¿Y dónde está el piloto?,
por
Camilo Feres.
Aun cuando están en los sótanos de la
valoración ciudadana, en estos días son varias las personalidades, grupos o
gremios que han tocado la puerta de los partidos políticos en busca de
orientación, defensa, cariño o consuelo. Lo han hecho Ministros bajo amenaza
—desde Gómez-Lobo a Rincón—, lo ha hecho la Iglesia y también los empresarios.
Todos han tenido sus motivos. No todos han elegido a los mismos interlocutores,
pero todos parecen hacerlo en respuesta a problemas con el mismo actor: el
Gobierno.
Hay en esta tendencia al menos dos vertientes: la de actores cuya búsqueda de interlocución política con el Ejecutivo es percibida como insuficiente y la de miembros del Gabinete que cada mañana leen en la prensa que están mal evaluados, que serán intervenidos o que los temas, plazos y proyectos de sus carteras no les pertenecen. Ninguno de ellos encuentra un canal dentro del Ejecutivo para conducir sus aprensiones, dando forma a una relación cruzada transversalmente por la desconfianza y la incertidumbre.
Los efectos de este particular
mecanismo de gestión política son complejos. Por una parte, carteras
sectoriales que tienen la responsabilidad de lidiar con los distintos públicos
y grupos de intereses afectados por sus agendas son despojadas de sus
facultades y aparecen como insolventes para conducir las tareas que se les
encomiendan. Por otra parte, las organizaciones o grupos que buscan exponer sus
puntos de vista reciben señales erráticas sobre dónde o con quién deben
conversar.
Curiosamente, dentro de un régimen
político “hiperpresidencialista” como el chileno, que además avanza de manera
sostenida a una variante personalista, el actor que está quedando aislado del
debate político es precisamente el que ostenta mayor potestad. Y la contracara
de este escenario es que cuando emerge un conflicto, aunque se trate de uno
eminentemente sectorial, sus efectos se toman la agenda de La Moneda.
La última crisis de Metro ofrece un
muy buen ejemplo de la situación descrita: ni de la empresa, ni del holding que
la controla (el SEP), ni de la Intendencia, ni de las autoridades sectoriales
hubo una respuesta oportuna. Al episodio le sobrevino confusión, intervención
de la Presidente y remoción de un responsable directo. Después aparecieron las
filtraciones sobre mala evaluación del responsable político, los espaldarazos
de sus camaradas y más leña al fuego de un cambio de Gabinete, cuya oportunidad
y profundidad sigue siendo un misterio. Así pasó en Educación, en Transportes,
en Interior y en Cancillería. ¿Hasta cuándo?
Selección y libertad de enseñanza,
por Arturo
Fontaine y Sergio Urzúa.
"Los padres no solo transmiten genes a
sus hijos, sino que tienden a transmitirles una forma de vida. En eso consiste,
en buena medida, ser padre, ser madre" (Fontaine y Urzúa, "Selección,
Diversidad y Libertad de Enseñanza", www.clapes.uc.cl).
El hijo con el tiempo, por cierto, podrá
modificarla y, quizá, apartarse de ella. En la vida familiar el niño, como se
sabe, va absorbiendo las primeras normas de conducta. Luego, en instituciones
como el colegio, sugiere Rawls, los criterios morales "son impresos en él
por la aprobación o desaprobación de aquellos con autoridad, o por otros
miembros del grupo".
Los sentimientos morales surgen ligados a la
confianza y la amistad. Son los cimientos de los principios de justicia
reflexivos que habilitan al ciudadano. Y aparecerán, asimismo, ideales que
encarnan personas del colegio. El niño requiere cierta coherencia entre la casa
y el colegio. Cuando eso no ocurre -cualquier profesor lo sabe- la tarea se
hace muy ardua. Las virtudes e ideales que el alumno vea en acción en el
colegio marcarán su modo de ser. Y ahí hará sus primeras amistades, a menudo
las más duraderas. De aquí emana la libertad de enseñanza que, en el fondo, es
una expresión de la libertad de conciencia. "Nadie ha de obligarme a ser
feliz a su manera", dice Kant.
La Cámara aprobó un proyecto de Ley que
restringe la libertad de enseñanza al momento de crear un colegio, al momento
de la admisión y al momento de la expulsión. La fundación de un colegio queda
al criterio de los funcionarios del Mineduc quienes, se supone, estarían en
condiciones de predecir si un colegio por crearse tendría demanda o no "en
el territorio en el que pretende llevar a cabo su proyecto educativo". La
libertad de enseñanza de ser un derecho pasa a ser una mera pretensión.
Luego, el colegio no puede seleccionar y debe
aceptar a "todos los estudiantes que postulen". Solo si hay más
postulantes que cupos -salvo algunos postulantes prioritarios- deberá aplicar
un "procedimiento aleatorio". Y la expulsión de un alumno queda
normada de modo que se hace casi imposible. El colegio deberá implementar
"todas las medidas de apoyo pedagógico o psicosocial que
correspondan". Toda expulsión se judicializa. El alumno adquiere una
suerte de inamovilidad.
En conjunto, estas normas buscan impedir que
el colegio configure una comunidad escolar afín a su proyecto educativo. Los
chilenos hemos concebido siempre así la libertad de enseñanza. En el caso del
Instituto Nacional o el Carmela Carvajal -educación pública, gratuita y de
excelencia-, se les prohíbe seleccionar por mérito académico. En el caso de los
colegios religiosos, se les prohíbe seleccionar familias comprometidas con su
religión. Se prohíbe incluso exigir certificado de bautismo a los
postulantes... La hija de un musulmán -si el padre firma aprobando que se la
eduque según ese proyecto- por Ley en el sorteo tendrá igual probabilidad de
ser admitida que la hija de una familia de misa y comunión dominical. Y si hay
vacantes, una familia musulmana o un grupo de ellas puede imponer su presencia
en ese colegio. Una escuela cristiana puede considerar su deber educar a los no
cristianos, pero entonces ¿por qué obligarla?
Quizás sin quererlo se esté concibiendo al
colegio como un local comercial obligado a vender la mercadería que oferta al
que esté dispuesto a pagar su precio. Pero los colegios no son supermercados;
son comunidades educacionales. La libertad de los colegios para configurar una
comunidad de profesores, alumnos y familias porque lo requiere su proyecto
educativo no es discriminación, sino la otra cara de la libertad de los padres
para educar a sus hijos. Los colegios hacen posible que la libertad de
enseñanza de los padres se manifieste de un modo concreto.
Ackerman cree que la diversidad de colegios es
peligrosa para la democracia y, por tanto, propone prohibir toda la educación
particular. Sin embargo, hay colegios privados subvencionados por el Estado en
Holanda, Bélgica, Austria, Francia, Gran Bretaña, en fin, Australia, y no se ve
que hayan lesionado la tolerancia o la formación democrática en esas naciones.
En Chile el Estado subsidió colegios privados desde los orígenes de la
República.
Los padres tienen razones de fondo para querer
que su visión de mundo se expanda y profundice en la vida del colegio. Las
mismas que tiene el Estado para proteger esa profunda inclinación paterna y
materna, raíz y sentido de la libertad de enseñanza.
Inflación, impuestos y bencina
por Felipe Larraín.
La inflación de 1%
en octubre fue un balde de agua fría para el poder adquisitivo de los
trabajadores chilenos, cuyos salarios y empleo han sufrido un frenazo de
proporciones durante 2014. Con ello se acumula una inflación de 5,1% este año y
de 5,7% en 12 meses, muy por sobre los valores de años anteriores. Esto
significará un aumento de la UF por sobre $ 240 en 30 días, lo que perjudica a
cientos de miles de chilenos endeudados en UF y a todos quienes viven de un
sueldo. Tal vez, lo más lamentable de este episodio es que buena parte de él
podría haberse evitado.
Alrededor de 0,13% de la inflación
viene de las alzas de impuestos a las bebidas alcohólicas, analcohólicas y al
tabaco, que se gatillaron el 1 de octubre pasado por la reforma tributaria
(¿recuerda usted que nos decían que la reforma tributaria la pagaría el 1% de
mayores ingresos?). Esto y más podría haber sido evitado si se hubiera
gestionado bien el Mepco, pero no ocurrió así. En efecto, cuando caen los
precios internacionales, el nuevo mecanismo Mepco permite al Gobierno traspasar
las bajas a los consumidores. Ellas no están limitadas a sólo $ 5 por semana,
pues la Ley permite al Gobierno hacer una gestión proactiva, que traspase las
bajas de modo más veloz. Pero debido a la inercia y desatención del Gobierno,
los chilenos pasamos cinco semanas con precios de bencinas mucho más
altos que los que habríamos tenido si se hubiera acelerado la baja usando bien
la Ley vigente. O, alternativamente, si se hubiera mantenido el mecanismo
anterior de suavizamiento de precios de combustibles (Sipco), y se hubiera
administrado como se hacía, los precios habrían sido hasta $ 83 por litro menos
en esas semanas.
En definitiva, durante octubre, la
ineficiencia del Gobierno hizo que el impuesto específico a las gasolinas aumentara
de 6 UTM hasta casi las 8 UTM por m3, con lo cual el Fisco recaudó cerca de US$
40 millones adicionales (recaudó otros US$ 10 millones adicionales en el
diésel). Por supuesto, se espera que los mecanismos de suavización
compensen las fases de subsidio transitorio con fases de impuesto transitorio,
pero en esta ocasión, ya a inicios de octubre fue evidente que la caída en el
precio internacional de las gasolinas sería permanente, y como Mepco no había
otorgado todavía subsidios transitorios, no se justificaba demorar el traspaso
de la baja de precios.
Esta semana el Gobierno decidió
ponerse al día con este problema, usando las facultades que le da la Ley Mepco
para rebajar los precios de la gasolina en $ 67 por litro. Esta ineficiencia en
la gestión se suma a la corrección que debió hacerle al Mepco, dado que
inicialmente venía con letra chica para que se aplicara sólo a la bencina de 93
octanos, dejando fuera a los demás octanajes. La acción de esta semana no es
una prodigalidad o generosidad del Gobierno, sino sólo viene a corregir los
errores del Mepco.
En definitiva, casi la mitad de la
inflación de octubre se explica por la combinación de la reforma tributaria y
de la ineficiente gestión del Mepco. Llama la atención aquí el silencio de la
mayoría de los Parlamentarios de la coalición de Gobierno, varios de los cuales
rasgaban vestiduras contra el sistema anterior (Sipco), siendo que éste sí
habría permitido traspasar la caída de precios internacionales de combustibles
a los consumidores con una gestión adecuada. Haber traspasado este beneficio a
tiempo habría significado un importante alivio para millones de chilenos.
El síndrome de Benjamin Button,
por
Joaquín García Huidobro.
Todos hemos visto esas películas del
Oeste, donde un personaje vaga por el desierto, muerto de sed. Agotado, cae al
suelo y ve con horror que los buitres ya lo están sobrevolando, porque se
aprestan a devorar su cadáver. Algo parecido está pasando estos días en la
política chilena, con la diferencia de que las aves de presa han empezado a
revolotear no sobre un hombre maduro, sino en torno a un Gobierno que apenas
tiene ocho meses de edad. ¿Qué otra cosa puede significar que un tema de la semana
hayan sido las "primarias Presidenciales"? Es como si en plena fiesta
del matrimonio los invitados empezaran a hablar del futuro divorcio de los
recién casados.
Amplitud quiere organizar primarias Presidenciales
con Fuerza Pública y la DC; ME-O también tiene intereses semejantes; Ossandón
está dispuesto a hacerlas con Piñera, cuya candidatura ya ha sido levantada, al
menos como idea personal, por el ex Ministro Mañalich, un hombre que tiene la
gran ventaja de no guardarse lo que piensa; por último, las elecciones del PS
son unas primarias adelantadas, donde Isabel Allende viene desde hace tiempo
moviendo los hilos con habilidad, aunque Camilo se le ha cruzado en el camino.
Otros han empezado a pensar en Ricardo Lagos 2017, lo que muestra la capacidad
imaginativa de nuestra izquierda, porque postular a una persona que quiera
volver a la sensatez constituye hoy, en Chile, una enorme novedad. La izquierda
siempre se reinventa, aunque sea con modas de estilo retro.
Ahora bien, cuando todos piensan en
la sucesión, es señal inequívoca de que el Gobierno está viejo, precozmente
viejo.
¿Cómo puede ser que un Gobierno tan
joven ya parezca viejo y se vea rodeado de tantos herederos? El "síndrome
de envejecimiento prematuro" es conocido por los médicos, que al parecer
no tienen muy claro su origen ni cómo enfrentarlo, pero hasta ahora nunca se
había presentado en la política nacional.
Aunque la medicina ignore las causas
de este síndrome, en la política chilena actual parecen claras: sucede que el Gobierno
de la Nueva Mayoría ha vivido su vida con tanta intensidad que nos parece que
ha pasado mucho tiempo desde ese 11 de marzo de 2014 cuando Michelle Bachelet
se puso por segunda vez la banda Presidencial. ¿Quién se acuerda hoy, por
ejemplo, del idolatrado Programa, del que tanto se habló al comienzo? Hoy nos
parece algo tan lejano en el tiempo como la modernización del Estado con la que
soñaba Frei Ruiz-Tagle. Además, como las cosas no le han salido bien al
Gobierno, no hay que extrañarse de que, ante esos síntomas de deterioro y
obsolescencia, los apetitos Presidenciales se hayan despertado sin nada que los
refrene.
Muchos han ganado en esta situación
anómala. El caso más claro es la DC. Aunque Fulvio se enfurezca, ella pasó de
ser despreciada por sus socios de la Nueva Mayoría a transformarse en la reina
de la política chilena. Pero no solo la DC ha ganado con la temprana decrepitud
del Gobierno. La derecha también ha salido bastante bien parada, si se tiene en
cuenta que viene de una gigantesca debacle electoral: con la vorágine
reformista del Gobierno, sus debilidades se han notado menos. Y como su
representación Parlamentaria es bastante escuálida, nadie puede culparla de los
estropicios que se realizan desde La Moneda. Es más, poco a poco se va
difundiendo la convicción de que "con la derecha vivíamos mejor". Eso
debería beneficiar a la Alianza, a menos que esos aires nostálgicos los
aproveche Velasco, una figura que representa una izquierda tecnocrática muy
apta para derechistas despistados.
Afortunadamente para La Moneda, la
política es más rica en sorpresas que la medicina. Todavía es posible que el
Gobierno se tranquilice, logre revertir este extraño síndrome que lo viene
aquejando, viva su existencia a un ritmo normal, retome el control de la
situación y espante a las aves de presa que revolotean sobre su cuerpo todavía
vivo. Sería como en "El curioso caso de Benjamin Button", llevado al
cine por David Fincher en 2008. Allí se cuenta la historia de un niño que nace
con apariencia de viejo y, a medida que pasa el tiempo, se va volviendo más
joven y atractivo. Para conseguir esto, el Gobierno necesitaría basarse en un
libro del nivel de la obra homónima de Scott Fitzgerald (bastante mejor escrita
y entretenida que el Programa), un director como Fincher, y actores de la talla
de Brad Pitt y Cate Blanchett.
Quizá la Presidente encuentre una
semejante constelación de estrellas, ¿no dicen que el cine chileno pasa por un
gran momento?
Palabras excesivas.
Justificado revuelo causaron las
palabras del Senador Guido Girardi con las que calificó como “pedófilos del
siglo XXI que violan los derechos humanos de los niños” a un grupo de empresas
multinacionales del rubro de los alimentos, en el marco de una conferencia
convocada por la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y
Agricultura (FAO), celebrada en Italia. El tenor de la frase fue calificado
como injurioso por el gremio aludido en nuestro país y mereció reparos de parte
de la Presidente del Senado, y el propio Senador Girardi reconoció
posteriormente: “Mis palabras fueron excesivas”.
Asemejar una conducta, objeto de
legítimo debate —los esfuerzos del rubro por incidir en el reglamento que
aplicará en forma paulatina la nueva Ley de Etiquetado de Alimentos—, con un
delito deleznable como la pedofilia está fuera de proporción. Pero esa retórica
encendida tiene además el serio inconveniente de que dificulta la mejor
comprensión de lo que está en juego por otras dos razones: porque el problema
de la mala alimentación infantil es mucho más complejo de lo que da a entender
la polémica comparación, y porque lo presenta de una forma maniquea, como un
enfrentamiento entre abusadores (las empresas) y víctimas (los niños).
Los esfuerzos por transparentar con
más detalle el contenido de los alimentos son necesarios, pero es obvio que la
solución a la obesidad infantil y juvenil no se agota en la entrega de mayor
información, como tampoco ha sido el caso con las advertencias impresas en las
cajetillas de cigarros. Junto con ello, existen hábitos de consumo que se
adquieren tempranamente —relacionados con la situación socioeconómica,
influencia parental y pautas culturales—, a los que hay que poner en el centro
de la mira, tanto pública como privada. Que las políticas impulsadas desde el
Estado no estén dando los frutos esperados (Ley Súper 8, más horas de actividad
física en la escuela, etc.) así lo sugiere.
No contribuye a lo anterior un
discurso que plantea un esquema de “buenos y malos”, reduciendo el problema a
un choque entre quienes tienen la razón y buscan el bien común, y quienes sólo
buscan lucrar de cualquier modo sin atender a las consecuencias. Los desafíos
de una sociedad rara vez son de esa naturaleza tan nítida y por eso superarlos
requiere una mezcla de reflexión, diálogo, convicción y realismo. En este
sentido, la expresión criticada aquí es a la vez “excesiva” y por completo
insuficiente.
Perspectivas de la reforma Constitucional.
El programa de Gobierno de la
Presidente Bachelet consultaba tres reformas fundamentales en las que centraría
sus tareas. Encabezadas por la reforma educacional, que requeriría de la segunda
de las reformas, la tributaria, que proporcionaría los dineros necesarios para
ponerla en marcha, culminaban con la elaboración de una nueva Constitución.
Haciéndose eco de lo que calificaba como reclamos planteados desde larga data
por sectores democráticos, afirmaba que "se recoge la demanda nacional por
una nueva Constitución Política para Chile". No obstante, era poco
explícito en las formas y los procedimientos que se seguirían para elaborar
dicha Carta Fundamental, lo que ha alentado a quienes propugnaban la creación
de una asamblea constituyente. Pese a las intenciones refundacionales de la
Nueva Mayoría, sus planes parecen estar enfrentando dificultades.
Desde luego, han surgido nuevas ideas
de reformas, que tienen un carácter más urgente, lo que ha estimulado a
variados sectores reformistas. Para el Presidente del Partido Socialista, ni la
reforma educacional ni la nueva Constitución afectarán a la presente
generación; en cambio, estima urgente hacer una reforma laboral. Los
comisionados Presidenciales en salud quisieron reformar por completo el sistema
de salud del país y las autoridades de Gobierno han planteado 66 reformas en
pocos meses. Todo ello ha creado un grado de incertidumbre que a todas luces
está afectando a la economía y aconsejando un ritmo mejor pensado y bastante
más pausado.
Los Constitucionalistas también han
comenzado a estudiar más detenidamente la propuesta de una nueva Constitución y
han expresado sus discrepancias con la idea de una asamblea constituyente. José
Luis Cea, distinguido académico y ex Presidente del Tribunal Constitucional,
estima que las asambleas constituyentes resuelven problemas de una sociedad que
atraviesa por una situación cataclísmica, algo muy alejado del Chile de hoy.
Por cierto, dentro de la coalición Gobernante
subsisten toda clase de opiniones, pero la propia Presidente ha comenzado a
aclarar que ella dará comienzo al debate -"iniciar su discusión"-,
que deberá extenderse por todo el país, pero no pretende promulgar una nueva
Carta durante su período Presidencial.
Entre las mayores objeciones que
tiene el levantar el tema Constitucional en estos momentos de incertidumbre
económica, plantea el académico Cea, están las consecuencias internacionales
que tendría para Chile, interesado como está en atraer inversiones desde el
exterior. "No sabemos nada de la nueva Constitución, esa es la
verdad", afirma, y ante tal falta de claridad en las intenciones, sin duda
se produciría un freno aún mayor que el que el país está viviendo en la
actualidad. Todo indica que hay dos caminos posibles: o se privilegia la
situación económica actual o se detienen las inversiones para dar lugar a una
discusión Constitucional.
Una deslucida aprobación presupuestaria.
La Ley de Presupuestos del Sector
Público para el año 2015 constituye la primera expresión íntegra del plan de Gobierno
de la actual administración en el erario Fiscal. No obstante, el proceso de
discusión fue dejando en evidencia una serie de desacuerdos entre los
representantes del Ministerio de Hacienda y los Diputados oficialistas.
Fueron ellos los que apuntaron al Ministro
por una supuesta falta de “trabajo pre Legislativo”, los que reclamaron por los
recursos asignados en una serie de partidas y los que, finalmente,
condicionaron la aprobación a un “protocolo”. Como resultado, queda en el
ambiente la impresión de que el presupuesto presentado por el Ejecutivo no
representa realmente un pilar donde puedan respaldarse las propuestas
contenidas en el programa de Gobierno, sino más bien una repetición en lo
sustancial de un marco genérico y sin grandes compromisos específicos. A eso se
agrega el escaso aporte de los Parlamentarios de oposición, que no han cumplido
en forma eficaz el rol de confrontar y explicar las debilidades que pueda tener
el presupuesto planteado.
El escaso rol jugado por el Congreso
queda de manifiesto en el protocolo de compromisos suscrito con el Ministerio
de Hacienda. Dada la mayoría oficialista, sólo ella concurrió a su discusión y
aprobación, tanto por la vaguedad de algunos de los puntos establecidos como
por la evidente defensa de intereses particulares que suponen otros acuerdos.
Cabe recordar que el Poder Ejecutivo cuenta con amplias facultades para
reasignar recursos Fiscales, a lo que se suma el hecho de que la Ley de
Presupuestos requiere sólo de mayoría simple para cualquier modificación
posterior.
Entre otros aspectos, el protocolo
ofrece nuevas evaluaciones o compromete reasignaciones durante el transcurso
del año para ítems o programas que sufrieron recortes en el mismo proyecto de Ley,
además de incorporar una serie de revisiones de las remuneraciones y
condiciones de funcionarios públicos, como en los casos de los trabadores de
Prodesal, Junji e Integra, Gendarmería y Sename.
Pero lo que más llama la atención,
considerando que se trata de uno de los pilares del programa de Gobierno de la
actual administración, es el primer compromiso del protocolo, referido
específicamente a la reforma educacional: “se incentivará que todos los
sectores de la administración del Estado, en el ámbito de sus competencias,
orienten su accionar al fortalecimiento de la educación pública”, señala el
documento, sin especificar qué aporte podría esperarse de las numerosas áreas
del aparato Fiscal que no guardan ninguna relación con la educación pública Municipal.
Advierte, también, que “se realizarán las gestiones necesarias para garantizar
la oportuna ejecución de los recursos vinculados a infraestructura en
educación”, como si no fuese responsabilidad de las autoridades competentes
llevar a cabo, precisamente, todas las gestiones necesarias para ejecutar los
recursos asignados.
En definitiva, el Gobierno perdió la
oportunidad de transformar su primer presupuesto Fiscal en un reflejo de los
objetivos de su administración y, a través de este protocolo, dejó en evidencia
sus dificultades para imponer una agenda común de acción al interior de su
propia coalición. Por su parte, resulta contradictorio que un Congreso que
reclama reiteradamente mayores facultades respecto del Ejecutivo, haya
desperdiciado una vez más el instrumento más relevante que posee para cumplir
con su rol primordial.
Pluralismo informativo.
Cómo se entiende el pluralismo y de
qué manera debe estar presente en los medios -específicamente en la televisión-
fue el foco del debate organizado por el Consejo Nacional de Televisión (CNTV),
que reunió a autoridades de Gobierno, políticos, directivos de televisión,
académicos y periodistas en las dependencias de Televisión Nacional. Si bien,
según el Presidente del organismo, el público entiende de diversas maneras cuál
es el alcance del término, existe un creciente consenso de su relación con la
tolerancia, la diversidad y la democracia, y en definitiva con la libertad de
expresión y el derecho a la información social.
El tema cobra especial relevancia
bajo la nueva normativa del CNTV, la que en su artículo 14 mandata al organismo
para "adoptar medidas y procedimientos a fin de asegurar que, en los
programas de noticias, de opinión y de debate político que se emitan por
cualquier canal de televisión, se respete debidamente el principio del
pluralismo", lo que implica una ampliación de sus funciones originales
relativas a velar por el correcto funcionamiento del sistema televisivo, a
través de labores de fiscalización, promoción y apoyo a iniciativas que eleven
la calidad de los contenidos.
Al respecto, preocupa el alcance que
dichas atribuciones puedan tener al momento de su materialización, no solo por
la complejidad de su aplicación, sino -principalmente- por su incidencia en la
libertad de todo medio en su entrega informativa y en su línea editorial. El
pluralismo es la base de todo buen periodismo, y el público lo reconoce, lo
demanda y lo prefiere. Su ausencia en programas de magacín, como los matinales,
puede ser igual o más dañina que en programas políticos. Las audiencias
crecientemente expresan sus preferencias, buscando contenidos diversos,
plurales y de calidad. Nuestra región exhibe varios ejemplos del deterioro que
ha experimentado la libertad de prensa como consecuencia de las presiones,
persecuciones y regulaciones que los gobiernos ejercen contra los medios de
comunicación.
El pluralismo se sustenta en un
sistema informativo donde conviven múltiples medios de diferente perfil,
plataforma y línea editorial, como también en una entrega periodística que
responda al derecho a la información de la ciudadanía.
En ello, la televisión -como todo
medio de comunicación- tiene un desafío permanente y el CNTV debe velar y
fomentar que -en plena libertad- pueda responder a las crecientes exigencias de
las audiencias. Pretender regular el pluralismo dentro de programas específicos
-como los noticiarios y los espacios de debate político- de todo medio
televisivo, no solo los de propiedad pública, es un peligroso camino que puede
lesionar, en vez de favorecer, la libertad de expresión.
La indignación mexicana.
Está pendiente la improrrogable tarea
del Gobierno mexicano para fortalecer el Estado de Derecho, contener la
violencia y reformar la justicia y la policía. Todo parecía ir bien para el
Presidente hasta que otro macabro asesinato colectivo ha puesto en peligro su
prometedora gestión.
Peña Nieto prometió reformas
profundas para modernizar la economía, combatir la corrupción y detener la
violencia. Con esos propósitos negoció y consiguió con opositores el Pacto por
México.
Ahora se le reprocha lentitud en su
reacción ante la brutalidad criminal, demora en su reforma a la justicia penal
y priorización excesiva de las reformas económicas por sobre las medidas para
garantizar la seguridad ciudadana. También se cuestiona la honorabilidad de la
pareja Presidencial.
En el Estado de Guerrero, uno de los
más pobres y violentos, 43 estudiantes activistas de un pedagógico fueron
muertos y desaparecidos en la ciudad de Iguala, probablemente por la policía Municipal
en combinación con narcotraficantes. Por la lenta reacción debió renunciar el
Gobernador del Estado y, acusados de participar en los crímenes y en tráfico de
drogas, fueron puestos en prisión el Alcalde de Iguala y su cónyuge, todos
militantes del PRD.
Error no forzado del Mandatario.
El Presidente Peña Nieto calculó mal:
pese al drama que sacudía al país, mantuvo una extensa gira a China, a la
reunión de Jefes de Gobierno del APEC, y luego a Australia, a la cumbre
económica mundial del G20. Para peor, la prensa publicó que su esposa, una
afamada actriz de telenovelas, había comprado una casa por un valor estimado de
siete millones de dólares, con un financiamiento muy favorable e imposible de
cumplir con sus ingresos. La propiedad fue adquirida de una empresa constructora
que había suscrito un importante contrato con el Estado. El Presidente se ha
visto forzado a anular el contrato con la constructora, obligado a presentar
una declaración de bienes valorizada en unos pocos millones de dólares y
compelido a su cónyuge a desprenderse de la casa.
Una de las principales reformas
introducidas por Peña Nieto ha sido la Constitucional, que puso fin al
monopolio Estatal de Pemex para la explotación y refinado de los hidrocarburos.
La producción petrolera mexicana se había encarecido y decaía por mala gestión
y falta de inversiones. La reforma podría permitir que México atraiga inversión
extranjera para desarrollar su potencial petrolero. No menos trascendentales
son sus reformas para mejorar la educación y la destinada a introducir
competencia en el mercado de las telecomunicaciones y de la televisión.
Los lamentables acontecimientos en
Iguala afectarán negativamente su agenda modernizadora y abren una nueva y
difícil etapa en su gestión.
Lo que suceda en México trasciende a
sus fronteras: es una de las potencias emergentes. Incluso podría impactar en
nuestro dinámico intercambio comercial y cooperación bilateral.
Obama apuesta por la inmigración.
El estancamiento de la reforma
migratoria aprobada hace ya dos años en el Senado de los Estados Unidos y la
presión de alrededor de once millones de inmigrantes indocumentados han forzado
al Presidente Obama a decretar medidas migratorias. La más importante eximirá
de la deportación a extranjeros, indocumentados y sin prontuarios penales que
residen ilegalmente desde hace cinco o más años en Estados Unidos, cuyos hijos
sean ciudadanos norteamericanos.
Los favorecidos, estimados en cinco
millones, tendrán derecho a obtener permisos de trabajo y "salir de la
oscuridad". También ha propuesto flexibilizar las visas de técnicos y
científicos en alta tecnología. El Presidente reconoce que la limitación a las
deportaciones es una medida parcial, temporal, que no beneficia a inmigrantes
ilegales recientes ni a futuros y que es revocable por el Congreso.
Estas medidas, que están lejos de la
irresolución que se le reprocha a Obama, aumentarán su popularidad y le
causarán elevados costos políticos frente a un Congreso controlado por los
republicanos, a partir de enero.
Ya han surgido críticas sobre la
inconstitucionalidad de lo decretado y desconocimiento de los principios
democráticos y de la separación de los poderes del Estado. Obama, que fuera
profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Harvard, sostiene haber
recibido cuidadosas e importantes opiniones de juristas que reconocen su
derecho a adoptar las medidas migratorias por decreto y ha invocado
resoluciones similares de sus predecesores. Sin embargo, ha producido un choque
frontal con los republicanos e infringido sus reiteradas promesas de actuar en
materia migratoria con el respaldo de una Legislación aprobada por el Congreso.
Las medidas de Obama podrían
beneficiar a varios miles de chilenos indocumentados en Estados Unidos y deben
servir de alerta a nuestros Legisladores y al Gobierno para reactivar la
indispensable reforma migratoria, también empantanada en el Congreso local.
Chile está recibiendo un importante flujo migratorio sin contar con la
institucionalidad adecuada para abordar a los indocumentados y favorecer la
inmigración necesaria de profesionales y de emprendedores calificados.
Secuestro de las Farc.
El secuestro del General Rubén Alzate
Mora, junto a otras dos personas, en la Provincia de Chocó, Colombia, fue un
duro golpe para el proceso de paz con las Farc que impulsa el Presidente Juan
Manuel Santos. No sólo se dio a días de que se cumplieran los dos años de las
negociaciones, sino también a pocas horas de que ambas partes iniciaran una
nueva ronda de diálogos en La Habana. Si bien hubo rápidas gestiones para
lograr la liberación de los cautivos, el hecho volvió a dejar en evidencia la
fragilidad y los riesgos de un proceso que ha perdido apoyo en la ciudadanía y
que hoy cuenta con menos de un 40% de respaldo.
Pese a que el mandatario acordó desde
un primer momento llevar adelante las negociaciones sin firmar un cese el
fuego, el reciente secuestro, sumado a otros dos plagios producidos días antes,
vuelven a plantear la interrogante de si la guerrilla está realmente
comprometida con la búsqueda de un acuerdo de paz o sólo está utilizando el
proceso para recuperar fuerzas tras sufrir varios golpes por parte del Ejército
colombiano.
Los riesgos de haber iniciado
negociaciones con grupos que han practicado tradicionalmente el secuestro y el
narcoterrorismo son evidentes. El reciente episodio es una muestra más de que
el grupo no está dispuesto a renunciar a estos métodos de extorsión, con el
agravante de que estaría operando sin
control, lo que quedó en evidencia por el desconocimiento inicial del
plagio por parte de los miembros de la delegación de la guerrilla en La Habana.
Este secuestro hace imposible
asegurar que una vez que se firme el acuerdo definitivo -si es que ello
finalmente sucede- se logre realmente la desmovilización completa de todos los
miembros del grupo guerrillero. Por ello no es posible descartar que surjan
facciones autónomas que sigan operando, como han advertido varios analistas
colombianos, lo que plantea nuevas dudas sobre la conveniencia de este proceso.
La descripción de Evelyn Matthei de la Presidente Bachelet y su Gobierno
es cierta, además de ser compartida por
la mayoría de los chilenos, las
reacciones destempladas, descalificatorias e insultantes del oficialismo son el
efecto de la veracidad de los juicios de la ex Ministro.