El cobre cerró con fuerte descenso tras datos
de contracción manufacturera en China, el metal rojo
se tranzó en
US$ 3,30465 por libra en la Bolsa de Metales de Londres, con una baja de
2,60%. |
Balanza comercial chilena acumula superávit
de US$ 242 millones en la primera quincena de mayo,
la cifra se explica por exportaciones por US$ 3.141
millones e importaciones por US$ 2.899 millones. |
Bolsas del mundo cerraron con caídas,
ligeras en América, muy fuertes en Europa y Asia, desastrosas
en Japón, provocadas por la
preocupación de los mercados por la salud de la economía china. |
Terminando su
Gobierno y sigue acelerando,
por Sergio Melnick.
El último discurso del 21 de mayo de Piñera fue
abrumador en la cuenta de su gestión. Levanta un nuevo estándar en Chile de lo
que un Gobierno es capaz de realizar en cuatro años. Por cierto reconoce
errores, pero, ¿qué Gobierno no los tiene? Para el breve tiempo, los resultados
son impresionantes. Así, un Gobierno de derecha ha demostrado elocuentemente
ser tanto mejor que la izquierda en logros sociales y económicos a la vez. Más
notable aún, a nueve meses del término, el Presidente sigue acelerando su
agenda con nuevas iniciativas y propuestas.
Partamos por algunos de los logros. Crecimiento
económico, la madre de todas las batallas, por sobre América Latina y el mundo,
en época de crisis mundial muy grave, con creación de 800 mil nuevos empleos.
Aumento de salarios de 10% real. Restitución del nivel del fondo del cobre que
bajaron a la mitad Velasco-Bachelet. Protección al consumidor y Sernac
financiero. Una reconstrucción histórica del 96%. Aumento de la inversión y
productividad, que habían empezado a caer entre 2006-9. Restitución del 7% de
salud a los jubilados, posnatal de seis meses, disminución de la pobreza y
desigualdad (que habían aumentado en el período anterior), creación del
Ministerio de Desarrollo Social, ingreso ético familiar con incentivos al
esfuerzo. Nueva Ley de Pesca, bono Bodas de Oro, 60 liceos de excelencia,
reforma al estatuto docente, becas de excelencia a estudiantes de pedagogía,
US$ 14.000 millones en educación (50% de aumento en cuatro años). Término de
colas Auge y aumento de patologías incluidas. Mayor eficiencia Legislativa,
voto voluntario, inscripción automática. Se ha triplicado el número de becas a
educación superior y reducido la tasa de interés a los créditos. Ley de
Tolerancia Cero al alcohol, Ley Antidiscriminación y de comida chatarra.
Reforma tributaria. Teatros y estadios Regionales. Subsidio habitacional a la
clase media. Defensa a las víctimas de delincuencia. 170.000 nuevas empresas.
Aumento del royalty minero. Creación de empresas en un día. Reducción del
impuesto de timbres y estampillas. Aumento de 10 mil Carabineros y mil PDI.
Registro nacional de prófugos. Rescate de los mineros. Chileatiende y la
ventanilla única. Reestructuración de la Onemi, ProChile y Ministerio de
Defensa. Portabilidad numérica y aprobación de dos líneas más para el Metro.
Estabilización de EFE y nuevo Metrotrén. Nueva institucionalidad ambiental. Mas
hospitales, 48 nuevos consultorios, 60 más en camino. Simplemente
impresionante.
Pero Piñera no para: su Gobierno impone así un
nuevo estándar a la forma de Gobernar y sigue avanzando con sus iniciativas. En
este discurso nos cuenta de las propuestas para los meses que le quedan, como
bono de maternidad por el tercer hijo o más, nuevo apoyo (duplicación) en los
tratamientos por infertilidad de la red pública, reforma al sistema
capacitación de trabajadores, interconexión de sistemas eléctricos, carretera
eléctrica, TV digital, kínder obligatorio y gratuito, modernización de la
Contraloría, 43 hospitales en construcción (seis veces más que en los últimos
10 años), concesiones en obras públicas por US$ 7.000 millones, licitación del
puente Chacao, avance de la carretera austral, Subsecretaría de Educación
Superior. Agrega a lo anterior el apoyo a la atención dental a niños entre 12 y
18 años con libre elección. Nueva Ley que tipifique el delito de insulto a
Carabineros y penas por maltrato. Obras portuarias que doblan capacidad.
Revisar institucionalidad y medición más exigente de la pobreza. Nuevo
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, orientado a la potencia
agroalimentaria. Nunca vimos un gobierno que a pocos meses de terminar su
período siguiera acelerando con este ímpetu.
Ningún Gobierno es perfecto. La pregunta es
cuál es su legado. Para mí es claro y contundente: un nuevo estándar de Gobierno
en resultados posibles en cuatro años. Los Gobiernos del futuro tendrán este
nuevo estándar como referencia y eso es muy positivo para nuestro país. Sí se
puede avanzar con un Parlamento en contra, sí se puede crecer con el mundo en
crisis económica, sí se puede tener un Gabinete más técnico y profesional, sí
se puede crear un millón de empleos en 5 años, sí se puede aumentar la
inversión y productividad, sí se puede crear una empresa en un día, sí se puede
tener ingreso ético familiar, sí se puede modificar el estatuto docente, sí se
puede mejorar en educación. La oposición tiene razón en estar preocupada por un
Piñera 2018.
El límite de
la paciencia,
por Juan Ignacio Brito.
En Venezuela, un Gobierno que por años se
justificó afirmando que era legítimo porque ganaba elección tras elección, hoy
enfrenta acusaciones de fraude que hacen aún más indefendibles los sostenidos
atropellos sobre los que ha construido su permanencia en el poder. En
Argentina, se acumulan las denuncias de corrupción y abusos contra la familia
Kirchner. Y en Bolivia, el Presidente ha decidido pasar por alto la
Constitución que él mismo impuso entre gallos y medianoche al anunciar que
buscará una segunda reelección, pese a que aquélla limita a dos mandatos el
máximo al que puede optar un jefe de Estado.
Todo esto ocurre ante los bostezos indiferentes
de una región que prefiere mirar para el lado. Los pocos que se atreven a denunciar
estas situaciones irregulares reciben a cambio diatribas y descalificaciones. O
pierden su empleo, como parece haberle ocurrido al Canciller peruano luego de
que señalara que la Unasur debía pedir “tolerancia y diálogo” a Caracas.
La lógica del apaciguamiento impera en las Cancillerías
latinoamericanas. La consigna parece ser que no hay problema mientras los Gobiernos
puedan seguir dialogando y las empresas haciendo negocios. Brasil, el país que
reclama un lugar entre las potencias mundiales, prefiere abrazar a Maduro y
Fernández para no perjudicar el acceso de sus exportaciones a Venezuela y
Argentina. Chile, Perú, Colombia y México -cada uno por sus propias razones-
también se hacen los lesos y optan por seguir un camino propio en la Alianza
del Pacífico, imperturbables frente a lo que hagan o digan los Gobiernos
díscolos de América Latina.
¿No sería ya momento de que las críticas a esos
Gobiernos se escucharan más fuerte y más a menudo? ¿No es tiempo de que los
numerosos foros y cumbres regionales no sean utilizados para legitimar a Presidentes
corruptos, sino para criticarlos y sacarlos al pizarrón por sus flagrantes
faltas? ¿No habrá que pasar un mal rato ahora para evitar conflictos mayores
después? ¿No deberían las autoridades de países verdaderamente democráticos
marcar distancia con quienes desprestigian al vecindario?
Quizás todo esto sería posible si se tomara
conciencia de que hacerlo no se trata sólo de una cuestión de principios o de
solidaridad con pueblos que sufren (aunque, en el caso chileno, sería útil
recordar que ésta fue buscada y muy valorada cuando el país vivió
circunstancias difíciles). Hay también
una cuestión de conveniencia en juego. De partida, la imagen de América Latina
entera se ve dañada por la manera de actuar de esos Gobernantes, lo que aleja a
los inversionistas. Asimismo, parece obvio que aceptar sin chistar el bullying
constante de esos países y sus atropellos sólo garantiza que estas conductas se
repetirán e intensificarán.
Como bien lo saben los que el fin de semana
pasado no pudieron viajar en Lan a Argentina, el silencio cómplice tarde o
temprano genera problemas impensados. La experiencia muestra que el escaso
respeto por la Ley, la voluntad de expandir la revolución bolivariana y el
constante uso de la amenaza como mecanismo de acción política que exhiben estos
regímenes constituyen garantía de conflicto.
Toda familia entiende que, en algún minuto, la
estrategia de ignorar a los parientes problemáticos se hace insostenible. Ya es
hora de hacerles sentir la diferencia y denunciar sus malas prácticas.
Acuerdo para
disolver la Editorial Jurídica.
La decisión unánime del Consejo Directivo de la
Editorial Jurídica de Chile en cuanto a disolver el ente parece ser la única
salida viable a la crisis económica y de administración que ella arrastra por
años. Un informe de su propia gerencia general, del 4 de marzo pasado,
calificaba la situación financiera como de "gravedad insostenible".
En 2012 había un saldo negativo de 7.946 millones de pesos, más moras en el
pago de impuestos y deudas con la Tesorería General de la República.
Toda esta situación trajo también consigo una
pérdida de prestigio de la entidad, que llevó, por ejemplo, a que muchos de los
principales autores jurídicos decidieran escribir para otras casas, en gran
parte motivados por la lentitud en obtener una publicación, los crecientes
problemas de distribución y la incerteza del pago de sus derechos.
En los últimos meses, incluso la propia Corte
Suprema había decidido marginarse del Consejo de la Editorial Jurídica, y el
Senado había aprobado un inédito proyecto de acuerdo en el que solicitaba al
Presidente de la República que adoptara las medidas conducentes a su disolución
y para conferir a la Biblioteca del Congreso la facultad exclusiva de editar y
publicar en formato digital los textos oficiales de los Códigos de la
República.
En lo fundamental, el referido acuerdo del Consejo
Directivo plantea la disolución del ente y la designación de un liquidador; que
el sello y nombre de "Editorial Jurídica de Chile" se transfieran a
la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, a la cual se le traspasarán
también el fondo bibliográfico y los derechos de propiedad intelectual; que sea
la Biblioteca del Congreso la que ponga a disposición del público, de manera
gratuita y en formato digital, el texto oficial de la Constitución y de los Códigos
respectivos; que haya una comisión integrada por distintas entidades públicas y
privadas encargada de elaborar los Códigos oficiales, y que el Ministerio de
Justicia pueda licitar las ediciones en papel de los citados textos, entre
otros aspectos.
Habrá que esperar a conocer los detalles del
arreglo alcanzado -que deberán plasmarse en un proyecto de Ley que se enviará
próximamente al Congreso- para emitir un juicio más acabado sobre cada uno de
los puntos de este acuerdo. No obstante, cabe felicitarse por la capacidad de
las partes para enfrentar finalmente una crisis terminal, por dolorosa que ella
haya sido.
La descripción de este cuadro y su desenlace
dan cuenta de que para apoyar la producción científico-jurídica, es más
eficiente que el Estado financie directamente a los autores en proyectos
específicos -lo que hoy se hace, aunque debe profundizarse-, que tener una
editorial que causa cuantiosas pérdidas y que comprometió una enorme deuda en
un ilusorio proyecto de competencia en el exterior.
La OEA se
margina de la aspiración marítima boliviana.
Por primera vez desde 1979 -esto es, 34 años-,
la reclamación marítima boliviana contra Chile no será tratada en la Asamblea
General de la Organización de Estados Americanos. El amplio apoyo obtenido por
la Diplomacia chilena para excluir la recurrente petición vecina forzó a la
Cancillería boliviana a retirar su solicitud. Bolivia prefirió no exponerse al
rechazo de la inclusión, evitando la votación del Consejo Permanente de la OEA
en la sesión preparatoria de su Asamblea, que se celebrará en Guatemala, entre
el 4 y 6 de junio entrante. Así, otra vez ha fracasado el intento boliviano de
distorsionar la jurisdicción internacional y extenderla indebidamente a asuntos
bilaterales y resueltos por tratados internacionales válidamente celebrados y
en plena vigencia.
Previamente a estos acontecimientos, el
Presidente Evo Morales había criticado de modo reiterado e infundado a la OEA
por falta de resultados en el apoyo que le solicitara en su reclamación en
contra de Chile. La falta de respaldo y la persistencia en el tema marítimo
seguramente serán representadas por la delegación de Bolivia en la Asamblea de
Guatemala, con la conocida retórica que merecerá la correspondiente respuesta de
la delegación chilena.
En todos los foros, Chile ha sostenido fundada
y sistemáticamente que la aspiración marítima boliviana es un asunto
estrictamente bilateral, ajeno a la competencia de la OEA y demás organismos
internacionales.
A la permanente posición chilena, se agrega el
hecho de que la demanda boliviana presentada el 24 de abril de este año ante la
Corte Internacional de Justicia impide a Bolivia recurrir a otros foros e
intentar negociaciones directas, buenos oficios, mediaciones y otros mecanismos
de solución pacífica, antes de que se concluya el procedimiento ventilado en la
Corte de La Haya. Así lo reconocen el estatuto de la Corte y la Carta de la
OEA.
Parecería que a Bolivia le fuera indiferente
experimentar los costos de sus erráticas incursiones en las instancias
internacionales y de sus contradictorias acciones Diplomáticas. Este
comportamiento se explica por el inveterado uso de su política exterior y de
las relaciones con Chile como un instrumento de política interna, coincidente
esta vez con la campaña electoral del Presidente Morales para su tercer período
en el mando desde que fue elegido en 2005, y con una huelga de la Central
Obrera Boliviana que se arrastra por más de dos semanas.
La exclusión del tema marítimo afianza la
posición chilena, abre a nuestro país mayores espacios para participar en la
Asamblea de la OEA, facilita concentrar los esfuerzos nacionales en la defensa
ante la demanda de Bolivia en La Haya, y elimina un asunto controvertido y
entorpecedor de otros de verdadero interés hemisférico.
Cartas para
meditar.
Señor Director:
Cuidar las
tradiciones.
La ceremonia en torno al discurso del
Presidente Piñera en el Congreso Nacional, una vez más, fue una fiesta de
nuestra democracia. Da orgullo ser chileno cuando se compara un acontecimiento
como este y la conducta de los que asistieron con lo que ocurre en otros países
de América Latina.
Fue notable ver la dignidad con que se
condujeron el Presidente de la República; los Presidentes de ambas Cámaras del
Congreso; los Parlamentarios de Gobierno y de oposición; los candidatos a la
Presidencia, y los representantes del Cuerpo Diplomático, las Fuerzas Armadas,
las iglesias y del poder civil y judicial, entre otros.
Deberíamos cuidar mucho estas ceremonias y, tal
vez, instaurar la práctica de que asistan a ellas todos los ex Presidentes, no
permitir gritos de los presentes, especialmente del público, rechazar carteles
o manifestaciones corporales de cualquier clase, entre otras conductas, que le
quitan solemnidad a la ocasión. Todos les debemos cariño y respeto a nuestras
ceremonias y tradiciones.
El Palacio de Cerro Castillo también cumple una
función que enaltece a la Presidencia de la República. ¿No habrá llegado la
hora de contar también en Santiago con una casa segura y a la altura de las
funciones y responsabilidades de nuestros futuros Primeros Mandatarios?
Jorge Carey Tagle.
Nuestra
visión:
El Almirante Edmundo González, Comandante en
Jefe de la Armada, asumió toda la
responsabilidad asegurando que “me siento en paz”, sobre las decisiones tomadas
la noche del 27 de febrero de 2010 por el SHOA.
Creemos que es el momento para que la ex
Presidente Michelle Bachelet asuma sus responsabilidades en las medidas que no
se tomaron la fatídica madrugada del 27 F y que costaron vidas de tantos
chilenos.
La sola presencia de la ex Mandatario y su
equipo político en las oficinas de la ONEMI implicaron que asumían el mando en
las operaciones de la emergencia, reemplazando a los funcionarios “técnicos”.
Pensamos que su subrepticia aparición de ayer
en Dichato, donde no se contactó con las víctimas de su irresponsabilidad, para evitar se funada por
la población, es una forma de reconocimiento de su culpabilidad.
Pueblos bien
informados
difícilmente son engañados.