Cobre cerró la jornada con pérdidas tras
débiles datos de China. El metal rojo cayó 0,54%
en la Bolsa de Metales de Londres (LME), al
transarse en US$ 3,33413 la libra.
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¿Cómo
funcionan las primarias?,
por Eugenio Guzmán.
La instauración de sistemas de primarias en
Chile es tal vez uno de los cambios políticos más relevantes de las últimas
décadas. La razón estriba en el hecho de que, por primera vez, existe un marco
legal que las regula y las extiende a todos los ámbitos de elección de
candidatos.
Ahora bien, la negativa de casi todos los
partidos a llevar a cabo primarias legales en el caso de candidaturas Parlamentarias
ha traído consigo fuertes críticas del público en general y particularmente de
quienes serían los afectados por su no realización. Es curioso que exista tal
reacción, tratándose de un sistema voluntario, donde la Ley expresamente
entrega a los partidos la facultad de decidir si se acogen o no a él, y por
tanto la posibilidad de no hacerlas y optar por otros métodos de selección de
candidatos está dentro de las reglas del juego.
Pero, ¿por qué no se llega a puerto en este
tipo de primarias? ¿Qué factores explican la negativa de los partidos? Existen
muchas razones; sin embargo, la experiencia comparada nos entrega algunas
claves. En primer lugar, enfrentamos un tema de práctica histórica. Países como
Estados Unidos, por ejemplo, llevan más de cien años usando este mecanismo de
selección de candidatos. En el caso de Chile, en cambio, su utilización ha sido
incipiente y ad hoc a determinadas circunstancias, y no necesariamente para
generar competencia interna en un partido. En el caso norteamericano, ya eran
empleadas para la elección de candidatos a cargos a nivel local, Estatal y Federal,
mucho antes que para las elecciones Presidenciales. Y es que el proceso por el
cual ellas se fueron extendiendo fue «de abajo hacia arriba» —y no como ha sido
el caso chileno—, con el propósito de desmantelar ciertas máquinas políticas
que impedían la renovación de candidatos y dirigentes, pero también para
mejorar las posibilidades de ganar elecciones frente a competidores de otros
partidos, lo que no se logra necesariamente cuando la selección de candidatos
se hace a puertas cerradas y priman criterios de lealtad y “señorío” más que de
elegibilidad.
Segundo, una característica central de los
sistemas de primarias es que éstas, como lo hemos señalado en otras
oportunidades, operan bajo la lógica de partidos, no de coaliciones. Este rasgo
puede ser crítico. En efecto, al utilizarlas en coaliciones, se le imprime a la
competencia una fisonomía bastante más compleja, puesto que ésta se hace menos
reglada o al menos el resultado tiende a profundizar las diferencias entre los
miembros de dicha coalición. Más aún en el caso de la Concertación, en que un
candidato concentra más del 70% de la adhesión (Bachelet): ello genera
presiones para que ella preste apoyo sólo a los candidatos a Parlamentarios de
su partido, lo que debilita el apoyo de los candidatos de otras colectividades
en la coalición. Adicionalmente, cuando las primarias se hacen simultáneas a
todo nivel —es decir, el mismo día y para todos los cargos a elegir— generan
fuertes incentivos para evitarlas, realizarlas con posterioridad o simplemente
esperar la elección una vez que se tiene un candidato único.
Finalmente, las primarias atraen principalmente
la participación de personas con alto interés en la política e identificación
partidaria más fuerte. Ello implica, entre otras cosas, que los candidatos
incumbentes tienen mayores probabilidades de ser elegidos. Así, por ejemplo, en
los Estados Unidos en las primeras décadas del siglo XX en menos del 25% de las
elecciones primarias a nivel Estatal podría decirse que no hubo competencia
propiamente tal; actualmente es todo lo contrario: no más del 25% exhiben niveles
adecuados de competitividad.
En general, éstos y otros aspectos que por
razones de espacio no han podido ser desarrollados muestran que es posible
abrir espacios de mejoramiento de la Ley, aprendiendo de la experiencia
comparada, lo que permitiría perfeccionar la competencia interna.
Igualdad
versus justicia,
por Gonzalo Müller.
Las elecciones siempre son la respuesta a una
pregunta que se impone durante el proceso electoral. Cada candidato buscará que
sea su pregunta la que se imponga y ser su campaña, sus propuestas y posiciones
la respuesta correcta a esa pregunta. Así vemos que el posicionamiento de los
candidatos y su mensaje van fijando en la mente de los ciudadanos qué es lo que
realmente se va elegir en las elecciones.
La oferta de Bachelet es clara y consistente
con su diagnóstico político: sintonizar con la lógica de poner fin a los abusos
y avanzar hacia la igualdad como valor dentro de la sociedad. Sus dificultades
son igual de obvias como verse en la obligación de responder permanentemente
por su Gobierno y generar credibilidad en posiciones, igualdad y combate de los
abusos, donde su Gobierno no tiene muchos resultados que mostrar.
La
irrupción de Longueira como candidato Presidencial no sólo pone fin al clima de
agresiones y divisiones que las críticas de Andrés Allamand sobre Laurence
Golborne habían generado en el oficialismo y que amenazaban con terminar con
cualquier opción electoral con miras a las Presidenciales, asunto que llegó a
preocupar al propio Gobierno. También redefine la competencia electoral, tanto
hacia el interior de la Alianza como hacia la principal carta opositora.
Longueira encarna un liderazgo sustantivo
dentro de la centroderecha chilena, con una especial identificación con la
derecha popular, término que describe la permanente labor de la UDI de
incorporar a su electorado a ciudadanos provenientes de sectores populares y de
clase media, quienes no se vinculaban con la derecha tradicional.
Así, el enfrentamiento entre Longueira y
Allamand no es sólo electoral, sino que es de fondo y es sobre la hegemonía y
liderazgo para conducir la centroderecha en los próximos años. Sus visiones de
hacia dónde debe avanzar la Alianza los diferencia con claridad. La apuesta
permanente del ex Ministro de Defensa ha sido la pretensión de acercarse al
centro político en una lógica dominada por el eje izquierda-derecha, y la del
líder de la UDI, que es acercarse al centro social, donde una nueva clase media
emergente habita, alejada y ajena a las definiciones políticas, pero muy
sensible a los cambios económicos y sociales.
Longueira acierta en apuntar a la necesidad de
seguir ampliando los límites electorales de la Alianza, único camino para
reconstruir la mayoría que llevó a Sebastián Piñera a La Moneda; más aún cuando
lo hace hacia un sector despolitizado y que cree más en el testimonio de vida
que en los discursos. En eso, su paso por el Ministerio de Economía y la
cercanía con la defensa de los consumidores le da una credibilidad importante.
Frente a una Concertación -y su candidata- que
enarbolan las banderas de la igualdad, el postulante de la UDI responde
con las de la justicia. Su eslogan “Por
un Chile más justo” resume la aspiración de miles de chilenos que sienten
merecer un mejor trato de parte del Estado y de las empresas, que merecen una
educación de calidad y una atención de salud digna. Esa será la pregunta que
los chilenos deberemos responder en primarias y luego en noviembre: si queremos
más igualdad o más justicia, definiciones de fondo de hacia dónde avanzaremos
como país.
¿Nadine al
poder?
por Tamara Avetikian.
Es joven, inteligente y buenamoza; con un tipo
andino delicado, una elegancia innata y una elocuencia que le permite transitar
fácilmente por los meandros políticos. Ella dice que no se trata de eso, que lo
suyo es lo social. Que solo ayuda a su marido a sacar adelante las iniciativas
que mejoren la vida de los peruanos más pobres.
Nadine Heredia es de sonrisa fácil y decisiones
firmes. Quienes la conocen y la quieren creen que le ha hecho muy bien a
Ollanta Humala en su gestión Presidencial, que posee ideas claras y sabe
plantearlas. Los que "no le tienen buena" dicen que es mandona, da
órdenes a los Ministros y maneja los hilos del poder; que es voluntariosa y
está empeñada en ser candidata Presidencial, para lo cual usa
"descaradamente" los recursos del Estado.
Ella parece una excelente candidata, es cierto,
pero es preocupante que otro país de la región, como lo hizo Argentina con los
Kirchner, se embarque en aventuras de continuismo conyugal que van en contra de
las Leyes y las costumbres. En Perú, hasta 1993 no se permitía un segundo
período de Gobierno. En 2000, luego del trauma fujimorista, se volvió a
prohibir. Antes se había impedido por Ley la elección de familiares cercanos al
Presidente. El debate es que la Constitución no lo prohíbe, pero el Gobierno ha
dicho que no presentará proyecto de Ley que habilite a Nadine. La oposición no
se lo cree y está en plena cruzada para impedirlo. El más motivado es Alan
García, quien vería afectadas sus perspectivas para volver a reelegirse en
2016.
Nadine ha afirmado que no está en campaña, que
el tema de su candidatura Presidencial no lo ha puesto ella, que "la
promoción viene de otros sectores", apuntando a aquellos interesados en
perjudicar al Presidente, mucho menos popular que su mujer. Con más del 60% de
aprobación, ella claramente se empina como una buena carta para el oficialismo.
Pero ¿estará preparada para Gobernar? Siempre ha sido una política activa,
cofundadora con Ollanta del Partido Nacionalista, tiene una licenciatura en
Comunicaciones y un posgrado en Sociología. Sobre su ideología, hay
incertidumbre. Muchos decían que era más izquierdista y nacionalista que
Humala, pero parece pragmática y ha apoyado la política económica que da tan
buenos resultados en Perú.
Con 36 años, Nadine puede esperar su momento, y
no presentarse en 2016, sino en las elecciones siguientes. Mientras tanto,
aunque ella diga que "no está en su agenda", muchos piensan que
podría ser la próxima Alcaldesa de Lima. No parece una mala idea, si bien con
ello, como me dice un amigo limeño, "se expone a muchos riesgos" y a
perder parte de su capital político.
Para mi gusto, las primeras damas no son buenas
sucesoras de un Presidente. El caso más claro es Cristina. Y aunque Hillary
Clinton podría ser un contraejemplo, no estoy convencida de que sea una opción
acertada para Estados Unidos.
Elección
directa de Consejeros Regionales.
Nuevamente se ha dilatado la tramitación del
proyecto de Ley sobre elección de los Consejeros Regionales. En octubre de
2009, una reforma Constitucional tramitada durante seis años y aprobada por
amplísima mayoría dispuso la elección directa de ellos, actualmente elegidos en
forma indirecta por los Concejales de los Municipios de la Región respectiva.
Se buscó fortalecer la democracia, la participación ciudadana y la
regionalización. Quedó pendiente el sistema electoral aplicable para estos
cargos. El proyecto considera elegir a los Consejeros mediante una fórmula
proporcional, similar a la vigente para los Concejales.
La idea original fue que dicha elección se
realizara en conjunto con la de Alcaldes y Concejales en octubre de 2012. Como
eso no fue posible, todos los sectores políticos convinieron en prorrogar el
mandato de los Consejeros Regionales hasta marzo de 2014, con el compromiso de
que su primera elección popular se realizaría el 17 de noviembre de 2013, en
conjunto con la Presidencial y Parlamentaria. Una norma transitoria dispuso que
la Ley correspondiente debiera estar publicada a más tardar el 20 de julio del
presente año.
De no materializarse dicha elección en los
plazos previstos, quedará incumplido el mandato Constitucional -como también
ocurrió con las Asambleas Provinciales en la Constitución de 1925-, se afectará
gravemente la gestión de los Gobiernos Regionales, y surgiría un vacío legal que
impedirá el financiamiento y la ejecución de los planes regionales. Corresponde
a los Consejeros Regionales, entre otras atribuciones, acordar la disposición
de los recursos asignados por el Fondo de Desarrollo Regional; decidir la
estrategia y proyectos de desarrollo de la respectiva Región, y aprobar los
instrumentos de planificación territorial y los planes reguladores Comunales.
Nada de lo anterior parece preocupar a los Senadores
(incluido un ex Presidente de la República) que solicitaron una segunda
discusión del proyecto aprobado por la Cámara y que incide en los Gobiernos de
las Regiones que representan, algunas de las cuales ya han realizado explosivas
manifestaciones en contra del ahogante centralismo. Al parecer, nuevamente
podría quedar postergada otra Ley conveniente para el necesario robustecimiento
de la descentralización administrativa y de la institucionalidad regional.
Cabría invocar razones de prudencia para no
agregar ahora una elección más al cuadro incierto que ha derivado de un paso
desprolijo al sistema de inscripción automática y voto voluntario, pero esta
demora añade urgencia y riesgo adicional a la debatida preparación por el
Servicio Electoral de la correcta celebración de las elecciones de Consejeros,
si las hay. Y, más allá de eso, a estas alturas es evidente el desinterés de
los Parlamentarios en estas elecciones directas, de las que podrían emerger
figuras que les signifiquen competencia política en sus respectivas regiones.
Esto desalienta las legítimas y postergadas aspiraciones de mayor participación
regional y revela desconfianza en la descentralización.
¿Primarias
convencionales?
El muy escaso número de elecciones primarias
para decidir cupos Parlamentarios que tendrán lugar en virtud de la reciente
norma legal que las autoriza y regula causó malestar en gran parte de la
ciudadanía, y sobre todo entre los postulantes independientes o de grupos
distintos de las dos grandes coaliciones, pues se vio en ello una nueva muestra
de la resistencia de las cúpulas partidistas a ceder el control que ejercen
hasta ahora en la materia. En la oposición, el fenómeno contrapuso a los
partidos concertacionistas con la expresa —más que petición— exigencia de la ya
candidata de dos y probable abanderada de todos para generalizar el uso de las
primarias. Aunque las expresiones de arrepentimiento de sus dirigentes por
haber cometido lo que han calificado como un error los llevaron a anunciar
primarias «convencionales» en reemplazo de las legales que no se hicieron, el
hecho es que tampoco este sistema está exento de problemas.
Un caso extremo, por la categoría de los
personeros involucrados, es el del Senador Camilo Escalona, considerado el
político quizás más cercano a la ex Presidente Bachelet, quien pese a los
dichos de ésta se niega a competir bajo la señalada modalidad «convencional»
con su correligionario Rabindranath Quinteros. Por una parte, están la presión
por que se cumpla la promesa de primarias y la acusación de que Escalona rehúsa
porque cuenta con menos votantes que su rival, y por otra tanto la denuncia
detallada ayer por el Senador de graves irregularidades en la organización
local de los comicios, de las cuales acusa al Diputado Fidel Espinoza y que,
según él, convertirían el acto en una farsa, como la convicción del Presidente
del PS, Osvaldo Andrade, de que su colectividad debe cuidar a dirigentes de la
categoría de quien fuera Presidente del Senado. En los hechos, la definición se
posterga mientras la tensión aumenta.
El problema se repite, con menor intensidad, en
otras circunscripciones. En verdad, se trata de la disyuntiva entre la
renovación de los mecanismos partidistas y de los grupos dirigentes mediante, a
lo menos, correcciones al binominal, o el aprovechamiento de las ventajas que
en la práctica éste otorga a las cúpulas y, con motivos más respetables, la
primacía del interés colectivo y la eficacia electoral promoviendo cartas de
méritos acreditados y no aventuras personales inciertas. Algo similar podría
darse para los Diputados en unos cuantos distritos electorales frente a la un
tanto remota posibilidad de primarias convencionales.
Si a lo anterior se suma en la Alianza la clara
opción de la UDI por prescindir del procedimiento en lo Parlamentario y el
criterio algo más abierto, pero limitado a sólo una decena de casos, de RN para
abrirse incluso a un nuevo referente político, la realidad indica que los
partidos han desechado esta alternativa en su formulación legal y que no están
dadas las condiciones para que ella sea sustituida en forma generalizada
(porque hay colectividades que sí lo han hecho ocasionalmente) por acuerdos
internos que den suficiente garantía de seriedad a los participantes. Más allá
de la demanda de fondo por ampliar la participación de los votantes en la
designación de los candidatos a cargos políticos, esta situación puede
repercutir negativamente en la tendencia ya manifestada a la abstención
electoral.
Impacto de
las marchas estudiantiles.
.
La segunda marcha estudiantil del año congregó
a varios miles de estudiantes secundarios y universitarios. En un ambiente
inicialmente festivo, los dirigentes reiteraron sus consignas de fin al lucro,
gratuidad y término de la Municipalización, además de denuncias de pérdidas de
beneficios estudiantiles. Sin embargo, como siempre, la manifestación degeneró
en los habituales desmanes perpetrados por encapuchados, la destrucción de
propiedad pública y privada, detenciones y alteración del flujo vehicular en
vastos sectores céntricos.
Al iniciarse las manifestaciones estudiantiles
en 2006, y al reactivarse ellas en 2011, la opinión pública tendió a apoyar las
demandas estudiantiles por haber puesto en la agenda nacional temas tan
relevantes como el alto costo del financiamiento de la educación superior.
Desde entonces, dichos temas han sido y son materia de discusión legislativa en
el marco del perfeccionamiento del sistema, con miras a mejorar su calidad,
fiscalización e institucionalidad. Sin embargo, la postura de la dirigencia
estudiantil ha sido de total rechazo a todas las iniciativas de la autoridad y
la exigencia de retirar los proyectos en discusión Parlamentaria, pues a su
juicio es necesario impulsar hondos cambios estructurales no contemplados en
estas reformas.
Tras la salida de dos Ministros y la discutida
acusación constitucional contra el Ministro Beyer, el gran desafío para la
nueva Ministro Schmidt es buscar espacios institucionales de negociación para
avanzar en temas cruciales, como los mecanismos de acreditación, financiamiento
y la implementación de la Superintendencia de Educación Superior. Pero eso
requiere el concurso de los Parlamentarios, lo que se dificulta en un año
electoral, pues incurrir en un eventual disfavor estudiantil parece atemorizar
a muchos de ellos.
La notoriedad que han logrado los dirigentes
estudiantiles como actores sociales debiera ser oportunidad para ir más allá de
los continuos paros y marchas por el impacto negativo que eso tiene en el
desarrollo académico y en la normalidad y seguridad de la vida cotidiana de la
población. La importancia y la necesidad urgente de mejorar el sistema de
educación superior demanda buscar consensos dentro de las vías institucionales
que el país se ha dado, pues se corre el riesgo de que, de no avanzar en
ciertas reformas, las debilidades del sistema perduren y se agraven.
Soluciones ante
inminente colapso vial en Santiago.
De acuerdo a cifras proporcionadas por el
Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el parque automotor en la Región
Metropolitana continúa su progresivo aumento, superando en la actualidad el
millón y medio de vehículos (entre 2011 y 2012 se registró una expansión del
7,2% en la capital). Esta situación se repite en otras ciudades del país que
también experimentan un crecimiento significativo de automóviles en
circulación, realidad que debe ser abordada con sentido prioritario por las
autoridades competentes para evitar que en el mediano plazo se genere un
colapso vial, como lo vienen advirtiendo especialistas en la materia.
La causa de este incremento explosivo del
parque automotor tiene su origen en la expansión económica que se registra en
Chile en los últimos años, factor que ha permitido a un número mayor de
personas tener la posibilidad de adquirir un vehículo. Pero también hay otro
factor que se desprende de los datos entregados por el INE: el fuerte aumento
de la motorización en Santiago -ciudad que concentra cerca del 40% del parque
nacional, que llega a tres millones 800 mil unidades- coincide con el período
de implementación del Transantiago a partir de febrero de 2007. La incapacidad
de este sistema de entregar un servicio eficiente y de calidad a sus usuarios
generó un potente incentivo para que los habitantes de la capital invirtieran
en la adquisición de automóviles para facilitar su desplazamiento, hábito
difícil de modificar sin mejoras sustanciales y permanentes en el transporte
público.
Esta realidad obliga a asumir el complejo
escenario que se prevé y realizar un trabajo oportuno y planificado para
habilitar las soluciones que morigeren el impacto que tendrá -especialmente en
la calidad de vida de los ciudadanos- un mayor volumen de vehículos en las
calles. Para 2025 se proyectan unos dos millones 700 mil vehículos sólo en la
Región Metropolitana, lo que, sin inversiones relevantes en infraestructura
vial o mecanismos como la tarificación vial, duplicaría los tiempos de viaje.
Resulta entonces indispensable definir la
estrategia que se seguirá en la materia, que deberá jerarquizar las diferentes soluciones. Si la opción es
priorizar la ampliación de la infraestructura vial, se debe actuar con rapidez
en la licitación y puesta en marcha de los proyectos, ya que se trata de obras
de envergadura que requieren tiempo para
su construcción. Por el contrario, si se resuelve apostar por la priorización
del transporte público, es necesario determinar si los fondos se destinarán
mayoritariamente a fortalecer la red terrestre o la cobertura del Metro. A la
luz de los resultados y costos del Transantiago, esta última opción parece
hasta ahora la más razonable.
El Gobierno dio a conocer recientemente el Plan
Maestro de Transporte para Santiago, programa que contiene cerca de cien
proyectos para implementar hasta 2025, a un costo aproximado de US$ 22 mil
millones. El principal objetivo de esta iniciativa sería desincentivar el uso
del auto y lograr que no aumenten los viajes que se hacen diariamente a través
de este medio de transporte, que hoy alcanzan al 47% del total. Para lograrlo,
el Estado debe superar las graves falencias de gestión que ha mostrado para
corregir las deficiencias de las vías concesionadas y llevar adelante los
nuevos proyectos.
La
inquietante crisis siria.
La medida de que la crisis en Siria ha llegado
a alturas de tensión inaceptables para la comunidad internacional la ha dado el
hecho de que Rusia y Estados Unidos llamaran a una conferencia internacional
urgente para buscar una solución pronta al conflicto. Durante los más de dos
años de guerra civil en Siria, los acuerdos entre Moscú y Washington habían
sido esquivos, pero por primera vez parecerían tener ahora voluntad de
presionar a las partes para que se sienten a negociar, bajo su atenta
vigilancia.
Es evidente que la sospecha de que Siria ha
usado armas químicas, y los recientes ataques de Israel a instalaciones
militares cerca de Damasco encendieron la alerta para apurar una hoja de ruta
que marque el camino de la pacificación. El proceso será largo y lleno de
tropiezos, pero podría culminar en la salida del poder de Bashar al Assad y la
conformación de un régimen que sea representativo del pueblo sirio. Este
esfuerzo que proponen Rusia y EE.UU., que se materializaría en una reunión a
fin de mes, estaría enmarcado en el "Comunicado de Ginebra", firmado
en junio de 2012 por el grupo de Acción para Siria, formado por la ONU, la UE,
la Liga Árabe y algunos países individuales, que instaba a establecer un Gobierno
de transición formado por partidarios de Assad, así como de los grupos
rebeldes. El proceso se estancó porque no pudo concretarse una tregua,
condición indispensable para el diálogo. Siria no ha sido receptiva al último
llamado: considera que la reunión debe ser en Damasco, y sin intervención
foránea.
La comunidad internacional tendrá que ser muy
persuasiva para lograr el diálogo. Pero es significativo que Rusia se haya
involucrado directamente en este nuevo esfuerzo Diplomático, pues, como
influyente aliado de Siria, a la que provee de armas, sus gestiones ante el
régimen de Assad pueden ser fructíferas.
La situación humanitaria en Siria es alarmante:
los cruentos combates han dejado 70 mil muertos en dos años, más de cuatro
millones de desplazados internos y un millón y medio de refugiados en Líbano,
Turquía y Jordania. EE.UU. acaba de comprometer 100 millones de dólares en
ayuda para los civiles, casi la mitad de la cual irá a Jordania, donde ya hay
más de 525 mil sirios viviendo en situación extrema, y a diario llegan dos mil
personas más.
Peligro de expansión regional del conflicto.
Medio Oriente sigue siendo un polvorín, en el
que intereses nacionales, étnicos, religiosos, estratégicos y económicos se
entrecruzan para forjar una situación en la que cualquier paso en falso puede
detonar una conflagración de enormes consecuencias regionales y más allá. En el
epicentro está Israel, que lucha por la supervivencia en medio de varios
regímenes hostiles que buscan su desaparición. Entre ellos Irán, cuyo Gobierno
nunca ha ocultado su animadversión hacia el Estado judío y, siendo su enemigo
declarado, utiliza sus recursos para armar a movimientos islámicos en Líbano y
Palestina, que mantienen una permanente agresión de baja intensidad contra
Israel. Para defenderse de estos grupos, como Hamas, en Gaza, y Hezbolá, en el
sur del Líbano, Israel aplica una política de contención que, sin ambages,
recurre a ataques fuera de su territorio, y a veces con altos costos en vidas
humanas. El Gobierno de Benjamin Netanyahu no está dispuesto a arriesgar la
seguridad de sus ciudadanos ante los persistentes ataques con misiles y
cohetes.
El raid que la aviación israelí hizo sobre
Siria, cuyo objetivo era evitar que sofisticado armamento iraní llegara a manos
de los combatientes de Hezbolá, cruzó la línea del mero derecho a la defensa y
arriesgó que a la lucha interna siria se le agregara el componente de
inestabilidad regional. Es improbable (y esa fue la apuesta israelí) que Assad
tome represalias contra los judíos; su precaria situación militar no le permite
abrir otro frente de guerra. Tampoco Irán, aliado de Siria, se atreverá a
lanzar una ofensiva contra Israel. Sin embargo, podrían ser sus secuaces -esto
es, Hezbolá- quienes hagan ese trabajo.
Tampoco parece factible que Israel se inmiscuya
en el conflicto a favor de los rebeldes, como lo ha denunciado Siria. Durante
los últimos 40 años, a pesar de que están técnicamente en guerra, ambos países
han vivido en relativa paz, con escaramuzas, pero evitando enfrentamientos
graves. Para los israelíes, la caída de Bashar al Assad y la llegada al poder
de los grupos islamistas que hoy combaten al régimen abrirían un escenario de
gran incertidumbre, y tanto más cuanto que algunos de ellos se han declarado
seguidores de Al Qaeda.
Venezuela en compás de espera.
Con un déficit de legitimidad, producto de la
estrecha diferencia de votos y de la impugnación de las elecciones por parte de
la oposición, Nicolás Maduro se embarcó en una gira por los países del Mercosur
en busca de reconocimiento político y asistencia económica. Poco antes tuvo un
impasse con Perú, que fue Diplomáticamente superado.
Que Cristina Fernández le haya dado todo su
apoyo era esperable (y más por el homenaje algo folletinesco a Néstor
Kirchner), pero que Dilma Rousseff lo recibiera con honores militares no
habituales en una "reunión de trabajo" sorprendió a muchos en Brasil
y en el exterior. Para Maduro, el respaldo de Planalto es indispensable. Para
Dilma, el comercio con Venezuela y las inversiones brasileñas en ese país
tienen una alta prioridad, lo cual explica en parte la bienvenida fuera de
lugar a un Presidente que tiene tantos problemas en casa. Se dice que, en
privado, Rousseff habría exigido a su colega mejorar las relaciones con la
oposición. La gira fue productiva para Maduro: consiguió ayuda para producir y
distribuir alimentos, así como asistencia técnica para mejorar el sistema
eléctrico, todo a cambio de petróleo y gas, necesarios en Brasil y sobre todo
en Argentina, que sufre una profunda crisis energética.
Con la oposición venezolana, las relaciones son
críticas. La presentación de impugnaciones de las elecciones ante la Corte
Suprema tiene poca posibilidad de ser resuelta a favor de Capriles, y en tal
caso él ha anunciado que recurrirá a organismos internacionales. Su petición
ante la OEA para que active la cláusula democrática -según los artículos que
consagran libertades fundamentales, transparencia en actividades Gubernamentales
y la participación ciudadana- podría caer en el vacío. Entretanto, la violencia
que partió en la calle y terminó en el Congreso amenaza continuar si la tensión
política sube en demasía y no se ve salida.
Unas cartas
para meditar:
Señor Director:
Lealtad DC.
Soy una indignada democratacristiana, ya que
veo que, para promover su próxima candidatura, el Diputado Cornejo y el Alcalde
de Maipú, Christian Vittori, en diversas actividades, se han fotografiado y
hecho campaña junto a la ex Presidenta Michelle Bachelet.
¿Es que no saben que tenemos un candidato a
Presidente de nuestras filas que se llama Claudio Orrego? ¿El fin justifica los
medios?
Lo que pretenden no es difícil de entender. Sin
embargo, parece que les es difícil aceptar que existe una virtud que se llama
lealtad y que ellos están donde están no solo por sus méritos personales, sino
también como producto de años de muchos que, olvidándose de sí mismos, han dado
su trabajo y energía consecuentemente a los ideales que encierra la DC.
Me encanta la candidata Bachelet y me encantan
otros candidatos a la Presidencia, pero no por eso comprometo mi imagen y
trabajo con ellos. Si perteneces a un partido político, la primera lealtad es
para con él.
Por último, me extraña que, frente a la
gravedad de lo ocurrido, la directiva del partido no los expulse, ya que por
causas menores, según mi entender, años atrás expulsaron a Adolfo Zaldívar,
padre de mis hijos.
Ana María Palma Yrarrázaval, Actriz.
Señor Director:
Cuestión de
credibilidad.
Llama profundamente la atención lo declarado
hace unos días en “La Segunda” por el Alcalde de Pudahuel, Johnny Carrasco,
respecto de que “no queremos más viviendas” en la Comuna. Ello, por cuanto la
frase no guarda coherencia alguna con la reciente aprobación por parte del Municipio
de varios anteproyectos de edificación, además de otros anteproyectos ya
presentados, que en total significan la construcción de un millar de viviendas.
Estas edificaciones han sido motivo de fuerte
oposición, por su impacto vial y porque los terrenos donde se construirían las
viviendas son, actualmente, 3 kilómetros de áreas verdes que corren paralelas y
contiguas a la Ruta 68, vía estratégica para la conectividad con la Región de
Valparaíso. Además, porque Pudahuel es una de las Comunas más contaminadas de
Chile y su índice de áreas verdes por habitante no supera el metro cuadrado.
En épocas donde la credibilidad y la confianza
en los políticos están en sus niveles más bajos, sorprende la desfachatez y
displicencia de algunas autoridades.
Gabriel Guajardo.
Señor Director:
Primarias desechables.
El 2012, todos los partidos solicitaban
primarias. No faltaron adjetivos para hablar de la bondad de este mecanismo en
la selección de candidatos a las elecciones.
La Ley de Primarias se aprobó con la
concurrencia entusiasta de todas las fuerzas representadas en el Congreso. Sin
embargo, al momento de usarla, esas mismas fuerzas la desecharon con escasas
excepciones.
¿Por qué los mismos que la aprobaron hoy la
desechan? En primer lugar, porque la misma Ley inhibe su uso. Las primarias son
voluntarias y para ser usadas todos los partidos que forman un pacto deben
estar de acuerdo. El acuerdo unánime que solicita la Ley es el primer obstáculo
para su aplicación efectiva.
En segundo lugar, el sistema binominal permite
a cada pacto elegir tantos candidatos como número de escaños. Es decir, un
número de dos candidaturas. En los pactos que tienen más de dos partidos se
hace extraordinariamente difícil negociar los escaños al mismo tiempo que
decidir primarias.
Pese a estos obstáculos, las fuerzas políticas
podrían impulsar primarias en muchos Distritos y Circunscripciones si no fuera
porque impera el principio de la elegibilidad por sobre el de la competencia.
La falta de voluntad en los partidos es el tercer factor a considerar en este
problema.
René Jofré, Analista político y docente de la
Universidad Mayor.
Inaceptable censura
de Facebook:
Nuestras páginas de Facebook fueron censuradas
por esa red social eliminando una fotografía de la recientemente fallecida María Lorena Krassnoff, hija del Brigadier
Miguel Krassnoff Martchenko, y las condolencias a una familia que además sufre
la injusta encarcelación del ex militar.
Consideramos injusto e inmoral este acto de
represión por parte de Facebook, que dice hemos traspasado las normas de la
comunidad, suponemos por reclamar contra acciones de manifiesta injusticia, que
por cierto, moleste a quien moleste, seguiremos denunciando.
El bloqueo que estamos sufriendo, que según nos
indican estará vigente hasta cerca de la media noche, nos demuestra una vez más
que todos los canales de comunicación están siendo manejados por la cobarde
venganza del izquierdismo mundial.