El resultado de la primaria,
por Sergio Melnick.
Hay cosas muy importantes que señalar de esta
primera primaria nacional Presidencial y que cambian la mirada del sentido
común, que les encanta a los políticos nacionales. Las cosas no son como
parecen. Si fuese por el sentido común, el sol seguiría girando alrededor de la
Tierra.
Lo primero en que hay que ser enfático, es que
esta no era la primera vuelta, sino básicamente una primaria interna entre las
coaliciones. Es decir, no competían entre ellas, sino las posiciones diferentes
internas. Por cierto la izquierda querrá hacerla parecer como una primera
vuelta, pero eso es sólo comunicación voluntarista, como la que acostumbra a
hacer Pancho Vidal con gran talento. Nadie en Chile cree que la centroderecha
tenga 25% de los votos ni que la Concertación más PC tenga el 75%. De hecho, la
Alianza hoy Gobierna, y Piñera tiene al menos 40% de apoyo.
Dicho lo anterior, la DC cometió un error
garrafal al presentar a un candidato que no estaba realmente dispuesto a
apoyar. Si pensamos que en términos generales la Concertación y la Alianza
tienen más o menos 45% de la votación final de segunda vuelta, Orrego entonces
logró sólo 4,5% medido contra el total nacional. Es decir, si sacó 9% del
segmento de la Concertación+PC, esto equivale entonces sólo a la mitad del
total nacional en porcentaje. En esa misma perspectiva, Velasco, que es uno de
los ganadores aparentes, no alcanza al 4% del total, lo que es interesante pero
no relevante y ciertamente menos de lo que él mismo se esperaba. Velasco se
equivocó al no ir a la primera vuelta y eso le pesará más de lo que cree, y a
su vez perdimos como país la opción de un centro liberal real. La caída del PR
es igualmente crítica, ya que, con su 5% del mundo oposición, no llega (en la
primaria) al 2,5% del total. No hubo entonces ideología, que es lo que se
espera en una primaria, hubo sólo ansias de poder. Muchos PR y DC traicionaron
a su propio partido por la ambición de poder simbolizada en este caso por
Bachelet. No me imagino a los votantes de Velasco votando mayoritariamente por
Bachelet. No me imagino al 4,5% real de Orrego votando por Bachelet
mayoritariamente. En el caso de Gómez, simplemente no tienen otra alternativa y
su futuro está en la alianza con el PC.
En la Alianza, la primaria demostró que las
bases son más o menos indiferentes al candidato, y por eso votan menos en las
primarias. Las diferencias de la derecha están en sus líderes, que son en
general poco hábiles para lograr acuerdos internos. La UDI y RN se comportan
como matrimonio sin intimidad.
Viene la primera vuelta, y ésta es una elección
totalmente distinta a la primaria. Ahora sí compiten entre coaliciones.
Bachelet debe organizar a 8 partidos: PS, PPD, PR, DC, IC, PRI, MAS y PC y
lograr un programa común; esto es a mi juicio como la cuadratura del círculo
con una líder muy débil en esas artes. Luego hay que ir a la elección donde hay
que enfrentar a Parisi, ME-O, Sfeir, Claude, quizás a Joselyn-Holt, al partido
Iguales y a Longueira. Una elección que será “ruidosa”, por decir lo menos.
Bachelet, con una actitud triunfalista, cometerá aún más errores que hasta aquí
y le van a pesar, ya que recibirá fuego cruzado y deberá pronunciarse en muchos
temas concretos, cosa que le es muy difícil con 8 partidos detrás. Sumemos a
este cóctel los “movimientos sociales”, la clara oposición de los estudiantes a
Bachelet y a la Alianza, y el final de un Gobierno de altísimos logros
concretos y demostrables que tratará de difundir ampliamente. Tampoco sabemos
aún cómo se comporta realmente este nuevo padrón electoral y volveremos a ver
sorpresas.
En suma, para mí, la elección está totalmente
abierta, ocurrirán muchos eventos de poca probabilidad y alto impacto, y a
pesar de poder parecer voluntarista, creo que habrá un segundo período de la
Alianza que ofrece un modelo concreto de progreso, de notables resultados en 30
años, y a la que se agregará un novedoso sello popular o social (ojalá no
populista) de Longueira.
Minería del cobre, mejor de lo que parece,
por Gustavo Lagos.
La minería del cobre enfrenta un panorama de
precio menos auspicioso de lo augurado a principios de este año. Varias de las
instituciones más expertas del mundo han bajado ya sus proyecciones para este
año y el próximo. Pero no todo es sombrío para las mineras y para el país. Si
bien en 2012 comenzó una postergación de varios proyectos mineros nuevos, las
expansiones e inversiones de reposición siguen adelante, y posiblemente
continuarán incluso con precios más bajos que el actual. Entre estas últimas
están las inversiones estructurales de Codelco, sin las cuales esta empresa
deja de tener un futuro de largo plazo.
El año pasado, la minería invirtió US$ 8.500
millones, sin considerar las nuevas minas, y en 2013 y más adelante ocurriría
lo mismo. Ello constituye una fuente de empleos directos e indirectos
impresionante, que mantendría una alta demanda en la construcción, en las
empresas de ingeniería y de servicios, en las universidades, y en el país en
general.
Por otra parte, este año la producción de cobre
de Chile alcanzaría un máximo histórico, superior a los 5,8 millones de
toneladas. En 2014, el crecimiento será aún mayor, alcanzando cerca de 6,3
millones de toneladas. Entonces, el gasto operacional de las mineras, que
alcanza cerca de un 9% del PIB, seguirá requiriendo más técnicos,
profesionales, insumos y servicios.
Junto a ello, la reducción del precio del cobre
ha elevado el precio del dólar en cerca de 6% este año, lo que significa una
reducción de los costos cercano al 3%, ya que muchos de los gastos
operacionales e inversionales se pagan en pesos chilenos. Ello, junto al
aumento de la producción y al esfuerzo que las mineras están haciendo por
aumentar la productividad, hacen augurar que los costos de la minería chilena
se reducirían en al menos un 12% este año, sólo por factores endógenos. Si a
ello se suma la natural reducción de los costos de la minería global debido a
la menor demanda por insumos y servicios, tenemos una situación auspiciosa. En
otras palabras, los retornos, la competitividad y la productividad de la
minería chilena aumentarían este año, a pesar de un menor precio del cobre,
contribuyendo a una mayor recaudación Fiscal que la prevista en el presupuesto
de este año, el que ya era conservador.
Las nubes que hay en el horizonte minero están,
por ahora, en el terreno político más que en el económico. Primero, la decisión
del Gobierno de no autorizar una capitalización de Codelco con dinero fresco y
hacer sólo un cambio contable no hace crecer el patrimonio y pone en peligro el
plan de inversiones. Hay que reinvertir utilidades ahora, con un precio que
está en descenso, pero que aún es bueno. Más adelante se hará cada vez más
difícil.
Segundo, la falta de una estrategia de consenso
para el crecimiento energético pone en jaque al mayor motor de crecimiento
económico del país, la minería. Este es un problema político urgente que debe
resolverse. Y, finalmente, es imprescindible que las promesas de la campaña Presidencial
aterricen en la realidad probable para los cuatro años siguientes, con un
superciclo en descenso que aconseja prudencia.
Lento avance de exportaciones no cobre.
Por décadas, el país ha sostenido una política
económica que ha sobrevivido a los cambios de Gobierno, consistente en
promocionar el crecimiento de las “exportaciones no cobre”. La estrategia ha
sido exitosa, alcanzando éstas poco más del 50% del total entre los años 1996 y
2004. Pero a partir de ese último año, por el aumento del precio, las ventas
cupreras al exterior representan cerca del 60% del total y las no mineras
cayeron a sólo el 20%, como lo destaca el último informe IPOM del Banco
Central.
Aún más, desde 2008 hasta 2012 se ha observado
una desaceleración del crecimiento del sector transable no minero y de sus
exportaciones, las cuales registraron un crecimiento anual promedio de 1%,
aunque es necesario señalar que este fenómeno no ha sido uniforme, destacándose
el desempeño del sector agrícola, con un incremento anual de 3,5% en sus ventas
al mercado externo, gracias a la consolidación en los mercados internacionales
de los vinos, uvas, manzanas y salmón.
Por cierto, el menor ritmo observado en las
exportaciones no mineras no puede imputarse en su totalidad al alza excepcional
en el precio del cobre. Es preciso considerar la recesión iniciada en el
2008-2009, que afectó negativamente las ventas a los Estados Unidos y más tarde
a Europa. En definitiva, la lenta recuperación de las principales economías
desarrolladas y la depreciación de sus monedas han menoscabado la demanda por
los productos nacionales, incentivando una reorientación de nuestras
exportaciones hacia mercados con mayor crecimiento.
Considerando la naturaleza primaria, tanto de
las exportaciones mineras como las sustentadas en otros rubros, es menester
indicar que ambas enfrentan rendimientos decrecientes a escala, originados en
la presencia de factores fijos de producción, como es la dotación de tierra y
principalmente la oferta de energía y agua. En efecto, señala el informe citado
del Banco Central, que tanto el PIB minero como sus exportaciones se han
mantenido en el mismo nivel real desde el 2004, a pesar de las inversiones
realizadas en el sector. En definitiva, la competencia por los recursos fijos
ha promovido el alza en los costos de la energía y mano de obra, afectando
directamente la oferta exportadora.
El deterioro de la balanza comercial que
conlleva la desaceleración exportadora originó para el primer trimestre un
déficit en cuenta corriente de 1.690 millones de dólares. El restablecimiento
del equilibrio depende en gran parte de la demanda externa. Aunque la Eurozona
retarda su salida de la recesión, Estados Unidos observa un crecimiento de 1,8%
esperado para el año y se proyecta un incremento de los socios comerciales
emergentes del orden de 3,5%.
Como un complemento al empuje de la demanda
externa es recomendable una revisión de los incentivos a las exportaciones no
mineras, en materias financiera, tributaria y aduanera, al tiempo que se
requieren mejoras en infraestructura y logística portuaria, aeroportuaria y de
integración vial con países vecinos, que redunden en una baja de los costos de
transporte. Sin embargo, resta por afrontar el mayor desafío para el país,
consistente en disminuir el costo de la energía con incrementos de la oferta,
tarea que se ha visto obstaculizada por indecisiones y la Judicialización de
los proyectos.
Descifrar la voz de las urnas.
Hablaron las urnas, pero descifrar su mensaje
no es tan fácil como parece. Dirigentes y analistas políticos cruzarán
encontradas interpretaciones y sesudos análisis. Como ha sido destacado, una
participación ciudadana que superó toda expectativa da cuenta de un país
ansioso de hacerse oír, pero en democracia, mediante el voto. No parece haber
crisis de representatividad y, en lo que constituye un logro para el Gobierno,
el sistema de elecciones primarias se ha estrenado exitosamente. Pero, aunque
numerosa, la votación no puede ser considerada estadísticamente representativa
de la población.
Desde ya, hay candidatos que no compitieron en
la primaria, pues irán directamente a la elección Presidencial de noviembre. En
seguida, tratándose de una suerte de ronda clasificatoria en los dos
principales pactos, muchos de sus partidarios pueden no haberse sentido
inclinados a votar. Probablemente, el acto del domingo atrajo a votantes
especialmente interesados en política, ya sea militantes, simpatizantes o
independientes. Dada la obvia diferencia entre ambas coaliciones -la llamada
Nueva Mayoría, con 5 partidos y medio millón de militantes; la Alianza, con 2
partidos y un tercio de militantes-, no es de extrañar que la capacidad de
convocatoria de una superara con creces a la de la otra. No parece válido,
entonces, extrapolar sobre la base de ella los resultados de noviembre próximo.
Después de todo, es probable que en la primera vuelta haya cuando menos entre
tres y cinco millones adicionales que esta vez se quedaron en casa.
Michelle Bachelet ha interpretado su altísima
votación como un contundente apoyo a su programa de reformas radicales, pero es
difícil saber si no proviene más bien de la alta adhesión personal que ella
despierta, que va mucho más allá de la apreciación de sus planes de Gobierno.
Hay quienes ven en la magra votación obtenida por Claudio Orrego (DC) y José
Antonio Gómez (PR) una señal de la escasa popularidad actual del ideario socialcristiano,
en un caso, y del retorno al estatismo, en el otro. Pero, nuevamente, sus
resultados están demasiado desfavorecidos por el fervor que despierta Bachelet
en su coalición como para ser representativos.
Tal vez lo más interesante sea el apoyo
obtenido por el independiente Andrés Velasco. El ex Ministro centró su campaña
en el ataque a las "malas prácticas" de ambos bloques políticos -lo
que le valió ácidas críticas desde la Concertación, en cuyo último Gobierno fue
actor clave-, exhibió valores liberales y defendió el modelo económico social
vigente (aunque propuso una nueva y fuerte alza de impuestos a las empresas y
más limitaciones a la educación particular subvencionada). Obtuvo un respetable
13% de la votación de su pacto, aglutinando probablemente preferencias tanto de
centroizquierda como de centroderecha. Ha llamado la atención su alta
penetración en las Comunas del barrio alto de Santiago, feudo electoral
centroderechista. Incluso, de acuerdo con algunos análisis, ello le habría
costado la elección a la carta de RN, Andrés Allamand, quien en el resto del
país disputó voto a voto con quien resultó victorioso, Pablo Longueira (UDI).
Habrá que investigar más ese desplazamiento de
votantes cercanos a la Alianza hacia una opción como la de Velasco, que, más
allá de su potencial electoral futuro, por ahora no hace sino sumarse al ya
torrentoso caudal de Bachelet. No es del todo claro que ese segmento electoral
se incline o votar en noviembre próximo o prefiera abstenerse. Tal vez su
relevancia numérica sea entonces menor, dada una concurrencia mucho más masiva.
Pero la existencia de una fuerza electoral nueva, con un ideario liberal de amplio
espectro, es algo que no puede pasar inadvertido ni en las definiciones
estratégicas que le corresponda efectuar a la candidatura Presidencial
aliancista ni en la estructuración de su plantilla Parlamentaria, especialmente
en los Distritos donde el mensaje del ex Ministro de Bachelet caló hondo.
Críticas a supuestas imprecisiones de la Ley de
Drogas.
La detención y posterior sometimiento a prisión
preventiva de un productor musical por la posesión de unos 600 gramos de
marihuana, que servirían para preparar aproximadamente mil dosis, ha motivado
que se cuestione la Ley que penaliza la posesión y tráfico de drogas, y dio
origen a una campaña que alega un trato discriminatorio contra el inculpado.
Incluso, el vocero de la Corte Suprema
-hablando a título personal- criticó la Legislación en torno al tema y
pidió al Congreso hacer precisiones para impedir que quede a criterio del Juez
la interpretación de la misma.
La Legislación sobre sustancias estupefacientes
o sicotrópicas, que fue enteramente reformada en 2005, no parece adolecer de
imprecisiones técnicas, ni se han entregado antecedentes sólidos que lo
justifiquen. Fundar tales opiniones en una campaña de personas con una imagen
comunicacional que despierta adhesión en algunos sectores puntuales no es
suficiente y viene a ser una forma de azuzar emociones respecto de cierto
inculpado, lo que rompe la igualdad ante la Ley y el trato sin distinción que
con creciente fuerza está reclamando la ciudadanía.
Dicha norma proscribe amplia y comprensivamente
toda forma de elaboración, extracción, tráfico, transporte y posesión o porte
de drogas. Por ello, cabe concluir que las drogas son ilícitas conforme a
nuestro ordenamiento Jurídico y constituye una interpretación errada sostener
que consumir drogas está permitido, sino más bien que es ilícito. Cosa distinta
es que la Ley, por razones de política criminal y para evitar sanciones a
quienes sufren una adicción incontrolable que linda en un problema de salud,
renuncie a castigarlo penalmente, pero siempre que la cantidad de droga que
posean sea para “su uso o consumo personal exclusivo y próximo en el tiempo”.
Así, una elevada cantidad poseída no es un factor que “permita racionalmente
suponer que está destinada al uso o consumo descrito”, que es el criterio que
ocupa la Ley y, ciertamente, constituye una circunstancia “indiciaria del
propósito de traficar a cualquier título”, que no requiere comercialización
remunerada, sino que basta la entrega a otros para su consumo.
El problema que se presenta ahí es diferenciar
el simple consumo del microtráfico: siempre que alguien es sorprendido en este
último, alega posesión para consumo. Para resolver esta cuestión, fuente de
impunidad, hay básicamente dos opciones: establecer en la Ley cantidades
precisas, lo cual se elude mediante la fragmentación de lo que se dispone entre
varias personas, o entregar al Juez facultades de apreciación con criterios
orientadores, que es lo que hace la Ley chilena. Estar en posesión del
equivalente a mil dosis es motivo razonable para considerar un posible tráfico,
y no un consumo personal y próximo, a lo que deben añadirse, en el caso que
atrajo la atención pública, otras pruebas que tienden a ratificarlo.
El tráfico de drogas es un flagelo que horada
el tejido de las sociedades modernas -también la chilena- y debe ser combatido
con firmeza. Los Jueces y autoridades deben aplicar la Ley vigente, que pena
adecuadamente el tráfico y posesión de drogas, conforme al mérito del proceso,
con prescindencia de quien está involucrado y sin dejarse presionar por su
posición en la comunidad. Quienes pretendan que hay una indebida aplicación de
la Ley tienen que formular su alegato en las instancias Judiciales, que ofrecen
garantías a todos por igual.
Agenda educacional pendiente.
Las elecciones primarias, de vital importancia
para el futuro de las dos grandes coaliciones políticas, han concentrado la
atención de los dirigentes, puesto que de ellas podría depender su destino. No
obstante, nadie debería olvidar las responsabilidades que ellos tienen ante el
país por el futuro de la educación, que con tanta urgencia han representado los
estudiantes en estos últimos años. El Ejecutivo y el Congreso tienen una
extensa tarea que cumplir, y aunque este sea un año electoral y los Parlamentarios
estén muy interesados en sus candidaturas, no podrán eludir la responsabilidad
de estudiar y sacar adelante los proyectos de Ley que conforman la agenda
educacional del país.
Sea cual fuere el Gobierno que suceda a este,
parece existir consenso en que los fines de lucro no son adecuados para
instituciones como las universidades y, desde luego, la Ley chilena no lo
permite. Pero aunque el lucro en la educación universitaria esté prohibido, se
han registrado casos sospechosos y otros que claramente vulneran la norma. A no
dudarlo, hay en esto una deficiencia del sistema ideado en las últimas décadas
para detectar cuándo una institución se desvía de sus finalidades. A esa
necesidad responde el proyecto que crea una Superintendencia de Educación
Superior, y si bien, como todo proyecto, es susceptible de ser mejorado en su
tramitación, es necesario acelerar su curso. Pese a las protestas y a las
urgencias, la propuesta que ingresó al Senado en noviembre de 2011 aún no logra
superar el primer trámite Constitucional. El plazo para presentar indicaciones,
que vencía en abril de este año, ha sido postergado en cuatro oportunidades y
concluirá ahora el 22 de julio.
Igual preocupación causa la tramitación del
proyecto de la nueva Agencia Nacional de Acreditación para las instituciones de
educación superior. Sin duda es un tema íntimamente relacionado con el
anterior, pues no puede olvidarse que fueron las insinuaciones del órgano Estatal
las que incitaron a las coimas y crearon una situación cercana a la extorsión.
Pero, independientemente del destino político del país, los poderes públicos
deben responder a la urgente preocupación actual examinando la forma en que se
acreditan las instituciones y aprobando una nueva fórmula que habrá de servir a
los próximos Gobernantes. Mediante un sistema de aseguramiento de la calidad,
el Estado de Chile se hace responsable de garantizar ciertos niveles mínimos, y
con la institucionalidad actual está fallando ante esa inmensa responsabilidad,
de modo que si no se avanza, el Gobierno y el Congreso seguirán en falta.
No son estas las únicas materias educacionales
que requieren tratamientos de urgencia. El Ejecutivo ha resuelto actuar en
todos los planos, desde mayores exigencias para abrir jardines infantiles y
obligatoriedad del kindergarten, hasta nuevos sistemas de financiamiento de la
educación superior. Pero junto a esos cambios que requieren Ley existen otras
medidas ya en marcha, como las nuevas Superintendencia y Agencia de Calidad o
las nuevas bases curriculares para la enseñanza básica y media, que exigen el
apoyo de la Ministro del ramo para consolidarse. El proceso de admisión a las
universidades debiera experimentar importantes modificaciones después del
informe de la consultora internacional Pearson, y la duración de las carreras
universitarias es también un tema de debates que demanda la atención de los
dirigentes políticos, como también lo requiere la reforma a la carrera docente.
Esta agenda está llena de tareas y no sería
aceptable que, por tratarse de un año electoral, los dirigentes políticos
descuiden hasta el olvido la que es la primera prioridad de la ciudadanía,
partiendo de la base, por ser obvia, de que la nueva Ministro de Educación
tiene que ser el mayor agente movilizador de esta agenda ambiciosa.
Nuevas tomas de colegios.
Tras las elecciones primarias del domingo, una
serie de liceos a lo largo del país volvieron a ser objeto de tomas por parte
de grupos de alumnos, alterando con ello la normalidad académica y perjudicando
el derecho a la educación de todos aquellos estudiantes y sus familias que no
están de acuerdo con este tipo de movilizaciones.
La semana pasada se produjo un momento de alta
tensión ante la voluntad de algunos estudiantes
de no bajar las tomas en colegios que a su vez oficiaban como locales de
votación para las elecciones primarias. La acertada decisión del Gobierno de
ordenar el desalojo por medio de la fuerza pública permitió dejar al
descubierto la intransigencia de minorías altamente radicalizadas, que
persisten en las ocupaciones para hacer oír sus demandas.
Pese a que quienes encabezan estas
movilizaciones insisten en que éstas son reflejo del sentir de la mayoría del
estudiantado, cada vez resulta más evidente que hay numerosos alumnos y
apoderados que no comparten esta decisión. Alarmados ante el grave perjuicio
que estas interrupciones ocasionan en la educación de sus hijos, algunos padres
ya han recurrido a Tribunales para exigir que se recupere la normalidad en los
establecimientos.
Es destacable que ayer, tras la votación de la
mayoría de sus estudiantes, dos liceos de la Comuna de Providencia optaran por
entregar los recintos. Resultaría altamente alentador que ésta fuera la
conducta a seguir de ahora en adelante. Si bien es legítimo que la voz de los
estudiantes sea tomada en cuenta, es importante que las autoridades
responsables no abdiquen de sus responsabilidades en el manejo de los colegios,
pues ello da pie para que su comunidad estudiantil y profesorado queden
sometidos a los intereses de grupos de presión, lo que no resultaría aceptable.
Dilma desafiada.
En recientes sondeos, la popularidad de Dilma
Rousseff cayó en picada, 27 puntos menos que en la encuesta anterior.
Entretanto, miles de manifestantes de clase media salieron a la calle,
sepultando la seguridad con que la Presidenta de Brasil parecía esperar una
reelección en 2014. Dilma aún lidera la intención de votos, pero la siguen dos
aspirantes ambiciosos y decididos, que podrían remontar aún más si las cosas se
siguen afeando en la economía y la política brasileñas.
Quien dio la sorpresa es Marina Silva, ex Ministro
de Medio Ambiente de Lula, que en los sondeos subió de 16 a 23% de las
preferencias. Candidata apoyada por el Partido Verde en las últimas Presidenciales,
ocupó un honroso tercer lugar. Se quedó en política, y este año formó un
referente propio, "Rede", que aspira a ser un conglomerado "no
tradicional, ni de derecha ni de izquierda", y quebrar "la lógica del
monopolio de la política por los partidos". Algo así como los movimientos
globales para luchar contra la corrupción, con mucha participación interna y
que se articule en torno a las redes sociales. De ahí su nombre. Ya tiene más
de 600 mil firmas, y necesita un millón para inscribirse como partido. Marina
Silva nació en la "floresta", en un hogar pobre; estudió y trabajó
con esfuerzo, pues tenía una delicada salud. Su historia de vida es parte de su
éxito político, y su afán por proteger el medio ambiente la despega de los
candidatos clásicos. Esa aura la identifica con sectores
"progresistas". Cuando renunció al PT hizo una declaración que puede
ser su ideario político: "El PT tiene una concepción del desarrollo
centrada en el crecimiento material a cualquier costo, con ganancias exageradas
para unos pocos y resultados perversos para la mayoría, a un costo,
principalmente para los más pobres, de destrucción de recursos naturales y de
calidad de vida". Durante las protestas ha sido una crítica del Gobierno y
considera que se "necesita diálogo productivo y creativo en una democracia
ampliada". Además, cree que lo que se persigue es un cambio del
"modelo que está siendo 'deconstruido' por las multitudes o, al menos,
sepultado simbólicamente".
La sigue en las encuestas Aecio Neves, nieto
del primer Presidente elegido democráticamente después de la dictadura militar,
muerto apenas elegido, en 1985. Neves es Gobernador de Minas Gerais, y un
economista del partido del ex Presidente Cardoso, que ve a Brasil estancado
política y económicamente, por lo que "necesita ideas y líderes nuevos
para avanzar". A su juicio, el PT no tiene agenda y ha Gobernado con el
impulso que dejó Cardoso. Además, sostiene que acumula "errores de gestión
que hunden al país en un mar de ineficiencia", con fracasos en el control
de la "inflación, el crecimiento y la infraestructura". Lo más grave
-dice- es la corrupción, pues "hay una suerte de condescendencia del Gobierno
con los actos de corrupción y malas prácticas". Por eso su bandera de
lucha es "volver a una ética que debe permear todas las acciones del Gobierno".
Neves tiene una visión mucho más amplia del rol
de Brasil en el mundo: ha dicho que el Mercosur debiera convertirse en un área
de libre comercio, para que cada miembro pueda hacer acuerdos con otros países
fuera del grupo. Y ha puesto de ejemplo a la Alianza del Pacífico como un
bloque que tiene "movilidad y dinamismo".
Carta para la reflexión.
Señor
Director:
11 de Septiembre y Nueva Providencia.
Me parece excelente el cambio de nombre de la
avenida 11 de Septiembre por Nueva Providencia, pues significa que del mismo
modo se cambiarán la estatua de Salvador Allende en la Plaza de la Constitución
y el nombre de todas las calles denominadas así a lo largo de Chile. A fin de
cuentas, se trata de unidad, reconciliación y perdón para todos. ¿O para variar
es para un solo lado?
Ignacio Rivera Fresno.
Señor Director:
Comparación de votaciones.
Hace algunos días, "El Mercurio"
publicó datos muy interesantes que permiten comparar la votación obtenida por
la Alianza y la Concertación en la última elección de Diputados (2009) con la
votación obtenida por ambas coaliciones en la primaria Presidencial del domingo
30 de junio. La conclusión es dramática: los que votaron por la Alianza el año
2009 optaron masivamente por no votar en la primaria, lo que ocurrió en menor
medida en la Concertación.
Los números son los siguientes. En la última
elección de Diputados votaron por candidatos de la Alianza y la Concertación
5.835.042 personas (excluimos votos del PRI, regionalistas y otros), de los
cuales la Alianza obtuvo 2.874.224 votos y la Concertación, 2.960.818 votos.
Considerando que en la primaria la Alianza
obtuvo 806.601 votos y la Concertación (o Nueva Mayoría) 2.137.423 votos, por
simple diferencia se puede concluir que 2.067.623 personas que votaron por la
Alianza en 2009, se quedaron en sus casas para esta primaria. Es decir, la
Alianza tiene una brecha de 72% entre sus potenciales votos del 2009 y hoy.
En el caso de la Concertación, por el
contrario, 823.395 personas se quedaron en sus casas y no fueron a votar a la
primaria, lo que da una brecha de solo 28% de sus potenciales votos.
Para mí, algunas conclusiones de esta simple
comparación son:
1.- Cuando se afirma que en la primaria, por
cada tres votos que obtuvo la Concertación, la Alianza solo obtuvo uno, ello se
debe en gran medida a que los votantes de la Alianza no fueron a votar a la
primaria Presidencial.
2.- Considerando que el 2009 el voto era
obligatorio y para la primaria votar fue voluntario, es posible concluir que el
voto voluntario perjudicó más a la Alianza, pues su brecha de votos potenciales
entre el 2009 y hoy es mucho mayor.
3.- Si la Alianza es capaz de revertir esta conducta
de sus votantes y cerrar una gran parte de esta brecha, la elección Presidencial
tendrá segunda vuelta y su resultado en esta será estrecho.
4.- Si la Alianza no es capaz de cerrar esta
brecha de manera importante, la Concertación puede ganar la Presidencial en
primera vuelta y puede haber muchos más doblajes de Diputados de la
Concertación.
5.- El principal problema de la Alianza es
convencer a sus votantes de que vayan a votar en noviembre próximo.
Julio Dittborn.
Pueblos bien informados
difícilmente son engañados.