Contundente
nos pareció la participación de Pablo Longueira y Andrés Allamand en el foro
de
la Alianza, no dejaron preguntas sin responder y demostraron voluntad de unión
y de
triunfo,
demostraron claramente las diferencias con la coalición opositora. A nosotros
nos
gustó
más Longueira.
Actividad
de la construcción en Chile creció en un 4,1% en abril respecto de igual mes en
2012,
las
regiones que concentraron la mayor actividad fueron Magallanes y Antofagasta,
mientras
que
las que más se contrajeron fueron Arica y Tarapacá, según índice elaborado por
la CChC.
Multitudinaria
marcha estudiantil de ayer, como siempre, terminó con la aparición de los
Encapuchados
de siempre destruyendo todo a su paso,
otros simplemente saqueando y
robando
todo lo que encontraron a mano.
El
ex Presidente argentino Carlos Memen fue condenado ayer a siete años de prisión
por el
delito
de contrabando agravado de armas a Croacia y Ecuador entre 1991 y 1995, cuando
ejercía como jefe del Estado, informaron fuentes judiciales.
Los
diarios de Alfred Rosenberg, criminal de
guerra nazi cuyas teorías racistas sustentaron la
aniquilación
de millones de judíos, fueron hallados en Estados Unidos, según confirmaron ayer
funcionarios
de migración y del Museo del Holocausto en Washington.
Naciones
Unidas elevó el número de muertos en Siria a ‘’al menos’’ 93.000 personas, el Alto
Comisionado
de Naciones Unidas entregó un completo informe estadístico de la situación en
ese
país. Gobierno de EE.UU. confirmó que el régimen sirio de Al-Assad usó armas
químicas.
Choque
de trenes en Argentina dejó al menos 3 muertos y más de 155 heridos, cifra que los
Medios
elevan hasta 234 lesionados, cinco de
los cuales se encuentran en estado crítico en
diferentes
centros asistenciales.
Bachelet y la tentación chavista
por Mauricio Rojas.
La campaña para la elección Presidencial
chilena de finales de año está tomando un rumbo preocupante. Como una forma de
enfrentar una serie de dificultades en el lanzamiento de su candidatura, Michelle
Bachelet está dando un peligroso giro hacia el chavismo que puede terminar
tensionando la sociedad de una manera que no se había experimentado en décadas.
A su regreso al país, a fines de marzo, la
candidata socialista apostó por prolongar ese silencio ambiguo que parecía ser
la fuente mágica de su popularidad. Y esto era indudablemente cierto. La
popularidad de Michelle Bachelet se alimentaba de un silencio que le permitía a
quien lo quisiese proyectar en ella sus aspiraciones y deseos. El silencio de
Bachelet se llenaba así de otras voces, por más contradictorias que fuesen
entre sí.
La estrategia del silencio era parte de un
mensaje en que la candidata aparecía como un ser providencial, una especie de
mito viviente que bajaba de sus alturas olímpicas conmovido por el clamor de su
pueblo. Si algo quedaba claro era que Bachelet estaba apostando por una forma
personalista de definir su campaña, con fuertes ribetes populistas en cuanto
buscaba una relación directa y plebiscitaria con el pueblo. Así las cosas,
trató de colocarse por sobre los partidos, sin siquiera aceptar que personeros
políticos destacados participasen en el recibimiento que se le hizo a su
regreso.
Pero el encanto del silencio y del mito no
podía durar. Se basaba en un error fundamental, en no entender que la cercanía
mata la ilusión y que los mitos no aterrizan. Al poco, su silencio la puso a la
defensiva frente a los emplazamientos cada vez más comunes sobre su gestión
anterior: su imperdonable falta de liderato frente al terremoto y el tsunami
del 27 de febrero de 2010, su incapacidad de poner coto a los abusos en la
educación superior o en el mundo financiero, la mediocridad de sus logros en el
combate contra la pobreza y la desigualdad.
Finalmente estalló el escándalo de los
supuestos exonerados políticos, que involucra a Bachelet y al conjunto de la
izquierda chilena. Se trata de una malversación masiva no sólo de fondos
públicos sino, lo que es peor, de aquel amplio y generoso sentimiento ciudadano
de solidaridad con las víctimas de la dictadura que ha imperado en el Chile
democrático. Con ello se hundía la retórica de Bachelet contra el abuso
("No más abusos" fue su consigna inicial) y, más en general, la
superioridad moral de la izquierda.
Ante este escenario desfavorable, la opción de
Bachelet ha sido tomar una deriva chavista que puede costarle caro a Chile. Su
gran caballo de batalla ya no es la lucha contra el abuso o por más igualdad,
sino un desafío frontal a la institucionalidad vigente concretado en su promesa
de una nueva Constitución, aunque para lograrlo deba recurrir a la convocatoria
ilegal de un plebiscito que le abra las puertas a una Asamblea Constituyente.
En una entrevista reciente afirmó: "Yo no
le cierro la puerta a ninguna opción", incluida la de salirse de los
marcos de la Constitución vigente. Agregó que el camino elegido "va a ser
una vía chilena, no va a ser una vía copiando a nadie de ningún otro
país"; es decir, será una versión chilena del chavismo, tal como algún día
se enarboló la vía chilena al socialismo.
Aún más explícito fue Fernando Atria, uno de
los miembros de la comisión por una nueva Constitución creada por Bachelet, al
decir: "el problema Constitucional chileno es algo que tendrá que
resolverse por las buenas o por las malas".
Son malas noticias para Chile. El populismo de
los caudillos mesiánicos que se sienten por sobre la Ley es un viejo mal
latinoamericano que siempre se ha pagado muy caro. Como recientemente dijo
Mario Vargas Llosa comentando "cierto extremismo retórico" de los
últimos pronunciamientos de Bachelet: "Desde luego, si Chile retrocede
hacia alguna forma de chavismo sería una catástrofe no solo para los chilenos
sino para toda América Latina".
¡México, hasta siempre!,
por Roberto Ampuero.
Me marcho con sentimientos mezclados de México:
con la emoción y responsabilidad de asumir la Presidencia del Consejo de la
Cultura y las Artes de Chile, y con la tristeza que implica el fin de mi misión
como Embajador en México. Extrañaré desde los desayunos con tortillitas de maíz
hasta las sesiones de trabajo con gente que comparte feliz su erudición, desde
el afectuoso estilo para interactuar hasta la precisión de sus visiones, desde
su profesionalismo hasta la generosa amistad que te brindan. Extrañaré desde
los columnistas de los diarios que abordan con profundidad y espíritu crítico
la realidad hasta los programas nocturnos, como el de Leo Zuckerman, donde
"se platica" haciendo gala de un español tan elegante y versátil, que
nos parece un idioma de estilistas. Extrañaré desde las mañanitas diáfanas y
tibias del DF hasta sus diluvios de las cinco de la tarde, desde sus bellas
librerías con libros insólitamente baratos para los chilenos, hasta las
infinitas filas de automóviles de las horas peak en que nadie toca la bocina y
cada cual se las arregla para avanzar pasito a pasito.
Hay amores a los que separa abruptamente la
distancia, pero que siguen palpitando con fuerza pese a la distancia. Es lo que
me ocurre con México. Terminé mi misión en ese apasionante país, dueño de una
cultura milenaria y moderna, rica y diversa, que ha sabido preservar, cultivar
y difundir, pero creo que jamás me podré ir de México. Ser Embajador allí ha
sido la experiencia profesional más intensa, desafiante y honrosa, pero también
la más grata de mi vida. Chile y México están unidos por su historia, por un
Tratado de Libre Comercio, un Acuerdo de Cooperación Estratégica y el impulso
conjunto que brindan a la Alianza del Pacífico, el esquema de integración de
mayor crecimiento en el planeta, pero no nos unen solamente cifras, acuerdos y
proyectos, sino también una comunión de valores y principios, y una empatía y
sintonía natural entre ambos pueblos y sus líderes.
Lo percibí desde que llegué a vivir a México.
Los chilenos, sus productos, sus logros en economía, estabilidad y mesura
política, su apertura al mundo y el hecho de ocupar el primer lugar en el
índice de desarrollo humano de la ONU, despiertan admiración en el gran país
del norte. Eso facilita las cosas para Diplomáticos, empresarios,
profesionales, estudiantes, funcionarios y turistas de Chile. Sintiéndose
seguros en su historia, cultura, tamaño, posición e influencia en el planeta,
los mexicanos expresan con sinceridad lo que admiran, en este caso, de Chile.
México acogió con los brazos abiertos a centenares de exiliados chilenos en
1973. Encontraron un país solidario. Muchos se nacionalizaron, otros regresaron
con la democracia y mantienen un rol destacado en política. Muchos dejaron en
México una huella indeleble en la academia y vida profesional. Hoy los chilenos
vuelven a México como turistas, ejecutivos o inversionistas, o como
estudiantes, y todos quedan seducidos por la inmensidad y la diversidad del
país, y por su pujanza, solidez y las oportunidades que brinda.
Pablo Neruda decía que México está en los
mercados. Para Gabriela Mistral, México está en sus niños y sus montes de cimas
gentiles. A México lo define también la asombrosa y estremecedora presencia de
las etapas de su historia: la precolombina, la colonial y la moderna. México es
sus magníficas playas y pirámides, sus espléndidas ciudades coloniales, su
gente afable y diversa, sus paisajes y su gastronomía, pero es asimismo su
modernidad, por ejemplo, en su industria automotriz y aeroespacial, o en los impactantes
centros de innovación tecnológica. Es difícil definir a un país que engloba
todo: México, pasado, presente y futuro.
La nueva etapa iniciada bajo el Gobierno del
Presidente Peña Nieto, que se apoya en un gran Pacto por México, que une a
partidos de derecha, centro e izquierda, no solo expresa madurez política y un
profundo deseo nacional por afrontar unidos los retos del país y aprovechar las
oportunidades que presenta la globalización, sino también una excelente
oportunidad para los chilenos, siempre bienvenidos en esas tierras. ¡México,
hasta siempre!
Reforma a la educación técnica,
por Gonzalo Vargas.
Hace algunos meses, el Ministerio de Educación
presentó al Consejo Nacional de Educación las nuevas bases curriculares de la
Educación Media Técnico-Profesional (EMTP). Se trata de la mayor reforma
curricular en 15 años, respecto de una
modalidad que históricamente no ha sido prioritaria para las políticas
públicas de educación. Cabe recordar que la EMTP sirve al 45% de los alumnos de
la educación media en Chile, y a una proporción mucho mayor de los jóvenes
provenientes de los grupos socioeconómicos más vulnerables. La EMTP de calidad
es esencial para alcanzar la equidad y la competitividad en el país.
La nueva reforma presenta tres avances
significativos. Primero, se abandona el concepto “terminal” de este ciclo
formativo, reconociendo que debe habilitar para conseguir el primer trabajo, y
también para seguir aprendiendo a lo largo de la vida, tanto en el ejercicio
laboral como en la educación terciaria y la formación continua. Ello se
manifiesta, principalmente, en el fortalecimiento de la formación general, como
es el mayor tiempo destinado a matemática y lenguaje, igualándose a la
modalidad humanista científica. También se reconoce la importancia de las
competencias genéricas, necesarias en todos los ámbitos de la vida de una
persona.
Segundo, el tratamiento de las distintas
especialidades y menciones se pone al día con la evolución de la demanda
laboral. En efecto, se crean nuevas especialidades en áreas de alta demanda
laboral -como las del nuevo
sector Informática y Telecomunicaciones- y se discontinúan otras con crecientes
niveles de obsolescencia laboral. Asimismo, se fusionan especialidades,
manteniendo sus troncos comunes y creando menciones en su interior.
Tercero, la propuesta en cuestión tiende a
mejorar la integración entre el mundo de la educación y el mundo del trabajo,
articulando de mejor forma tanto la participación de los empleadores como las
distintas instancias formativas de los alumnos.
En síntesis, las modificaciones contenidas en
las nuevas bases curriculares representan el mayor avance desde la reforma
anterior. Naturalmente, junto con la reforma curricular, se debe seguir
perseverando en las demás dimensiones del desarrollo educativo, como son las
inversiones en infraestructura y equipamiento, la formación y perfeccionamiento
docente, entre otras.
Estos cambios, sin embargo, no agotan las
posibilidades de desarrollo de la Educación Media Técnico-Profesional en
particular, ni de la relación entre el trabajo y la formación, en un sentido
más general. Tal como se observa en varios otros países, se requiere de un
Marco Nacional de Cualificaciones que permita reconocer y articular los
distintos ámbitos formativos a partir de una definición clara de la naturaleza
y niveles de los aprendizajes y competencias efectivamente logradas, y no sobre
la base de la cantidad de horas o años de un programa.
Asimismo, se necesita superar la actual
fragmentación institucional existente en el país, la que impide contar con una
articulación eficiente entre el mundo de la formación y el mundo del trabajo.
Un desafío de planificación
por Lucas Palacios.
A medida que Chile crece requiere cada vez una
mayor inversión en infraestructura. Si no se enfrenta esta realidad con la
planificación adecuada, el déficit de obras se transforma en un obstáculo para
el desarrollo. Tanto es así, que la Ocde ha señalado que la infraestructura es
el medio más relevante para generar prosperidad y contribuir a la calidad de
vida de los ciudadanos.
Los avances económicos registrados en el país -crecimiento del PIB de 5,8 los
últimos tres años-, sumado a un aumento del parque automotriz de 88% en la
última década, además del explosivo crecimiento del tráfico aéreo, no ha hecho
más que presionar esta necesidad de generar y ejecutar con rapidez los
proyectos. De hecho, la Cámara Chilena de la Construcción ha cifrado en US$ 48.000
millones la inversión en infraestructura necesaria entre los años 2012 y 2016
para llegar a ser un país desarrollado.
Mientras más crece Chile, más infraestructura
requiere. Esto exige la planificación de obras y proyectos en el mediano y
largo plazo. La estrechez que hoy vivimos en las carreteras, puertos y
aeropuertos, con su consecuente congestión, es producto de una falta de
planificación que impidió que se tomaran las decisiones de inversión en el
momento adecuado. La infraestructura en Chile quedó chica y debemos asegurarnos
de que eso no vuelva a ocurrir.
Por eso, el Gobierno del Presidente Piñera ha
desarrollado una planificación de la infraestructura para las futuras
generaciones. Así, en el MOP hemos presentado 15 Planes Regionales de Infraestructura
y Gestión del Recurso Hídrico al 2025, trabajados en conjunto con las Regiones.
Este insumo será clave para la proyección de las obras del MOP: este año, más
del 80% del presupuesto del Ministerio está invertido en proyectos que forman
parte de estos planes.
Al terminar nuestro Gobierno, habremos
invertido cerca de US$ 12.000 millones en infraestructura pública (30% más que
en el Gobierno anterior), alcanzando con ello objetivos importantes: ampliación
de aeropuertos, construcción de más de 3.900 kilómetros de caminos básicos,
pavimentación de más de 1.500 kilómetros, o la reactivación del sistema de
concesiones (con grandes obras por licitar este año), son sólo algunos
ejemplos. Y todavía queda mucho por hacer.
Pero la planificación no sólo se basa en la
existencia de planes e inversiones. Debemos generar la capacidad interna,
institucional y profesional para pensar y priorizar las futuras obras que
mejoren la conectividad e infraestructura del país. En este sentido, estamos
impulsando un proyecto de Ley que
perfecciona la institucionalidad de concesiones al interior del MOP y que
releva la planificación a un nivel superior en la organización. De esta forma,
obras concesionadas y aquellas ejecutadas por el ministerio responderán a una
planificación coordinada de acuerdo a las necesidades del país.
El desafío es pensar el Chile de hoy y del
mañana, anticipándonos en abordar las necesidades reales de infraestructura que
enfrentará nuestro país de cara al desarrollo futuro.
Remedios: Rechazo inexplicable pero no sorpresivo.
Sin desconocer algunos avances logrados en el
despacho por la Cámara del proyecto sobre nueva legislación de medicamentos
(como la venta de esos productos en góndolas), es decepcionante que una vez más
hayan fracasado los esfuerzos para permitir la comercialización en
establecimientos distintos de las farmacias de aquellos remedios que no
necesitan receta. Con el curso de los años, el punto se ha vuelto una suerte de
imposible legislativo, frente al cual ningún efecto parecen surtir ni las
recomendaciones de expertos ni las voluntades de administraciones de muy
distinto signo. En efecto, una somera revisión en la base de datos del Congreso
permite comprobar cómo desde los años 90 vienen presentándose iniciativas en
esta línea, con el objeto tanto de incrementar la competencia en este mercado
(apuntando por esa vía a lograr una disminución de precios) como de facilitar
el acceso a los medicamentos; ninguno de esos intentos ha logrado hasta ahora
prosperar.
El actual Gobierno asumió con particular ímpetu
el tema, presentando durante su primer año de gestión un proyecto
específicamente centrado en abrir la comercialización de medicamentos que no
requieren receta. Las dificultades encontradas en su tramitación lo obligaron
sin embargo a retirar esa iniciativa en agosto del año pasado y probar un
cambio de estrategia, reponiendo el punto vía indicaciones a otro texto, la
llamada Ley de Fármacos, en discusión desde 2009. El intento, sin embargo,
terminó ayer con una nueva frustración, al rechazar la Cámara esta indicación.
Una vez más, los opositores a la medida (un grupo transversal de Diputados,
muchos de ellos vinculados al gremio médico) apuntaron al consabido argumento
de la «automedicación», como si el obligado paso por una farmacia para adquirir
un remedio fuera garantía para evitar su consumo abusivo: una idea desmentida
por la experiencia directa de cualquier ciudadano, donde normalmente el rol de
los dependientes de esos locales apunta a ofrecer promociones o a sugerir
productos de determinados laboratorios, antes que a prestar el tipo de
consejería al que parecen estar aludiendo los congresistas.
Cuando ni esa constatación práctica, ni el
sentido común, ni la abundante experiencia internacional se muestran suficientes
para lograr un cambio, el asunto se vuelve inexplicable. Más aún al observarse
a Parlamentarios que en el pasado incluso firmaron proyectos para abrir la
comercialización de remedios, cerrarse ahora a lo que ellos mismos antes
promovían, o, también, al ver a Congresistas acérrimamente oficialistas
rechazar una iniciativa que su propio Gobierno estima emblemática. Ante eso, es
inevitable recordar un reportaje publicado en marzo por este diario. Allí se
daba cuenta de una de las reuniones de la comisión de Salud de la Cámara cuando
se discutía este proyecto, viéndose escenas tan insólitas como la de un Diputado
que cambiaba de postura casi inmediatamente después de que el asesor legal de
una cadena farmacéutica se acercara para hablarle y mostrarle un documento en
plena sesión. Situaciones como ésa obligan a preguntarse hasta qué punto
decisiones como algunas de las tomadas ayer son el genuino producto de un
debate sobre política sanitaria o la evidencia más bien de la necesidad de
acelerar el despacho de otro proyecto muy distinto: la Ley que regula y
transparenta el lobby.
AFP estatal: ilusiones y realidades.
La precandidata Presidencial Michelle Bachelet
ha ratificado la propuesta de crear una AFP Estatal sin explicitar detalles en
cuanto a cómo funcionaría ella ni cómo ayudaría a mejorar las jubilaciones.
Así, la figura con más posibilidades de ganar las primarias de su sector se
suma al resto de los candidatos de la oposición -excepto Andrés Velasco- en una
idea que ha sido frecuentemente planteada en los últimos años, pero nunca
precisada en sus alcances exactos. Esto último es preocupante, porque detrás de
una AFP Estatal caben muchas posibilidades: desde el simple ingreso del Estado
como un actor más al sistema (como ocurre actualmente con el BancoEstado en la
banca) hasta la concentración de todas las pensiones en manos de una agencia Estatal.
En su versión menos disruptiva (una AFP Estatal
que entre como un actor más al sistema), la pregunta que surge es cuál sería su
objetivo. Si lo que se busca es un actor que cobre comisiones más baratas, no
tendría sentido, pues la licitación de cartera ya ha permitido que una AFP
(Modelo) cobre la mitad que el resto. Otros han planteado que una AFP Estatal
podría invertir en bonos de empresas pequeñas y medianas, que ofrecen más
rentabilidad. En tal caso, la pregunta es cómo se enfrentaría el riesgo que eso
implica. Adicionalmente, su inclusión encarecería los costos de la burocracia
del Estado y podría distorsionar el mercado, al entrar como actor privilegiado.
En el extremo, una AFP Estatal podría
significar concentrar el sistema de pensiones en un ente del Estado -en la
práctica, en manos del Ejecutivo de turno-, esto es, una regresión al antiguo
sistema de reparto. Así lo ha planteado expresamente el precandidato José
Antonio Gómez (PR), propiciando la vuelta a un sistema que no solo fracasó en
Chile, sino también en el mundo entero.
A diferencia de lo que ocurre en Europa y
Norteamérica -que tienen, precisamente, un fallido sistema de reparto-, nuestro
sistema previsional no está en crisis, y solo requiere de modificaciones que lo
perfeccionen.
Hoy, el principal problema de las AFP es que el
sistema previsional no está otorgando pensiones equivalentes a las previstas
cuando se instauró en 1981. La causa de ello es principalmente demográfica: las
tasas de longevidad son hoy mayores que entonces, pero el período de trabajo es
el mismo. A eso se agrega que por largos lapsos el desempleo fue muy alto y los
salarios muy bajos, lo que inevitablemente afectó al sistema. Sin embargo, la
promesa de cautelar esos fondos e invertirlos juiciosamente ha sido cumplida
con creces. En los más de 30 años que lleva operando el actual sistema, la
rentabilidad promedio anual bordea el 9% real, un retorno muy atractivo en
cualquier contexto de inversiones. Con esta base privada, el Estado puede ser
un elemento complementario de importante ayuda, y hacer frente a una carga
económica que es abordable para mejorar las pensiones.
Ninguno de tales problemas se soluciona con una
AFP Estatal. En cambio, elevar la tasa de cotización obligatoria o postergar la
edad mínima para jubilar sí son vías de solución -que podrían complementarse
con el alza paulatina de las pensiones básicas y solidarias, que financia el
Estado, y también con fórmulas que promuevan el ahorro voluntario-, pero su
impopularidad hace que las ofertas políticas nada digan al respecto. Con ello
se silencia, igualmente, la realidad de que, más temprano que tarde, una AFP Estatal
también tendría que recurrir a esas vías, a menos que quiera caer de hecho en
quiebra, como ocurrió con las viejas cajas de previsión.
En todo caso, deberían buscarse nuevas fórmulas
para seguir incentivando la competencia en el sistema -como se hizo con éxito
mediante la licitación de carteras- para fomentar una baja mayor en las
comisiones cobradas a los usuarios, más allá de que estas han venido a la baja
(en 1988, la AFP más barata cobraba 3,3% del sueldo imponible; la más barata actual,
solo 0,77%).
Debate por críticas de Hacienda al programa
opositor.
El Ministro de Hacienda expresó en el Encuentro
Nacional del Comercio que propuestas que se han dado a conocer por parte de
“los candidatos de la Concertación y el Partido Comunista”, que apuntan a
profundas revisiones Constitucionales, en materia tributaria o a las AFP, están
teniendo un efecto negativo sobre la inversión, palabras que generaron amplia
controversia al calor de la campaña electoral en desarrollo.
Si los candidatos a los que se asocian las
reformas en discusión tienen probabilidad de salir elegidos, sus propuestas
deben ser consideradas relevantes. Y si junto a esto, en ausencia de programas
definidos, los miembros de los comités programáticos no han acotado el rango de
la discusión y han voceado iniciativas que no han sido explícitamente
desmentidas por sus respectivos candidatos, es claro que resulta plenamente
legítimo considerar con seriedad sus contenidos y evaluar su efecto potencial
sobre el desempeño de la economía.
La intervención del Ministro fue criticada
desde la oposición, que la estimó inconveniente e inoportuna. Sin embargo, no
es lógico creer que propuestas programáticas como las que se han conocido, que
promueven cambios profundos en aspectos sustantivos del modelo económico y
político con el que el país ha operado en las últimas décadas, resultarán
indiferentes para quienes deben hoy tomar decisiones de inversión pensando en
el futuro. Tomadas desde esa perspectiva, las palabras del titular de Hacienda
no hacen más que subrayar un fenómeno obvio, si bien es prácticamente imposible
dimensionar con exactitud los efectos del mismo en mediciones concretas del
crecimiento económico o el desempleo.
Es labor de todo Ministro contribuir al mejor
análisis de cualquier alternativa de política. Sin embargo, debe hacerlo con la
sobriedad que le exige su estatus, ayudando a la ciudadanía a formarse opinión
e interviniendo en los debates políticos relevantes. Sin embargo, dado el
enorme peso institucional y comunicacional que tiene el Ejecutivo en nuestro
ordenamiento, es necesario que el Ministro actúe con cautela y se abstenga de
intervenir en cuestiones puramente electorales, como ocurrió en este caso.
Cuando toma parte en discusiones sin más profundidad ni precisión que lo que
podría hacer cualquier interesado en incidir políticamente en la contienda
electoral, y apoyándose en medios gráficos que simplifican los problemas, deja
pasar la oportunidad de contribuir técnicamente a un debate de gran importancia
política, poniendo en riesgo su credibilidad.
Ministros en Gobiernos anteriores han apoyado
propuestas claramente dañinas, por ejemplo en materia laboral o de ajustes al
salario mínimo, con objetivos electorales. Eso es ciertamente grave, en la
medida que se propusieron o aplicaron medidas que representaban un perjuicio
concreto al funcionamiento de la economía, además del daño institucional al
poner en riesgo la credibilidad misma de la autoridad. Este no es el caso hoy,
cuando el Ministro ha salido a confrontar propuestas que efectivamente
representan un cambio de orientación profundo en la estrategia de desarrollo
institucional y económico seguida por décadas en el país, y que, de
materializarse en la forma en que están siendo presentadas, representarían una
amenaza a las posibilidades de progreso continuado. Debe pedírsele al Ministro
que, sin inhibirse de opinar sobre temas de gran importancia para el país, lo
haga cuidando que la forma sea la adecuada a su autoridad.
Gravitación del Instituto Nacional.
El 22 de mayo pasado, por problemas internos
relacionados con las horas pedagógicas y los orientadores, más de 1.900 alumnos
del Instituto Nacional aprobaron la toma del establecimiento, exigiendo un
claustro interestamental de carácter resolutivo y la reformulación del proyecto
educativo de ese plantel. Demandaron su "reorganización administrativa
total" y la destitución de su plana directiva.
La Alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá -dicho
establecimiento depende de la Municipalidad a su cargo-, reaccionó sosteniendo
que "tenemos claustros resolutivos en todos los establecimientos. Si en
ellos surgen ideas de hacer un nuevo proyecto educativo, se van a hacer esas
actualizaciones". A juicio de la Alcaldesa, que se manifestó en todo
momento contraria a un desalojo, "el problema es mucho más profundo que
una autoridad": se debe solucionar el tema de fondo -afirmó-, "y para
eso no necesitamos más tomas. Tenemos que sentarnos a trabajar juntos, para
poner al día el proyecto educativo, mejorar la gestión escolar y reformular las
prioridades de infraestructura".
Esta toma fue la primera sobrevenida en la Comuna
de Santiago bajo la gestión de la actual Alcaldesa, pero el fenómeno se ha
extendido a otros liceos importantes -de Aplicación, Barros Borgoño, Internado
Barros Arana, Confederación Suiza-, y algunos, como el Teresa Prats, consideran
movilizaciones semejantes. En la Comuna de Providencia, liceos como el
Lastarria y otros también anticipan un paro generalizado. Según el vocero de la
Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), solo en la Región
Metropolitana habría entre 10 y 15 colegios movilizados.
Parece inevitable que el Instituto Nacional,
por su prestigio, siente una suerte de pauta, que en el caso de Santiago pone a
prueba la estrategia de los Municipios para enfrentar el conflicto estudiantil.
En Santiago, se había elaborado el "Programa de participación en
claustro" como una de las primeras medidas en materia de educación con las
que iniciaría el año, pero este se retrasó. No obstante, la autoridad Comunal
-que se reunió con los estudiantes en paro- anunció que había propuesto una
instancia consistente en una mesa de trabajo que resolviera la crisis y declaró
necesario realizar lo antes posible el claustro, anticipando que estima
razonable fortalecer el consejo escolar del Instituto, ampliando sus miembros.
A resultas de ello, la toma fue depuesta el pasado domingo, y durante esta
semana debían buscarse fórmulas de solución. El lunes, sin embargo, los
estudiantes, tras una asamblea, votaron nuevamente por la retoma del
establecimiento, por más de 2.100 votos contra 1.300. Ante esto, un grupo de
apoderados anuncia que solicitará a la Contraloría pronunciarse sobre el
derecho de los alumnos a tener clases.
El Instituto Nacional está próximo a iniciar su
tercer siglo de labores y ha sido el bastión ejemplar de la educación pública
de calidad en Chile. Independientemente de sus condiciones socioeconómicas, la
efectiva alta calidad de la enseñanza que imparte ha permitido a sus alumnos
competir de igual a igual con los egresados de los mejores colegios privados.
Comprensiblemente, su éxito ha motivado la creación de los liceos de
excelencia, que buscan replicar sus buenos resultados en todo Chile. Para
quienes pasaron por sus aulas, representa mucho más que un buen plantel Comunal
entre muchos otros: encarna un modelo que es parte sobresaliente y reconocida
de nuestra república y que debe seguir siéndolo igualmente de su futuro. Cabe
desear que los cambios que se estudien en la mesa de trabajo que eventualmente
se constituya produzcan frutos que aseguren ese resultado y, además, estimulen
a otros planteles a emularlo en busca de excelencia.
Beneficio a imputado por doble homicidio.
Una gran controversia generó la decisión de
Gendarmería de permitir hace unos días a Celestino Córdova -machi imputado como
autor de la muerte del matrimonio Luchsinger Mackay, a comienzos de enero, en
un ataque incendiario en una parcela ubicada en Vilcún- liderar al interior de
la cárcel donde está recluido una ceremonia para festejar el Año Nuevo mapuche.
En dicha oportunidad se permitió, además, el ingreso a cerca de 100 personas
para que lo acompañaran en aquel ritual.
Aun cuando el proceso que se sigue en su contra
está todavía en la etapa investigativa de seis meses que decretó el Tribunal
para esta causa y debe respetarse la presunción de inocencia de Córdova,
resulta a lo menos cuestionable que un individuo que se encuentra acusado de
cometer un grave delito de carácter terrorista, y para quien la Fiscalía ha
solicitado presidio perpetuo, goce de prerrogativas de este tipo. A fines de
marzo ya se le había autorizado realizar un guillatún (acto religioso) junto a
50 personas, ceremonial que como este último, también fue visado apelando al
convenio 169 de la OIT.
El ingreso de un número cuantioso de personas a
visitar a un individuo acusado de haber cometido delitos muy graves no sólo
parece ofender el buen sentido y generar una sensación de impunidad que se
repite desde hace tiempo en La Araucanía, sino que representa también un grave
peligro para la seguridad del recinto penal, cuestión que Gendarmería debe
considerar de manera prioritaria a la hora de analizar la entrega de permisos
de esta naturaleza. No debe olvidarse que Córdova no ha colaborado en la
investigación en marcha y se encuentra en prisión preventiva debido a una
decisión fundada del Tribunal de Garantía. Extraña que la institución haya
pasado por alto estas consideraciones en beneficio de la realización de la
ceremonia mencionada. Situaciones como ésta no deben volver a repetirse.
¿Amistad entre Obama y Xi?
Dos días de reuniones informales en un rancho Presidencial
en el desierto de California puede ser un buen ambiente para crear relaciones
que vayan más allá del protocolo entre los líderes de las dos principales
potencias de este momento. Establecer un clima de confianza y entendimiento que
supere tensiones es lo que intentó hacer Barack Obama al convidar al nuevo
Presidente chino, Xi Jinping, a un encuentro que ha sido calificado como el más
importante de los últimos 40 años.
En el caluroso Sunnylands, los líderes chino y
estadounidense dedicaron un buen tiempo al tema de la guerra cibernética, un
problema que inquieta a Washington. Se trata de la interferencia de sistemas de
Gobierno y sustracción de secretos militares, pero también del robo sistemático
de secretos industriales, muy apreciados en China.
No pudo ser más inoportuno para Obama que,
coincidentemente, se conocieran los detalles de las filtraciones de secretos de
la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), que daban cuenta de la capacidad de los
servicios de inteligencia para interceptar teléfonos y entrar a cuentas de
empresas como Facebook y Google, pero también de espiar a Gobiernos
extranjeros. Ya no pudo Obama incriminar a China de algo a lo que Washington
también dedica tiempo y mucho presupuesto. Probablemente por eso, Obama suavizó
sus críticas públicas a Beijing y prometió trabajar en conjunto para dar más
seguridad a las redes computacionales públicas y privadas, y así evitar ataques
de cualquier origen.
Las evaluaciones de la reunión fueron
positivas, pues además de la buena disposición de ambos líderes a buscar
acercamientos entre sus países, estuvieron de acuerdo en que rechazan la idea
de una Norcorea nuclear, y buscarán ejercer presión en conjunto para que vuelva
a la mesa de negociaciones. También manifestaron su compromiso de buscar
maneras para que China reduzca la emisión de gases de efecto invernadero.
Quizás lo más importante del encuentro es la
proyección de las relaciones sino-estadounidenses. China es la superpotencia
emergente, destinada a colisionar con EE.UU., líder del mundo unipolar nacido
del derrumbe de la URSS, según Graham T. Allison, profesor de Harvard y
reconocido por su estudio sobre la crisis de los misiles en Cuba, que casi
llevó a una guerra nuclear entre EE.UU. y la URSS. Según su tesis, si no se
sientan las bases para una relación fructífera entre ambas potencias, que vaya
más allá de los temas de la agenda Diplomática -ciberataques, relaciones con
Norcorea o disputas comerciales-, podría llegarse a un conflicto como los que
históricamente se han producido entre una potencia emergente y la potencia
establecida. A su juicio, Obama y Xi debieran haber aprovechado su encuentro
para "una conversación seria sobre la construcción de un nuevo tipo de
relaciones", que "construya puentes para superar las rivalidades"
y aleje el riesgo de una guerra. Para Chile y América Latina, cuyo bienestar
económico está cada día más vinculado al éxito de China, es vital que las dos
superpotencias se mantengan en los mejores términos.
Piñera firmó Proyecto de Ley que crea Estatuto
Laboral para jóvenes que estudian en la Educación Superior.
El Presidente Sebastián Piñera, encabezó ayer
la ceremonia de firma del Proyecto de Ley crea un Estatuto Laboral para jóvenes
que se encuentren estudiando en la Educación Superior, que será enviado al
Congreso para su tramitación.
Pueblos bien informados
difícilmente son engañados.
Primarias de la
alianza,
vota bien vota
Longueira.