Un
gesto a Carabineros,
por
Cristina Bitar.
En
los últimos días, los Carabineros han hecho noticia primero el
terrible asesinato del policía Alejandro Gálvez en el llamado "Día
del Joven Combatiente"; luego el informe del INDH en que se los
acusa de reprimir intencionadamente las manifestaciones para "evitar
la reunión libre de personas que luchan por sus derechos", y,
por último, la imagen que circuló en las redes sociales en que se
ve a un grupo de presuntos funcionarios policiales vestidos con su
uniforme y con un cartel en sus manos que cubre sus rostros y dice
"NO +", protestando precisamente por la muerte de sus
compañeros de trabajo.
Conozco
bien la realidad de varios países latinoamericanos; contrariamente a
los prejuicios que a veces nos capturan, al sur del río grande hay
una variedad de sociedades educadas, amables, cultas y varias de
ellas con una tradición de integración al mundo muy superior a la
nuestra, por obvias razones geográficas.
Sin
embargo, si hay algo en que los chilenos podemos estar seguros de que
estamos en la vanguardia es en la calidad de nuestra policía. No
existe institución latinoamericana que pueda compararse en
preparación, profesionalismo, probidad y transparencia con
Carabineros de Chile.
Como
toda institución humana, tiene fallas, y como todas las
instituciones chilenas enfrenta también el desafío de ajustarse a
las demandas crecientes e inéditas de una sociedad que, en una
generación, pasó de la pobreza a quedar en las puertas del
desarrollo. A lo anterior se suma que la naturaleza de la función
policial conlleva el riesgo de corrupción o de apartarse de las
normas de respeto a la dignidad de las personas respecto de las
cuales ejercen su autoridad. ¿Pero, qué policía en el mundo puede
decir que ha vencido en esta batalla diaria? Ninguna.
Todos
podemos recordar alguna ocasión en que la actuación de un
Carabinero nos molestó, porque nos "pasaron un parte", por
su criterio al dirigir el tránsito o, tal vez, porque vimos o
supimos de un acto de abuso de poder. Pero en el conjunto de más de
40 mil policías, atendidas sus condiciones de trabajo y el enorme
poder que tienen, esos casos están lejos de empañar el respeto
ganado.
Ojalá
en este mes que celebran su aniversario, nos preocupáramos de tener
un gesto con Carabineros, y que sientan que la inmensa mayoría sí
apreciamos su esfuerzo anónimo y tantas veces ingrato.
Desembarco en Normandía contra las AFP,
por Sergio I. Melnick.
En su primer Gobierno Bachelet hizo una comisión para reformar las AFP. La comisión en lo sustantivo demostró que las AFP funcionaban bien y que requerían algunos ajustes, pero por otros problemas distintos a la administración de los activos, como la falta de cotizaciones, las lagunas, lo mal empleador que es el Estado que no cotiza por el total etc. Entonces Bachelet creó el pilar solidario, que es sin duda lo mejor de su primera gestión y por lo que será recordada.
Pero
como todo es ideología, en su segundo Gobierno volvió a hacer otra
comisión y exactamente para el mismo tema. Es decir, en sus cuatro
años de Gobierno en definitiva no logró entender el problema ni
tener ideas propias al respecto. Al parecer, se trata de manejar las
comisiones para que le digan lo que ideológicamente quería hacer.
Lo mismo pasa en el tema isapres. Es sacar las castañas con la mano
del gato. Lo que realmente indigna a la Nueva Mayoría es que son
grandes reformas exitosas que vienen del Régimen Militar. Otra cosa
es que después de 35 años requieran mejoras como todas las cosas
humanas.
Veamos
alguna evidencia de lo que ha pasado con las AFP desde 1981. Lo más
impactante es que el 70% del fondo de pensiones actual corresponde a
la rentabilidad y sólo un 30% a las cotizaciones. Para alguien que
empezó a cotizar en 1981 el 73% es rentabilidad. La administración
de los fondos ha logrado un retorno del 67% superior a lo que se
obtendría con depósitos a plazo (la base sin riesgo). La
rentabilidad obtenida es la tercera más alta de todos los países de
la OCDE, superando a Holanda, Austria, Alemania, Canadá, etc. Las
comisiones cobradas, a su vez, son menores al promedio mundial, como
porcentaje de la inversión total (0,65%).
En
la mirada macro, según Corbo y K. Schmidt-Hebbel, el 10% del
crecimiento del PIB se explica por la reforma al sistema de
pensiones, lo que significa empleo y mejores salarios. Gran parte del
aumento del ahorro nacional es debido a las AFP y ahorro es progreso.
¿Por
qué son bajas las pensiones? Ya hemos visto que el problema no es ni
la rentabilidad de los fondos, ni las comisiones. Los problemas son
diversos. Primero, son muy pocos los afiliados que completan 30 años
de cotización. En la actualidad debiéramos pensar en un mínimo de
35, idealmente 40. En segundo lugar hay mucha evasión y mucha
elusión, y también mucho desempleo promedio. Los hombres cotizamos
en promedio 24,2 años, por el 10% del salario, y recibimos pensiones
por 19,4 años. Las mujeres cotizan 14,5 años promedio y reciben
pensiones por casi 29 años. La evasión señala que el 19% de los
trabajadores asalariados no cotiza. El 13% trabaja sin contrato, el
6% tiene contrato y no le pagan las cotizaciones. Además, para
muchos trabajadores una parte de su remuneración no es imponible.
Por jemplo, es 18% en el sector público, el peor empleador de Chile.
Las
AFP no fabrican dinero, sólo administran lo que reciben y lo han
hecho extraordinariamente bien.
La
expectativa de vida a la edad de la pensión de los hombres ha
aumentado en 44%, y en el caso de las mujeres lo ha hecho en 34%.
Esto significa una caída del 26% de la pensión en hombres y un 20%
en mujeres. Si una persona se jubila a los 60 años, la pensión es
un tercio de hacerlo a los 65. Eso afecta especialmente a las
mujeres.
Todo
lo anterior es bastante objetivo y señala con claridad meridiana que
las AFP han hecho una enorme labor en la administración de las
platas de las personas y para la economía del país. La creación de
una AFP Estatal es un error de proporciones. Pero hay algunas cosas
que se deben hacer, para mantener el norte en una pensión
equivalente al 70% del ingreso activo.
1)
Aumentar la tasa de ahorro previsional, con aporte del trabajador, el
empleador y el Estado.
- Lograr que se cotice efectivamente por los ingresos reales y por al menos 35 años.
- Solucionar el daño previsional a los empleados públicos.
- Incentivar el ahorro voluntario, aumentar tope del APV en incentivos voluntarios.
- Seguir fortaleciendo el pilar solidario para los sectores más pobres.
- Mantener los altos estándares de regulación estatal.
El
peor de los escenarios es politizar un tema tan técnico como este y
terminar haciendo un desembarco tipo Normandía como Argentina
apropiándose de esos recursos por parte del Gobierno de turno. Y
todas las señales indican que la posición del Gobierno es más
ideológica que técnica. En un ambiente político como el actual,
las tentaciones del populismo son enormes.
Bachelet no es "yeta”,
por
Joaquín García Huidobro.
Lo
dice la calle y lo recogen los humoristas: "Bachelet es yeta ".
Parece que ya desde el terremoto de 2010 la naturaleza nos había
anunciado su deseo de que ella no volviera. Como no oímos su
advertencia, ahora rugen los volcanes, reina la sequía en el Chile
agrícola, hay incendios por todas partes y se inunda el desierto.
Estos datos son perfectos para la rutina de un humorista, pero la realidad es más compleja. Bachelet no es yeta . Ella no es tan poderosa como para atraer la furia de los elementos naturales, ni el cosmos posee la inteligencia necesaria para ocuparse de nuestra Presidente.
Con todo, estas desgracias tienen una ventaja política para el país, porque permiten verla, aunque solo sea por unos días, fuera de su elemento natural. Las tragedias le impiden jugar el juego que más le gusta: esa mezcla, por una parte, de silencio y prescindencia pública y, por otra, una gran cercanía con las personas concretas. ¿Cómo va a aparecer distante una persona que abraza a todo el mundo, y recuerda el nombre y las necesidades de cada ciudadano con el que tiene algún contacto? Sin embargo, aunque "Michelle" es humanamente cercana, "Bachelet" es una figura políticamente distante, porque se aleja de los grandes problemas.
La misma forma en que reacciona ante las tragedias muestra que siempre trata de jugar de local, de estar allí donde se siente más cómoda. Va a La Araucanía, pero solo para consolar a las víctimas del volcán Villarrica. Es decir, le gusta oficiar de Michelle, un personaje encantador, mientras que para su estilo político el conflicto que está unos metros más allá no existe, aunque sea el problema más agudo del país.
Lamentablemente para ella, ciertas desgracias crean una situación psicológica que le resulta adversa. Fue el caso de la catástrofe del Norte. Cuando la angustia de la gente es muy grande, los abrazos y el cariño no bastan. En esos momentos, las personas piden liderazgo y, como descubren que ella, en cuanto Gobernante, no tiene nada que ofrecer, reaccionan de manera destemplada.
Ese rechazo, sin embargo, es solo temporal. Su embrujo es tan grande, que en unos meses más los habitantes de esos lugares la habrán perdonado. Es más, la recibirán con emoción, como sucedió en las zonas afectadas por el tsunami , cuando la aclamaron los mismos que el 27 de febrero de 2010 estaban dispuestos a lincharla.
Bachelet no es yeta . No es verdad que ella atraiga la desgracia. Más bien, es ella misma -mejor dicho su estilo político- la desgracia para Chile, porque ha instalado un modo de hacer las cosas donde se rehúye dar la cara y asumir las responsabilidades. Y por años las encuestas la han premiado con generosidad.
Desde la "revolución de los pingüinos" (2006) hasta hace un par de meses, Bachelet parecía tener una receta infalible: cuanto más se retiraba de la escena pública y se concentraba en inauguraciones y otros actos donde podía lucir su simpatía, mejor le iba. Solo últimamente las encuestas parecen haberse rebelado y empiezan a dar señales de ingratitud. Habrá que ver si se trata de un fenómeno momentáneo o si es una herida de muerte para un estilo político que le ha hecho grave daño al país. Habrá que ver también si Bachelet es capaz de cambiar, de dejar de ser la reina Michelle y empezar, de una vez por todas, a ser la Presidente Bachelet.
La lógica de buscar la causa de los problemas en el lugar equivocado (como es la yeta ), no es patrimonio de los humoristas. Tal como resulta ridículo pensar que Bachelet atrae las calamidades y que su presencia en La Moneda causa desastres naturales, tampoco resulta sensato imaginar que todos los problemas se arreglan con un cambio de Gabinete. Esta medida sería necesaria si los Ministros fueran desobedientes, flojos o tontos, pero no es el caso. Los Ministros se han limitado a poner por obra un determinado modo de hacer política. Mientras no cambie el estilo de quien Gobierna, los reemplazos Ministeriales no pasarán de ser una maniobra cosmética.
Más que cambiar Ministros, la que debe cambiar es ella. Mientras no lo haga, ciertamente no será yeta , pero sí seguirá trayéndonos la desgracia.
¿Seguir pasando?,
por Axel Buchheister.
La aprobación de la Presidente Bachelet se ha desmoronado al peor nivel de sus dos Gobiernos. Las dos más recientes encuestas la sitúan en torno al 30%, mientras que la desaprobación dobla ese porcentaje. ¿Cómo pudo suceder, cuando se suponía que era incombustible?
Anticipo
una teoría: la táctica de “pasar”, es decir, correrse y no dar
explicaciones, apostando a que la gente no le pide cuentas a la mamá,
que es lo que ella simbolizaría políticamente. Pero parece que eso
se acabó, pues a la larga, cuando vienen los problemas, sobre todo
cuando adquieren el carácter de catástrofes, a la gente no le basta
que la comprendan y acojan: quiere soluciones y respuestas.
Terminó
su anterior mandato con más del 80% de adhesión, a pesar que en
esos mismos días su Gobierno fue el epítome de la falta de manejo
frente a una catástrofe. Se refugió en “ONU Mujeres” y mantuvo
durante 3 años silencio. Finalmente, retornó para ser candidata y
la táctica siguió siendo “pasar”, no sólo porque evadió con
generalidades muchos temas y preguntas concretas, sino porque se
permitió contestar literalmente “paso” a más de alguna. Algo
que en una democracia madura simplemente no “pasa”. Resultó
electa con el 62% de los votos, que ya algo indica una merma respecto
de la aprobación previa.
Su
primer año del nuevo Gobierno se mantuvo alejada de la contingencia,
apareciendo sólo para inauguraciones y eventos de corte positivo; en
el fondo, eludiendo costos políticos. Mientras, su popularidad caía
sistemáticamente: a fin de año la aprobación estaba sólo en 40%.
Luego de una breve recuperación al 44% en enero, se supone que fruto
del despacho de muchos proyectos de Ley en ese mes, la medición de
marzo la sitúa en dicho 30%.
La
gota que rebasó el vaso fueron los negocios inmobiliarios que se
imputan a su hijo. Muchos se indignaron cuando después de estar
ausente casi por tres semanas desde que estallara el escándalo, la
Presidente dijera que no sabía nada y que se enteró de todo por la
prensa. Simplemente no le creyeron. Pero esta incredulidad no tiene
mucha base real: ¿quién realmente sabe lo que hacen sus hijos
mayores de edad que abandonaron el hogar familiar? Aunque se trate de
la Presidente, a quien no le aceptaríamos que use los servicios de
inteligencia -si es que los hay- para esos menesteres.
Lo
que realmente parece haber molestado fue que esa constituyere su
única explicación luego del largo silencio; o sea, que tratara de
pasar otra vez. Porque si no sabía, ¿qué hizo cuando supo? Ni
siquiera se notó que ella haya sido la que dispuso la salida de su
hijo del puesto ad honorem que tenía en La Moneda, ni menos que lo
haya exigido con mucha presteza. Más tarde, apenas manifestó su
dolor de madre, que no es lo que el ciudadano común le pide a la
Presidente, sino que afronte, mande y conduzca.
Todo
indica que la cuenta corriente de cercanía y complicidad con la
gente se agotó. Que la Presidente ya no podrá seguir simplemente
pasando. Las encuestas pos aluvión nos darán un indicio más
certero acaso si la gente le basta que la vayan a confortar, o exigen
algo más efectivo y concreto.
¿Y cómo va la economía?,
por
Juan Andrés Fontaine.
Mientras
la atención de muchos sigue puesta en las afiladas aristas de la
investigación de las platas políticas y otros escándalos, en la
economía también pasan cosas.
El Gobierno se ha mostrado complacido con que el Banco Central haya confirmado que hay "brotes verdes" en la actividad económica y que es factible alcanzar un crecimiento de 3% o algo más este año. Esa aspiración -admitamos- es bien modesta, pero al menos implicaría dejar atrás la frustrante desaceleración. En la visión de la autoridad monetaria, aunque la demanda interna sigue muy floja y hay ciertos nubarrones en el horizonte, gracias a la mejoría de la economía mundial Chile iría progresivamente apurando el paso a lo largo del año. Ojalá así sea, pero más vale tomar en serio los riesgos que se avizoran.
Como bien ha señalado el Presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, en su último informe al Senado, la contraparte de la reanimación de la actividad económica ha sido un alza de la inflación más intensa y duradera de lo previsto. Conforme a su "férreo compromiso" con la estabilidad de precios, el Banco Central deberá más temprano que tarde reparar esa contraproducente desviación.
El alza del IPC es atribuida específicamente al fuerte aumento que ha experimentado el dólar, pero, en mi opinión, proviene más bien del drástico giro expansivo tanto de la política monetaria como de la política Fiscal durante el año pasado. La primera ha permitido que las tasas de interés reales de corto y largo plazo desciendan a niveles mínimos; la segunda está aumentando el gasto público real a un ritmo de más de 10% anual, y puede llevar el déficit Fiscal a un insostenible 3% del PIB -esto último, curiosamente, al Banco Central no parece inquietarle-. Semejante batería de estímulos, en una economía sin gran desempleo, con un grado limitado de capacidad ociosa y en un ambiente de mucho pesimismo, es normal que termine alimentando la inflación, tanto por el alza del dólar como de los costos laborales y otros precios. Inevitablemente, las políticas monetaria y fiscal deberán moderarse. Entre líneas, el Banco Central ya anuncia alza de tasas para fines de año.
El riesgo es que los proverbiales brotes verdes sucumban a las heladas. "Como es habitual -dice el Banco Central-, nuestras proyecciones se basan en un conjunto de supuestos, siendo uno muy relevante el de una recuperación de las expectativas de consumidores y empresas". Pero es improbable que ello ocurra cuando el Gobierno promueve -y tramita con urgencia- una descaminada reforma laboral que puede frenar la ya débil creación de empleos. Tampoco ayuda a crear confianza el peligroso aluvión de barro que parece traer la investigación de las platas políticas y el descrédito que ello está ocasionando sobre nuestras instituciones. Las cuentas alegres son prematuras.
Argentina,
¿Macri Presidente?,
por
Andrés Oppenheimer.
Acaba
de arrancar la carrera electoral para las elecciones Presidenciales
de octubre en Argentina, y ya hay una gran sorpresa: el Alcalde
Mauricio Macri, de centro-derecha, lleva la delantera en varias
encuestas, y no se puede descartar que logre poner fin a 12 años de
Gobiernos populistas-izquierdistas de la familia Kirchner.
Antes
de analizar si será capaz de ganar, veamos lo que me dijo Macri
pocos días atrás en una entrevista donde tocamos varios temas.
Macri,
un ingeniero que Presidió el club de fútbol Boca Juniors antes de
ser electo Alcalde de Buenos Aires en el 2007, está primero en dos
de cuatro recientes sondeos nacionales.
Las
encuestadoras Polldata y Giacobbe y Asociados lo tienen en primer
lugar, mientras que la empresa Management & Fit lo muestra en un
virtual empate con el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y
posible candidato oficialista Daniel Scioli, y la encuestadora
Poliarquía lo coloca varios puntos detrás de Scioli.
Cuando
le pregunté cómo piensa ganar las elecciones contra un partido
Gubernamental que va a disponer de muchos más recursos y tiempo en
televisión, Macri me respondió que ya ha demostrado que puede
hacerlo.
Cuando
se postuló para la ciudad, poca gente pensó que podría ganar
contra el partido peronista, y sin embargo lo logró. “Hoy tenemos
serias posibilidades de ganar”, porque después de 25 años de
Gobiernos peronistas, los argentinos quieren un cambio, señaló.
Macri
rechazó las especulaciones de que le sería muy difícil Gobernar
con un Congreso y la mayoría de los sindicatos en manos del
peronismo, y con millones de personas que han recibido subsidios
Gubernamentales que seguirían apoyando al peronismo.
“Bueno,
yo me remito a los hechos”, dijo. “Nosotros Gobernamos la ciudad
de Buenos Aires desde hace siete años, habiendo tenido en contra,
obstruyendo, al Gobierno más duro, más prepotente de décadas. Si
lo pudimos hacer desde acá, creo que va a ser mucho más fácil
Gobernar si uno ocupa el lugar de Gobernar toda la Argentina”.
Cuando
le pregunté qué haría con las empresas Estatales como Aerolíneas
Argentinas, que fueron nacionalizadas por el Gobierno actual, Macri
dijo que evaluaría cada caso en particular, según lo que más
convenga.
“Nosotros
somos un espacio que ha desandado el camino de las discusiones
ideológicas”, dijo. “No nos enamoramos de un libreto. Improvisar
para sostener un relato es estafar a la gente. Eso jamás lo
haríamos”.
Sobre
la economía, dijo que su prioridad sería restablecer la confianza
en el país, teniendo un Banco Central independiente, eliminando
controles de divisas y haciendo “desaparecer” la inflación.
Estas medidas promercado harían que muchos argentinos que tienen
miles de millones de dólares en el exterior vuelvan a invertir en el
país, y que muchos inversores extranjeros sigan sus pasos, dijo.
Cuando
le pregunté si apoyaría investigaciones de corrupción contra la
Presidente Cristina Fernández de Kirchner y otros funcionarios de
alto rango del Gobierno actual, Macri dijo: “Absolutamente. Yo no
creo en la impunidad”. Añadió que está a favor de que la
Justicia argentina no solo investigue a funcionarios de Gobiernos
anteriores, sino también cualquier irregularidad que pudiera suceder
bajo su Gobierno.
Cuando
le pregunté qué iba a cambiar en la política exterior de Argentina
si es que gana, Macri dijo “Yo diría que todo”. Agregó que “el
eje de este Gobierno ha sido solamente tener una relación estrecha
con Venezuela, y nosotros creemos que el eje de nuestra política
exterior es el mundo entero”.
Sus
prioridades en política exterior serían restaurar las relaciones
dañadas con países vecinos como Uruguay, Paraguay y Brasil; buscar
una “convergencia” con el bloque económico de la Alianza del
Pacífico integrada por Chile, Perú, Colombia y México, y mejorar
las relaciones con Estados Unidos, la Unión Europea, China y otros
países asiáticos.
Mi
opinión: Es muy temprano para sacar conclusiones sobre las
encuestas, pero Macri ha arrancado bien.
Si
la economía argentina sigue cayendo (según el Fondo Monetario
Internacional, Argentina tendrá junto con Venezuela el peor
desempeño económico de Latinoamérica este año), Macri tiene
buenas posibilidades de ganar.
Pero
no la tendrá nada fácil. Aunque las desastrosas políticas
kirchneristas han dejado un país quebrado, a pesar de haberse
beneficiado de la mayor bonanza de exportaciones de materias primas
en casi un siglo, es probable que el Gobierno de Fernández empiece a
imprimir dinero e hipotecar aún más el país con préstamos chinos
para crear una ilusión de recuperación económica y tratar de
ayudar a su candidato a ganar las elecciones.
La
buena noticia es que los principales contendientes de Macri — unos
más que otros — también intentarían volver a insertar a la
Argentina en la economía mundial, y poner fin a la alianza
automática con Venezuela. Todavía hay razones para ser optimistas
sobre Argentina.
Asesorías Legislativas.
Como
es sabido, los Parlamentarios reciben, además de su sueldo, un
conjunto de asignaciones para el mejor cumplimiento de sus
funciones, dentro de las cuales está el ítem de asesorías
externas. Aunque no está especificado así por escrito, el buen
criterio hace pensar que esas asesorías deberían contratarse para
que cada Diputado y Senador cuente con el apoyo experto necesario
para elaborar buenas políticas públicas y cumplir así mejor con
la función que se espera de ellos como Legisladores.
Sin embargo, una investigación llevada adelante por "El Polígrafo", de "El Mercurio", deja fundadas dudas acerca de si ese buen criterio es el que está primando. Revisando los reportes que, según el reglamento de la Cámara, los Diputados deben entregar para justificar -aunque sea de un modo "genérico e impreciso"- esta asignación por servicios profesionales externos, se dejaron traslucir prácticas que no dejan de llamar la atención.
Así, de los mil 890 millones de pesos que los Diputados gastaron en asesorías externas entre marzo y diciembre del año pasado -cada uno dispone de 2,2 millones mensuales-, 469 millones (un cuarto de los fondos) fueron destinados a asesorías comunicacionales, lo que incluye desde gestionar entrevistas en la prensa hasta redactar saludos especiales para el Día de la Madre, del Bombero u otro tipo de festividad, pasando por promover la imagen del Parlamentario en las redes sociales.
La investigación también permitió constatar que otro cuarto de los fondos es destinado a centros de pensamiento ligados a cada partido, lo que sí está en consonancia con la labor Parlamentaria propiamente tal, y que existe una gran cantidad de recursos que tienen un destino difícil de precisar por lo vago de los informes, así como otros que se escapan de la mínima prudencia, como el diseño del espacio interior de una sede. Aun así, el caso del Senado deja planteadas más dudas, ya que tales informes no son exigidos y las asesorías se pagan contra contratos o boletas solamente, a los que no se tuvo acceso.
Si bien la revisión de los informes no permite constatar irregularidades, sí deja planteada la cuestión acerca de qué debe entenderse por asesorías externas o servicios profesionales para los congresistas. La lógica indica que ellos deben vincularse directamente al trabajo Legislativo que estos realizan, asegurando su calidad, y no a la promoción del Parlamentario, donde comienzan a parecerse a un gasto de precampaña o de campaña permanente.
Tratamientos terapéuticos de alto costo.
La
cruzada que inició el fallecido periodista Ricarte Soto para que el
Estado se hiciere cargo de los tratamientos de salud de alto costo,
tuvo gran eco en la ciudadanía, pues con frecuencia son
económicamente inabordables, aunque se trate de beneficiarios
cubiertos por los sistemas de salud. El Gobierno, respondiendo a esa
demanda, anunció un proyecto de Ley para que el Estado se haga
cargo del financiamiento de dichos tratamientos, promesa que generó
elevadas expectativas.
El
proyecto de Ley fue presentado y crea un “Sistema de Protección
Financiera para Tratamientos de Alto Costo”, que no ha satisfecho
plenamente esas expectativas y ha sido considerado insuficiente por
algunos sectores, incluidos Parlamentarios oficialistas. El problema
es complejo y de no fácil solución. El principal inconveniente es
conjugar los siempre limitados recursos con opciones razonables,
pues muchos tratamientos no son capaces de revertir el avance de las
dolencias, constituyendo un mero paliativo, y otros son
experimentales, no siendo probada su efectividad, con la posibilidad
de que sean contraproducentes o con efectos colaterales adversos.
Otro
factor es la identificación entre tratamiento de alto costo y
enfermedades raras o poco frecuentes, pues no siempre son sinónimos,
lo que hace temer a los que padecen estas últimas que sean
postergados ante dolencias más comunes, como el cáncer.
El
proyecto de Ley se focaliza en los tratamientos de alto costo,
planteando un sistema que, más allá de los detalles debatibles y
de ciertos principios generales, como la universalidad y equidad,
busca hacer frente al problema bajo una óptica de sustentabilidad
financiera y razonabilidad, que contribuirá a financiar
medicamentos, alimentos y prótesis. Para ello, se determinará el
umbral sobre el cual se considerará tratamiento de alto costo y los
que serán solventados, previa evaluación y recomendación de una
comisión de expertos y aprobación por decreto conjunto de los
Ministerios de Salud y Hacienda. Los aportes provendrán de un
fondo, considerándose un copago, salvo en los niveles
socioeconómicos más bajos, y límites en la disponibilidad de
recursos del fondo, que en régimen alcanzará a $ 100.000 millones
anuales. Ello presupone un marco que disminuye las posibilidades de
gastos excesivos y sin fundamento racional, y acota el riesgo de
abuso.
Sin
embargo, y dadas las altas expectativas, las presiones para aumentar
la cobertura se mantendrán, tanto en la aprobación del proyecto de
Ley como después en la definición de tratamientos susceptibles de
ser aplicados. Probablemente es por ello que el Gobierno formulará
indicaciones a dicha iniciativa que buscan fortalecer otros derechos
sin ampliar el marco básico de financiamiento, pero que resultan
discutibles. Así, por ejemplo, se confiere un rol mediador al
Consejo de Defensa del Estado previo al ejercicio de acciones
judiciales, lo cual extralimita su función propia como encargado de
asumir la defensa judicial del Fisco, lo cual es particularmente
cierto cuando se trata de entablar dichas acciones contra
prestadores privados. Es indispensable que en el debate de este
proyecto de Ley primen las consideraciones técnicas estrictas,
porque de lo contrario se arriesgan distorsiones que pueden terminar
generando mayores tensiones sociales e inconvenientes que los que se
pretende resolver.
Una
mirada al mundo:
Humala y el espionaje.
La
censura de la Primer Ministro peruana, Ana Jara, por el Congreso
unicameral ha sido un golpe fuerte al Gobierno del Presidente Humala,
el cual atraviesa un momento difícil por denuncias de corrupción
que implican a su esposa, lo que ha provocado una caída estrepitosa
en su popularidad.
La
Premier censurada, situación que no ocurría desde hace cinco
décadas, fue acusada de haber permitido el espionaje de los
servicios de inteligencia peruanos (la Dirección Nacional de
Inteligencia, DINI) a políticos, periodistas y empresarios que no
son afines al régimen. La situación se tornó escandalosa, llevando
al Gobierno a cerrar la DINI y reestructurar el organismo.
La
DINI es sucesora del Servicio de Inteligencia Nacional, famoso
durante el Gobierno de Fujimori por el uso que el asesor de seguridad
Vladimiro Montesinos hacía de él para controlar y espiar a
opositores. Con la llegada de Humala, éste nombró allí a militares
retirados cercanos a él y la había dotado de recursos para comprar
modernos aparatos para interceptar teléfonos e internet, entre
otros. Se señalaba que eran para fines externos —como el
narcotráfico y Sendero—, pero pronto aparecieron denuncias de que
la DINI vigilaba a políticos opositores e interceptaba sus
comunicaciones. Uno de los primeros en denunciar esto fue Fernando
Rospigliosi, ex Ministro del Interior durante la Presidencia de
Toledo. También Alan García y Keiko Fujimori han denunciado ser
objeto de espionaje.
Hace
unas semanas, el diario Correo publicó documentos donde agentes de
la DINI informan a sus mandos acerca de las actividades, propiedades,
negocios y familias, con fotografías de varios notables críticos
del régimen, de izquierda y derecha. La Presidente del Consejo de
Ministros, Ana Jara, negó tener noticias del caso, destituyó a los
mandos y anunció la disolución de la DINI. Pero opositores y la
prensa dicen que, de alguna manera, se sigue con lo mismo. El nuevo
Gabinete estará encabezado por Pedro Cateriano; entusiasta acusador
de la denuncia de espionaje chileno que genera reacciones internas y
provoca, de paso, la salida del Canciller Gonzalo Gutiérrez.
Humala
tendrá que pedir el voto de confianza del Congreso para que asuma,
pero lo ocurrido es continuación de una historia antigua, en que
FF.AA., Policía y el ente oficial ceden a la tentación de espiar, a
veces para negocios propios, no políticos, y, lo que es peor, todos
ellos se enfrentan entre sí.
Irán en el banquillo.
El
delicado equilibrio del Medio Oriente pasa por un Irán estable, sin
armas atómicas, posibilidad que tiene en ascuas a sus "enemigos"
sauditas e israelíes. El esfuerzo que se ha hecho en Suiza para
definir los términos del acuerdo fue insuficiente para convencer a
Teherán de apurar los detalles.
La vigencia del acuerdo -15 años de monitoreo a las instalaciones-, el número de centrífugas permitidas a Irán y la cantidad de combustible nuclear que podrá mantener en stock son los puntos más significativos de las negociaciones.
Para el Presidente iraní es imprescindible que se levanten rápido las sanciones internacionales que pesan sobre su país, y así cumplir su promesa de mejorar la economía. Barack Obama necesita algún resultado como muestra de que su política de acercamiento a Irán es la correcta. Ambos consiguieron sus objetivos, por ahora.
Gran Bretaña a las urnas.
La carrera electoral en Gran Bretaña partió con los principales partidos, el Conservador y el Laborista, en empate técnico, entre 35 y 36 por ciento de las preferencias. Esto no es usual, tampoco que el bipartidismo tradicional sea desafiado por conglomerados con altas expectativas.
David Cameron se juega el cargo, después de cinco años en que el Reino Unido sorteó con relativo éxito la crisis que azota a la Eurozona, de la que no forma parte, pero sí depende por ser el mayor destino de sus exportaciones. En 2014, el país creció 2,8 por ciento, el mejor rendimiento anual de las grandes economías.
Por eso, el Premier apuesta a que esa fortaleza le dé apoyo de los indecisos. Todo esto estaría en riesgo si ganan los laboristas, que aumentarían gastos, impuestos y endurecerían el mercado del trabajo. Cameron ofrece más empleos para jóvenes y mejorar el sistema de salud.
El líder del laborismo, Ed Miliband, lo ataca en ese flanco, y en otro clave: el debate sobre la permanencia en la Unión Europea. Los conservadores están divididos; un sector euroescéptico puja por salirse de la UE, y Cameron propuso un referéndum para 2017. Miliband advierte que dejar la UE sería perjudicial para los negocios. Miliband reconoce, sin embargo, que la UE necesita reformas, en cuanto al presupuesto y la inmigración, que es el otro gran tema de la campaña británica.
Más de 298.000 extranjeros entraron en un año, hasta septiembre pasado, a territorio británico. Cameron quiso reducirlo hasta cien mil, mientras Miliband propone "controles razonables". He aquí el gran desafío para los partidos tradicionales, porque una derecha populista capta el malestar popular con un duro discurso contra los extranjeros. El Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) crece en los sondeos con su oposición a la política europea de "puertas abiertas", la que permite a ciudadanos de la UE acceder a empleos temporales en cualquier país miembro.
Si las encuestas son acertadas, es probable que ningún partido gane la mayoría absoluta, por lo que sean los tories o los laboristas quienes obtengan el mayor número de escaños, tendrán que formar una coalición con algún partido chico.
Así, el panorama británico se ve incierto, y la estabilidad de un futuro Gobierno, precaria, lo cual es inquietante en momentos en que todavía la crisis económica no amaina.
Terrorismo islámico cunde alrededor del mundo.
El horrendo ataque de yihadistas somalíes a una universidad keniana muestra, una vez más, que los combatientes islámicos están empeñados en aterrorizar al mundo, con la muerte de civiles inocentes, pero que a sus ojos son infieles o se han desviado del camino del islam.
Se trata de una amenaza latente para todo el mundo civilizado, puesto que estos grupos han proliferado en el Medio Oriente y África y buscan cometer atentados fuera de esas regiones. En enero, el mundo se estremeció cuando dos terroristas irrumpieron en la revista Charlie Hebdo, en París, y asesinaron a 12 de sus profesionales.
No es primera vez que el grupo Al Shabab comete atentados en Kenia, como represalia a las incursiones de ese país en contra de sus militantes. En 2013, fueron 67 muertos los que dejaron en el asalto a un centro comercial en la capital Nairobi. El año pasado mataron a 28 pasajeros de un bus. Al Shabab forma parte de la red de Al Qaeda desde 2012, y lanzó una amenaza contra EE.UU. después de la muerte de Bin Laden, el año anterior. Desde EE.UU., inmigrantes somalíes apoyan financieramente al grupo, y se estima que unos 40 musulmanes somalíes residentes en ese país se han incorporado a la lucha. Washington ha tomado medidas militares y también de restricción de remesas hacia el país africano.
La batalla contra el terrorismo es difícil de ganar; se trata de hombres determinados a cometer sus crímenes sin temor a perder la vida.
Un
par de cartas para meditar.
Señor
Director:
Proyecto
de aborto, ¿a quiénes beneficia?
El pasado 20 de marzo, el Sernam publicó una nota de prensa titulada "Trabajar con las organizaciones de mujeres es fundamental para abordar la agenda de género", en el que se da cuenta de una reunión de la Ministro Claudia Pascual con más de 30 representantes del mundo social, con la finalidad de "entablar un diálogo directo y escuchar las opiniones y demandas de las organizaciones civiles de mujeres", difundiendo esta instancia como abierta y participativa. Sin embargo, esta reunión solo incluyó a quienes comparten la agenda del Gobierno, marginando así a un grupo importante de organizaciones civiles que trabajan estas temáticas desde hace décadas.
Pero lo más preocupante es que tal como ocurrió en la elaboración del proyecto de Ley sobre aborto, el Gobierno de Chile insiste en presentar a la ciudadanía como "organizaciones ciudadanas" al Instituto Chileno de Medicina Reproductiva (Icmer) y a la Asociación Chilena de Protección de la Familia (Aprofa), perteneciendo esta última al colectivo "ciudadano" Miles Chile. Más que organizaciones ciudadanas, Aprofa e Icmer resultan ser prestadoras de servicios en "salud sexual y reproductiva", estando también íntimamente relacionadas con la transnacional IPPF, que, además de ser una ONG, es proveedora de servicios de aborto y otros relacionados.
Si estas organizaciones limitaran sus acciones al ejercicio del lobby de manera transparente, quizás estaríamos hablando de un asunto puramente ético. Sin embargo, las entidades (Aprofa e Icmer) son prestadoras de productos y servicios que participan activamente en la redacción de normas y proyectos del Gobierno.
Frente a esto, cabe preguntarse ¿con quiénes entabla el Gobierno un diálogo directo?, ¿de quiénes realmente son las demandas que están siendo escuchadas? Considerando que Chile goza de la mortalidad materna más baja del continente después de Canadá y que el aborto puede llegar a ser una forma más de violencia de género, ¿qué persigue el Ejecutivo con acciones como el cierre del fono maternidad, que prestaba apoyo al embarazo vulnerable, para luego promover un proyecto de aborto como beneficioso para la mujer? ¿A quiénes realmente beneficia una Ley de aborto en Chile?
Natalia Arévalo, Francisca Jofré, Rosario Vidal, Sandra Méndez, Yasmin Gray. Movimiento de Mujeres Reivindica.
Honradez y desarrollo.
Jorge Aspillaga.
Pueblos
bien informados
difícilmente
son engañados.