El
Presidente Sebastián Piñera realizo un llamado ayer a la comunidad empresarial
canadiense
a invertir y desarrollar proyectos energéticos en Chile, planteando que
la escasez que sufre el país dificulta el desarrollo del sector minero.
Patricio
Melero tildó de ‘prepotencia política y jurídica’ plan para asamblea
constituyente
que
evalúa Bachelet, para el líder de la UDI la medida busca bloquear a
instituciones como
el Congreso y el Tribunal Constitucional.
Una
especie de "tornado" afectó ayer en la mañana a la Comuna de San
Carlos, en
la Región
del Biobío, provocado daños irreversibles a algunas viviendas,
desprendimiento de techumbres, inundaciones y daños en la
infraestructura Comunal.
El Presidente
francés, François Hollande, aseguró ayer que su país mantiene una
‘vigilancia
absoluta’ por la amenaza terrorista del exterior y del interior, seis días
después
del ataque de un joven islamista radical contra un militar en París.
El
Fiscal Marcelo Agüero Vera pidió ayer una pena de ocho años de prisión para el
ex Presidente
argentino Carlos Menem por el
contrabando de armas a Croacia y
Ecuador
y su inhabilitación absoluta para ocupar cargos públicos por 16 años.
Menem pidió la anulación del juicio.
Nicolás
Maduro reiteró en Consejo de Ministros realizado anoche que la "conspiración"
en
contra de Venezuela "se ha mudado a Bogotá", aludiendo a que el
Presidente
colombiano recibió al líder opositor Henrique Capriles.
El
último episodio de la locura ‘chavista’, en un facsímil digital del Acta de la
Independencia
de
Venezuela, de 1811, le agregaron la firma del fallecido ex Presidente Chávez
para
elevarlo a la categoría de ‘prócer’, y documentar así su omnipresencia en la
vida del país.
El Presidente
sirio Bashar al Assad sugirió ayer que ya tiene parte de los misiles rusos,
provocando
tensiones en los países de la región. Imagen de la destrucción causada,
ayer, por un bombardeo en la localidad siria de Rastan,
Una
treintena de opositores rusos fueron detenidos en la céntrica plaza Triumfálnaya,
en
el
centro de Moscú, durante una protesta no autorizada en favor del artículo 31 de
la Constitución que promueve la libertad de reunión
La política
en un Chile de cambios,
por Raúl Alcaíno.
Enfrentados a un mundo de cambios, los seres
humanos hemos debido adaptarnos. No solo los vertiginosos cambios en la
tecnología nos han impuesto nuevas exigencias y modificaciones en nuestros
comportamientos de vida, sino también el crecimiento de las ciudades, los
desafíos que implica un mundo globalizado, el envejecimiento de la población,
etcétera.
En el ámbito productivo, hasta hace algunos
años, las empresas hacían un espléndido trabajo ofreciendo productos de calidad
a precios razonables y satisfaciendo a sus consumidores y accionistas. Hoy, en
cambio, lo anterior no es suficiente: las empresas están comenzando a entender
que su entorno cambió. El cuidado de la ética laboral, ambiental y animal en
sus procesos productivos, y la transparencia en la relación con sus
proveedores, trabajadores, consumidores y competencia es hoy una necesidad.
Asimismo las relaciones de la empresa con la comunidad deben ser respetuosas y
su cuidado debe sumarse, a un importante nivel, a las tareas de la
administración.
De modo similar, es imperativo darse cuenta de
que la política también cambió.
La tradicional relación del poder político con
la ciudadanía ya no es ni vertical ni unidireccional. Ya no sirve que las
decisiones, por muy buenas que sean, se informen al país por cadenas de radio o
televisión, más aún si ello ocurre en ausencia de liderazgos políticos claros.
La ciudadanía quiere participar directamente, o
al menos, sentirse representada en la discusión de los temas. Los Parlamentarios,
aparentemente, no están cumpliendo a cabalidad esta función representativa y
están siendo reemplazados en la discusión de muchas materias por las redes
sociales. Tanto es así, que con frecuencia vemos a muchos de ellos sumándose,
sin mayor análisis, al carro de las consignas.
Enfrentados a esta realidad, una opción que le
puede dar estabilidad y Gobernabilidad al país es que los Gobiernos, para
complementar la representatividad política tradicional y escoger caminos de
acción, convoquen a amplios sectores informados a la discusión de importantes
temas públicos. Las decisiones así tomadas evitarán el empoderamiento de los
grupos que se oponen a todo y anularán la consigna desinformada que confunde,
si es que en paralelo, majaderamente y con bombos y platillos, se dan a conocer
el perfil de los participantes a dicha convocatoria y la forma y fondo de cada
uno de sus informes parciales y su conclusión final.
El trabajo será más lento, es verdad, y puede
que no sea el resultado de la genialidad de algunas pocas mentes iluminadas, pero
temas tan trascendentes como la educación, la salud, la política energética, la
modernización y transparencia del sistema judicial y la tan esperada Regionalización
de verdad, por citar solo algunos, lo ameritan.
No hay que temer la discusión informada ni el
debate serio: los chilenos estamos de acuerdo en muchas más cosas de las que
creemos y queremos resolver nuestras diferencias.
Más allá del Gobierno de que se trate, la
creciente polarización en la discusión de los temas importantes del país no ayuda
en nada a su solución, sino que impulsa su persistencia y agravamiento.
Así, lo que fue parte de la solución en el
pasado, hoy es parte del problema: me refiero al sistema binominal.
El sistema binominal elimina la competencia o,
en el mejor de los casos, la minimiza, impidiendo la excelencia en los cuerpos Parlamentarios.
La competencia en todos los ámbitos genera liderazgos y permite el surgimiento
de los mejores. Eso, desgraciadamente, no ocurre hoy día en la política de
nuestro país.
Más aún, el sistema binominal ayuda
significativamente a la polarización de las posturas, favoreciendo votaciones
en bloque como las que tuvimos que presenciar en el lamentable episodio de la
destitución del Ministro Beyer.
Resulta evidente concluir que los Parlamentarios
ven peligrar sus nominaciones futuras y adoptan, aun a veces en contra de sus
propias convicciones, las posturas de la cúpula partidista. Este fenómeno no
solo aleja a la ciudadanía de quienes debieran ser sus representantes, sino que
priva al país de un debate serio, ético e informado que abarque y represente
verdaderamente las diversas posiciones.
Un sistema uninominal, al menos, permitiría el
concurso de los mejores, los que tendrían no solo la capacidad, sino también el
respaldo político para tomar posturas menos polarizadas y de acuerdo con
criterios más independientes, favoreciendo los intereses del país por sobre los
intereses partidistas de más corto plazo.
El mundo ha cambiado y nosotros los chilenos
también. Debemos cuidar el país que tenemos y trabajar nuestro futuro común.
Los bandazos de lado a lado nos harán perder nuestra ventaja actual. Nuestro
desarrollo futuro y nuestra convivencia cívica van de la mano. Para ello, los
políticos y los ciudadanos debemos adaptarnos al país de hoy, y hacerlo además
con respeto, por sobre toda otra consideración.
El reinado de
Isabel,
por David Gallagher.
Escribo desde Londres en uno de esos días
espléndidamente soleados que se dan en esta época, días generosamente largos en
que el sol parece que no se va a poner nunca, pero estoy consciente de que en
este país la lluvia está siempre a la vuelta de la esquina. Como esa que dicen
cayó hace 60 años, el 2 de junio de 1953, cuando fue coronada Isabel II. Dicen
que llovió a cántaros todo el día, pero que las turbas no se inmutaron, porque
tras cinco años de guerra y ocho adicionales de racionamiento, la juventud de
la nueva reina les daba a todos un golpe de esperanza.
Inglaterra tuvo un primer reinado isabelino
entre 1558 y 1603. Fue la época en que se consolidó la reforma protestante, y
el estatus del país como gran potencia europea, tras la derrota de la
Invencible Armada en 1588. Fue la época en que Shakespeare escribió esas obras
que todos los británicos conocen de una forma u otra, y que les permiten
compartir referentes que expresan todos los avatares del alma humana.
Algunos podrían pensar que esta segunda era
isabelina no podría ser sino una sombra de la primera. Pero los 60 años de
Isabel II han sido muy exitosos. Lo han sido en parte por sus virtudes
personales, su profundo sentido del deber. Antes de su coronación, les pidió a
los británicos, "cualquiera que fuera su religión", que rezaran por
ella, para que tuviera "la sabiduría y la fortaleza para cumplir con las
solemnes promesas de la Coronación", y para servir a su gente "por
toda la vida". Lugares comunes, se podría decir, y lo diríamos en el caso
de un político o una política, pero en estos 60 años, ha demostrado que el
deber y el servicio son para ella objetivos intransables. Y eso le ha ayudado a
mantener unida a la gente en un período en que Gran Bretaña acogió a millones
de inmigrantes de las antiguas colonias, convirtiéndose por primera vez en un país
multiétnico, en que conviven todas las razas y todas las religiones.
Conviven mal, diría más de alguien, apuntando a
la brutal matanza de un soldado la semana pasada: sus dos asesinos, que le
propinaron decenas de cuchillazos y llegaron hasta a intentar cortarle la
cabeza, esperaron tranquilos la llegada de la policía, mientras declamaban
vengativos improperios islamistas. Pero hay un millón de musulmanes solo en
Londres, y en su gran mayoría son perfectamente pacíficos: hechos de este tipo
son muy aislados.
Con todo, qué importante, para que no prosperen
fanáticos de ese tipo, que haya en un país instituciones transversales como lo
es la monarquía británica. Instituciones capaces de tender puentes entre toda
la gente de buena fe, sea la que sea su ideología, porque su mirada es hacia el
país en su conjunto; instituciones que por eso logran que queden aislados y
contenidos los fanáticos. Nada más notable, en el caso de Isabel II, que,
justamente, su rigurosa transversalidad. Le han tocado 12 Primeros Ministros,
de los cuales ocho conservadores y cuatro laboristas. Nunca mostró alguna
preferencia por uno de ellos o por algún partido, aun cuando las diferencias
ideológicas eran enormes en el país, como en los años 70. Esa transversalidad,
conjugada con el sentido de deber, ha ayudado a que convivan gentes de
diferentes ideologías, partidos, etnias, religiones, inclinaciones sexuales y
clases sociales.
Cuesta mucho tiempo para que una institución
acumule prestigio, y poco para que lo pierda. La familia real británica no ha
perdido nunca su prestigio, a pesar de los desmanes de algunos de los suyos,
gracias a que su Jefa ha sido siempre de una sola pieza. Es así que ella ha
podido seguir reinando no solo en el Reino Unido, sino también, insólitamente,
en países tan distantes como Australia, Canadá o Nueva Zelanda.
El diluvio
que no fue (por ahora),
por Iván Poduje.
En la era de la “cuña tóxica de Twitter” que
bautizó Patricio Zapata, el reciente temporal fue definido como un verdadero
diluvio que hizo colapsar Santiago en pocas horas, transformando sus calles en
ríos, con tacos interminables y zonas urbanas completamente bajo el agua.
Curiosamente, a dos días de este desastre
bíblico, la ciudad funciona casi normalmente, y la mejor prueba es que el
diluvio salió de la agenda y quedó relegado al tercer bloque de los
noticiarios, que se han concentrado en el drama de los damnificados de
campamentos, que nuevamente fueron los más afectados.
Algunas autoridades han querido sacar cuentas
alegres de esta situación, felicitándose por su decisión de limpiar sumideros o
suspender las clases. Incluso hemos visto declaraciones rimbombantes que
anuncian que Santiago está mucho mejor preparado que hace cuatro años para
resistir estos embates de la naturaleza.
La realidad es muy distinta, ya que el buen
comportamiento que experimentó la ciudad no se explica por el retiro de hojas o
la construcción de diques artesanales con sacos de arena. La verdadera historia
se remonta al 2001, cuando el MOP
decidió aprovechar la construcción de las autopistas concesionadas para
ejecutar 130 kilómetros de colectores primarios definidos en su Plan Maestro de
Aguas Lluvias.
Esta decisión clave, y prácticamente
desconocida, permitió invertir US$ 280 millones en colectores estratégicos como
Vespucio-Independencia, Cuatro Oriente, Las Industrias o Colombia, y sirvió
para entubar o reforzar canales que solían desbordarse en las periferias norte
y sur. Gracias a ello se redujo la vulnerabilidad de 10 comunas, beneficiando a
dos millones de habitantes.
Otro hito fue la intervención del Zanjón de la
Aguada, un cauce que solía dejar estragos en la zona centro sur, y que en este
temporal funcionó sin problemas gracias a su canalización, la construcción de
un colector interceptor de aguas servidas y la primera etapa de un parque
inundable. Pese a estos avances, Santiago no está inmune a futuros eventos críticos,
ya que la ciudad seguirá creciendo y su Plan Maestro de Aguas Lluvias sigue
incompleto, sin que existan concesiones urbanas para acelerar su marcha.
Más atrasada está la red secundaria a cargo del
Serviu, un organismo que además deberá fiscalizar con más rigor los diseños de
nudos viales, loteos y avenidas que se inundaron en pocos minutos.
La situación en Regiones es preocupante. En el
Gran Valparaíso, por ejemplo, el avance del Plan Maestro de Aguas Lluvias ha
sido marginal y el riesgo de inundación sigue latente en siete puntos
identificados por el profesor Luis Alvarez, y que incluyen los esteros de
Reñaca y Viña del Mar, que en temporales pasados ya generaron enormes pérdidas
económicas y humanas.
Lamentablemente los temporales ocurren cada cinco
años, lo que genera un incentivo perverso para organizar campañas para
recolectar colchones o ayudar a personas en “situación de calle”, pero no para
implementar planes de largo plazo como sucedió con los colectores de aguas
lluvias de las concesiones viales. Hasta ahora Santiago ha girado a cuenta de
estas obras, pero no es claro cuánto durará esa cuerda.
PC y
Bachelet: Lo que ganan y lo que arriesgan.
Aunque recién ayer comenzó el período de propaganda legal para las
primarias, ya se perfilaron en los días previos rasgos que pueden terminar
marcando toda la contienda electoral 2013. A la luz de lo visto, se delinea un
escenario polarizado y de alta confrontación entre los principales bloques, con
profusión de acusaciones y temas poco agradables para uno u otro ocupando la
agenda, desde las prematuras denuncias de intervención electoral lanzadas por el
comando de Bachelet (y respondidas con dureza por el Gobierno) hasta nuevos
enfrentamientos a raíz de las vergonzosas irregularidades en la entrega de
beneficios para exonerados políticos.
Y, junto a eso, aun cuando se trate de
situaciones aisladas, resulta inquietante que en días seguidos dos de los
candidatos Presidenciales hayan sido objeto de funas y ataques físicos. Ello
habla de una crispación, por cierto vinculada a temas (su rol en la Ley de
Pesca en el caso de Pablo Longueira; su manejo del tema educacional, en el de
Michelle Bachelet) y a grupos muy específicos, pero cuyos efectos, de
agudizarse, pueden ser altamente nocivos.
La agresión a Bachelet, sin embargo, aparte de
repudiable, tiene otra arista, al dar cuenta, una vez más, de su compleja
relación con el movimiento estudiantil. Sugerente es que el episodio haya
ocurrido un día después de que ella recibiera formalmente el apoyo del Partido
Comunista en su candidatura. Dicho respaldo, aparte de lo que pueda significar
en votos —dudoso es que realmente los necesite para una primaria en la que
todas las encuestas la muestran arrasando— o capacidad movilizadora, es tal vez
mucho más relevante desde otra perspectiva: el peso que ostenta esa
colectividad dentro del movimiento social; en particular en dos de sus
vertientes, el sindicalismo y las federaciones de estudiantes. Como han
advertido analistas, la apuesta de Bachelet por una «nueva mayoría» —cuya
expresión más significativa es precisamente la incorporación de los comunistas—
parece apuntar, por una parte, a conformar una lista Parlamentaria potente, con
reales opciones de controlar el Congreso, pero también, por otra, a asegurar la
Gobernabilidad social de una eventual administración suya. Es allí, en la
relación con «la calle», donde el aporte del PC resultaría insustituible.
El punto es que, pese a su presencia y a contar
con algunas de las figuras más emblemáticas (partiendo por Camila Vallejo), la
colectividad está lejos de monopolizar el movimiento social. Ello ha quedado
claro en las elecciones estudiantiles, con el avance de grupos autonomistas y
de ultras que han crecido precisamente a partir de la crítica al PC por su
acercamiento a la Concertación. No obstante todos los gestos que la ex
Mandatario les ha prodigado, esos sectores no creen en su proyecto: la ven como
una reformista comprometida con cambios dentro del sistema, no con su
reemplazo.
Para los comunistas, el pacto con Bachelet
viene a culminar el proceso de retorno a los espacios institucionales de poder
impulsado por Guillermo Teillier. Se trata de un cambio tan profundo como para
haber generado controversia interna, filtración de las disidencias hacia el
exterior y hasta episodios inéditos de indisciplina (el caso de las JJ.CC. en
Osorno). Aparte de ello, es difícil que lo decidido no les signifique costos
dentro de la izquierda, similares a los que en su momento debió pagar el PS por
actuar como fuerza de contención en los Gobiernos concertacionistas. Es
probable que incluso la imagen de Vallejo, gran activo del PC, sufra algún
deterioro, al contrastar la posición actual de su partido con anteriores y
duras declaraciones de ella respecto de Bachelet, o al aparecer además la
colectividad pidiendo cupo y protección para su figura. La ambigüedad que
siguen mostrando los comunistas respecto de cómo equilibrarían la integración a
un eventual Gobierno con su actuación en el movimiento social (la idea de un
pie en el Gobierno y otro en la calle) da cuenta de esas tensiones.
Los otros. La DC ha reaccionado al entendimiento
Bachelet-PC señalándolo como una oportunidad para que la candidatura de Claudio
Orrego ocupe los espacios del centro político que quedarían ahora descubiertos.
Tal análisis puede tener sustento, si bien lo que es válido para Orrego también
lo es para Andrés Velasco, su gran competidor en ese segmento. Una mirada más
amplia, sin embargo, no podría obviar los problemas de fondo que plantea el tema
para los democratacristianos: cuando todo indica que Bachelet ganará la
primaria, la perspectiva a la que se enfrentan los falangistas es la de quedar
casados (o quizás cazados) —más allá de su voluntad y declaraciones— en un
mismo pacto de Gobierno con el PC. Ello supone contradicciones doctrinarias,
problemas en la relación con sus aliados internacionales y el riesgo práctico
de generar —pese a la transversalidad de la figura de Bachelet— una fuga de
votos centristas desde la Concertación, fenómeno del cual la primera víctima
sería la propia DC.
La posibilidad de tal escenario vuelve más
relevante la discusión programática opositora (que se agudiza ahora con las
propuestas concretas para una asamblea constituyente) como factor de moderación
o radicalidad, pero además abre una interrogante al otro lado del espectro:
¿Tendrán la Alianza y sus dos candidatos en carrera capacidad para sacar
provecho de un cuadro como ése?
Consejo de
Integración Social de Chile y del Perú.
Con una agenda precisa, acciones concretas y
una metodología para próximos encuentros, culminó el Consejo para Integración
Social (CIS) entre Chile y Perú. Participaron los dos Cancilleres y 16 Ministros
a cargo de los programas sociales en ambos países. El propósito del CIS es la
cooperación en las políticas públicas sociales, a fin de promover la
integración y el desarrollo de ambos pueblos y de sus migrantes. Ambas Cancillerías
asignaron prioridad y trascendencia al encuentro, cuya institucionalización
continuará con reuniones bienales a nivel Ministerial, y de técnicos, cada año.
Esta reunión confirma la capacidad de
articulación de las Cancillerías y el amplio espacio para la cooperación y
experiencias compartidas en el plano del desarrollo y la inclusión social, con
énfasis en justicia, salud, educación, vivienda, género y población.
Especial atención se brindó a las condiciones
de los inmigrantes e intercambios estudiantiles y académicos, a cuyo respecto
surge nuevamente la urgencia de una reforma profunda de nuestra anacrónica
institucionalidad migratoria, que permita aprovechar el potencial de la
inmigración y, en particular, el ingreso fluido de extranjeros calificados para
el emprendimiento y el ejercicio profesional y técnico. La ausencia de
procedimientos expeditos para la convalidación de títulos y estudios, la
carencia de programas para la integración de extranjeros residentes,
especialmente de los vulnerables y marginados, y la inflexibilidad y dilación
de las visas de trabajo, crean condiciones propicias para el trabajo ilegal, el
abuso y la discriminación en contra de los inmigrantes. Asimismo, la rigidez de
la Legislación sobre la expulsión de extranjeros transgresores de la Ley penal
favorece los crímenes transnacionales, el narcotráfico y la criminalidad.
En la declaración de clausura, los Ministros
participantes en el CIS ratificaron la firme convicción de sus Gobiernos en
cuanto a que la conclusión del proceso sobre delimitación marítima que se sigue
ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya se dará en un marco de
confianza mutua, como expresión de la madurez de las relaciones entre Chile y
Perú, y en tal sentido reiteraron el compromiso de sus presidentes de respetar
el fallo de la Corte.
El eficiente funcionamiento del CIS es otra
demostración del progreso en las relaciones entre Chile y Perú, y apunta a la
base de las mismas: contribuir con medidas concretas a la correcta convivencia
y a las legítimas aspiraciones de bienestar e integración de ambos pueblos.
Los Municipios
ante una nueva ciudadanía.
Puede atribuirse al aumento en el ingreso, o a
los mayores niveles de educación, o a la creciente interconectividad que
permiten las tecnologías de la información, o a una mezcla de todo lo anterior,
más otros elementos. Lo concreto es que la ciudadanía de hoy no es la misma de
hace solo unos pocos años.
Sean los estudiantes escolares y universitarios
que demandan mejoras en la educación, o los consumidores que exigen sus
derechos y un trato no abusivo por parte de las empresas, o las comunidades que
alzan la voz frente a actividades que estiman lesivas para su entorno -el
listado es interminable-, el denominador común es este: una ciudadanía más
empoderada, más exigente, menos dispuesta a conformarse con el actual estado de
cosas.
Este fenómeno puede ser visto con temor por
muchos, porque altera el statu quo y crea desequilibrio. Pero también
constituye una energía movilizadora que, bien canalizada, debería ser fuente de
progreso para el país. El desafío radica precisamente en darle un cauce
institucional apropiado, conteniendo excesos y orientando potenciales, y son
las dirigencias políticas las llamadas a cumplir ese papel, que hasta ahora les
ha costado comprender, aceptar y asumir.
En un Estado unitario y centralista como el
chileno, las autoridades políticas nacionales son claves, pero cada vez más
insuficientes. Si el poder ciudadano se ha descentralizado, el de las
autoridades mal puede mantenerse inmutable. Parece claro que los Municipios deberían cobrar cada vez más
protagonismo, en su función de instancias capaces de encauzar las expectativas
ciudadanas y de darles respuesta eficaz, que es algo muy distinto de ser meras
cajas de resonancia de las mismas, en cuyo caso llegan potenciadas al nivel
central.
El ordenamiento administrativo chileno en el
nivel de base ha tenido numerosos cambios y se han intentado múltiples
experimentos desde el origen de la República. Hasta fines de la década de 1960,
el Municipio en Chile se movía en un ámbito muy reducido de funciones y en una
total dependencia de los recursos centrales. Eso cambió durante la primera
mitad del Gobierno Militar, cuando se ampliaron sustancialmente sus
competencias y se transfirieron mayores recursos desde el nivel central al Municipal.
En los años 80 se inició una migración masiva hacia ellos de la educación
pública primaria y secundaria, así como de la mayor parte de los
establecimientos de salud primaria, y comenzó la participación de los Municipios
en la política social, con la focalización de subsidios monetarios mediante la
aplicación de la ficha CAS. Desde 1990, con el advenimiento de la democracia,
sobrevino una nueva etapa de cambios en la institucionalidad Municipal. La Ley
Orgánica Constitucional de Municipalidades de 1992 reintrodujo la elección
democrática de Alcaldes y Concejales, y cuando menos tres reformas importantes
a la Ley de Rentas Municipales han permitido un aumento en los fondos Municipales.
Con todo, esos cambios estructurales no han
sido suficientes para modelar el nuevo rol de mayor eficacia que los Municipios
y sus autoridades están llamados a desempeñar actualmente. El Gobierno central
sigue tomando decisiones e involucrándose en asuntos que deberían quedar en el
ámbito local -los llamados a suspender las clases en sus escuelas, por ejemplo,
podrían ser de competencia Municipal, y no del Ministerio de Educación, como
ocurrió esta semana-. A su vez, los Alcaldes se inclinan a imputar al Gobierno
de turno la responsabilidad por los problemas que denuncian sus vecinos, sin
asumir la propia. Pero, al mismo tiempo, ellos están sujetos a perentorias
exigencias en materia de seguridad pública, a cuyo respecto carecen totalmente
de atribuciones. Las propuestas programáticas de los candidatos Presidenciales
deberían contemplar necesariamente sus fórmulas precisas para modernizar
nuestra institucionalidad local, que cada día se ve más exigida -y sobrepasada-
por la realidad nacional contemporánea.
La OEA y la
estrategia para enfrentar las drogas.
Dando cumplimientomandato emanado en la última Asamblea
General del organismo, la Secretaría General de la OEA ha presentado un extenso
informe donde hace un diagnóstico y presenta escenarios posibles para abordar
el problema de las drogas y el narcotráfico en el hemisferio. Aunque se trata
de un texto que no realiza recomendaciones específicas, sino que más bien
describe situaciones y vías posibles para enfrentarlas, tiene la virtud de
poner en la palestra un tema de amplia relevancia que debe ser objetivo de
discusión entre las naciones del continente y al interior de cada país.
“El problema de las drogas en las Américas”
está dividido en dos partes. La primera realiza un diagnóstico de la situación
en la región, mientras que la segunda introduce cuatro escenarios probables,
según sean los cursos de acción seguidos. Como señala el Secretario General de
la OEA en el texto, un estudio de esta naturaleza se hacía necesario debido a
la violencia asociada a la producción y el tráfico de drogas, los cambios en
los patrones de consumo y la creciente prevalencia de éste y el aumento de la
presión que esto significa sobre los sistemas de salud. Producto de que un
documento como éste siempre es fruto de intensas negociaciones entre grupos y
personas con visiones muy diferentes, “El problema de las drogas en las
Américas” tiene un tono más bien expositivo que se limita a subrayar las
ventajas y las desventajas de distintas políticas y opciones disponibles.
En el último tiempo se han venido escuchando en
la región voces que piden reconsiderar la estrategia utilizada desde hace
décadas para enfrentar el problema de las drogas. Este enfoque ha estado basado
en la prohibición y la regulación, acompañadas de los medios para ponerlas en
práctica. Aunque es innegable que en muchos lugares esta política ha dado
resultados positivos -por ejemplo, en EE.UU. ha disminuido con fuerza el
consumo de la cocaína-, también parece innegable que en otros países se ha
generado violencia derivada de una
delincuencia que parece estar fuera de control. Los críticos de la “guerra
contra las drogas” reclaman una reorientación de la estrategia, promoviendo la
despenalización del consumo (la cual ya existe en varias naciones, Chile
incluido) o la legalización de algunas drogas, en especial de la marihuana. Sin
embargo, tampoco es claro cuáles pueden ser las consecuencias prácticas de
medidas de este tipo.
Como éste es un debate prolongado que no
encuentra puntos de contacto entre las partes en discusión y que depende de
decisiones coordinadas entre naciones -realidad que hoy está lejos de
verificarse-, quizás lo más oportuno para avanzar en el tema sea plantear las
interrogantes desde otra perspectiva. El informe se pregunta por qué medidas
similares surten efectos distintos en diferentes países. La respuesta parece
estar en el nivel de institucionalización de las sociedades. Aquellas que
cuentan con instituciones sólidas, capaces de contener los excesos de las
autoridades y los grupos de interés, protegiendo los derechos de sus
ciudadanos, tienen mayores posibilidades de enfrentar con éxito a las mafias
narcotraficantes y de crear políticas de prevención y contención más eficaces.
De esta forma, un camino seguro para enfrentar con éxito al narcotráfico y el
consumo es fortalecer la democracia y el Estado de Derecho en la región.
Chile como
plataforma financiera.
Convertir a Chile en la plataforma financiera
de América Latina es una larga aspiración que data de inicios de la década
pasada. Tras una sucesión de reformas al mercado de capitales, los últimos Gobiernos
han avanzado lenta pero decididamente, aunque el último paso ha demorado más de
lo previsto. Desde su ingreso al Congreso en octubre de 2011, recién este mes
la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de Ley sobre administración de fondos
de terceros y carteras individuales, más conocida como Ley Única de Fondos.
Una de las bondades del proyecto que ahora
estudia el Senado es unificar y simplificar la Legislación que regula a los
fondos de inversión, mutuos y privados, sentando un marco jurídico que iguala
la inversión en estos instrumentos con las sociedades anónimas. Pero su mayor
aporte se concentra en las modificaciones tributarias, orientadas especialmente
a atraer a los inversionistas extranjeros. La nueva Ley los exoneraría del pago
del IVA por las comisiones a las administradoras de los fondos, y quedarían
exentas las inversiones en aquellos que inviertan el 80% de su capital en
instrumentos extranjeros, sin importar la distribución del monto del capital
restante. Estas dos medidas buscan atraer capital extranjero a los fondos de
inversión internacionales creados por operadores chilenos. En las actuales
condiciones tributarias, administradoras de fondos locales han optado por
migrar a otros países con mejores incentivos tributarios, como Luxemburgo, para
ofrecer estos fondos y captar capitales no chilenos.
Chile es un mercado pequeño que, además,
colinda con uno enorme, São Paulo, reconocido hasta ahora como el centro
financiero de Sudamérica. Sin embargo, la especialización alcanzada por los
operadores locales, la seguridad jurídica, la fortaleza institucional y
macroeconómica del país, elevan su atractivo para los inversionistas. En el
último ranking de Desarrollo Financiero del Foro Económico Mundial, Chile
calificó 29° entre 62 países, con el mejor puntaje en América Latina. En
factores como estabilidad financiera, incluso, supera a Hong Kong y Canadá.
En cambio, calificó muy bajo en todo lo
vinculado precisamente con el desarrollo de su industria financiera. Si bien se
destacan la solidez de su banca y el marco regulatorio de su mercado de
capitales, se cuestiona la penetración y variedad de los servicios que ofrecen
bancos y firmas no bancarias (corredoras, aseguradoras y similares). Las
medidas previstas en la Ley Única de Fondos ayudarían a mejorar estos factores,
al atraer más capitales que permitan profundizar el mercado, haciendo, a la
vez, más interesante una mayor oferta de productos y servicios.
Esta Ley también podría tener consecuencias
directas sobre la "economía real", pues no solo facilitaría que los
inversionistas traigan su dinero al país para invertir en fondos con exposición
a instrumentos extranjeros, sino que también aumentaría el atractivo de
instrumentos nacionales. Así, los inversionistas extranjeros pagarían un
impuesto único de 10% a las utilidades en fondos que inviertan en activos
locales; además, sus inversiones en renta fija local quedarían exentas de
tributación a las utilidades. Especialmente este último punto podría aumentar
la liquidez del mercado de deuda local, facilitando el financiamiento de las
empresas grandes, medianas y pequeñas.
El desarrollo de una industria de servicios
financieros ha probado ser factor importante en la notable evolución económica
de países como Inglaterra y Singapur. Sin embargo, tras la última crisis
financiera, casos como los de Irlanda, España o Islandia recuerdan la necesidad
de que este desarrollo vaya aparejado con una regulación adecuada. Cuidando de
no sobrerregular, Chile está en buen pie para impulsar una industria que, según
cálculos de las AFP, podría atraer unos 10 mil millones de dólares en la
próxima década.
Armas para
Siria.
La guerra civil por la que atraviesa Siria
podría entrar a una nueva fase, luego de la decisión de la Unión Europea de no
renovar el embargo de armas contra las partes en conflicto en ese país del
Medio Oriente. La decisión amenaza con generar una intensificación de los
combates, en especial luego de que Rusia -aliado del régimen del Presidente
Bashar Assad- señalara que proveerá misiles a Damasco, lo cual, a su vez,
provocó una airada reacción de Israel.
La determinación de la Unión Europea no debe
ser entendida como muestra de consenso al interior del conglomerado, sino más
bien todo lo contrario. La falta de acuerdo entre el bloque liderado por Gran
Bretaña y Francia -favorable a entregar armamento a los rebeldes- y el sector
integrado por Alemania, Holanda, Suecia, Austria y la República Checa fue la
que impidió la renovación del embargo, cuya vigencia expira el 31 de mayo.
Ahora es esperable que se intensifiquen los enfrentamientos en terreno, aunque
difícilmente ello lleve a su conclusión al conflicto iniciado hace dos años,
pues el Gobierno también accederá a material bélico.
El hecho de que Siria tenga a su disposición
misiles S-300 de fabricación rusa inquieta a Israel. No sólo porque con ellos
Assad podría atacarlo, sino también porque, de vencer los rebeldes, los cohetes
podrían caer en manos de grupos ligados a Al Qaeda que integran las fuerzas
insurrectas. La presencia de este tipo de facciones entre las filas
revolucionarias preocupa también a Estados Unidos, país que ha conservado una
prudente distancia de los hechos en Siria, en especial luego de advertir que en
muchos lugares, la inicialmente celebrada “primavera árabe” ha dado pie al
surgimiento de Gobiernos liderados por sectores fundamentalistas hostiles a
Occidente.
Una carta corta, pero, de gran sabiduría.
Señor Director:
Reforma a la Constitución.
Se argumenta que nuestra Constitución -que
lleva la firma del ex Presidente Lagos- carece de "legitimidad de
origen". Puede ser, pero observando nuestro vecindario, me queda claro que
las asambleas constituyentes carecen de legitimidad de cordura.
Gabriel Guiloff.
SE DICE QUE
LOS COMUNISTAS HAN CAMBIADO, PARA VER QUE NO ES CIERTO BASTA LEER LAS
CONDOLENCIAS ENVIADAS A COREA DEL NORTE POR LA MUERTE DEL FEROZ TIRANO KIM JONG
II.
Santiago de Chile, Diciembre de 2011.
Camarada Kim Jong Un, República Popular
Democrática de Corea. El Partido Comunista de Chile expresa al pueblo de la
República Popular Democrática de Corea, al Partido del Trabajo y en particular
a Usted y su familia nuestras condolencias por el fallecimiento del compañero Kim
Jong Il.
En este momento de dolor para los trabajadores
y todo el pueblo de la República Popular Democrática de Corea, el Partido
Comunista de Chile está convencido que la lucha por la construcción de una
próspera sociedad socialista, por la reunificación del país, la defensa de los
intereses del pueblo coreano en contra de las maniobras del imperialismo
norteamericano continuarán siendo impulsadas firmemente por quien lo reemplace
en los cargos de la dirección del Partido y el Estado.
PARTIDO COMUNISTA DE
CHILE.
Guillermo Teillier del
Valle, Presidente. Partido Comunista de Chile.
Carlos Insunza Rojas,
Encargado de Relaciones Internacionales. Partido Comunista de Chile.
Pueblos bien
informados
difícilmente son engañados.