Pablo Longueira
sostuvo que nada justifica seguir modelos de países que han hecho asambleas
constituyentes,
aunque se mostró partidario de perfeccionar la Constitución y revisar el
sistema
binominal.
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Neblina
matinal provocó ayer retrasos en vuelos y desvíos de aviones en Pudahuel, una nave
tuvo que
retornar a Mendoza y otra fue desviada a La Serena.
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Corea del
Sur descarta participar en sistema antimisiles en conjunto con EE.UU., el país
asiático
se encuentra trabajando en su propio sistema de defensa ante las
amenazas de su vecino del norte. |
"Se
hacen esfuerzos para instaurar un Gobierno de transición por mutuo acuerdo, lo
que significa
claramente
que Al Asad no participará en él", declaró el Secretario de Estado de
EE.UU, John Kerry.
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2013: Esperar lo inesperado,
por Sergio Melnick.
He comentado
ya que este año político se caracteriza por su extraordinaria complejidad. Y
los sistemas complejos tienen como contraparte la teoría del caos: pequeños
disturbios pueden gatillar grandes cambios. Lo anterior significa que, en lo
que resta de aquí a las elecciones, podemos esperar cosas absolutamente
inesperadas, como las que ya han empezado a suceder, y que alterarán el
resultado de la contienda.
Lo esperado
desde 2012 era que ganara Bachelet; ahora es muy probable que no ocurra. Veamos
algunos ejemplos de lo que estoy hablando.
La cobarde
destitución de Beyer probablemente no hubiese ocurrido si no estuviéramos en
elecciones. Se descontroló la política. Los Legisladores traicionaron sus
conciencias en pos de un interés de corto plazo, y eso convulsionó a la
sociedad innecesariamente. De la misma manera, vimos lo increíble con el
escándalo de Velásquez en la Cámara. Cualquier cosa pudo haber pasado, además
del desprestigio.
Otro
episodio inesperado, abrupto y grueso fue la caída de Golborne. Un cambio
radical del escenario político, a dos días del plazo de inscripción de las
primarias Presidenciales. La pugna entre RN y la UDI escaló a niveles
increíbles, y aún hay réplicas y sentimientos heridos. El futuro entero cambió.
Aún no sabemos si para bien o para mal.
Después
vivimos el episodio de la fallida primaria Parlamentaria de la oposición. Una Ley
que ellos mismos promovieron y aprobaron, una promesa pública que hicieron y en
la que fallaron, y que demostró la falta de liderazgo de Bachelet, que lo había
solicitado como expresión de una “nueva mayoría”. Volvimos a la política de
cuatro paredes, la misma que ella criticó al llegar, y nuevamente la clase
política perdió credibilidad. Entonces, se abre la pregunta de si ella sería
capaz de Gobernar, algo que se ve ya en el apoyo que se le ha ido cayendo. Se
la nota incómoda.
La oposición
de hoy tiene muchos partidos: DC, PPD, PC, PRSD, PRI, MAS, PRO, IC, PS,
Iguales, PH, Socialistas Allendistas (que apoyan al PRO), Revolución
Democrática. De éstos, hay nueve que quieren armar la “nueva mayoría” o que se
necesitan en la segunda vuelta. La Concertación eran formalmente cuatro
partidos y así no era fácil. ¿Cómo sería con ocho o nueve partidos tan
disímiles? Eso se agrava con una candidata que habla poco y cuando lo hace son
sólo cosas generales, o a veces dice algo y lo cambia al día siguiente. Es más:
una vez dice que hay algo que no está en su programa, y otra dice que no tiene
programa y le preguntará a la gente. Pasarán cosas inesperadas. El silencio y
evasión a los medios ya no resisten más.
No han
pasado muchos días, y vemos el arrebato de Velasco, que ladra pero no muerde.
La subida de Longueira, por un lado, y la izquierdización de Bachelet, por
otro, dejaron abierto el espacio del centro liberal moderno, que a mi juicio
Velasco representa muy bien. Si hubiese ido a la primera vuelta, podría haber
superado a Bachelet, que sufre el síndrome Golborne. Pero no lo hizo, y perderá
así la primaria y toda su interesante opción. Es curioso: peleó para ir a la
primaria a la que no lo dejaban entrar y ahora no lo dejan salir. ME-O toma
palco y se ríe.
Aparece
ahora un estudio del Sernac del tiempo de Roa —el mismo que fustigó a Golborne—
y que se había escondido. Es decir, en la Concertación se sabía perfectamente
de los abusos, como La Polar, y no se hizo nada. También aparece un fallo
contra el BancoEstado que viene desde la época de Lagos y Bachelet, en que las
dilaciones del banco retrasaron la reparación del daño. Después aparece un
problema en el INE que arrastra a su Director y del cual se extrapolan todo
tipo de cosas absurdas.
En estos
días aparece otra cosa inesperada: el gran chascarro de Paulsen con Longueira.
Pudo haber cambiado la historia nuevamente.
En una
eventual “nueva mayoría” pegada con más voluntarismo que ideas y con una líder
que no lidera, y en una Alianza herida por el cambio de candidato, la cosa
vendrá llena de inesperables. No se sorprenda si hay más cambios de candidatos,
más díscolos, división de partidos, cambios de coalición y quizás cuántos otros
fenómenos que alterarán el resultado de la elección. Por de pronto, veremos
luego el fallo de La Haya. Todo está abierto.
Mientras,
curiosamente, el país crece, genera empleo, aumenta la inversión, baja la
pobreza, se termina la reconstrucción del terremoto, aumenta el emprendimiento,
funciona el ingreso ético, se inauguran hospitales. En fin.
Abusando del abuso,
por Juan Ignacio Brito.
La
irresistible eficacia de las acusaciones de abuso contra los consumidores
(Laurence Golborne la conoce bien) ha hecho de éstas un arma de uso frecuente
en la guerrilla política. La vocera del Gobierno afirma que el caso del
BancoEstado constituye “el abuso más grande en la historia de nuestro país en
contra de los consumidores”; Andrés Allamand apunta a la gestión de Michelle
Bachelet, y los Parlamentarios opositores niegan tres veces a sus correligionarios
que hoy aparecen ante la opinión pública como “abusadores”.
Estos
últimos explican lo obvio: las decisiones que hoy se cuestionan eran
perfectamente legítimas y frecuentes cuando ellos las adoptaron hace unos años.
Pero la cosa no está para sutilezas; en río revuelto, el que grita más fuerte
se queda con el título de defensor de los consumidores, un activo electoral que
vale oro puro.
Es probable
que en lo inmediato esta manera de actuar permita remontar algunos puntos en
las encuestas o incluso sacar a un rival del camino. Pero en el largo plazo
provoca un grave daño, pues da alas a esa versión propugnada por los sectores
radicales que afirman que vivimos en un sistema podrido, diseñado para
esquilmar a los ciudadanos, proteger a los poderosos y acentuar las
desigualdades. Cualquiera que mire con calma nuestra sociedad podrá advertir en
ella varios problemas, pero también una normalidad cotidiana que está muy lejos
de la crispación que exhiben el debate político y los grupos de interés extremos.
Por eso es
muy importante que quienes ocupan posiciones de liderazgo actúen con
responsabilidad y sean capaces de darle altura al debate, pues el tono y el
contenido que utilicen ahora tendrán efectos en el futuro.
Es natural y
sano que los políticos tengan vocación de poder y busquen ganar. Pero lo que
distingue a los buenos de los mediocres es que aquellos muestran, además,
vocación de país y no están dispuestos a sacrificar el interés general por
alcanzar sus objetivos personales. Juegan con fuego los que crean un ambiente
irrespirable de tanto “fumar opio” -como definió el Senador Camilo Escalona a
quienes proponen una asamblea constituyente- y enturbian la discusión con puro
voluntarismo. La historia de Chile nos muestra hacia dónde pueden llevar esos
excesos. Es peligroso el deterioro que se advierte hoy.
Algunos no
se alarman, porque estiman que las cosas siempre han sido iguales y que,
finalmente, la política es así. A ellos, el filósofo inglés Roger Scruton los
llamaría “optimistas inescrupulosos” que creen en la “falacia del caso óptimo”:
llamados a escoger entre varios resultados posibles, siempre eligen el más
favorable y excluyen los demás. Pero su optimismo dura hasta que se equivocan,
y cuando eso ocurre ya es muy tarde para remediarlo.
En 1940, en
los momentos más oscuros del asedio alemán contra Gran Bretaña en la Segunda
Guerra Mundial, Winston Churchill pronunció una frase que retrata al gran
estadista que fue: “Luchamos por nosotros mismos, pero no sólo para nosotros
mismos”. Viviríamos en un país muy diferente si nuestros políticos pensaran
como Churchill y asumieran el hecho de que, detrás de la pequeña batalla diaria
que dan por la ventaja propia, hay otra mucho más trascendente en la que está
en juego el bienestar de la comunidad entera.
¿Educación superior gratuita?
por Andrés Hernando.
La gratuidad
universal en educación superior es una política pública regresiva. Quienes
argumentan que no, usan una curiosa figura bautizada “dependencia aritmética”,
de acuerdo con la cual el gasto regresivo financiado con una reforma tributaria
suficientemente progresiva (que recauda mucho más desde los más ricos) resulta
en una combinación progresiva. La intuición es que para los pobres, la
educación superior representa una mayor fracción de su gasto que la de los
sectores más acomodados. Suena casi sensato. Casi.
Una vez
recaudados los fondos para financiar gasto público, el concepto relevante para
evaluar su uso es su costo alternativo. Cuando el Estado tiene los recursos
disponibles, un año de educación superior de un estudiante de altos ingresos
tiene un correlato en menos prestaciones para los más pobres. El gasto siempre
será regresivo y esa regresividad no es compensada por la forma en que se
recauda. La “dependencia aritmética” olvida este principio básico.
¿Cuánto
costaría la gratuidad universal en educación superior?
Digamos que
no está claro a qué se refieren los proponentes cuando hablan del tema. Si
fuera “universal” debería cubrir al poco más de un millón de estudiantes
terciarios de Chile. Eso costaría unos US$ 3.445 millones al año, el 24% del
presupuesto del Ministerio de Educación, suficiente para aumentar la subvención
escolar un 45%.
Nos han
hablado de gratuidad en “universidades de claro rol público”, lo que presupone
identificar instituciones que tengan tal característica. Mientras no digan
cuáles, sólo podemos elucubrar.
Elucubremos,
entonces. Si considerara sólo universidades del Cruch, nuestro cálculo es que
la gratuidad para sus 276.000 estudiantes costaría US$ 1.455 millones al año.
El 10% de menores ingresos recibiría menos del 5% de los recursos, el 10% de
más altos ingresos, más del 14%. El tamaño del regalo que la gratuidad
universal haría al 20% más rico es de casi US$ 500 millones. Eso es más de lo
que cuesta el Ingreso Etico Familiar, destinado a los más pobres de Chile e iría
completo a quienes han tenido las mejores oportunidades en la vida.
¿Podemos
permitirnos esta extravagancia? Difícilmente. Esos recursos deberían usarse
para mejorar la situación de los más pobres, independientemente de cómo se
hayan recaudado.
En la medida
que los recursos se gasten en proporción de 3 a 1 entre el 10% más rico y el
10% más pobre, ¿de verdad alguien cree que esto reducirá las brechas entre
ambos grupos? La respuesta es no. El problema no es sólo la proporción de la
inversión, sino también cuándo ocurre.
Los niños en
Chile nacen iguales en capacidades y potencialidades, las brechas entre ellos
se abren progresivamente desde el comienzo de la infancia hasta los 10 años
cuando cristalizan. Gastar recursos en financiar la educación superior de los
más ricos no sólo es regresivo, es una mala política pública. Para dar más
oportunidades a los menos afortunados, la inversión debe hacerse en el patrón
opuesto y mucho antes de modo de evitar
que estas brechas se manifiesten. El problema es que los preescolares no marchan
ni eligen las canciones que bailan nuestros políticos y cantan sus asesores.
¿Menor crecimiento en 2013?
La variación
de 3,1% en el Imacec de marzo en comparación con el mismo mes del año anterior
-ya estuvo bajo 4% en febrero pasado- es un elemento adicional, aunque aún
insuficiente para anticipar un menor crecimiento de la economía en 2013
respecto de los años anteriores. El Ministro de Hacienda y diversos analistas
hicieron hincapié en que como marzo de 2013 tuvo dos días hábiles menos que el
del año anterior, la cifra comparable, si ese mes hubiese tenido un número de
días hábiles similar al de 2012, habría sido de 4,7%.
Los
componentes de ese índice muestran que las ventas reales de supermercados y del
comercio en general crecieron 12,6% y 10,2% respectivamente, mostrando un alto
dinamismo, así como las de la minería (6,9%). En cambio, las de energía, gas y
agua solo crecieron 1,9%, y las de manufacturas decrecieron en 3%.
Otros
indicadores ilustran una relativa disminución de la inversión -caídas de 3% de
las importaciones de maquinarias y equipos, y de 18,6% en la producción interna
de los mismos-, mientras se mantiene un alto nivel de consumo, reflejado por un
alza de 17% en las importaciones de bienes de consumo y las ya citadas cifras
de ventas de supermercados y comercio, que podrían anticipar un período de
menor actividad de los agentes, que los haga frenar sus inversiones. Con todo,
ningún analista ha sido categórico respecto de la naturaleza temporal o
permanente de esta disminución en el ritmo de crecimiento de la economía,
porque un período tan corto es inconcluyente, y porque las cifras que se
conocen de abril podrían indicar un Imacec sobre 5%, impidiendo confirmar la
tendencia de modo claro.
El año 2012
se anticipó como de menor crecimiento (5,6%) que 2011 (6,1%), y aunque ocurrió
así, lo fue solo por unas pocas décimas, bastante menos que lo previsto. Por
eso, cuando 2013 volvió a anticiparse como de menor crecimiento que 2012
(aunque las cifras iniciales seguían indicando un nivel de actividad superior
al esperado), parecía repetirse el escenario del año anterior. Nuevamente, el
Imacec de marzo, sin ser concluyente, plantea la probabilidad de un escenario
de menor crecimiento para este año, como insistentemente lo anticipaban los
analistas, por lo que la discusión se ha trasladado a cuánto más bajo sería.
En
congruencia con la dificultad de precisar el nivel de crecimiento que
finalmente tendrá la economía chilena en 2013, en su Informe de Política
Monetaria el Banco Central subió su proyección de 4,25-5,25%, en diciembre de
2012, a 4,5-5,5%, en marzo pasado. Con todo, ayer el Presidente de dicha
institución advirtió que las cifras de crecimiento de los últimos meses
"manifiestan una desaceleración mayor" que la esperada en el
escenario base del IpoM, y se observa "una reducción de las tasas de
inversión, con perspectivas ajustadas a la baja".
Las
variables que inciden en dicho crecimiento incluyen el escenario internacional,
que sigue con una recesión en Europa, sin grandes avances en EE.UU. y una
atenuación del dinamismo de China, que no favorece la mantención de la
trayectoria con un alto ritmo de crecimiento para la economía chilena. A esto
se suma un ambiente más incierto respecto del nivel de precios y de costos de
la industria del cobre, con crecientes dificultades para sacar adelante los
nuevos proyectos de inversión, que tiende a introducir en los agentes un ánimo
más conservador y prudente respecto del futuro. Los procesos eleccionarios de
fin de año, que en décadas recientes no han tenido mayor incidencia en las
decisiones de los agentes económicos, esta vez pueden acentuar esa prudencia,
dado el cuestionamiento que sufren muchas instituciones en que las decisiones
de esos agentes se basan. Los próximos meses permitirán ratificar o desmentir
los anteriores pronósticos.
Proyecto que modifica el
Seguro de Cesantía.
El Gobierno ha anunciado que enviará al Congreso un
proyecto de modificación al Seguro de Cesantía, con un doble objetivo: aumentar
los beneficios para el trabajador en situación de cesantía y redestinar parte
de la cotización que financia este beneficio a mejorar las jubilaciones de los
trabajadores.
La propuesta
del Ejecutivo surge a partir de la constatación de que el Seguro de Cesantía
está acumulando recursos que, aun en situaciones simuladas de importante
deterioro en el mercado laboral, seguirían siendo excesivos. Así, la reforma
considera disminuir la cotización de cargo empresarial al fondo individual de
cesantía desde 1,6% hasta 0,9% del ingreso imponible, y la de cargo del
trabajador desde 0,6% a 0,3% del ingreso imponible. Esto liberaría 1% del ingreso
imponible que permitiría aumentar de 10% a 11% de dicho ingreso el aporte
previsional orientado a financiar las pensiones de jubilación.
Se proyecta
que a pesar de la reducción en las cotizaciones que alimentan las cuentas
individuales del seguro de cesantía, y manteniendo la cotización empresarial de
0,8% del ingreso imponible que alimenta el Fondo de Cesantía Solidario, el
sistema podría solventar el incremento propuesto en los retiros que puede hacer
el trabajador con cargo a los recursos en las cuentas individuales de cesantía
y a los de carácter solidario. Esta posibilidad de mayores retiros, que mejora
los beneficios para el trabajador cesante, es un efecto significativo del
proyecto de reforma, que parece compatible con mantener un uso sano del sistema,
que otorgue apoyo en momentos de necesidad sin estimular conductas laborales
abusivas para explotar los subsidios que canaliza.
La reforma
mejoraría sólo marginalmente los recursos disponibles para un afiliado al
Seguro de Cesantía al momento de jubilarse, pues la legislación ya considera
que los saldos en cuentas individuales de cesantía puedan traspasarse a la AFP
para mejorar la pensión, o retirarse en efectivo. El efecto mejorador de las
pensiones (o de los recursos disponibles para el cotizante si opta por
retirarlos) se produce porque al reducirse la cotización que alimenta las
cuentas individuales de cesantía se hará más frecuente la obtención de
beneficios de cesantía con cargo al Fondo de Cesantía Solidario, y porque los
recursos correspondientes a la cotización que se reorienta a las AFP pueden ser
invertidos con mejores rentabilidades.
La
iniciativa del Ejecutivo parece necesaria, en cuanto dispone en forma eficiente
de la acumulación excesiva de recursos en los fondos de cesantía que estaría
ocurriendo. Si bien la Ley establece que el destino de los recursos que se
pretende redestinar, cuando prueban ser excesivos, es un giro en efectivo o
mejorar las pensiones individuales que otorgan las AFP -alternativas que los trabajadores
deberían percibir como parte de la remuneración devengada-, el riesgo es que
surjan propuestas para disponer de los fondos para objetivos diferentes, que
transformen el exceso de cotización en un impuesto al trabajo que afecta
negativamente el empleo. En este sentido, el proyecto evita un posible
deterioro en la regulación del mercado laboral, si bien no avanza en las
reformas laborales profundas que se requerirían para dar más eficiencia al
mercado laboral chileno, particularmente el régimen de indemnizaciones, donde
la oportunidad de flexibilización que entregaba el Seguro de Cesantía no ha
sido aprovechada.
Uso restringido de balines de
pintura.
Un informe
técnico elaborado por Carabineros recomendó continuar usando balines de pintura
como mecanismo para asegurar la individualización de los responsables de
vandalismo y atentados en el marco de protestas callejeras, pero de manera
restringida. Esto, luego que fuese suspendida su utilización hace algunas
semanas, debido a las críticas que recibió el dispositivo por las eventuales
lesiones físicas que puede provocar en quienes reciben un impacto de este tipo,
como ya ocurrió con tres personas.
La
disposición con que la policía uniformada ha abordado este asunto es un
indicativo de su voluntad para hacerse cargo de los cuestionamientos que
surgieron en torno al uso de este tipo de balines. En ese sentido, si la
institución decide volver a utilizar este procedimiento, sería conveniente que
acoja tales indicaciones e implemente las medidas para que estos proyectiles
disuasivos no ocasionen lesiones. Parte de esas instrucciones establecen que el
aparato sea utilizado sólo por personal capacitado y que la distancia de
disparo sea mayor a 20 metros del objetivo.
Así como
resulta primordial garantizar la integridad física de todas las personas que
asisten a las marchas, también es fundamental dotar a Carabineros de las
herramientas necesarias para que, en la tarea de cautelar la seguridad pública,
pueda controlar los desórdenes que a menudo se generan durante las
movilizaciones y tenga mecanismos para identificar y poner a disposición de la
justicia a aquellos que cometen delitos contra la propiedad pública y privada,
quienes incluso han amenazado la vida e integridad física de los efectivos
policiales y otras personas.
Sin embargo,
en el último tiempo se le han quitado atribuciones a Carabineros, factor que
hace cada vez más compleja su labor. Por tanto, mantener el uso de balines de
pintura, en la medida en que se haga de manera criteriosa, parece una medida
acertada para disuadir el actuar de los vándalos y principalmente de los
encapuchados.
Yerbas Buenas,
por José Miguel Pozo Ruiz.
El 27 de
abril de 2013 se conmemoraron los 200 años de la primera batalla librada por la
Independencia de Chile. Esta aconteció en la ciudad de Yerbas Buenas, situada a
13 kilómetros al norte de Linares.
Ante la
autonomía que iba adquiriendo Chile, el Virrey del Perú, Fernando de Abascal,
decide enviar una expedición a cargo del Brigadier español Antonio Pareja, la
que desembarca en Talcahuano en marzo de 1813.
Al enterarse
José Miguel Carrera de la presencia de Pareja en Chile, decide concentrar su
ejército en Talca, con un contingente de cuatro mil hombres, y emplazar
destacamentos en la ribera del río Maule, en el cerrito de Bobadilla.
El General
realista Pareja, al enterarse de que Carrera había reunido al norte del río
Maule fuerzas considerables, se dispuso a iniciar negociaciones de paz,
enviando en la madrugada del 26 de abril de 1813 al Sargento Mayor de milicias
Estanislao Varela para que negociara con José Miguel Carrera; sin embargo,
Varela impone a Carrera de las posiciones del Brigadier Pareja en Yerbas
Buenas, y termina adhiriendo a los patriotas. Esto obligó al Comandante español
Elorreaga, quien con sus 300 hombres había escoltado a Varela, a replegarse
hacia el sur.
Carrera
dispuso que en la misma noche saliese un cuerpo de 600 hombres en su
persecución, al mando del Coronel Juan de Dios Puga. Este llega a Yerbas Buenas
a las cinco de la madrugada del 27 de abril y se encuentran con el grueso del
contingente realista, compuesto por batallones de Concepción, Valdivia y
Chiloé, que sumaban 4.000 hombres. Los granaderos de Chile, al mando del Teniente
Santiago Bueras, avanzaron hacia el centro del campamento realista, infligiendo
descargas de fusilería. En el campo de batalla se oían los gritos de ¡Viva el
rey! ¡Viva la patria!, sin distinguirse unos de otros, dada la oscuridad y la
bruma que se presentaba esa noche. Más aún, sin darse cuenta, grupos de cien y
doscientos realistas se hacían fuego unos a otros o se batían a bayonetazos, en
una confusión absoluta. Al amanecer, los realistas salieron en persecución de
sus enemigos, que se dirigían hacia el río Maule, logrando rescatar sus cañones
y capturar 124 prisioneros; por su parte, los patriotas llegaron con 31
prisioneros y muchos fusiles. La Sorpresa de Yerbas Buenas dejó 60 muertos a
los realistas y 50 hombres entre muertos y heridos a los patriotas. Su
importancia radica en que obligó al Brigadier Antonio Pareja a replegarse hacia
Chillán y así abortar el plan originario de destituir a la Junta de Gobierno
chilena y a su líder, José Miguel Carrera.
Algunas cartas y un comentario para meditar.
Señor Director:
Tolerancia Cero.
A propósito
del episodio protagonizado por Fernando Paulsen en el programa Tolerancia cero
el domingo último, hay tres puntos que desmerecen su calidad de periodista: le
tendió una trampa al invitado, induciendo la respuesta que necesitaba para “dar
su golpe”; contra el propio testimonio del entrevistado, lo acusó de faltar a la
verdad; el punto que quería probar (si Longueira votó en el plebiscito o no)
era inconducente para saber más del candidato y sus ideas.
Mi impresión
fue que el panelista se comportó más como un político y menos como un
periodista.
Luis
Alejandro Silva I.
Nota de la Redacción:
Sin duda
alguna el periodista (¿?) Alejandro Guiller dejó la ética de esa profesión para
potenciar su candidatura a Senador por
la II Circunscripción de Antofagasta, agrediendo a mansalva al candidato
Presidencial Pablo Longueira de manera miserable.
Creemos que
la escandalosa trampa que le tendió el periodista al postulante a la
Presidencia, poniendo en duda que Longueira hubiese votado por el Sí, lo que es
inimaginable, solo demuestra la escasa seriedad del inquisidor y una
imperdonable negligencia en la investigación de la verdad.
Creemos que
el canal de Televisión Chilevisión, propiedad de Turner Broadcasting System,
tambien propietaria de CNN, debe apartar a este sujeto amoral, supuesto
progresista, de un programa que pretende
mostrar a los chilenos las distintas caras de la política nacional.
Señor
Director:
Mes del mar.
Las
actividades nacionales para este mes están bien programadas. Desgraciadamente,
no ha prosperado aún una de las iniciativas que en su hora conversamos con el Almirante
Merino -autor de la idea de destacar las efemérides del 21 de mayo y todo lo
que significa-: promover una campaña que nos acerque al mar. Esto se lograría,
sencillamente, preguntando a la gente: "¿Usted conoce el mar?".
Esto suponía
la colaboración de empresas de buses de todo Chile, las cuales, vía el Municipio
respectivo, sabrían quiénes no conocen el mar y, con apoyo Municipal, los
autobuses transportarían a los chilenos interesados desde sus terruños
habituales a la majestuosidad del Pacífico.
Este año se
intentó. Algún día se logrará.
Germán
Becker Ureta.
Señor
Director:
¿Aprendimos de la historia?
La dinámica
temporada electoral que vivimos sugiere algunas reflexiones.
Si bien la
diversidad es parte de la democracia, los cambios que afectan a temas esenciales
requieren consensos y respeto a la institucionalidad, algo lejano a consignas
de que las reformas se harán “por las buenas o las malas”. Si lo hemos hecho en
las políticas de Defensa y Exterior, ¿por qué restarnos en otros ámbitos?
El abandono
de la tolerancia y la amistad cívica nos provocó un grave daño en nuestra
convivencia cuando calificamos a los adversarios como enemigos. En tiempos de
campaña, cuidar las formas es la lección urgente a aplicar.
Los
mesianismos nos hicieron un grave daño y algo de ello se comienza a percibir en
la actual campaña. Una elección no es un pase all inclusive para un Gobierno.
Las
ambigüedades respecto de la violencia son inaceptables. Los que así lo hacen,
olvidan las consecuencias trágicas que vivimos.
¡Cuánto daño
provoca a las nuevas generaciones revivir posiciones de hace cuarenta años,
cuando el mundo y todos nosotros hemos cambiado!
Los desafíos
que enfrentamos como sociedad requieren unidad y no más divisiones. La política
y los políticos son insustituibles para nuestra democracia. Cuidémosla un
poquito más.
Eduardo
Aldunate Herman.
Pueblos bien informados
dificilmente son
engañados.