las circunstancias internacionales que marcaron una época,
Lo normativo
y lo empírico,
por Eugenio Guzmán.
En muchas ocasiones el debate político tiende a
ser sólo normativo. Es decir, se postulan objetivos y propuestas cuyo
escrutinio empírico aparece como innecesario y hasta irrelevante. Es lo que
sucede con proposiciones tales como el derecho a educación superior gratuita,
derecho universal a educación de calidad o, por último, la idea de terminar con
la segregación entre colegios acabando el financiamiento compartido.
Si bien en principio esta forma de razonamiento
es perfectamente coherente y deseable en política, puesto que revela los
ideales a los que aspiran los individuos, la verdad es que si no se hace cargo
del cómo, resulta ser ideológico; vale decir, constituirse en una visión que
describen de manera incorrecta y deformada al hombre, la sociedad y el mundo.
Más aún, utópico; es decir, objetivos que van más allá de lo posible y carentes
de realización.
Para evitar esto es necesario contrastar
nuestras visiones normativas y políticas con lo que la realidad nos muestra.
Por cierto, esto no supone derivar proposiciones normativas (éticas) a partir
de lo que sucede, sino que someter al escrutinio de los hechos aquellas
propuestas que simplemente constituye una deformación de lo real. Existen
muchos ejemplos, pero los más claros y próximos históricamente los apreciamos
en los socialismos reales que dominaron una parte importante del mundo, y que
aplicaron toda suerte de medidas tendientes a realizar un “ideal” que terminó
por hacerse trizas frente a la realidad.
La importancia de contrastar empíricamente las
propuestas políticas y exigir con claridad el cómo éstas se materializarán es
crucial para una discusión verosímil. Esto implica reconocer que en el mundo
real no podemos tener todo lo que deseamos y es uno en que los manantiales de
la abundancia no fluyen a chorros, no es posible el ejercicio simultáneo de
todos nuestros deseos, aspiraciones e incluso derechos. En efecto, aun cuando
Pedro, Juan y Diego tienen los mismos derechos a un Juicio justo, el solo hecho
de que los recursos son limitados, ello se traducirá en que no podrán recibir
de manera simultánea, ni menos instantánea, la solución a sus demandas; lo
único que podríamos asegurarles es que en algún momento las tengan.
Al respecto, veamos un ejemplo en materia de
educación. El derecho a educación superior gratuita existe en muchos países;
sin embargo, o se trata de países cuyos niveles de riqueza son
significativamente superiores a Chile, o en que la cobertura es más baja o en
que la tasa de graduación es menor a la chilena. Para lograr este propósito el
Estado chileno debiera destinar unos US$ 3.400 millones adicionales cada año,
manteniendo la cobertura actual; no obstante, este monto debiera subir en los
próximos años y si queremos cumplir con el propósito de universalidad y
cobertura, debiera más que duplicarse dicha cifra. Al existir otras
prioridades, si quisiéramos cumplir también con el “derecho a educación de
calidad” en la básica y media, excluida la prebásica, tendríamos que agregar
otros US$ 7.700 millones adicionales, pensando en duplicar la subvención
escolar, lo que no es mucho si queremos incluir el objetivo de calidad sin
segregación y sin financiamiento compartido (supongamos que se mantiene el
actual número de escolares). Es decir, estamos hablando de grandes magnitudes.
Podrá argumentarse que si crecemos a una
determinada tasa es posible financiar parte de estos recursos. Sin reforma,
esto significaría crecer a una tasa del 7,1% anual por los próximos 17 años
(ciclo educacional). Cabe recordar que el crecimiento de los últimos 20 años ha
sido de 5,2%. Luego, un programa de esta naturaleza necesita recaudar en algún
momento recursos adicionales, lo que supone algún tipo de reforma tributaria
significativa, la que no incluiría otros sectores también prioritarios como
salud y que podrían afectar el crecimiento.
En general, la importancia de incorporar datos
empíricos y cálculos que resultan odiosos a la política y los discursos
puramente normativos permite tener otra visión de la política y de una de sus
más importantes virtudes: la prudencia.
Cristina
resiliente,
por Tamara Avetikian.
¿Qué pensará Cristina Fernández cuando lee y
escucha los comentarios que se hacen sobre ella y su Gobierno? A veces escribe
en Twitter cosas como "Tengo el cuero duro", pero seguro que no
refleja su verdadero sentir. Es difícil imaginar que quede tranquila cuando la Diputado
opositora Elisa Carrió la compara con Isabel Perón, porque a ambas las
"abandonan los sindicalistas y el Partido Justicialista". O cuando
otro Diputado, y peronista, diga que "si no cambia, va a tener que dejar
el Gobierno, porque el pueblo la va a cambiar a ella".
Su reacción política instintiva es echarle la
culpa al empedrado, es decir, a la oposición, la Justicia y a las "mentiras"
de los medios de comunicación. No sé si es soberbia o ceguera suya que denuncie
intenciones de "desestabilización institucional", y no vea que las
decisiones de su Gobierno tienen a los argentinos hartos, divididos en bandos
difíciles de reconciliar (los que reciben subsidios permanentes y los que
tienen que trabajar duro).
No puedo creer que su ego no esté golpeado. Son
muchas las cosas poco gratas que le han pasado por estos días. Y no hablo solo
de la ola de frío polar que cruzó Buenos Aires el fin de semana pasado. Ni de
los sinsabores que pasó por el asunto de LAN, porque al final rebotó en la Casa
Rosada. No, me refiero a la política interna, a cómo va perdiendo rápido
adeptos y batallas que dio por ganadas. Para empezar, las elecciones primarias
demostraron que ya no cuenta con el 54% de los votantes que la reeligieron.
Apenas tiene el 26%, el mismo margen con que salió Néstor hace 10 años, y ganó
gracias a que Menem se retiró. Es improbable que en octubre logre un
Legislativo tan complaciente como el actual. Segundo, su reforma Judicial, que
pretendía "democratizar la Justicia", fue declarada inconstitucional,
y ya la dio por perdida. Tercero, la decisión de quitarle a La Rural el predio
que había comprado al Estado en Palermo fue anulada por un Tribunal. Cuarto,
también fue desautorizado el artículo de la Ley de Medios que le permitía irse
contra Clarín y Papel Prensa. Y si nos vamos a la economía, duro fue el golpe
que recibió con la decisión de la corte de apelaciones de Nueva York que dio la
razón a los bonistas de los "fondos buitres", y que la obliga a
esperar que la Corte Suprema de EE.UU. acepte revisar el fallo.
La seguridad en sí misma que tiene Cristina es
enorme, sorprendente. Sigue adelante como si nada, tuiteando cosas como
"El modelo de acumulación que nosotros le planteamos al país está basado
no en la especulación, sino en la producción y la industrialización",
cuando se ve en la calle, o en los supermercados, el desastre de sus políticas
económicas. Y "Esto nos ha permitido ser el Gobierno que ha protagonizado
el crecimiento más importante de los últimos 200 años, sin crear un solo
impuesto", olvidando las retenciones a las exportaciones.
Tan embelesada estaba en Uruguay con su
discurso, que ni siquiera reaccionó a los ofensivos tuits de Diputados
uruguayos: "Si (la Alcaldesa de Montevideo) le entrega las llaves de la
ciudad a Cristina K., hay que cambiar la cerradura. Por las dudas". O
"¿Cristina F K con la llave de Montevideo? ¿Y una ganzúa, no estaría más
acorde?"
La versión amigable
del modelo,
por Alberto Medina Méndez.
Las prioridades están claras. Para salir de la
coyuntura el primer escalón implica dejar atrás el presente con todo lo que
ello simboliza y representa.
Pero en la ansiedad de superar esta etapa,
siempre se corre un riesgo, que es el de confundir la herramienta circunstancial
con la que se logra salir con el instrumento político necesario para que, el
inevitable hecho político, no se termine convirtiendo en un viraje muy sutil, o
solo un breve intervalo que luego conduzca pausadamente hacia una versión
amigable del modelo.
Por eso es preciso entender que no ha sido el
estilo de permanente confrontación o la soberbia crónica, ni siquiera la
corrupción burda o la impunidad arrogante del poder, lo que ha generado esta
situación.
La fotografía de la actualidad es la ineludible
consecuencia de políticas inadecuadas y visiones equivocadas, de diagnósticos
desacertados y soluciones que no se ocuparon del fondo de cada cuestión, sino
que operaron en la superficie, atacando los síntomas para intentar postergar
sus efectos, sin resolver las raíces profundas de cada problema.
La euforia propia de un resultado electoral que
siempre es transitorio y hasta
anecdótico, el exitismo desmedido, la alegría fugaz que surge de la
promesa del final de un ciclo, no deben impedir dimensionar la significación
del momento, la gravedad de la situación y mucho menos inducir hacia una
actitud cómplice, distractora, de ocultamiento de las verdaderas causas. El
camino hacia la solución vendrá en etapas y esta es una de ellas, tal vez solo
la primera fase de una secuencia que tendrá varias escalas.
Es importante entender que en la grilla de los
adversarios del oficialismo contemporáneo, aparecen los opositores de siempre,
muchos que en momentos clave han sido funcionales al poder, porque se han
plegado mansamente a sus políticas, aplaudiéndolas con fervor o avalándolas
solo porque hacer lo contrario era políticamente incorrecto. También aparecen
en la nómina de rivales del gobierno algunos ex miembros de sus filas, oportunistas
seriales y desplazados del poder, gente de baja estatura moral y escasos
escrúpulos cuando de acceder al poder se trata.
De ese grupo de políticos, de gente que piensa
lo mismo o demasiado parecido, de personajes que aprovechan los errores ajenos
pero que tienen una evidente afinidad política e ideológica con los
depredadores de turno, no se puede esperar nada diferente.
No se transita esta realidad por las miserias
humanas de algunos funcionarios, por importantes que sean, ni por sus controvertidos
estilos personales o sus modos repudiables. No es una cuestión de formas, sino
de fondo. Se vive este presente por un conjunto de miradas políticas que no
interpretan al ser humano, que han elegido el clientelismo por sobre la cultura
del esfuerzo y que han alentado a un empresariado prebendario a concentrar sus
esfuerzos en el tráfico de influencias en vez de generar nuevas ideas, mejores
productos o servicios, de mayor calidad, y producirlos de modo eficiente y a
precios competitivos.
Muchos de los que hoy se adjudican los
eventuales triunfos electorales y hasta caen en la trampa de repartirse el
poder en forma anticipada, no solo han sido funcionales o colaboradores del
poder, sino que además piensan de igual modo, en la inmensa mayoría de los
temas de la agenda. Algunos creen que esos políticos solo prefieren guardar
silencio por ahora, dada la proximidad de los comicios. Si no tienen el coraje
político para decirlo ahora, pues tampoco son los protagonistas que se
necesitan para que el país implemente políticas sensatas, racionales y
adecuadas.
La sociedad tiene hoy una responsabilidad
indelegable, la de administrar su adhesión con inteligencia hacia políticos que
puedan mostrar convicciones y determinación para ofrecer soluciones ";
diferentes"; y no similares.
Se precisan cambios importantes, significativos
y no solo pequeñas adaptaciones a las políticas vigentes. Por eso es imperioso
que la sociedad tutele la transformación, oriente a sus dirigentes,
demandándole soluciones concretas y no parches o una lista recitada de buenas
intenciones. No se necesitan grandilocuentes discursos ni carismáticos
candidatos, sino una construcción política con ideas diametralmente opuestas a
las actuales.
Los países que superaron la pobreza y vencieron
a la corrupción estructural, mejorando sus estándares de vida y ofreciendo
condiciones dignas para el desarrollo armónico de sus ciudadanos, de la mano de
un clima favorable para el flujo de capitales garantizando un crecimiento
sustentable, no aplicaron estas políticas, sino otras que están en las
antípodas.
Las naciones que hoy son referentes, las que
han encontrado un rumbo siempre perfectible, pero que son el paradigma
indiscutible del progreso, son sociedades abiertas, que se integran al mundo,
que respetan de modo irrestricto la propiedad privada y los derechos
individuales, que brindan seguridad jurídica y un marco de estabilidad
institucional. Nada de eso se está haciendo con seriedad por estas latitudes y
no existen muestras fehacientes de que algún líder oficialista u opositor, de
cierto peso político, lo esté proponiendo con contundencia y sin medias tintas.
Si no se comprende esta ecuación, tan simple
como verificable, pues solo se volverá a recorrer una transición efímera que
culminará en más de lo mismo o en todo caso en una versión amigable del modelo.
Nueva
estructura educacional.
La Ley General de Educación incorporó en 2009
la propuesta del Consejo Asesor Presidencial de Educación de acortar la
enseñanza básica a 6 años y prolongar la media a otros 6, con lo cual la
educación escolar se mantiene en los tradicionales 12 años, pero estructurada
de un modo diferente. El cambio tiene múltiples consecuencias y requerirá que
un número importante de establecimientos deba adaptarse a la nueva normativa,
sea eliminando los dos cursos actuales de 7° y 8° básico, o bien
incorporándolos. Naturalmente, eso obliga a modificar la infraestructura, a
preparar profesores de educación media que se hagan cargo de los cursos
adicionales y, en general, a adoptar las medidas para lograr que el cambio
consiga sus propósitos. Todas estas derivaciones de la decisión del Congreso
hace 4 años fueron debidamente consideradas, y por eso se le dio un largo plazo
de adecuación, pues deberá ponerse en práctica el año 2018.
Como todo cambio de cierta importancia, este ha
de tener inconvenientes y plantea una serie de problemas que deben ser
resueltos. Pero se trata, sin duda, de un avance para la educación chilena,
entre cuyas finalidades debiera priorizarse el que los estudiantes aprendan.
Los profesores de educación básica no tienen la preparación ni la disposición para
hacerse cargo de jóvenes adolescentes, pues no están capacitados para
enseñarles a muchachos de esa edad ni tienen los conocimientos sustanciales que
deben transmitirles a ellos. Fue por estas razones que la discusión de esos
años se inclinó por volver a la tradicional división que otorgaba seis años de
enseñanza media. De esta forma, profesores especializados tendrán en sus manos
la educación de esa juventud.
No obstante, deben estudiarse con gran cuidado
los eventuales problemas que puedan producirse, y preparar adecuadamente tanto
los establecimientos como a los profesores en sus escuelas universitarias.
Entre otros cambios, habrá un necesario traslado de jóvenes desde sus escuelas
a los liceos, que suelen estar en centros urbanos mayores. La locomoción
escolar adquirirá nueva importancia, y con la pavimentación y mejoramiento de
caminos que se registre en el decenio 2008-2018, podrá darse cumplimiento a
estos traslados sin que necesariamente esos jóvenes deban dejar sus hogares
familiares. Muchos otros problemas como este deberán estudiarse y resolverse,
pues hay tiempo para ello. Lo que sería difícilmente presentable es que las
autoridades cambiaran de opinión y comenzaran a buscar otras soluciones, pues
eso dejaría al país sin políticas de largo plazo. Para conseguir cambios
importantes, se necesita hacerlos con antelación y dedicar los años previos a
una buena planificación.
Soluciones para corregir las fallas del Censo
2012.
En una reciente entrevista concedida a este
diario, el Director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) señaló que es
inviable realizar un nuevo censo el 2015 como lo propuso la Comisión Revisora
Externa del Censo 2012 hace algunas semanas. Sus palabras se suman a la serie
de declaraciones que han venido realizando diversas autoridades y personeros de
distintos ámbitos en cuanto a lo que se debiese hacer con la última medición,
dadas las fallas que fueron detectadas en su diseño y aplicación.
La mayoría de estas declaraciones se han
expresado de manera apresurada, sin contar con todos los elementos técnicos
necesarios para emitir un juicio más cabal sobre qué medidas se deben adoptar
definitivamente en esta materia. Así ocurrió primero con la comisión revisora,
que sin entregar los anexos estadísticos -recién lo hizo la semana pasada- hizo
públicas una serie de recomendaciones, entre ellas, la de realizar un censo
abreviado en dos años más. A partir de ese reporte, el Presidente de la
República pidió perdón a todos los chilenos por los errores cometidos, mientras
en paralelo el Ejecutivo decidía acudir a expertos internacionales para tener
una segunda opinión del proceso censal y una evaluación adicional del mismo.
Por su parte, la candidata Presidencial de la Nueva Mayoría indicó que de ser
necesario, en su eventual segundo Gobierno se realizará una nueva encuesta.
Este tipo de planteamientos son inconvenientes y debiesen evitarse, pues
generan más incertidumbre sobre una herramienta que se encuentra fuertemente
cuestionada, lo que, además, tiende a provocar mayor confusión en la
ciudadanía.
Lo que corresponde en este caso es dejar que el
grupo de expertos internacionales que revisará el Censo 2012 durante tres meses
-a partir de hoy 2 de septiembre- desarrolle su labor de manera adecuada y con
la tranquilidad necesaria para elaborar el informe que determine las
conclusiones de cómo se deberá proceder, ya sea que recomiende reparar la
actual medición o proponga realizar una nueva. Manifestar opiniones en uno u
otro sentido previas al reporte de los especialistas es inconducente y se puede prestar para condicionar el trabajo
de esta instancia evaluadora o el clima de opinión pública que recibirá su
diagnóstico. Considerando el alto costo que tiene realizar un censo (el del año
pasado significó cerca de $ 16 mil 700 millones) y la relevancia que supone
esta herramienta para el levantamiento de información que es esencial para el
diseño y desarrollo de políticas públicas y, por ende, para la implementación
de programas sociales y la entrega de subsidios por parte del Estado, es
primordial que la decisión que se termine adoptando esté plenamente fundada en
criterios técnicos ajenos a cualquier consideración de otra índole.
Una definición precipitada de las soluciones
que se deben adoptar podría llevar a repetir algunos de los errores que se
cometieron en el último proceso, cuando lo que se requiere precisamente es
sacar las lecciones de este caso y tomar los resguardos necesarios para no
incurrir en ellos nuevamente; más aún, teniendo en cuenta que la comisión
revisora externa, tras concluir su labor hace unos días, estableció que uno de
los principales problemas de la encuesta fue el escaso tiempo de preparación
que se destinó habiéndose cambiado la metodología. Esta y otras conclusiones
deben ser consideradas -junto a las que haga el grupo de expertos
internacionales- al momento de resolver qué decisión tomar finalmente.
¿Cuál es el
futuro de Correos de Chile?
Tras 23 días de movilización terminó el paro de
Correos de Chile -uno de los más prolongados que ha vivido ese ente estatal en
su historia-. La huelga de dos sindicatos se dio dentro del proceso de
negociación colectiva, por lo que era legal; en los otros dos sindicatos fue un
paro ilegal.
Puntos clave para llegar a acuerdo fueron el
alza de 40 mil pesos en el sueldo de los trabajadores, un bono de liquidez por
1 millón, y la reducción del plazo de negociación a 3 años, además de otros
beneficios. A la empresa, este paro le significará alrededor de 13 millones de
dólares menos de ingresos, y resultados negativos este año.
Para el público usuario, la reanudación de
labores significa que comienza la distribución de millones de cartas y
encomiendas, que recibirán con enorme retraso, en muchos casos con serios
perjuicios y, cabe temer, predecibles pérdidas. Es de recordar que, pese a la
digitalización de muchos envíos, mucha correspondencia -incluso con importantes
efectos Jurídicos- aún es despachada por esta vía tradicional. Además, miles de
usuarios de menores recursos no tienen vías computacionales alternativas, ni
pueden pagar servicios de despacho privado.
Hace ya varios años que esta empresa ha venido
llevando adelante cambios para modernizarse, lo que -además de los componentes
políticos habituales en estos casos- explica en gran medida el conflicto recién
concluido. Hasta ahora, los resultados han sido positivos, mostrando incremento
en los ingresos y permitiendo a la empresa afrontar el desafío de sobrevivir a
las nuevas tecnologías, lo que no ha sido posible en otras empresas similares
de otros países. No obstante, este conflicto debe servir para repensar cuán
efectiva es (o no) la necesidad para Chile de mantener un correo Estatal. Esta
misma pregunta se la planteó hace poco el Reino Unido, y llevó al anuncio de
privatización de la histórica empresa creada en el siglo XVI. En otras partes
de Europa -Austria, Alemania, Bélgica-, operadores privatizados han subido sus
márgenes de beneficio y mejorado el servicio brindado. Esta tendencia ha
llegado a significar la virtual desaparición de algunos correos Estatales.
En la práctica, gran parte del correo chileno
se ha privatizado, ya que múltiples operadores privados y empresas de buses y
otras entregan similares servicios, en general con rapidez y seguridad, y con
participaciones de mercado cada vez más altas. La modernización que está
llevando a cabo la actual administración puede impedir o postergar esto, pero
la experiencia comparada tarde o temprano abrirá también entre nosotros un
debate que en el Chile actual está prácticamente vetado.
Enfoques
Internacionales:
Un ataque con
efectos explosivos.
Estados Unidos, que asegura tener evidencia
irrefutable del uso de armas prohibidas por parte de los militares sirios, está
decidido a castigar a Assad y su entorno, y para ello busca formar una
coalición amplia de países que lo apoyen en su cometido. Sin ninguna
posibilidad de que el Consejo de Seguridad apruebe el uso de la fuerza, ya que
Rusia vetaría cualquier resolución al respecto, Washington podría encarar una
represalia en forma unilateral. En todo caso, cuenta con el apoyo de Francia y
de la Liga Árabe. El Presidente François Hollande se manifestó a favor de
intervenir, pero quiere esperar el informe de los inspectores de ONU que
recogieron pruebas en terreno. Algunos países árabes tienen cuentas pendientes
con Assad, y varios de ellos financian a los grupos rebeldes.
La negativa tajante del Parlamento británico a
embarcarse en una aventura de incierto final, y el rechazo de Alemania a
involucrarse en un conflicto de estas características dejan la puerta abierta a
que Obama tome una decisión por sí mismo, basada "en que hay intereses
centrales de EE.UU. en juego", como dijo uno de sus voceros. El año
pasado, el Presidente estadounidense impuso un curso de acción que pone en
juego su prestigio y credibilidad, al expresar que el uso de armas químicas era
una "línea roja" que no estaba dispuesto a aceptar se transgrediera.
Con eso se comprometió a una acción militar que puede ser el inicio de la
participación directa de EE.UU. en un nuevo conflicto en el inestable Medio
Oriente. Cuando asumió Obama, en 2008, prometió liberarse de las guerras de
Irak y Afganistán. La mayoría de la opinión pública no quiere un ataque, y el
Congreso está dividido, por lo cual una decisión al respecto será total
responsabilidad del Presidente estadounidense.
Tal como se ha planteado, el ataque a Siria
sería una acción "limitada y contenida", solo se usarían misiles
crucero lanzados desde barcos anclados en el Mediterráneo, y no duraría más de
tres días. Los blancos escogidos serían sitios de control del poder militar,
cuarteles de la Guardia Republicana, centros de comunicaciones y otras
instalaciones castrenses. Esta estrategia neutralizaría la capacidad operativa
de las fuerzas armadas sirias, pero tiene el gran riesgo de que, golpeando esos
sitios, bien podría alcanzar a depósitos de armas químicas que, al ser
destruidas sin el necesario cuidado, expondría a la población a un peligro
grave. Por otra parte, Assad ha dicho que no se quedará tranquilo si es
agredido. En tal caso, poblaciones de los países vecinos, especialmente Israel
y Turquía (miembro de la OTAN), estarían amenazadas.
Así, la expansión regional del conflicto no es
una hipótesis descartable, y para evitarla las potencias mundiales deberían
volcar todo su empeño en presionar a las partes a priorizar negociaciones
políticas y diplomáticas que pongan fin a este conflicto, que ya ha dejado más
de 100 mil víctimas mortales.
Merkel:
definiciones en plena campaña electoral.
Apenas a pocas semanas de las elecciones,
Angela Merkel debió pronunciarse sobre el curso a seguir en la complicada
crisis de Siria. Para los alemanes no es una opción involucrarse militarmente
fuera de su país: más del 70% de ellos rechaza intervenir en el país árabe. Tal
vez por eso, la Canciller ha sido cautelosa en sus declaraciones: condena el
uso de armas químicas, al tiempo que manifiesta su confianza en que la crisis
se resuelva pacíficamente por medios Diplomáticos.
Con todo, los temas internacionales no han sido
determinantes en esta campaña Legislativa. Ni siquiera el espionaje cibernético
de parte de EE.UU., que molestó profundamente a los ciudadanos, reacios a
cualquier intromisión en sus vidas privadas, fue un asunto que afectara
seriamente las buenas opciones de Merkel.
Ha sido la economía el foco principal del
proceso electoral. La oposición socialdemócrata levanta el tema de las
pensiones, del salario mínimo y del alza tributaria como forma de morigerar
crecientes desigualdades sociales. Dueña de una aprobación personal de más del
60%, la líder alemana se siente tranquila de salir reelegida y de que su
partido, CDU, gane las elecciones del domingo 22 de septiembre. Las encuestas
le dan más del 40%, que si bien es insuficiente para formar Gobierno en
solitario, hace posible formarlo en unión con sus actuales aliados liberales
del FDP. En otra ocasión, Merkel incluso hizo alianza con los socialdemócratas
en una "Gran Coalición", que ahora no ha descartado reeditar.
Con un país fortalecido y en buen pie para
seguir adelante (el segundo trimestre creció al 0,7% y el superávit presupuestario
al 0,6%, y también lo hizo la confianza empresarial), los alemanes no parecen
dispuestos a apostar a otra carta. Su preocupación primordial son las
cuestiones de trabajo (el desempleo es apenas de 6,7%) y el bienestar social, y
la CDU responde razonablemente a sus expectativas. Merkel les da garantías de
un buen manejo de las finanzas públicas, en momentos en que la expansión ya se
siente en los bolsillos de los votantes.
La crisis de la eurozona, que ya salió de la
recesión, es un factor a tomar en cuenta, pues, como dijo el Ministro de
Finanzas, "en Europa, Alemania es el ancla de estabilidad y el motor de
crecimiento". En momentos en que se habla de un nuevo rescate para Grecia,
Merkel recordó que fue su antecesor socialdemócrata quien aprobó el ingreso de
ese país "que nunca debió entrar a la eurozona". Pero, al final, los
alemanes saben que, aunque no les guste, tienen que pagar la cuenta de la
fiesta europea.
Una carta
para meditar.
Señor Director:
Reconciliación.
Sólo con toda la verdad habrá reconciliación.
Para ello, una pregunta para que todos los chilenos de 55 años o más respondan
con la “mano en el corazón”: ¿Qué estaba haciendo usted hace 40 años?
Juan Pablo Díaz de Valdés B., Abogado.
Pueblos bien
informados
difícilmente
son engañados.