El
Presidente de la República, Sebastián Piñera, acompañado por la Ministro de
Obras
Públicas,
Loreto Silva, encabezó ayer la ceremonia de inicio de la primera fase de
ampliación
y mejoramiento del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez.
Caótica
fue la situación de ayer en el Servicio Electoral hasta donde llegaron decenas
de
personas
a reclamar por estar inhabilitados para
sufragar en la primaria del domingo,
por
aparecer como militantes de partidos que no participan en el proceso. Dicen ni
haber
firmado
nunca por esas colectividades.
Nuevamente
fue detenido Marcos Elgueta, uno de los dueños de Eurolatina, por los
mismos
delitos de usura y estafa en otras financieras ilegales. Esperamos que esta vez
este
maleante y su hermano lleguen realmente a la cárcel.
Los
cuatro Concejales de la UDI y Renovación Nacional no dieron el cuórum para que
la
Alcaldesa
de Providencia, Josefa Errázuriz, llegada al cargo con trampas electorales,
pudiese
llevar a cabo la odiosidad con que quiere cambiar de nombre a la Avenida 11
de
Septiembre.
La
Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) informó ayer
en la
tarde
que se decidió declarar Alerta Temprana Preventiva por el sistema frontal que
está
anunciado
para la zona ubicada entre la Región de
Coquimbo hasta la Región de Aysén
desde
el jueves al sábado.
El Presidente
de Perú, Ollanta Humala, rechazó ayer una eventual candidatura Presidencial
de
su esposa Nadine Heredia en 2016, cuando terminará su gestión, al afirmar que
esa
posibilidad
‘’no está para nada en nuestro panorama’’.
Poco
duro el anuncio del lunes de la
Presidente de Brasil, Dilma Rousseff, de llamar a una
Asamblea
Constituyente, la oposición al proyecto obligó a la Gobernante a revocar su
planteamiento.
El anuncio de reformas políticas no ha logrado aplacar las protestas que
se
anuncia no cesarán.
No a la
impunidad por corrupción
por Gonzalo Delaveau.
Al momento que en Chile se reunían
representantes del Apec, en Colombia se realizaba la reunión regional de
Transparencia Internacional (TI), ambos con un fin similar desde sus
particulares ámbitos de acción: mejorar la persecución penal en contra de los
delitos de corrupción y potenciar la condena social a los mismos delitos.
No es casualidad que los países del Apec tengan
como preocupación la forma de maximizar los esfuerzos para perseguir a los
corruptos, y que TI haya priorizado su lucha contra la impunidad respecto de
los actos de corrupción. Legislar para evitar la corrupción y promover la
transparencia es claramente un primer paso, pero no basta, sino que hay que
sancionar penal y socialmente a los culpables.
Las Leyes sobre transparencia y probidad que se
han implementado en Chile constituyen el camino para prevenir este flagelo.
Pero aún quedan varios aspectos que mejorar en la actual legislación cuyos
proyectos se discuten lentamente en el Congreso y algunas materias pendientes
de legislar, como la llamada “Ley del lobby”, que siendo una de las más emblemáticas,
lleva discutiéndose por un largo tiempo, sin que vea la luz, no obstante
existir acuerdos transversales sobre su necesidad.
Chile Transparente, junto con priorizar la
agenda pro transparencia, enfocará sus esfuerzos en mejorar los mecanismos para
evitar la impunidad frente a los actos de corrupción. En primer término, es
necesario involucrar a los ciudadanos en esta tarea. La corrupción debe ser
condenada en cualquiera de sus manifestaciones; engañar al vecino es tan grave
como engañar al Estado, aunque lo segundo equivalga a robarles a miles de
vecinos. La sanción social al que intente cometer algún acto de corrupción debe
ser inmediata y automática.
En segundo lugar, el sistema Judicial debe ser
transparente y sus fallos, públicos. Es necesario agilizar los procesos
relativos a casos de corrupción, que el Ministerio Público tenga Fiscales
especializados sobre el tema y que no se produzcan dilaciones en su
investigación que a la larga terminen otorgando impunidad al que comete un acto
de corrupción. Los procesos sobre casos de corrupción deben ser seguidos por la
sociedad civil.
En Chile aún queda mucho por avanzar,
especialmente desde un punto de vista cultural. Lamentablemente, ciertos actos
de corrupción son vistos por nuestra sociedad como “vivezas” o “favores”. Un
trabajo que Chile Transparente realizó hace algunos años y que se tradujo en el
“Diccionario de la lengua del corrupto”, demostró que en nuestro lenguaje
cotidiano se utilizan muchos términos que están directamente relacionados con
faltas de probidad, tales como, “aceitar la máquina”, “como avión” (no IVA),
“cómo vamos ahí”, “coimisión” “a la cochiguagua” y tantos que debiéramos
erradicar de nuestra cultura y lenguaje. Si no ponemos atención a estas cosas
pequeñas, no podremos atacar las mayores.
Chile debe y puede mejorar sus estándares;
tenemos que aspirar a liderar esta causa en la región, lo que implica desterrar
todo tipo de prácticas, formas y lenguaje que, de una u otra manera, impliquen
una postura permisiva frente a la corrupción. No hay tolerancia ni excusa que
pueda aceptarse.
Debates y
primarias,
por Gonzalo Müller.
El pasado domingo terminó el ciclo de debates
que apuntaban a informar y dar oportunidad de conocer más a fondo a los
candidatos que compiten en las primarias del próximo 30, y sus propuestas. Todo
esto, bajo la gran duda de cuál será el nivel de participación real en este
proceso.
Las primarias, como mecanismo de selección de
candidatos, generan para la ciudadanía una responsabilidad central, al delegar
los partidos en ella una decisión tan importante como es la de quién los
representará finalmente en una elección general. De este modo, el nivel de participación
apunta directamente a la legitimidad y fuerza que finalmente tendrá quien salga
elegido en esa primaria. Por esto es que el interés por anticipar esa
participación se vuelve determinante: importa no sólo el resultado de quien sea
electo, sino también en qué condiciones.
Los debates generaron un primer escenario a
este respecto, ya que fue la primera medición objetiva sobre el interés que
existiría en la ciudadanía por el tema. Así, los ratings obtenidos por los
debates de la Concertación variaron desde los 19 puntos promedio en el primer
encuentro a los 15 puntos promedio del segundo, y en el caso del oficialismo se
movieron entre los 13 puntos promedio del primero y los 11 puntos promedio del
segundo, sufriendo una baja significativa ambas coaliciones, pero manteniendo
también una mejor sintonía en los dos casos el debate opositor.
Resulta obvio que el rating no anticipa la
participación electoral que tendrán las primarias, pero sí da una señal de
referencia en torno al bajo interés que estarían generando en la ciudadanía.
Que la audiencia y el electorado se enmarquen en aquellos electores más
politizados y con mayor interés es, en la práctica, una conclusión razonable,
dato que habrían tenido en cuenta los propios candidatos al momento de elegir
marcar o no con mayor fuerza sus diferencias y en qué temas.
En el caso de la Coalición de RN y la UDI,
ambos debates estuvieron marcados por un solo concepto: el de la unidad. Para
Pablo Longueira era prioritario marcar que su llegada como candidato había
cambiado el clima de confrontación y división, y Andrés Allamand no tenía mucho
margen más que sumarse a esta estrategia si quería dejar atrás su conducta ante
Laurence Golborne. Pero, a pesar de ello, hay una diferencia sustantiva que ha
sido marcada, referida a qué tipo de proyecto predomina hacia el futuro: el de
una centroderecha popular propuesta por Pablo Longueira, o el de una más
liberal, en el diseño de Andrés Allamand.
En la Concertación hubo mayor contradicción
entre proyectos objetivamente distintos, pero esta energía no apuntó nunca a
dirimir un ganador de la primaria. Más tácita o más expresamente, todos los
candidatos, en su conducta, reconocen que lo único que se decide en la primaria
opositora es el segundo lugar, entre el centro liberal de Andrés Velasco y la
tradicional oferta de centro de la DC, encarnada hoy en Claudio Orrego.
Si, en resumen, las diferencias más dominantes
en ambos bloques son políticas, respecto del peso de cada partido-sector o el
énfasis del proyecto político que se construye, no extraña tanto que la mayor
parte de la ciudadanía siga mirando de lejos estas primarias, y que los debates
sigan sin ser decisivos en las decisiones de los electores.
El 1 de julio vencen las estrategias de
primarias, y apreciaremos cambios importantes en los discursos. Veremos también
el esfuerzo de los ganadores, primero, por consolidarse no sólo como candidatos
únicos, sino también como candidatos de unidad —esto es, que sean capaces de
acercarse e integrar a los electores huérfanos que dejen las primarias—, y
segundo, por empezar a hablar con más fuerza a ese elector menos politizado e
indiferente, que no ha pensado siquiera votar en las primarias, pero cuyo
sufragio ha resultado decisivo en las últimas elecciones Presidenciales.
Simplificar
el sistema tributario,
por Maruzzella Rossi.
Durante los últimos tres años, el crecimiento
económico de Chile ha permanecido por sobre el PIB potencial, aun con la crisis
europea. Mantener los niveles actuales y lograr que sean, definitivamente, un
beneficio para el país, depende de todos los actores económicos. En este
sentido, se debe ser prudente en la formulación de propuestas que permitan mantener
el crecimiento económico y que el Estado logre recaudar los recursos necesarios
para financiar políticas públicas (educación, salud entre otras).
En la actualidad creo necesaria la adopción de
medidas tendientes a generar un sistema tributario en que el Estado pueda
recaudar lo justo y un sistema de control de gestión que permita cerciorarse de
que los recursos recaudados sean utilizados de manera eficiente. En el primer
aspecto, se requiere simplificar el sistema tributario, ya que su complejidad podría
dificultar al contribuyente el cumplimiento de sus deberes, especialmente, si
existen costos económicos asociados como, por ejemplo, mucho tiempo para
recopilar y declarar los antecedentes o pagos de asesorías tributarias para
resolver trámites complicados. Estas medidas deben ser analizadas y evaluadas
pensando en el impacto que puedan generar para las empresas y en especial para
las pymes, esto con el objetivo de no afectar el crecimiento y el empleo.
La justificación de lo anterior se fundamenta, por
ejemplo, en la relación carga tributaria sobre el PIB y en que los análisis
comparativos entre Chile y los países de la OCDE están bastante alineados. Pero
qué pasaría si dicha medición se realiza en base al costo tributario efectivo,
sumados los costos de declarar: lo más probable es que estos indicadores no
estén tan alineados.
En la actualidad, Chile posee un nivel de carga
tributaria similar al promedio que tenían países de la OCDE a niveles de
ingreso similares. Para mantener esta evolución acorde con ese grupo y lograr
un desarrollo efectivo, debemos evitar incrementos excesivos en la carga
tributaria. Es por ello que el punto de partida en el mejoramiento del sistema
tributario es el énfasis en la evasión y en este sentido se hace relevante la
generación de nuevos mecanismos de fiscalización. Esta constituye una de las
principales fuentes de inequidad de los sistemas tributarios, debido a que no
sólo la genera por la menor recaudación sino, también, por distorsiones en el
pago de impuestos, debido a que los contribuyentes evasores pagan menos
impuestos que otros con igual nivel de renta, que cumplen sus obligaciones
tributarias. Esta práctica genera aún mayores diferencias entre trabajadores y
empresarios, debido a que los primeros tienen menores alternativas de disminuir
su carga tributaria.
Para lo anterior, se hace necesario evaluar el
rol que cumple el Servicio de Impuestos Internos y hacer un análisis exhaustivo
de la suficiencia de fiscalizadores, facultades de fiscalización, acceso a la
información y monto de las sanciones posibles de aplicar. Para modernizar la
fiscalización es importante considerar procesos de seguimiento, a través de
análisis de riesgo (industrias más riesgosas) y aplicar el concepto de
inteligencia fiscal con el fin de identificar posibles desviaciones de
contribuyentes.
Tomas de
locales de votación: inaceptables.
Ante las tomas de locales de votación por
estudiantes y, presumiblemente, elementos extremistas infiltrados en ellas, ni
el país ni sus autoridades pueden admitir que el Estado de Derecho sea
atropellado. No cabe tolerar que esos elementos, cualesquiera sean sus argumentos
-atendibles o no, se compartan o no-, se impongan por la fuerza sobre la Ley y
hagan retroceder a la democracia chilena, alterando o impidiendo el ejercicio
del derecho a sufragio, esencial para la democracia. En esto no puede haber
transacciones ni debilidades. Ningún motivo de "prudencia" justifica
que -incluso si eso fuera logísticamente posible- se cambien los locales de
votación determinados en conformidad con la normativa Legal. Además de una
señal de doblegamiento de la juridicidad ante la fuerza, eso alteraría la
normal expresión de la voluntad ciudadana, en un acto de suyo mucho más
complejo que lo habitual, por su novedad y demás circunstancias conocidas.
Si esto se aceptase, sentaría un precedente
nefasto, generando un incentivo obvio para que cualquier otro movimiento
pretendiera, por ejemplo, hacer otro tanto en las elecciones de noviembre. Es
una opción que debe rechazarse de modo absoluto, pues puede afectar la
legitimidad misma de la próxima elección Presidencial.
El resguardo del orden público en ese día, por
mandato de la Constitución y de la Ley N° 18.700 -la redacción de cuyo artículo
pertinente (110) es de 1999-, corresponde desde el segundo día anterior (esto
es, a las 0 horas del viernes 28) a las Fuerzas Armadas y a Carabineros. Los Jefes
designados al mando de ellas "tendrán la responsabilidad directa" de
su mantenimiento" (art. 111). Esto incluye "cuidar que se mantenga el
libre acceso a las localidades y locales en que funcionen mesas receptoras de
sufragios, e impedir toda aglomeración de personas que dificulten a los
electores llegar a ellas o que los presionen de obra o de palabra" (art.
113). Estas normas, en todo lo esencial, datan de la década del cuarenta del
siglo pasado, y han sido garantía de orden en los comicios desde entonces.
Todo lo anterior es indispensable, inequívoco y
no se presta a interpretaciones ambiguas. Inquieta, por tanto, que varios
candidatos del pacto Nueva Mayoría, en su debate televisivo del pasado domingo,
hayan sido elusivos a este respecto. José Antonio Gómez (PR) afirmó que
"buscaría el diálogo, y (...) lugares distintos para que se hicieran las
elecciones. Jamás usaría la fuerza para desalojos". Claudio Orrego (PDC)
sostuvo: "Yo no estoy de acuerdo con las tomas y no me gustan. Prefiero
las marchas creativas. (...). Cuando se empieza a destruir lo que es nuestro,
se debe aplicar la fuerza con firmeza y también con delicadeza".
Pero si no prosperase el diálogo con los
estudiantes que estos precandidatos propician, ¿en qué pie quedan los derechos
de los votantes impedidos de sufragar? ¿Valen ellos menos que los de los
ocupantes ilegales de los locales de votación?
Michelle Bachelet (PS-PPD) expresó que tampoco
le gustan las tomas, pero "hay que (...) dialogar con los estudiantes y
buscar un acuerdo para que dejen los establecimientos antes del momento en que
tenga que entrar la fuerza militar. Lo que no puede pasar en Chile es que sea
la fuerza militar la que saque a esos estudiantes. (...) No tiene la
preparación para la seguridad pública, tiene una preparación para la guerra. Lo
que tenemos que evitar es un daño que puede ser muy lamentable, y quiero
sumarme al llamado de mis colegas a que dejen las tomas. Es posible que los Alcaldes
puedan buscar otros locales con el Servel. (...) No quisiera ver un baño de
sangre si se vive un enfrentamiento, si la fuerza militar cumple la ley y saca
a los jóvenes de los establecimientos".
Aludir a un "baño de sangre" es un
exceso verbal que daña la imagen del país y resulta ofensiva para las fuerzas
militares, que ella conoció muy cercanamente como Ministro del ramo. Semejantes
palabras, en un contexto de voto voluntario, bien podrían surtir un efecto
intimidatorio sobre los sectores menos informados e inhibirlos de concurrir a
votar. Si esto lo hubiera dicho cualquier otro personero de menor gravitación
que una ex Presidente, sin duda se lo habría acusado de querer crear una
"campaña del terror", para que la ciudadanía no concurra a votar a
las primarias.
En ese grupo, el único categórico frente a la
letra y el espíritu de la Ley fue Andrés Velasco (independiente), quien afirmó
que "nadie puede tener a la democracia chilena de rehén. Todos tenemos
derecho a manifestarnos y no hay manera más sagrada de manifestarnos que
votando. Por lo tanto, llamo a los estudiantes que han ocupado estos liceos a
que depongan la toma. Si eso no ocurre, hay que aplicar la Ley".
La autoridad política tiene esa responsabilidad
por el orden público hoy, mañana y pasado mañana. En ese lapso habrá de adoptar
todas las medidas necesarias para que, al llegar la medianoche del jueves, las
FF.AA. y de Orden puedan asumir las tareas que nuestro derecho les encomienda,
en control tranquilo de los locales de votación, y desde ese instante el
Gobierno deja de estar a cargo de los procedimientos conducentes a la
manifestación electoral de la ciudadanía: carece de facultades relativas al
orden electoral. Pero, en este momento, en la primera línea de responsabilidad
están los Alcaldes, de quienes dependen los establecimientos que servirán como
locales de votación. Ellos tienen atribuciones para restablecer la normalidad,
y si no las ejercen, deben responder por su omisión. La fuerza pública está
disponible. Si ellos no actúan, el Ejecutivo deberá suplir su falla. No es posible
permitir que grupos exaltados o violentistas destruyan el patrimonio cívico del
país.
En ninguna democracia sólida y respetable, las
votaciones se realizan solo allí donde la fuerza de terceros permite hacerlo, y
no donde la Ley lo dispone. ¿Qué país con democracia madura admitiría algo
semejante?
HidroAysén,
la energía y la carrera Presidencial.
Han llamado la atención las palabras de la ex Presidente
Bachelet respecto del proyecto HidroAysén en el último debate de los Presidenciables
opositores. En la oportunidad, la candidata no sólo estimó que dicho proyecto
es hoy “inviable” —diagnóstico compartido incluso por el abanderado RN, Andrés
Allamand—, sino que dio un paso más allá, al señalar derechamente no estar a
favor de él. Es esta última parte de su afirmación la que ha generado
inquietud. Desde luego, parece contradecir posiciones expresadas por ella misma
durante su pasado Gobierno, cuando se pronunció positivamente respecto de la
necesidad de explotar el potencial hidroeléctrico al sur del Canal de Chacao,
pero además resulta discutible que quien aspira a volver a dirigir el país pida
públicamente la no continuidad de un proyecto aprobado por las distintas
instancias de evaluación ambiental (en rigor, sólo falta el pronunciamiento del
Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, inexplicablemente retrasado por
la actual administración).
De no precisar sus palabras, la ex Presidente
estaría acercándose así a la misma cuestionada actitud que adoptara el
Presidente Piñera frente a la abortada central Barrancones, cuando a través de
gestiones personales consiguió la paralización de una iniciativa que ya había
recibido su Resolución de Calificación Ambiental. A raíz de esa intervención
—que hoy la mayoría de sus propios partidarios reconocen errada— se acusó al
Mandatario de debilitar una institucionalidad ambiental cuya legitimación
resulta urgente para dar certidumbre al desarrollo del país. Desde esa
perspectiva, los dichos de Bachelet —cuya posición de favoritismo en la carrera
a La Moneda es ampliamente reconocida— poco contribuyen al necesario
fortalecimiento institucional.
Pero la importancia del tema no se agota ahí.
Existe extendido consenso respecto de la gravedad del problema energético que
enfrenta Chile. Se anticipa una situación crítica para el período 2015-2020,
debido a la insuficiencia de obras de generación, lo que se traduciría en
importantes incrementos de precios, pero lo cierto es que las dificultades ya
están presentes hoy, con efectos muy tangibles. Así, por ejemplo, estimaciones
del sector minero indican que en los últimos seis años sus costos por concepto
de energía se han duplicado, llegando a representar el 20% de los costos
totales y entregando de este modo una amplia ventaja competitiva a países
vecinos, como Perú. Otros estudios sitúan a Chile como segundo en la lista de
países mineros que pagan los más altos costos por electricidad, sólo superado
por el Congo, y han sido este año reiteradas las noticias de proyectos que se
postergan por este factor. Pero si el fenómeno se ha hecho especialmente
visible en la minería por la importancia que ésta tiene para la economía
nacional, lo cierto es que en todos los campos de la producción, desde la
industria a la explotación agrícola, el tema energético es señalado como un
cuello de botella que está trabando sus potencialidades.
Con antecedentes como esos, no sólo las
palabras de la ex Mandatario generan preocupación, sino en general el modo en
que este asunto ha sido tratado en los debates de la actual carrera Presidencial.
No cabe exigir profundidad en programas televisivos donde los candidatos deben
resumir sus respuestas en pocos minutos, pero sí al menos no quedarse sólo en
algunos lugares comunes políticamente correctos (como hablar de la importancia
de las energías alternativas y de considerar a las comunidades) y explicitar la
gravedad del desafío que Chile enfrenta en esta área.
Equivocada
señal en conflicto mapuche.
La seguridad carcelaria nuevamente se vio
desafiada luego que el Tribunal de Garantía de Cañete autorizó la realización
de la ceremonia del año nuevo mapuche en la cárcel El Manzano en Concepción, no
obstante que Gendarmería había negado el permiso por el riesgo que ello
significaba para el recinto y el resto de la comunidad penal. Quien lideró la
ceremonia en esta ocasión fue Héctor Llaitul, uno de los líderes de la
Coordinadora Arauco Malleco, quien ha sido condenado por graves delitos
cometidos en la zona.
Hace sólo algunos días se produjo un hecho
similar en un recinto penal de Temuco, donde Gendarmería había otorgado la
autorización para realizar esta ceremonia, la que fue encabezada por el machi
Celestino Córdova, acusado por la Fiscalía de haber participado entre otros
delitos en el ataque que costó la vida al matrimonio Luchsinger Mackay. En
dicha ceremonia ingresaron al penal más de un centenar de personas, lo que
constituyó un evidente riesgo para la seguridad carcelaria. Ello provocó un
duro reproche por parte del Ministerio del Interior hacia Gendarmería, e
inexplicablemente la situación se vuelve a repetir de manera casi idéntica.
Se ha invocado como justificación que tanto la
Ley Indígena como el Convenio 169 de la OIT amparan este tipo de rituales en
recintos carcelarios. Lo cierto es que el reglamento penitenciario no impide
que al interior de un recinto penal tengan lugar ceremonias de este tipo, pero
un mínimo de prudencia aconseja restringir el ingreso masivo de personas
externas en lugares donde habitan reos de alta peligrosidad. En momentos en que
el estado de derecho y la integridad de los habitantes de la zona han sido
severamente dañados por la acción de grupos radicalizados, es relevante no dar
señales equívocas que debiliten la institucionalidad y den injustas señales de
privilegios, lo que hace especialmente discutible el criterio que en esta
ocasión aplicó el Tribunal de Garantía.
Un par de
cartas para la meditación.
Señor Director:
Víctimas o
victimarios.
Las estadísticas demuestran que, a la fecha,
las manifestaciones públicas arrojan 116 Carabineros lesionados, algunos de
gravedad e incluso con quemaduras serias. En contraposición, solo 25 civiles
fueron lesionados levemente. Esto es, cuatro Carabineros lesionados contra un
civil.
Esto demuestra que los violentistas son los
encapuchados, que pueden ser o no estudiantes, los cuales se aprovechan del
legítimo derecho a protestar civilizadamente, para agredir con saña a los Carabineros
que resguardan el orden público y la propiedad Municipal y privada que estos
energúmenos destruyen en cada oportunidad.
Curiosamente esta realidad es ignorada por el
Instituto de Derechos Humanos y Parlamentarios de izquierda, que los defienden
siempre, ignorando absolutamente que los Carabineros también tienen derechos
humanos, entre los cuales está el derecho a la legítima defensa. La enorme
desproporción entre los lesionados de Carabineros y los violentistas demuestra
claramente que Carabineros ha hecho uso de la legítima defensa en una forma
ejemplar y moderada. Lo comprueba la forma en que reaccionan las policías de
otros países frente a ataques similares. La gran diferencia está en que en esos
países se respeta a la policía y no se la ataca por cumplir con su deber de
controlar el orden público.
Al parecer, lo políticamente correcto es
censurar el actuar de Carabineros, con lo cual lo único que se logra es que
estos delincuentes se sientan amparados y continúen con sus desmanes; todo a
nombre de defender los derechos humanos. ¿Dónde están los derechos humanos de
los comerciantes que ven destruidos y saqueados sus locales, el derecho de los
ciudadanos a que se conserven los bienes de uso público, el derecho a usar y
gozar libre y tranquilamente de calles y avenidas?
Es hora de protestar por esta discriminación,
por exigir que se condene clara y categóricamente a los verdaderos victimarios
y no a quienes cumplen sacrificada y abnegadamente su obligación de resguardar
el orden público y proteger la propiedad sea pública, Municipal o particular.
Miguel Otero Lathrop, Abogado, Profesor
Universitario.
Señor Director:
La revolución
de los pañales y la puericracia.
Los encapuchados y encapuchadas (algunas de
ellas esbeltas y rubiecitas) hacen de las suyas en el “after” de cada protesta.
Los reiterados delitos de los inimputables son la cefalea diaria de la justicia
y la pesada cruz del comercio y del ciudadano común. El Sename, criticado hace
años como inútil, ahora aparentemente se va a dividir, con lo cual se obtendrán
dos inutilidades. Los estudiantes de un histórico establecimiento fuerzan la
renuncia del Director y pretenden incidir en la elección del sucesor. Bajo la
égida de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, se mantiene un
férreo “tomazo” de escuelas en todo el país. Varias de ellas, se supone,
deberían servir como locales de votación en pocos días más. Una candidata Presidencial,
de inmenso espíritu maternal y experiencia demostrada en tragedias, ha pedido a
los educandos que dejen las tomas, sugiriendo a los Alcaldes que opten por
otros locales de votación, pues “no puede haber un baño de sangre para que los
colegios estén habilitados”.
Esta “revolución de los pañales”, irrefrenable
advenimiento de la “puericracia” de las pataletas, carente de pelos en la
lengua y con pocos en la barba, habrá de ser, quizá, el nuevo modelo de Gobierno
que nos espera a la vuelta de la esquina, liderado por una afectuosa “mami” que
intenta complacer y sosegar como mejor puede a sus díscolos polluelos
revolucionarios. ¿Cuál será su receta... Ritalín gratis para todos?
Kenneth Ledger Toledo.
PARA GANAR EN
LAS PRESIDENCIALES
HAY QUE VOTAR
BIEN EN LAS PRIMARIAS: