa 24 horas.
En descentralización, tampoco hay nada
concreto. Una Comisión Asesora Presidencial lo dirá eventualmente más adelante.
Es decir, anuncio que anunciaré. Un plan de desarrollo zonas extremas; anuncio
que anunciaré. Nuevos proyectos de transporte urbano como tranvías y corredores
de buses que hacen aparecer el fantasma del Transantiago. Curiosamente,
Bachelet por primera vez reconoce desde la oposición avances importantes en la
reconstrucción. La verdad es que la reconstrucción estará totalmente completada
para marzo, aun así, anuncia un delegado Presidencial, algo que ya hizo Piñera.
En medio ambiente, propone planes de descontaminación de las ciudades críticas;
algo que ya prometió alguna vez y en la que simplemente no hizo nada. De la
congestión, ni una palabra. ¿Se acuerdan del “zar de la contaminación” para
Santiago que desapareció en el mismo smog y nunca hizo nada, como ocurrió con
el zar de la burocracia? Puras intenciones, no soluciones. Las propuestas sobre
cultura son cosas generales, nada nuevo. Un Ministerio es nuevamente el eje; es
decir, más burocracia. En deportes, ni una idea novedosa; no parece tener nada
nuevo que proponer, salvo más centros deportivos que es lo que todo Gobierno
hace siempre. En el tema mujer, anuncio que anunciaré, un nuevo Ministerio es
otra vez el eje, pero nada concreto, salvo más casas de acogida que es sólo un
tema presupuestario simple. En pueblos nativos, otro Ministerio y anuncia habrá
una agenda de desarrollo. Otra vez, anuncia que anunciará. Para el agua,
también anuncio que anunciaré, habrá un delegado Presidencial que dirá lo que
hacer.
En crecimiento y empleo, simplemente no
compromete nada, sólo generalidades, con una agenda que se dará más adelante;
es decir, anuncio que anunciaré. En energía, igual. La reforma tributaria sin
una sola línea de sus propuestas críticas, que es la clave en relación al
crecimiento, empleo, pymes, programas sociales.
En síntesis, no se Gobierna con puras buenas
intenciones. Todos queremos un buen sistema de transporte público, pero nadie
quiere el Transantiago. Tenemos derecho a conocer los detalles de las
propuestas, de otro modo no los podemos debatir ni contrastar con lo real.
Leyendo estas 50 medidas, queda en evidencia por qué no hay un programa de Gobierno.
Es simplemente muy difícil compatibilizar a los partidos de la nueva mayoría en
cosas concretas. Lo paradójico es que lo único que los une es Pinochet, que ya
no está.
En el fondo, parece ser sólo una lucha
desesperada por el poder y luego, si lo logran, se verá qué se puede hacer.
Heladas y
seguros agrícolas.
Las heladas que afectaron al sector frutícola
han dejado daños que, según estimaciones preliminares, podrían alcanzar a un
total de entre 500 y 1.000 millones de dólares, aunque —como se expresa más
abajo— cabe cierta esperanza de que las cifras definitivas pudieren resultar a
la postre menores.
El Gobierno ha decretado zona de catástrofe en
varias Regiones e intenta determinar la extensión real de los daños, para ir en
ayuda de los agricultores más alcanzados. Entre otras medidas, condonará las
cuotas de contribuciones correspondientes al cuarto trimestre y al primero del
próximo año. Por su parte, la Asociación de Bancos se comprometió a ayudar
extendiendo plazos y proveyendo capital de trabajo a los agricultores que sigan
siendo viables.
Frente a este cuadro, una pregunta generalizada
ha sido por qué los agricultores no contratan seguros para cubrir semejantes
siniestros. Sorprendentemente, ocurre que son los pequeños agricultores quienes
los contratan con mayor frecuencia, porque Indap negocia condiciones más
favorables que las que ellos recibirían si contrataran individualmente. Por su
parte, los medianos y grandes se quejan de los altos precios de los seguros —en
parte por su baja penetración—, o porque no existen instrumentos para sus casos
específicos, como el de algunos productores de paltas.
Las características de siniestro sistémico de
heladas a escala nacional, como esta, elevan el riesgo de las empresas
aseguradoras, porque los daños de los agricultores dejan de ser independientes.
Como un terremoto, el siniestro afecta a gran parte de los asegurados, y para
hacer frente a este riesgo, las compañías de seguros deben contratar reaseguros
en el exterior, lo que eleva los costos. Por eso, podría justificarse que el
Estado subsidiara parcialmente esta clase de seguros. Así, aquel contra
terremotos está exento del IVA desde 1974, y acaso algo similar, u otro
subsidio de parecido monto, podría aplicarse al seguro agrícola, considerando
los costos para el Estado de la ayuda que se ve obligado a brindar cuando
ocurren sequías o heladas de esta envergadura. Además, si por efectos de ese
subsidio aumenta la tasa de contratación de tales seguros, su costo efectivo
debería reducirse.
Con todo, en el difícil cuadro que hoy se
enfrenta, subsisten ciertos factores por los cuales estas heladas podrían tener
un efecto menor que el inicialmente temido —con fundamento— por los
agricultores, en parte porque los costos de los factores productivos caerán y
porque subirán los precios de la fruta que queda y no haya sido afectada.
Pero los temporeros, cuyos salarios han subido
fuertemente en los últimos años —al extremo de que el gremio frutícola ha
solicitado permiso para traer trabajadores del extranjero—, enfrentarán menor
demanda, lo que repercutirá en sus salarios. Por tanto, el Estado deberá
preocuparse no solo de los agricultores, sino también de este grupo de
trabajadores.
Otros costos del sector agrícola, como los
arriendos de equipos de cosecha, entre otros, también deberían caer, y todos estos
efectos, combinados con el mayor precio de la fruta remanente —en el caso de la
uva vinífera, hasta antes de esta emergencia había temor de una eventual
sobreproducción—, podrían paliar en algo el impacto de la helada sobre la
rentabilidad de los agricultores.
Por cierto, no cabe minimizar el daño de este
fenómeno, sino recordar que su costo económico y social recaerá en un grupo más
amplio de personas y empresas, y no solo sobre los empresarios frutícolas.
Advertencia a
especuladores.
Sequía y heladas afectan el territorio nacional
y ambos fenómenos climáticos inciden adversamente en la actividad agrícola y la
producción de alimentos, aunque en modo diverso. La actual escasez de agua no
es de reciente origen, por lo que ha motivado conductas paliativas y
adaptativas de largo alcance como el cultivo de especies de bajo consumo
hídrico y estrategias encaminadas a aumentar la eficiencia de los sistemas de
riego. Al contrario, las coyunturales e inesperadas bajas temperaturas tienen
el potencial de causar importantes mermas en las cosechas anuales y despertar
en consecuencia conductas especulativas de precios que repercuten especialmente
en la economía de las familias más modestas.
El Presidente de la República ha dispuesto el
rápido apoyo a 6 mil pequeños productores afectados por las recientes heladas
en la zona central y ha advertido que los consumidores deben estar atentos ante
intentos especulativos de precios, aunque la estimación del Gobierno es que el
impacto sería marginal.
Ya es una realidad que se verá momentáneamente
resentida la oferta de algunos alimentos; sin embargo, su efecto dependerá de
las condiciones de demanda, de la organización de los canales de
comercialización y de las normativas establecidas por los actores sectoriales y
Gubernamentales a través de la administración de las catástrofes agrícolas,
como ésta.
Previsión y minimización del daño colateral son
los dos cursos que suele adoptar dicha administración. El primero se enfoca en
el manejo del riesgo en las condiciones particulares de producción para
estabilizar la provisión y calidad de los productos finales. Cuando este frente
es rebasado por la magnitud del fenómeno climático, es preciso atender a los
perjuicios emergentes como es el caso del financiamiento de pérdidas y las
alzas de precios especulativas.
Los productores en condiciones de atender los
dos frentes suelen ser capitalizados, profesionalmente asesorados, asegurados
por pólizas y con mucha probabilidad orientados a la actividad exportadora. Por
su parte, los pequeños productores dedicados a la provisión de los mercados
internos de alimentos, con escasas posibilidades de ejercer actividades
especulativas con fines de obtener ganancias extraordinarias y de autofinanciar
sus pérdidas, son los receptores naturales para recibir los beneficios
administrados y asignados por el INDAP.
Distinto es el caso de ciertos actores en la
cadena de distribución que podrían ejercer cuotas de poder monopsónico para
elevar los precios al consumidor final. En este punto entra a tallar la
eficiencia de los mercados. En efecto, una cadena eficiente de distribución
debería incorporar permanentemente mecanismos de respuestas a perturbaciones
que afecten temporalmente el suministro de alimentos, como el acopio de
existencias de seguridad.
Asimismo, tal como se ha desarrollado en rubros
como el expendio de gasolina, en el que existe una página web con información
de precios, sería deseable un esfuerzo similar en cuanto a los productos
agrícolas más demandados por los consumidores, de modo que éstos puedan
comparar y denunciar casos de abusos.
Los meses que vienen serán una prueba de la
salud económica del mercado alimentario nacional. Tal vez, esta sea la apuesta
del Gobierno al afirmar que los especuladores no ganarán en esta ocasión.
Controversia
por logo de Santiago.
El llamado a concurso para definir un logo que
represente a la ciudad de Santiago ha terminado en polémica, por
cuestionamientos que van desde la forma como se elaboraron las bases del
concurso, hasta reparos con la estética misma de los logos semifinalistas -incluso
sobre uno de ellos pesan acusaciones de plagio-, todo lo cual hace conveniente
que esta iniciativa no siga adelante, pues difícilmente la opción que resulte
ganadora logrará ser plenamente representativa. Estos desaciertos obligan a un
especial cuidado en la forma como se llevan a cabo iniciativas ciudadanas de
este tipo, porque además de implicar una fuerte frustración para quienes
participan de ellas, conllevan una pérdida de recursos y siembran desconfianza
en futuros proyectos de similar índole.
Mediante esta iniciativa -que fue organizada
por la Municipalidad de Santiago y otros seis Municipios, además del Servicio
Nacional de Turismo- se ha buscado crear un logo que sirva como marca turística
oficial de la ciudad de Santiago, tal como ocurre con otras importantes urbes.
Se trata de una idea que bien ejecutada podría ser útil para efectos de
posicionar la identidad de la ciudad a nivel internacional. Sin embargo, el
escaso tiempo en que se ha desarrollado este concurso -apenas algunos meses- y
el que finalmente sea una votación ciudadana la que defina al ganador, supone
cierta improvisación que no se condice con el objetivo buscado.
Los organizadores del certamen han aplazado el
resultado final en una semana -para dar más tiempo a la votación-, pero los
antecedentes de que las bases no han sido respetadas plenamente y ante la falta
de aclaración de si hubo plagio o no, lo razonable sería no seguir adelante con
esta iniciativa y retomarla una vez que sea posible asegurar que estos errores
han sido corregidos y se pueda garantizar un alto nivel de excelencia en todas
las etapas.
Propuestas de
los médicos.
El Colegio Médico de Chile ha elaborado una
propuesta sobre los cambios que a juicio de esa entidad deberían ponerse en
marcha en el sector salud, los ha difundido por la prensa y procederá a
entregarlos a los candidatos a la Presidencia de la República; ya lo hizo en un
almuerzo con la candidata Michelle Bachelet. Es interesante y positivo que
todos quienes tengan cierto grado de conocimientos sobre el sector puedan
participar de este debate, y la intervención de los médicos puede constituir un
aporte importante, aunque no sea el único. La formación de estos profesionales
los sitúa en una posición privilegiada para opinar sobre el sector salud, pero
también les proporciona una visión técnica del asunto que a menudo les hace
olvidar ciertas variables, como las económicas, y la visión general del
problema. Tampoco puede olvidarse que el Colegio Médico no reúne a todos los
facultativos del país. En cierta medida esto se debe a algunos años anteriores
de politización, con directivos del gremio que ahora están en el Congreso
Nacional como representantes políticos de izquierda, lo que provocó el
alejamiento de algunos sectores de profesionales.
Siguiendo un esquema de exposición que enfoca a
Chile como si se tratara de un paciente, con algún sentido del humor se hace un
diagnóstico que concluye que las formas de organización de la salud en Chile
están ya agotadas. Para ello, el principal elemento en consideración es que
solo el 56% de los fondos de salud se destina al 80% de la población, en tanto
que el resto va a los beneficiarios de las isapres. Pero es algo simplista
mirar las cosas de esta manera, puesto que con eso se olvidan los sistemas de
previsión de los uniformados y los millones de atenciones en el sector privado
a personas beneficiarias del Fonasa que no encuentran solución a sus problemas
en el sector Estatal.
Luego sigue un conjunto de medidas importantes,
pero de carácter general. Entre las reformas estructurales, por ejemplo, se
propone “diseñar e implementar medidas poblacionales para desplazar las curvas
de distribución del sobrepeso, sedentarismo, consumo de alcohol” y otras, las
que sin duda tienen un sentido fundamental en la salud de los chilenos, pero no
se aclara suficientemente cómo se conseguirán tan nobles objetivos. Asimismo —y
como cabe esperar de una agrupación gremial—, plantean sus propios problemas,
tales como mayores exigencias para las escuelas de medicina, Legislar en materia
de formación de especialistas y, por cierto, aumentar las remuneraciones de los
médicos, señalando incluso que debieran llegar a 1.400.000 pesos líquidos
mensuales si se dedican 44 horas a la semana a la atención primaria. Esto
parece un poco básico para una propuesta nacional de reformas de largo plazo al
sector salud.
Por último, en materia de financiamiento —uno
de los temas más complejos— llama a crear una comisión técnica que proponga los
cursos de acción para resolver la deuda hospitalaria, lamenta la ausencia de
una normativa que regule el lucro, y propone diseñar e implementar un fondo
único de compensación universal de riesgos en salud, sin más detalles. Con
tales directivas, es imposible hacer un programa de reformas reales. Similar
alcance cabe, por ejemplo, respecto de las medidas inmediatas anunciadas por la
candidata Bachelet, cuando en ellas se dice que se convocará a un equipo de
expertos para redactar una nueva propuesta sobre isapres.
Al parecer, en materia de salud no hay por
ahora ideas demasiado definidas ni propuestas precisadas en sus complejos
aspectos para avanzar hacia un sistema que ofrezca una mejor atención a la
población.
Problemas en
la rehabilitación de adolescentes.
Un informe elaborado por el Servicio Nacional
de Menores (Sename), tras realizar un seguimiento al comportamiento delictual
de los 11 mil jóvenes que egresaron durante el 2009 y 2010 de ese organismo
-luego de cumplir una condena por infracción a la Ley de responsabilidad penal
adolescente-, estableció que uno de cada dos reincidía antes de 24 meses,
mientras que un 37% vuelve a delinquir en menos de un año.
Si bien es positivo que la institución realice
este tipo de estudios como instrumento para contar con un registro de la
realidad en que están quienes han pasado por sus centros, y a partir de los
mismos elaborar diagnósticos que le permitan perfeccionar los programas
orientados a trabajar en la reinserción social de esos menores, los resultados
del reporte son desalentadores y revelan la necesidad de realizar profundos
cambios al interior del Sename, especialmente en las áreas relacionadas con la
gestión de la entidad y la forma en que se aborda el proceso de rehabilitación
de los jóvenes que han vulnerado la Ley.
No se puede desconocer que el grueso de los
adolescentes que ingresan al círculo de la delincuencia proviene de un entorno
familiar y social disruptivo, circunstancias que en muchos de ellos provocan
disfuncionalidades emocionales que les impiden adaptarse adecuadamente a la
comunidad y que los lleva a caer en las drogas o a cometer delitos. Sin
embargo, prevenir esas situaciones o intentar revertirlas cuando ocurren es una
de las labores fundamentales que tiene asignado el Sename como parte de la red de
protección a los menores en riesgo social, responsabilidad en la que está
fallando de forma evidente, según muestran las cifras de su propio informe.
Los casos de abusos y maltratos a jóvenes al
interior de los centros, problemas en el control de los internos,
infraestructura deficiente, falta de segregación de los menores que ingresan
por vulnerabilidad social con quienes lo hacen por comisión de delitos y mala
alimentación, son algunas de las deficiencias que han reportado sucesivos
informes Judiciales en los últimos años y que, a pesar de su reiteración en el
tiempo, no han sido subsanadas. Estas anomalías son graves, porque impiden que
se desarrolle un trabajo eficiente y de largo plazo con los adolescentes, que
les permita a éstos crecer en un ambiente sano y les otorgue opciones reales de
salir adelante. Está comprobado que las políticas de reinserción tienen mayor
probabilidad de éxito en la medida que la intervención se haga a una edad
temprana, porque durante la adultez el proceso es más complejo; oportunidad que
en el caso del Sename se está desaprovechando, ya que precisamente los que más
reinciden al año de egresar del organismo son los menores de 14 y 15 años
(62%).
Aun cuando se han planteado propuestas para
perfeccionar esta institución, como el proyecto de Ley ingresado el año pasado
al Congreso y que divide en dos la entidad (protección a la infancia y
adolescencia, y el de responsabilidad penal adolescente), los cambios más
relevantes que se requieren hacer están relacionados con mejoras a la
administración y gestión del servicio, lo que supone contar con un personal
altamente calificado para atender a los menores de acuerdo con sus distintas
realidades, disponer de una infraestructura adecuada para su desarrollo
integral y elaborar programas focalizados de capacitación y reinserción. Como
se trata de transformaciones que el propio Sename debe impulsar, no existen
motivos para dilatar su implementación.
La salud de
Cristina.
La salud de un Presidente es un obvio asunto de
Estado. Incluso en la Venezuela de Chávez hubo polémica durante su larga
enfermedad y su reelección, semanas antes de desaparecer de la actividad
pública y fallecer. Pero el disimulo al estilo soviético ya no es aceptado en
el siglo XXI. En Argentina fue mal recibido el secretismo con que la Presidente
y su entorno han ocultado sus recurrentes problemas de salud, que terminaron en
el quirófano y, al parecer, requerirían una recuperación no breve.
La operación y la convalecencia de Cristina
abren una incógnita sobre quién tiene el poder en las decisiones Gubernamentales.
Es conocido el férreo control que ha mantenido Fernández de todas las medidas
que se toman en el Gabinete argentino, tanto en las grandes líneas de la
política como en minucias aparentemente irrelevantes, y su estrecho círculo de
asistentes e incondicionales buscará mantener el timón del Gobierno, sin dar
espacio a quienes Constitucionalmente tienen las facultades para ello.
El traspaso de la autoridad al Vicepresidente
Amado Boudou no es sino una formalidad, según todos los analistas que conocen
el estilo kirchnerista. Será Carlos Zannini, el hombre fuerte del círculo de
hierro de Cristina —como Secretario Legal y técnico—, quien seguirá manejando
los hilos del poder. El abogado Zannini ha estado con los Kirchner desde Santa
Cruz. Encumbrado a altos cargos por Néstor, es de absoluta confianza de la Jefe
del Estado, y si bien mantiene un bajo perfil, todos saben que sus órdenes
deben cumplirse porque tienen siempre el respaldo Presidencial. Él estuvo
detrás de las figuras Legales para la estatización de las AFPJ, el proyecto
para la Ley de Medios, la fórmula para usar las reservas del Banco Central y
para hacer la reforma electoral, todas ellas conducentes al aumento del poder Presidencial.
En plena recta final para las elecciones Legislativas,
a la oposición se le hará difícil seguir haciendo una campaña dura contra la
Presidenta. Tendrá que apuntar sus dardos no a la persona, sino a las erróneas
políticas que han llevado a Argentina a su difícil situación económica actual.
Pero sí podrán buscar otros blancos. Uno de ellos será Boudou, desprestigiado
por los casos de corrupción en que está envuelto, pero tampoco mayormente
apreciado en la Casa Rosada. Incluso se especula sobre una salida anticipada
del Vicepresidente ante una eventual convalecencia prolongada de Cristina o,
por el contrario, que mantenga un rol meramente protocolar, como lo ha hecho en
estos días. Entretanto, la Cancillería trasandina tiene varios frentes
internacionales abiertos. Está la reciente impasse con Montevideo por el
aumento de producción de la papelera uruguaya, un asunto que podría llevarlos a
La Haya. Están las polémicas negociaciones con Irán sobre el caso de la
explosión en la mutual israelí AMIA, muy criticadas por la oposición. Y,
además, debe lidiar con un nuevo traspié en la Justicia de EE.UU., pues la
Corte Suprema rechazó revisar el fallo sobre los “fondos buitres”.
Chile no puede sino observar con atención los
vaivenes políticos trasandinos y estar alerta a cualquier eventual cambio
institucional derivado de la salud Presidencial. En este momento se atraviesa
un período de tranquilidad en las relaciones chileno-argentinas. En el caso
LAN, aunque no resuelto completamente, al menos se avanza a una solución
definitiva tras la medida cautelar de la Justicia que evitó el desalojo del
hangar de Aeroparque. Es deseable que la Diplomacia de ambos países mantenga el
buen nivel actual de los vínculos bilaterales.
Correspondencia
destacada.
Señor Director:
Cincuenta
medidas de Bachelet.
Aunque todavía no conocemos su programa
completo, la candidata de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, presentó 50
compromisos para los primeros 100 días de un eventual Gobierno. La ventaja que
Bachelet tiene en las encuestas de opinión pública esconde profundas debilidades
políticas y programáticas. Frente a esto llama la atención el énfasis de la ex Presidente
por fortalecer el rol del Estado.
Más Estado no significa tener mejores
instituciones. Tampoco es que debamos tener un Estado mínimo, sino uno con el
tamaño suficiente para enfrentar los retos que plantea la ciudadanía, pero
promoviendo la iniciativa, la igualdad de oportunidades, el emprendimiento y la
libertad de todas las personas. Crear más Ministerios no es sinónimo de
reforzar la institucionalidad.
Si el diagnóstico está errado, es lógico que
las propuestas no sean las adecuadas. Encuestas de opinión pública como la
Bicentenario UC- Adimark y la CEP reflejan que la sociedad chilena cree más en
un Estado subsidiario que en uno benefactor, reconociendo que éste debe
focalizar su esfuerzo en los más pobres, y que son el trabajo y la educación
las armas fundamentales para evitar la pobreza.
Pablo Rodríguez N., Cientista político Instituto
Libertad.
Señor Director:
Marca de
Santiago.
La elección del logo de Santiago ha sido un
completo fracaso, no sólo por la baja participación para elegir a uno de los
dos finalistas, sino también por la nula participación de los habitantes de la
capital y por carecer de un plan estratégico anterior a la creación del diseño.
Santiago aún no cuenta con lineamientos ni
directrices acerca de hacia dónde vamos: existen planes reguladores
desactualizados, no sabemos qué ofrece la capital con claridad y aún no estamos
en las grandes ligas.
La confección del logo no pasa por un tema de
diseño, como se ha dicho, sino que dilucidar qué es lo que hay detrás de él.
Gerardo Ureta Campos, Docente Arquitectura Universidad
Mayor.
Señor Director:
Interpelación
a Mañalich.
Me pregunto con cuál autoridad moral los
honorables van a interpelar al Ministro Jaime Manalich, quien desde que asumió
la cartera ha tratado de arreglar la salud en el país, en tanto los Honorables
no cumplen a cabalidad su trabajo (van a las sesiones cuando quieren, tramitan
las Leyes a su antojo, se aumentan las dietas y cuando las Leyes son aprobadas,
al día siguiente se dan cuenta de que tienen “vacíos Legales”). ¿Cómo puede la
ciudadanía interpelarlos a ellos?
Lidia Bunster M.
Pueblos bien
informados
difícilmente
son engañados.