Aunque las ceremonias principales fueron
en Santiago y Valparaíso, en todo Chile los
uniformados y la comunidad rindieron su
homenaje a las Glorias Navales Chilenas.
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El impecable desfile cívico militar de Pica es
un ejemplo de cómo los chilenos recordamos
ayer las Glorias Navales y el respeto a
nuestros héroes.
El Presidente Sebastián Piñera rindiendo su
tercera cuenta anual detallando la inmensa
obra de su Gobierno y llamando a los chilenos
a trabajar juntos para hacer un mejor país
para todos.
El mensaje del Presidente Sebastián Piñera.
Desde hace muchos años
las cuentas Presidenciales se habían transformado el nuevas promesas y tenían
muy poco de un balance de la gestión del Gobernante.
Creemos que el mensaje
del Presidente Piñera es un importante resumen de lo que ha hecho el Gobierno y
un especial llamado a los chilenos a trabajar juntos para mejorar el país,
además de un serio análisis de las situaciones exógenas.
Por considerar que es un
documento que debemos analizar concienzudamente, y coincidir con el Mandatario
en que es hora de que hablen los hechos, transcribimos el discurso completo del
Presidente Piñera.
Chilenas y chilenos, señoras y señores Parlamentarios:
Hace dos años, desde este
mismo Congreso Pleno, aún conmovidos por una de las peores catástrofes que han
golpeado a nuestro país, convoqué a todos mis compatriotas a comprometernos con
una gran misión, la misión de nuestra generación: hacer de Chile un país
desarrollado y sin pobreza, y construir una sociedad de oportunidades, de
seguridades y de valores.
Yo sé que en los últimos
tiempos hemos vivido un clima de confrontación y a veces de descalificaciones,
que ciertamente no es lo que merecen los chilenos ni tampoco lo que el país
necesita. Pero más allá de nuestras legítimas diferencias, conozco su profundo
compromiso y amor por Chile y estoy seguro que con todos ustedes compartimos
que la responsabilidad de construir ese Chile más libre, más justo y más
próspero, no es sólo la causa de nuestro Gobierno y de este Presidente, sino
que es una causa que compromete a todos los hombres y mujeres de buena
voluntad, y muy especialmente a quienes por mandato popular integran este
Congreso.
Porque digámoslo claro,
el Congreso y el Gobierno son aliados y no adversarios en la gran causa de
mejorar la vida y promover la felicidad de todos los chilenos.
En nuestro Programa de
Gobierno, que el país conoció durante la campaña presidencial y apoyó por
mayoría absoluta en las elecciones presidenciales del 2010, asumimos
compromisos muy trascendentes, que podemos resumir en los siguientes ejes:
recuperar la capacidad de crecer y crear empleos; reducir la pobreza y las
desigualdades; mejorar la educación y la salud; luchar y avanzar en nuestro
combate a la delincuencia; rejuvenecer nuestra democracia; y fortalecer los
valores que son parte del alma de nuestra sociedad.
A estos compromisos
debimos agregar el compromiso de la reconstrucción.
Gobernar nunca ha sido
fácil, y a nosotros nos ha tocado particularmente difícil. El terremoto del
2010, las manifestaciones y una ciudadanía más exigente de sus derechos y más
impaciente con los resultados, la crisis económica internacional, que tiene a varios
de los países más desarrollados del mundo debatiéndose entre la recesión y el
estancamiento, sin duda han puesto grandes dificultades en nuestro camino.
Pero nada de lo anterior
debilita nuestra voluntad de cumplir con nuestros compromisos asumidos solemnemente
con los chilenos.
Sé que hemos cometido
errores y pido perdón por ellos, pero también sé que hemos trabajado
incansablemente y hemos entregado lo mejor de nosotros mismos para cumplir con
nuestros compromisos y estar a la altura de los desafíos del Chile de hoy.
Antes de honrar nuestra
tradición republicana, iniciada por el Presidente José Joaquín Prieto en 1833,
por la cual los Presidentes rinden cuenta ante el país y este Congreso de su
gestión, quisiera agradecer a todos los parlamentarios por la valiosa
colaboración que han prestado en la aprobación de las 219 leyes que han pasado
por este Congreso y que ya son leyes de la República desde el 11 de marzo del
año 2010, y pedir su aporte y apoyo para las leyes que vendrán.
Queridos compatriotas:
Tal como lo establece
nuestra Constitución, informo hoy al Congreso y a los chilenos del estado de
avance de la Nación. Hoy es tiempo de balances y de que hablen los hechos con
toda su fuerza y elocuencia.
Reconstrucción
Comienzo rindiendo cuenta
del monumental esfuerzo que ha significado el desafío de reconstruir nuestro
país, luego de los devastadores efectos del terremoto y maremoto del 27 de
febrero del 2010.
Ese desafío no estaba en
nuestros planes, pero asumimos con responsabilidad que era nuestra tarea y
nuestra misión, y adaptamos nuestra planificación original sin sacrificar los
compromisos que habíamos adquirido con nuestros compatriotas.
Todos recordamos dónde
estábamos y qué sentimos aquella madrugada, cuando Chile fue brutalmente golpeado
por las fuerzas de la naturaleza y la adversidad. En pocos y angustiantes
minutos, 551 compatriotas perdieron sus vidas. Ciudades y pueblos enteros
fueron arrasados.
Recuerdo nuestro primer
balance de esa tragedia, realizado muy tarde, la misma noche del 11 de marzo
del 2010, cuando asumimos el Gobierno. El panorama era desolador: 800 mil
chilenas y chilenos damnificados; 220 mil viviendas destruidas o con severos
daños; uno de cada tres hospitales y una de cada tres escuelas destruidas o
gravemente dañadas; centenares de puentes, caminos, puertos, aeropuertos,
edificios, embalses y obras de riego destruidos; y miles de empresas y cientos
de miles de empleos perdidos.
El costo material de esa
tragedia alcanzó a US$ 30 mil MM, un 18% de nuestro Producto Interno Bruto. Sin
duda, la mayor pérdida patrimonial en nuestra historia.
Sinceramente, la
reconstrucción ha sido muy difícil y muy exigente. Sin embargo, con el esfuerzo
de todos los chilenos, transcurrido poco más de la mitad de nuestro Gobierno,
hoy puedo afirmar responsablemente que tres cuartas partes de esa tarea de
reconstrucción ya están cumplidas. Pero aún no ha finalizado. Todavía quedan
muchas familias damnificadas esperando ayuda y muchas obras por reconstruir o
reparar.
Y quiero confirmar hoy
día que no descansaremos ni un minuto hasta completar el cien por ciento de esa
reconstrucción.
En materia de viviendas,
ya asignamos los 220 mil subsidios comprometidos. La gran mayoría de ellos, 165
mil, corresponden a proyectos individuales, en que a las familias les fue
respetada su decisión de reparar o reconstruir su vivienda en el mismo lugar
donde estaba la antigua, y elegir el tipo de vivienda que ellas querían.
Esto ha significado, sin
duda, una mayor complejidad, más tiempo y un esfuerzo adicional. Porque es más
fácil y más rápido levantar conjuntos habitacionales enteros en las afueras de
las ciudades, que construir miles de viviendas, una por una, en el lugar que
cada propietario escogió. Pero sin duda valió la pena, porque ello significó
respetar la libertad de elegir de las familias damnificadas.
Actualmente estamos
iniciando y entregando 4.200 viviendas al mes. Es decir, 140 viviendas cada
día. Y al mes de abril, 90 mil viviendas ya fueron entregadas, 70 mil se
encuentran en pleno proceso de construcción o reparación, y las 60 mil
restantes lo estarán antes que llegue el invierno del próximo año. Y hemos
sumado a este esfuerzo a las 2 mil familias de Tocopilla afectadas por el
terremoto del 2007, que desde entonces esperan por una solución.
En cuanto a las familias
que aún viven en aldeas, y que hoy representan sólo el 1% de las familias
damnificadas, sus nuevas viviendas ya están iniciadas o con fecha cierta de
entrega. Y para cumplir nuestro compromiso de que ninguna familia pasaría
contra su voluntad dos inviernos en casas provisorias, todas ellas han podido
optar a un subsidio especial de arriendo, hasta que se les entreguen sus
hogares definitivos.
Pero tan importante como
reparar o reconstruir las viviendas, es recuperar los barrios y el patrimonio
de nuestros pueblos y ciudades afectadas.
Por ello ya están en
marcha 111 planes de Regeneración Urbana y 27 planes maestros de
Reconstrucción, para lugares tan emblemáticos como Dichato, Juan Fernández,
Talcahuano, Constitución, Talca, Lebu, Tirúa, y muchos otros pueblos y
ciudades.
Y hemos aprendido la
lección, estos planes incluyen obras de mitigación para proteger a sus
habitantes frente a eventuales catástrofes futuras.
En materia de educación y
salud la tarea de reconstrucción está cerca de terminar: 3.483 establecimientos
educacionales dañados ya han sido reconstruidos o reparados. Los nueve
hospitales de construcción acelerada ya están operando, y 110 hospitales
dañados ya han sido reparados y están en plena operación, al igual que las 207
postas rurales y consultorios que sufrieron daños.
En infraestructura, más
del 99% de las 1.500 obras de vialidad, puertos, aeropuertos, sistemas de agua
potable rural, obras hidráulicas y puntos de conectividad que sufrieron daños,
se encuentran reconstruidos o reparados y en plena operación. Y en los próximos
días inauguraremos el puente sobre el Río Claro, con lo cual completaremos de
normalizar íntegramente la Carretera Panamericana.
En un país como Chile,
cuya historia y geografía han estado siempre cruzadas por catástrofes
naturales, no podemos asegurar que la adversidad nunca más volverá a golpear a
nuestra patria. Pero sí debemos garantizar que cuando ello ocurra, vamos a
estar mejor preparados.
Por ello, ya presentamos
un proyecto de ley que crea un nuevo y moderno Sistema Nacional de Emergencias
y de Protección Civil, integrado por nuestras FF.AA., Carabineros, Bomberos y
el Gobierno, y cuya coordinación estará radicada en una nueva Agencia que
remplazará a la actual ONEMI. Este nuevo sistema se replicará en cada una de
las 15 regiones de nuestro país, y contará con los recursos humanos,
tecnológicos y materiales para cumplir oportunamente su misión de alerta
temprana y ayuda eficaz.
Hoy quiero ratificar ante
el país nuestro compromiso de reconstruir piedra por piedra y ladrillo por
ladrillo, y mejor que lo que teníamos antes, con el esfuerzo y aporte de todos
los chilenos, y antes que termine nuestro Gobierno, todo lo que el terremoto y
el maremoto destruyeron en nuestro país.
El Chile de las oportunidades
Pero no sólo de
reconstrucción vive el hombre. También estamos construyendo el futuro y
cumpliendo con los compromisos que asumimos con todos los chilenos durante
nuestra campaña.
Construir el Chile de las
oportunidades, seguridades y valores para todos sus hijos, es la gran
aspiración del Chile de hoy. Es la causa que moviliza a nuestros jóvenes y a
toda la sociedad, y es lo que ha motivado a muchos de ustedes a dedicar sus
vidas al servicio público, y ciertamente, lo que inspira y orienta todos los
días, todas las acciones de nuestro Gobierno.
¿Y en qué consiste una
sociedad de oportunidades? En que todos los chilenos, cualquiera sea su origen
o condición, puedan desarrollar en plenitud los talentos que Dios nos dio y
volar tan alto y llegar tan lejos como su propio mérito y esfuerzo lo permitan,
en la búsqueda de su felicidad y realización personal.
Sin duda, son muchos los
factores que inciden en esta misión, pero si tuviera que elegir tres, no
dudaría en mencionar la educación, el trabajo y la familia.
Educación
La educación es, al mismo
tiempo, un fin y un medio. Un medio para incrementar nuestras capacidades, y un
fin para permitirnos ser más libres y realizarnos en plenitud. Sabemos que ella
es el principal instrumento de desarrollo personal, de creación e igualación de
oportunidades, de movilidad social y de progreso nacional. En consecuencia,
Chile sólo será una verdadera sociedad de oportunidades cuando todos nuestros
niños y jóvenes, y muy especialmente los más vulnerables, tengan acceso a esa
educación de calidad.
Hoy les quiero hablar
directamente a los padres y madres. En esta sociedad del conocimiento y la
información, una buena educación abre un mundo de oportunidades, y su ausencia
puede significar una vida de frustraciones. Todos queremos lo mejor para
nuestros hijos: que sean más felices y lleguen más lejos de lo que llegaron sus
padres.
Por eso nuestro Gobierno
está profundamente comprometido con la Reforma Educacional que garantiza a
todos nuestros niños y jóvenes acceso a una educación de excelencia, con un
sistema más justo y eficaz de Becas y Créditos, que no discrimina a ningún
estudiante por falta de recursos, y también con respetar y proteger la libertad
de los padres para elegir la educación de los hijos y la libertad de los
ciudadanos para aprender y emprender en el mundo de la educación.
Necesitamos tanto del
esfuerzo del Gobierno como del esfuerzo de la sociedad. Y por eso nos
inclinamos por una sociedad docente, que integre y armonice el esfuerzo del
Gobierno y de la sociedad civil.
Estamos impulsando una
amplia y profunda Reforma Educacional en todos los niveles. Hoy invertimos uno
de cada cinco pesos del gasto público, equivalente a US$ 12 mil MM, en la
educación de nuestros niños y jóvenes. El doble que hace tan sólo 6 años.
Hace tres semanas
presentamos una Reforma Tributaria a este Congreso, que demanda un esfuerzo
adicional de las grandes empresas y de los sectores más afortunados, para poder
financiar en forma seria y responsable esta Reforma Educacional.
Estos recursos nos están
permitiendo aumentar significativamente las subvenciones educacionales, las
becas para los estudiantes y las remuneraciones de nuestros profesores.
Adicionalmente, creamos la Beca Vocación de Profesor, para que miles de jóvenes
talentosos estudien Pedagogía en forma gratuita, con el compromiso que cuando
egresen, eduquen a nuestros niños y jóvenes en las escuelas municipales y
subvencionadas.
Pero no basta sólo con
más recursos. Se requiere también mejor gestión. Por eso promulgamos la Ley de
Calidad y Equidad de la Educación, para potenciar y flexibilizar el estatuto
docente, para fortalecer el liderazgo de los directores, para premiar a tantos
buenos profesores que se esfuerzan por educar con excelencia a nuestros hijos.
Y hemos creado 60 liceos de excelencia, que hoy día permiten a miles de jóvenes
con esfuerzo y talento, en todas las capitales regionales de nuestro país, y
también en comunas vulnerables y de clase media, como Alto Hospicio, Puente
Alto, Renca, Cerro Navia, Conchalí, Quilicura, San Bernardo, Lota, Coronel,
Lebu, Purén, Angol, Loncoche, Ancud y muchas más, poder también acceder a una
educación de excelencia, como la que imparten hoy día el Instituto Nacional o
el Liceo Carmela Carvajal.
Este esfuerzo, que no es
sólo de nuestro Gobierno, sino también de los gobiernos que nos antecedieron,
ya comienza a dar sus frutos. En efecto, luego de dos largas décadas de
estancamiento, las pruebas Simce de los últimos dos años muestran que tanto la
calidad como la equidad de la educación, y muy especialmente la de los
estudiantes más vulnerables y de clase media, han comenzado por fin a mejorar,
y en forma significativa.
Sin duda ésta es una gran
noticia para nuestros estudiantes, sus familias, los profesores, el Gobierno de
Chile y la sociedad entera. Pero aún estamos lejos de alcanzar nuestras metas.
Mientras subsista un solo niño sin educación de calidad, él es nuestro niño y
su carencia es nuestra obligación. Y mientras jóvenes talentosos no puedan
acceder a la educación superior por falta de recursos, ellos también son nuestros
jóvenes y sus sueños de ser profesionales son nuestro compromiso.
La reforma debe comenzar
a la más temprana edad, para corregir las desigualdades de origen, igualar
oportunidades y nivelar la cancha cuando aún estamos a tiempo.
Por ello estamos incrementando
en 40 mil los cupos de los Jardines Infantiles de la Junji e Integra y
perfeccionando el sistema de Salas Cuna financiado por las empresas, para
evitar discriminar a nuestras mujeres trabajadoras.
Hoy quiero ratificar ante
el país nuestro compromiso de garantizar educación preescolar en kinder y
prekinder, de calidad y gratuita, a todos los niños y niñas pertenecientes al
60% de los hogares más vulnerables de nuestro país. Esto requiere aumentar en 20%
esa subvención y en 75 mil los cupos en esos niveles. Yo sé que los niños no
marchan y tampoco protestan, pero su voz se escucha siempre fuerte y clara en
La Moneda.
En la educación escolar
aumentamos en un 21% la subvención preferencial y ya extendimos ese beneficio a
7º y 8º básico. Hoy día la reciben más de 900 mil alumnos de educación básica.
Y creamos también una subvención preferencial para los estudiantes de Educación
Media. Ambas subvenciones aumentarán su cobertura desde el 40 al 60% de los alumnos
más vulnerables, para incluir así a buena parte de nuestra clase media. Esto
significa que vamos a incrementar en más de 1 millón los niños y jóvenes
beneficiados con la subvención preferencial.
En materia de educación
superior, compartimos las aspiraciones de nuestros jóvenes. En dos años hemos
duplicado el presupuesto para Becas, pasando de 118 mil Becas el año 2009, a
280 mil este año. Y las vamos a seguir aumentando hasta 400 mil al término de
nuestro Gobierno, casi cuadruplicando el número de Becas del año 2009 y
cumpliendo así con nuestro compromiso de asegurar una Beca de Educación
Superior a todos los jóvenes con mérito y talento pertenecientes al 60% de los
hogares más vulnerables de nuestro país.
¿Es éste un cambio
significativo? Sí, lo es. ¿Es esto suficiente? No, no lo es. Por eso también
estamos creando un nuevo Sistema de Créditos muy superior al que recibimos.
Este sistema estará disponible para todos los jóvenes de nuestro país,
excluyendo solamente al 10% más favorecido. Para impedir que estos créditos se
transformen en una pesada mochila para nuestros jóvenes o para sus familias, el
nuevo sistema tendrá una tasa de interés subsidiada del 2% anual, es decir,
sólo un tercio de la actual, lo que significará reducir prácticamente a la mitad
el monto de las cuotas del actual Sistema de Crédito con Aval del Estado,
adicionalmente, esas cuotas no podrán exceder el 10% del ingreso del joven
cuando esté trabajando, y con la cuota 180, cualquiera sea el saldo de deuda,
ella se extinguirá automáticamente. Finalmente, el nuevo sistema será
administrado por el Estado, reemplazando así a los Bancos.
Adicionalmente, el
segundo semestre de este año entrará en vigencia la ley que permite a más de
110 mil deudores morosos del Fondo Solidario para la Educación Superior,
reprogramar y reducir sus deudas, salir de Dicom y tener una nueva oportunidad
en el mundo laboral.
Sabemos que algunos
proponen educación gratuita para todos y no sólo para los más vulnerables y la
clase media. Francamente, en un país con tantas carencias y desigualdades como
el nuestro, no nos parece justo que el Estado, con los recursos de todos los
chilenos, financie la educación de los más favorecidos.
Con esta reforma estamos
cumpliendo tres grandes compromisos de nuestro programa, que constituyen muy
sentidas aspiraciones de la sociedad chilena. Primero, dar a acceso a educación
de calidad a todos nuestros niños y jóvenes. Segundo, que ningún joven con
mérito quede fuera de la Educación Superior por falta de recursos. Tercero, que
ningún joven o familia vea transformado el sueño de ser profesional en una
verdadera pesadilla, o en una deuda excesiva.
Chilenas y chilenos,
señoras y señores Parlamentarios: Muchos de los proyectos de ley necesarios
para llevar adelante estas reformas se encuentran hoy día en este Congreso. En
nombre de todos los niños y jóvenes de nuestro país, les pido encarecidamente
su aporte y pronta aprobación.
No basta con hacer las
cosas correctas, también hay que hacer correctamente las cosas. No basta sólo
con más recursos, también debemos gastarlos mejor.
El segundo semestre de
este año comenzará a funcionar la Agencia de Calidad y la Superintendencia de
Educación que velará y asegurará el buen uso de los recursos públicos, para que
ningún peso del Estado vaya a instituciones que no ofrezcan educación de
calidad.
Por eso no dudamos,
después de reubicar a sus alumnos, en terminar con el financiamiento público a
37 establecimientos educacionales, que por su sistemática mala calidad no
merecían seguir recibiendo esos recursos, ni mucho menos seguir educando a
nuestros niños.
Tan pronto este Congreso
apruebe la nueva ley que crea la Superintendencia de Educación Superior, ella
también velará por la calidad y el buen uso de los recursos públicos, por el
cumplimiento de la ley por parte de las universidades, los institutos y centros
de formación técnica.
Por cierto, sin
profesores de calidad, respetados y bien remunerados, nunca tendremos una
educación de excelencia. A eso apunta la Beca Vocación de Profesor y también la
nueva Carrera Docente, que crea un nuevo sistema de evaluación y promoción,
mejora sustancialmente las remuneraciones, las cuales estarán basadas en el
mérito y los resultados más que en los años y la antigüedad, e incrementa los
requisitos de calidad de nuestros profesores.
Los malos resultados de
la Prueba Inicia tomada recientemente a egresados de Pedagogía, ilustran con
elocuencia y dramatismo la importancia y urgencia de implementar esta nueva
Carrera Docente, la cual será obligatoria para los nuevos docentes y voluntaria
para los actuales.
El liderazgo y capacidad
de los directores también es fundamental. Por eso estamos convocando a los
mejores a través de concursos públicos, mayores remuneraciones, más exigencias
y atribuciones; y hemos puesto en marcha un plan de formación de excelencia
para 1.500 directores en tres años.
Para evaluar mejor la
calidad de nuestra educación, hemos incorporado nuevas pruebas Simce de Inglés,
Tecnología de la Información y Educación Física, y una nueva prueba de Lenguaje
en 2º Básico, que se suman a las actuales pruebas Simce en 4º y 8º Básico y 2º
Medio.
Quisiera terminar estas
palabras sobre educación hablándoles directamente a nuestros jóvenes.
José Miguel Carrera decía
que “la juventud es la edad de la energía, el vigor y la magnanimidad”, y
agregaba que “es capaz de grandes pasiones, pero también de grandes virtudes y
sacrificios”. Por Dios que tenía razón, porque fue un puñado de jóvenes como él
los que lucharon y conquistaron nuestra independencia.
Dos siglos después, Chile
necesita más que nunca la alegría y el idealismo de nuestros jóvenes. Millones
de abnegadas manos trabajan y se esfuerzan para que ustedes puedan estudiar.
Nunca antes en la historia de nuestro país una generación había tenido tantas
oportunidades de educarse y desarrollar sus talentos, como las que tienen los
jóvenes del Chile de hoy.
Valoren este esfuerzo,
estudiando y entregando lo mejor de ustedes mismos y aprovechen esta
oportunidad sin renunciar a sus sueños ni a sus convicciones.
Valoro el idealismo y la
rebeldía de los jóvenes que quieren construir un mundo mejor que el que
heredaron de sus padres, pero también deben recordar que tienen deberes con sus
estudios, sus familias, su país y sobre todo con ustedes mismos.
Al fin y al cabo, Chile
será lo que ustedes quieren que Chile sea. Sólo si trabajan hoy por la paz,
Chile será un país en paz. Sólo si actúan hoy con justicia, Chile será un país
justo. Sólo si estudian con esfuerzo, Chile será un país desarrollado. Y sólo
si miran el futuro con esperanza, Chile será un país más alegre y más feliz.
Crecimiento y Empleo
La sociedad de
oportunidades también requiere una economía capaz de crecer y crear empleos.
Esto exige desplegar en plenitud las fuerzas de la libertad, creatividad,
emprendimiento e innovación, y también fomentar virtudes como la
responsabilidad, honestidad, el trabajo bien hecho, ahorro y respeto.
Sólo las sociedades que
valoran la libertad y confían en sus ciudadanos han podido prosperar y derrotar
la pobreza. Aquellas que ahogan esa libertad y desconfían de sus ciudadanos,
han quedado siempre atrapadas en la mediocridad y la frustración.
Por eso nuestras
políticas públicas han favorecido esa libertad, creatividad, emprendimiento e
innovación. En un mundo cruzado por crisis y recesiones económicas, debemos
sentirnos contentos y orgullosos de que en Chile durante los últimos dos años,
con el esfuerzo de todos, hemos recuperado y duplicado nuestra capacidad de
crecimiento, alcanzando en promedio más del 6% anual. Hemos creado 700 mil
nuevos empleos, casi cuadruplicando la creación promedio anterior. La mayoría
de esos empleos han sido para mujeres, cuentan con contratos escritos e
indefinidos y con cotizaciones para previsión, salud y seguro de cesantía.
Hemos logrado bajar la tasa de desempleo a cifras inferiores al 7%. Hoy son las
empresas las que buscan a los trabajadores y no los trabajadores los que buscan
a las empresas.
Los salarios están
creciendo a más del 6% anual, superando en más de 2,5% la inflación. La
inversión ha crecido a más del 15% anual, triplicando las tasas anteriores. Las
exportaciones han crecido más del 40% en los últimos dos años, pasando de US$
55 mil el 2009 a 81 mil MM el 2011. Hemos seguido ampliando nuestra integración
con el mundo firmando nuevos Tratados de Libre Comercio, que se suman a los que
firmaron los gobiernos anteriores, con Vietnam, Malasia y Turquía. Estamos en
pleno proceso de negociación o ampliación de tratados con India, Tailandia y el
Trans-Pacific Partnership, que se va a transformar en la zona de libre comercio
más grande del mundo.
Estos resultados, que nos
deben llenar de alegría y orgullo, son sólidos y sustentables, porque están
construidos sobre roca y no sobre arena. Ciertamente, no son fruto de la
casualidad ni del azar, responden al esfuerzo y creatividad de todos los
chilenos, trabajadores y empresarios, y también a las buenas políticas
económicas responsables e innovadoras, como la Agencia de Impulso Competitivo,
la política fiscal, los incentivos tributarios a nuestras Pymes y también la
mejor gestión de nuestro Estado.
Así Chile ha recuperado
su liderazgo y se encuentra entre los países de mayor crecimiento en América
Latina, en la OCDE y en el mundo. Este crecimiento, necesario pero no
suficiente, nos permite seguir creando empleos, mejorando los salarios,
ampliando las oportunidades y financiando un mayor gasto del Estado,
especialmente en el campo social y de infraestructura.
Este nuevo liderazgo y
dinamismo nos acerca cada día más a que un próximo Presidente de Chile pueda
decir desde esta misma tribuna que Chile cumplió su misión y se transformó en
un país desarrollado y sin pobreza.
Estas son buenas
noticias, pero aún nos falta mucho camino por recorrer, problemas por resolver,
necesidades por satisfacer y desafíos por enfrentar, para que los frutos de
este crecimiento lleguen a todos los hogares chilenos, y muy especialmente a
aquellos más vulnerables y de clase media de nuestro país.
Tenemos una gran tarea
por delante. Primero, seguir fortaleciendo los derechos, la dignidad y la
seguridad de nuestros trabajadores. Para ello, junto al Congreso, estamos
legislando para evitar que el multirut se utilice para desconocer los derechos
de nuestros trabajadores. También presentamos un proyecto de ley que reduce la
jornada de trabajo y amplía los tiempos de descanso para 370 mil trabajadoras
de casa particular.
Seguimos avanzando en
materia de seguridad laboral. El año pasado redujimos las muertes por
accidentes del trabajo de 240 a 185, y estamos modernizando nuestro sistema de
capacitación laboral, para que se transforme en un verdadero sistema de
educación permanente y eficaz para nuestros trabajadores.
Además, estamos
protegiendo y fortaleciendo a nuestras pequeñas y medianas empresas. Los
emprendedores cumplen una tarea fundamental. A ellos les corresponde comprender
las necesidades de los ciudadanos y satisfacerlas con innovación y nuevas
tecnologías. Son hombres y mujeres que deben tener una visión para ver más allá
del horizonte y descubrir nuevas oportunidades. También deben tener coraje,
para asumir los riesgos, invertir y recorrer caminos desconocidos.
Necesitamos más y mejores
emprendedores, respetuosos de la ley, de sus trabajadores, de los consumidores
y del medio ambiente, para poder crear más y mejores empleos, más y mejores
oportunidades, y para poder ofrecer bienes y servicios a menor costo a todos
los chilenos.
Para ello redujimos de 27
a 7 los días necesarios para crear una empresa y a la mitad el costo. Rebajamos
de 1,2 a 0,6%, y ahora lo llevaremos a 0,2%, el impuesto al crédito,
favoreciendo a 370 mil Pymes y a más de 3 millones de deudores. Creamos un
sistema que exime a las Pymes del impuesto por sus utilidades reinvertidas y
enviamos al Congreso una nueva Ley de Quiebra.
¿Cuál ha sido el
resultado? En dos años, nuestra sociedad ha formado más de 100 mil nuevas
empresas, duplicando nuestra tasa histórica. A eso apunta la nueva misión del
Ministerio de Economía y la Agenda de Impulso Competitivo, que ya tiene más de
un 80% de avance.
Agricultura
La sociedad de
oportunidades también está llegando a nuestra agricultura y a los 2,5 millones
de compatriotas que viven o trabajan en el campo. Nuestro objetivo es
transformar a Chile en una potencia agroalimentaria y situarlo entre los 10
países más importantes del mundo en exportación de alimentos sanos y seguros.
El año pasado, el sector
agrícola y forestal creció a más del 11%, casi duplicando el crecimiento
promedio del país, y por primera vez en nuestra historia estamos exportando
conocimiento, ciencia y tecnología chilena en áreas como reproducción vegetal y
genética animal.
Seguimos avanzando en el
cumplimiento de nuestros 25 compromisos con el mundo del campo, y estamos
fortaleciendo la Comisión Antidistorsiones, ya dictamos un nuevo decreto de
salvaguardias para el maíz partido y creamos un fiscal especializado en
agricultura en la Fiscalía Nacional Económica, para garantizar una competencia
leal con los productores externos y mercados transparentes y competitivos en el
frente interno, asegurando que nuestros productores agrícolas obtengan un
precio justo por los productos que ellos siembran, cultivan y cosechan de la tierra.
A través de INDAP estamos
llegando a 180 mil pequeños agricultores con subsidios, capacitación y
asistencia técnica, un 40% más que hace 2 años, cubriendo así todas las comunas
rurales de nuestro país, incluidas algunas tan apartadas como Isla Picton,
Camiña, Colchane, Lonquimay, Palena, Juan Fernández e Isla de Pascua.
Minería
En cuanto Minería, ella
sigue expandiéndose con fuerza y representa hoy el 15% de nuestro Producto
Interno Bruto, el 17% de los ingresos fiscales y el 60% de nuestras exportaciones.
Su futuro es aún auspicioso.
Para los próximos 8 años
existen proyectos de inversión por más de US$ 90 mil MM, un tercio de los
cuales pertenecen a Codelco. Eso significará 70 mil nuevos puestos de trabajo,
la mayoría de alta calificación y buenos salarios.
ENAMI ha reforzado sus
programas de apoyo a la pequeña y mediana minería, aumentando en 50%, respecto
al año 2009, sus compras de minerales.
Pesca y Acuicultura
También estamos
trabajando para que las oportunidades lleguen a nuestros pescadores y gente de
mar. Ya ingresamos el proyecto que modifica la Ley de Pesca y Acuicultura, para
proteger nuestro recurso pesquero y para mejorar la complementariedad entre la pesca
artesanal e industrial.
Después de la dura crisis
que vivió ese sector en nuestro país a fines de la década pasada, el año pasado
se recuperó con fuerza, creciendo a una tasa del 17% y creando 8 mil nuevos
empleos.
Es justo reconocer el
temple y coraje de nuestros pescadores artesanales que todas las mañanas
desafían el peligro y se internan en el mar a recoger sus frutos. Por eso hoy
quiero anunciar el envío de un proyecto de ley que creará el Instituto de
Desarrollo de la Pesca Artesanal, equivalente al INDAP agrícola.
Telecomunicaciones
Las telecomunicaciones
están revolucionando nuestras vidas, trabajos, estudios, y nuestra forma de
informarnos y entretenernos. Por eso en dos años hemos triplicado la
penetración de la banda ancha, llegando con conexiones de Internet a más del
90% del territorio poblado y pasando de 7.4 a 11 millones los chilenos
conectados a la red.
A través del proyecto
“Conectividad para la Educación” hemos pasado de 4 mil, en el año 2009, a más
de 9 mil escuelas municipales y subvencionadas conectadas con Internet gratuito
y de calidad, favoreciendo a 2,7 millones de niños, los que se incrementarán a
3,2 antes que termine este año, lo que significa un 90% de cobertura.
Seguimos avanzando en el
campo técnico y legislativo, para que la televisión digital y de alta
resolución llegue en forma gratuita a todos los hogares chilenos.
En materia de gobierno
electrónico, hemos recuperado el primer lugar en América Latina, y estamos
construyendo una red de WI-FI pública y gratuita en las principales plazas,
bibliotecas, municipalidades y estaciones del Metro, y seguimos con nuestros
Programas de Alfabetización Digital.
Ya implementamos la
portabilidad numérica para teléfonos fijos y móviles, lo que significa que cada
usuario es dueño de su número y libre de cambiarse con él a la empresa de su
elección. Eliminamos los cargos de larga distancia en las regiones de Atacama,
Coquimbo, Valparaíso, Maule, Biobío, Los Ríos y Los Lagos, lo que ha permitido
a 6 millones de chilenos, y antes que termine nuestro Gobierno a todos los
chilenos, poder hablar desde Arica a Magallanes con una simple llamada local,
reduciendo a la décima parte su costo.
Infraestructura y Obras Públicas
La sociedad de
oportunidades requiere también una infraestructura moderna y que integre todos
los rincones de nuestra patria. Por eso estamos conectando Chile completando la
Carretera Austral entre Puerto Montt, pasando por Coyhaique y llegando hasta
Puerto Yungay, Villa O’Higgins y Caleta Tortel. Lo avanzado nos ha permitido
reducir de 36 a 16 las horas de tiempo necesarias para conectar Puerto Montt
con Coyhaique. Así, podremos contar con una carretera íntegramente pavimentada,
por territorio chileno, que va a unir a nuestro país desde la frontera con
Perú, por el norte, hasta el borde de los Campos de Hielo Sur.
También estamos
desarrollando un plan de inversiones públicas por US$ 6 mil MM y US$ 8 mil MM
adicionales, a través de concesiones. Tres de cada cuatro pesos de este plan
van a nuestras regiones. Ya entregamos la doble vía entre Caldera y Vallenar e
iniciamos las obras que unirán Vallenar con La Serena. El 2011 ampliamos cuatro
nuevos puertos, que significaron inversiones por sobre los US$ 600 MM, y
pusimos en marcha un sistema electrónico de cobro de peajes. Sumaremos o
mejoraremos más de 5 mil kilómetros de caminos rurales para el desarrollo de
estos sectores y también para las comunidades de nuestros pueblos originarios,
lo que representa un incremento de más de 40% respecto al año 2009. Así,
seguimos pavimentando y mejorando las carreteras que nos unen con nuestros
países vecinos, Argentina, Perú y Bolivia, y a través de ellos con Brasil y los
puertos del Pacífico.
Hemos reconstruido los
bordes costeros, puertos marítimos y fluviales, y seguimos avanzando con las obras
de los Planes Chiloé, Isla de Pascua y Arauco.
Muy pronto licitaremos
importantes obras viales en nuestra capital, como las ampliaciones de las
Autopistas Vespucio Oriente y Costanera Central y las nuevas Líneas 3 y 6 del
Metro.
Después de muchos y
largos estudios, que anuncié en Pargua en abril del año pasado, y estableciendo
un monto máximo de inversión de US$ 740 MM, lo que garantiza la rentabilidad
social del proyecto, hemos decidido llamar a una licitación internacional que presente
soluciones técnicas para la construcción de un puente de 3 ó 4 vías que conecte
el continente con la Isla Grande de Chiloé.
Agua y Energía
Hay 2 recursos
fundamentales que debemos aprender a producir y cuidar mejor.
En materia de agua,
décadas de falta de planificación e inversiones, el aumento del consumo y el
calentamiento global, han hecho a nuestro país cada día más vulnerable a los
períodos de sequía. Llevamos tres años de sequía, y por eso hemos decretado
emergencia agrícola o zona de escasez hídrica a 108 comunas en nuestro país.
Pero necesitamos una
política de Estado. A eso apunta la Estrategia Nacional de Recursos Hídricos
que nos va a permitir evitar que el 85% de las aguas que corren por nuestros
ríos se pierdan en el mar, a través de un plan de embalses que contempla 15
grandes obras. Ya entregamos los embalses de Ancoa en El Maule, El Bato en
Coquimbo, iniciamos la construcción de Chacrillas en la Región de Valparaíso y
próximamente iniciaremos las obras de otros tres embalses en las regiones de
Arica, Coquimbo y Biobío.
Esta estrategia permitirá
duplicar nuestra capacidad de almacenamiento de agua y asegurar así su normal
abastecimiento para el futuro.
Estamos haciendo enormes
inversiones para tecnificar los sistemas de riego, reparar e impermeabilizar
nuestros canales de regadío, implementar un programa de bombardeo de nubes,
desarrollar planes de infiltración de aguas lluvias en los acuíferos y
construir plantas desalinizadoras.
La energía, que es
necesaria para alimentar nuestros hogares, iluminar nuestras ciudades y hacer
funcionar nuestras empresas, también por errores de planificación, trabas a la
aprobación y ejecución de las obras y alzas en el precio internacional, han
significado que el costo de ella se ha triplicado en nuestro país durante los
últimos 10 años. Casi todas las plantas de generación aprobadas durante ese
período, fueron en base a hidrocarburos y sin las normas adecuadas de emisión.
Creo que las tragedias
ambientales y sanitarias de Ventanas, Huasco, Coronel y Mejillones hablan mejor
que mil palabras.
La falta de seguridad
para la generación, transmisión y abastecimiento futuro constituye una seria
amenaza para nuestro desarrollo. Necesitamos duplicar nuestra capacidad de
generación durante los próximos 12 años y construir una matriz energética más
limpia, más segura y más económica.
A eso apunta la
Estrategia Nacional de Energía para las próximas dos décadas que estamos
impulsando, y que se funda en 7 pilares y 80 medidas que dimos a conocer a todo
el país.
Estamos fortaleciendo la
integración energética con el continente, especialmente con los países vecinos.
Además de las reglas y normas de emisión, que son equivalentes a las de los
países de la OCDE para las centrales térmicas, haremos lo mismo para las fundiciones.
Sé que pocos en Chile
quieren generadoras, antenas, cementerios, basurales o cárceles cerca de sus
hogares. Pero también sé que todos queremos prender la luz, hablar por
teléfono, enterrar a nuestros muertos, deshacernos de nuestra basura y que los
delincuentes estén presos.
Por eso, un Gobierno
responsable tiene que tomar las decisiones en forma oportuna, aun cuando ellas
no siempre sean populares.
Sociedad de seguridades
Chilenas y chilenos:
Hemos hablado de la sociedad de las oportunidades, la cual es necesaria, pero
no suficiente.
Igual como no es posible
construir un país justo y próspero sin libertad, tampoco es posible construir
un país libre y próspero sin justicia.
De ahí surge nuestro
compromiso, tan fuerte como el anterior, con una sociedad de seguridades para
todos los chilenos, que garantice a todos nuestros hijos, por el sólo hecho de
haber nacido en nuestra bendita patria, una vida digna y decente. Que todos sepan
que si alguien tropieza, no va a quedar solo y desamparado, una mano solidaria
y acogedora lo va a ayudar a ponerse de pie y volver a caminar.
Pobreza y desigualdad
Para construir esa
sociedad más justa, debemos enfrentar muchos desafíos y tenemos que priorizar a
los más pobres y vulnerables.
Hoy día en pleno siglo
XXI en nuestro país, 640 mil compatriotas viven en la pobreza extrema y 2,5
millones de chilenos, incluyendo a uno de cada 4 niños, viven en la pobreza.
Por eso, derrotar la
pobreza no sólo es la mejor inversión que podemos hacer para construir un Chile
más libre, justo y próspero, sino que también es un imperativo moral. Si
podemos hacerlo, nada ni nadie nos desviará de cumplir con ese objetivo, que es
la gran meta de nuestra generación.
Ya creamos el Ministerio
de Desarrollo Social y lo ubicamos en el corazón de La Moneda. La encuesta
Casen, que mide la pobreza, la estamos tomando todos los años y no cada tres,
para mantener ese compromiso muy cerca de nuestros corazones.
La nueva Ficha de
Protección Social y la tarjeta electrónica nos permitirán focalizar mejor y
facilitar la entrega de la ayuda a las personas que las necesitan.
El alma de esta política
es el Ingreso Ético Familiar, cuyo proyecto acaba de ser aprobado por este
Congreso, lo que agradezco sinceramente. Este proyecto de Ingreso Ético
Familiar cubre nuestros tres más grandes y solemnes compromisos: familia,
educación y trabajo. Significa una verdadera alianza estratégica entre las
familias vulnerables, la sociedad y el Estado de Chile. Su corazón son las
mujeres, porque ellas nunca se equivocan y siempre eligen lo mejor para sus
hijos, muchas veces a costa de su propia postergación.
Este Ingreso Ético
Familiar tiene tres pilares. El pilar de la Dignidad, que significa ayuda por
el solo hecho de ser chileno. El pilar de los Deberes, que premiará a las
familias que cumplan con deberes, como que sus niños vayan a la escuela y que
los controles del niño sano estén al día. Y, tercero el pilar de los Logros,
que premiará a aquellas familias que logren mejorar el rendimiento escolar de
sus niños o que integren a sus mujeres al mundo del trabajo.
Este Ingreso Ético
Familiar en promedio va a significar $80 mil adicionales para las 170 mil
familias que viven en la pobreza extrema en nuestro país.
Queridos compatriotas:
Estamos muy conscientes que en los últimos tiempos el aumento en el precio de
los alimentos y de los combustibles, por causas ajenas a nuestro control y
voluntad, han golpeado con dureza el presupuesto familiar y muy especialmente
el de los sectores más necesitados. Por eso ingresamos a este Congreso un
proyecto de ley que subsidia el transporte público, tanto en Santiago como en
regiones, para evitar alzas o mitigarlas. También, enviamos un proyecto de ley
que perfecciona el sistema de estabilización del precio de los combustibles, de
forma tal que cuando el precio de los combustibles esté alto, los impuestos
bajen, el Estado recaude menos, y usted pueda pagar menos.
Hoy quiero ir más allá,
este mes enviaré a este Congreso un proyecto de ley que establece un Bono
Solidario de Alimentos, para aliviar el presupuesto familiar. Este bono será de
$40 mil por familia y $7.500 adicionales por hijo. Va a beneficiar a casi 1
millón 700 mil familias chilenas y más de 6 millones de compatriotas.
Hace 25 años, el Papa
Juan Pablo II nos convocó a derrotar la pobreza. Llegó el tiempo de cumplir con
ese compromiso.
Salud
Cuando estamos enfermos
es cuando nos sentimos más débiles y vulnerables y, por tanto, cuando más
necesitamos ser tratados con respeto, dignidad y ser atendidos con oportunidad
y eficacia en nuestros hospitales y consultorios.
Por eso la Sociedad de
Seguridades debe satisfacer esa necesidad y nos exige también defender la vida,
aliviar el dolor y devolver, en la medida de lo posible, la salud a los
chilenos enfermos.
Este año hemos invertido
más de $300 mil millones en la salud de los chilenos, tres veces más que hace
cuatro años, y hemos inaugurado 17 hospitales. Antes que termine nuestro
Gobierno, habremos remodelado 46 e iniciado la construcción de 38 nuevos
hospitales, terminado 12 que están en curso, en comunas tan importantes como
Antofagasta, Calama, Copiapó, Rapa Nui, Maipú, La Florida, Rancagua, Curicó,
Talca, Concepción, Parral, Cañete, Osorno y Puerto Montt, además del Hospital
Salvador y el Sótero del Río, en Puente Alto, beneficiando así a más de 14
millones de chilenos.
Junto con ello, hemos entregado
consultorios y tenemos 46 más en construcción, en comunas tan alejadas como
Pica, Juan Fernández, Futrono, Gorbea y La Junta, que nunca antes los habían
tenido. Además, tenemos que enfrentar el problema de los médicos especialistas.
Por eso, a través de más becas para la formación de cirujanos, oftalmólogos,
pediatras, traumatólogos y ginecólogos, lograremos contar con 3 mil nuevos
médicos especialistas, atendiendo a los chilenos en todos los rincones de
nuestro país.
Hace unos días, y después
de más de 10 años de tramitación, promulgamos la ley de Derechos y Deberes del
Paciente, que garantiza a todos los usuarios derechos fundamentales, como ser
tratados por su nombre, que se le respeten las horas y plazos convenidos, que
le den un diagnóstico claro de su enfermedad y el tratamiento necesario, que le
respondan claramente sus dudas, y puedan ser visitados por sus familiares o
recibir ayuda espiritual si la requieren. Estos derechos quedarán expuestos al
público en todos los hospitales y clínicas de nuestro país.
Pero la salud es como la
justicia: cuando tarda mucho, no sirve. Por eso nos alegra inmensamente haber
terminado con el padecimiento de 380 mil chilenos afectados por las listas de
espera AUGE para una cirugía o tratamiento, y haber reducido a casi la mitad
los 90 mil pacientes que llevaban más de un año de espera por atenciones de
enfermedades no AUGE. Agradezco a los funcionarios de la salud, por su entrega
y compromiso en el logro de estas metas.
Nos estamos haciendo
cargo también de la falta de farmacias de turno. El año 2009, en toda la Región
Metropolitana había sólo 5 farmacias de turno disponibles, y todas ellas
concentradas en el sector oriente de la capital. Hoy contamos con más de 52
farmacias de turno en Santiago y más de 140 a nivel nacional.
Estamos conscientes que
los remedios representan casi la mitad del gasto de salud de nuestras familias,
y mucho más, cuando se trata de la tercera edad o de enfermos crónicos.
Por eso hemos presentado
a este Congreso dos proyectos de ley: la ley de Fármacos y Bioequivalencia, que
impedirá recetar solamente remedios de marca cuando existe otro equivalente, y
también exigirá a los laboratorios la venta unitaria de medicamentos, para
evitar que los usuarios deban comprar más de lo que realmente necesitan. Y el
segundo, autoriza la venta de medicamentos que no requieren receta médica, en
los almacenes y supermercados de nuestro país, para facilitar su acceso y
reducir su costo, que estimamos, bajarán en torno al 20%, dando un importante
alivio a las familias chilenas.
Junto con ello, estamos
reformando la salud privada de las Isapres, a través de la creación de un Plan
Básico de Salud, que terminará con las enormes diferencias de precios que
castigan hoy a nuestras mujeres, a nuestros enfermos y a nuestros adultos
mayores. Ese Plan Básico, que tendrá una tarifa única para los afiliados de
Isapres, permitirá la comparación de precios y también el libre traslado de los
usuarios entre Isapres, sin restricciones ni por carencias ni por preexistencias.
Acabamos de aprobar la
ley de Etiquetado de Alimentos, que nos permitirá informar mejor a nuestros
compatriotas para que tengan una alimentación más sana.
Pero nada de lo anterior
es suficiente si no reconocemos algo fundamental: siempre es mejor prevenir que
curar. Por eso estoy tan orgulloso del programa Elige Vivir Sano, que dirige la
Primera Dama, y que está logrando que millones de compatriotas puedan acceder a
una vida más sana, alimentarse mejor, practicar más deporte, disfrutar más de
la naturaleza y compartir más con sus familias y, por supuesto, disminuir el
consumo de tabaco y alcohol.
Por eso, no sólo como
Presidente de la República, sino que como padre y abuelo, quiero agradecer
sentidamente el amor, el compromiso y la dedicación que tú, Cecilia, has puesto
en este programa.
Seguridad Ciudadana
Yo sé que la delincuencia
y el narcotráfico angustian la vida a muchos compatriotas. Y sé también que se
trata de una lucha dura, difícil y permanente. Un Chile de auténticas
seguridades nos exige no rendirnos ni acostumbrarnos jamás al temor con que un
grupo de delincuentes y narcotraficantes quieran afectar nuestras vidas
cotidianas.
Es una batalla que no
podremos dar nunca por ganada, pero tampoco podemos dar nunca por perdida, ni
mucho menos, bajar los brazos. Porque eso es precisamente lo que buscan los
delincuentes y narcotraficantes: confundir nuestras mentes, debilitar nuestros
espíritus, dividir nuestras fuerzas y debilitar nuestras instituciones. Por eso
debemos unirnos como un solo hombre y una sola mujer, dejando de lado nuestras
diferencias, para enfrentar con decisión, inteligencia y coraje a estos
poderosos enemigos, que no respetan nada ni trepidan ante nada para lograr sus
perversos objetivos.
Coraje como el que
demostraron la cabo Paulina Gallardo, el sargento Germán Ulloa, la inspectora
Karim Gallardo, el subcomisario Cristián Morales y el sargento Hugo Albornoz,
todos los cuales rindieron sus vidas en actos de servicio. Por eso, porque
entregaron sus vidas para proteger las nuestras, son héroes y mártires.
Quiero decirle hoy día a
sus familiares y seres queridos, que su sacrificio no ha sido en vano y que nos
inspira todos los días para continuar con esta lucha, que es la lucha de todos
los chilenos, por poder vivir con mayor paz, seguridad y tranquilidad.
Y estamos avanzando. Bajo
la conducción del ministro del Interior y la colaboración de Carabineros y la
Policía de Investigaciones, no solamente estamos haciendo nuestros mejores
esfuerzos, también estamos obteniendo resultados.
El año pasado, a pesar de
los actos de agresión y vandalismo cometidos por cobardes encapuchados, que
dejaron a 1.100 carabineros heridos, que causaron graves daños a la propiedad
pública y privada y que nos exigieron desviar cuantiosos recursos materiales
para resguardar el orden público, logramos incautar el doble de marihuana que
el año anterior, un 25% más de pasta base que el 2009, llevamos a la justicia a
más de 156 mil prófugos, que llevaban años con orden de aprehensión, y
capturamos a 325 mil delincuentes para que enfrentaran también su
responsabilidad. Recuperamos el 80% de los vehículos robados y redujimos en un
10% el número de homicidios en nuestro país.
Acabamos de aprobar el
Registro Nacional de Prófugos, para poder atraparlos con más eficacia e impedir
que logren acceder a beneficios del Estado, como renovar licencia de conducir o
incluso obtener subsidios del Estado.
Yo sé que aún queda mucho
por avanzar, pero también sé que es justo y necesario destacar los logros que
hemos juntos obtenido.
En estos primeros dos
años de Gobierno, las tasas de victimización son las más bajas desde que el año
2003 se inició la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana.
Estos son datos
objetivos. Y es bueno que los conozcamos, para no desalentarnos y seguir
luchando con más fuerza y voluntad contra la delincuencia y el narcotráfico.
Sé que para muchos
chilenos estas cifras puedan significar muy poco, porque han sufrido en carne
propia, o han visto a sus familiares, ser víctimas de la delincuencia. También
sé que basta con que los medios de comunicación informen de un asalto, un robo
o un homicidio, para que todos nos sintamos sus víctimas y se acreciente la
sensación de inseguridad y temor.
Por eso, junto con
enfrentar con una mano mucho más dura, y la tenemos, a los delincuentes y
narcotraficantes, estamos extendiendo la otra mano para ayudar a sus víctimas.
Aprobamos la reforma
constitucional que asegura defensa jurídica profesional y gratuita a las
víctimas que no puedan otorgársela.
Pero también, no hay
política más efectiva contra la delincuencia que la prevención y la
rehabilitación, y especialmente para nuestros niños y jóvenes. Por eso, durante
el próximo mes ingresaremos a este Congreso el proyecto que crea el nuevo
Servicio de Protección de la Infancia y la Adolescencia, y el que sustituye al
SENAME por el Servicio de Responsabilidad Penal Adolescente.
Recién aprobamos la ley
que creó el Registro Nacional de personas condenadas por delitos sexuales
contra nuestros niños, para evitar que vuelvan a acercarse y causarles daño.
Aunque parezca increíble,
no teníamos un sistema o un diagnóstico que nos permitiera conocer la realidad
profunda de la delincuencia en nuestro país. Por eso, siguiendo exitosas
experiencias, pusimos en marcha el Sistema Táctico de Análisis del Delito, que
nos está permitiendo contar con más y mejor información respecto a dónde, cómo,
cuándo, a qué hora, y en muchos casos quién comete los delitos, para
combatirlos con mayor eficacia.
Esta nueva estrategia
está dando resultados. En lo que va de este año, en la Región Metropolitana, se
han reducido en 3 mil los delitos violentos con respecto al año anterior.
Además de los 10 mil
carabineros adicionales que están en curso y mil oficiales de la Policía de
Investigaciones, hemos extendido el Plan Cuadrante a 17 nuevas comunas y
estamos trabajando para extenderla a 33 más en dos años, de manera de proteger
con más carabineros, con más cuarteles, con más carros policiales a nuestra
población.
Y seguimos avanzando en
el programa Barrio en Paz, que ha permitido a 7 millones de habitantes y más de
23 mil establecimientos comerciales, en 114 barrios de Chile, se beneficien con
cámaras de seguridad, nuevas luminarias, alarmas comunitarias y más de 200 mil
controles policiales. Gracias a ello, los chilenos podemos hacer nuestra vida
normal con un poco más de tranquilidad.
Pero sin duda nos queda
mucho por hacer y mucho camino por recorrer.
Para evitar que las
drogas sigan ingresando a nuestro territorio por los más de mil kilómetros de
frontera que tenemos con Perú y Bolivia, países que representan más del
cincuenta por ciento de la producción mundial de cocaína, pusimos en marcha el
Plan Frontera Norte, para cerrar nuestras fronteras a la droga que destruye a
nuestros niños y a nuestra juventud.
Pero quienes somos
padres, no podemos caer en la ilusión de creer que algún día contaremos con una
policía tan efectiva que será capaz de neutralizar a todos los
narcotraficantes, o con controles fronterizos tan eficaces que impidan el
acceso de la droga a nuestro país. Por eso, los padres debemos estar mucho más
atentos y más involucrados con nuestros hijos, y actuar a tiempo para evitar su
primer contacto con la droga y el delito, porque muchas veces después puede ser
demasiado tarde.
Para apoyarlos hemos
creado el Servicio Nacional para Prevención y Tratamiento de Drogas y Alcohol,
SENDA; pusimos en marcha un Fonodrogas gratuito; aumentamos los controles
policiales en bares, discotecas y botillerías; e implementamos una política de
tolerancia cero con quienes conducen bajo los efectos del alcohol.
Esa Tolerancia Cero en
pocos meses ha logrado lo más difícil: cambiar una cultura de malos hábitos,
por una consigna drástica pero eficaz: Si usted maneja, no beba; si usted bebe,
no conduzca. Y de esta forma, en forma clara y eficaz, en su primer mes de
puesta en marcha, los accidentes del tránsito, los fallecidos en accidentes de tránsito
y los conductores sorprendidos manejando bajo los efectos del alcohol, se han
reducido a la quinta parte.
Pero no nos confundamos
de enemigo. La sociedad de seguridades va a ser siempre implacable con los
narcotraficantes, porque son delincuentes, pero va a ser siempre acogedora con
sus víctimas, porque son enfermos que necesitan nuestra ayuda. Por eso, hemos
prácticamente duplicado los recursos para la rehabilitación, para permitir a
más jóvenes de nuestro país, recuperar sus vidas.
Justicia y Derechos Humanos
Todos recordamos aquel 8
de diciembre del 2010, cuando 81 compatriotas murieron calcinados en una cárcel
en San Miguel. Esa mañana, mientras me dirigía a la Posta Central, pensaba en
las contradicciones de nuestro país: el mismo que había hecho todo lo necesario
para salvar la vida de 33 mineros, había convivido durante décadas con
condiciones absolutamente inhumanas de nuestros reclusos, que no tenían ninguna
posibilidad de rehabilitación ni de reintegración a la sociedad.
Por eso, no basta con
tener mano dura, que la tenemos, para lograr vencer a la delincuencia. Ella
requiere ser aplicada con inteligencia. Y no es inteligente tener cárceles
hacinadas, que se transformar en verdaderas universidades del delito, donde
entran delincuentes primerizos y salen criminales profesionales.
Por eso, estamos
construyendo cuatro nuevos recintos penales, que nos permitirán 10 mil nuevas
plazas y reducir las tasas de hacinamiento, y hemos destinado más de 6 mil
millones a la instalación de redes contra incendio y dictamos un estatuto
laboral y de capacitación, que ha permitido a 7.000 internos capacitarse y
trabajar remuneradamente y lograr así acelerar su rehabilitación y contribuir a
la mantención de sus familias.
Pero no basta con
construir más cárceles. Debemos también darles un uso más racional y recluir en
ellas a quienes realmente representan una amenaza para la sociedad. Por eso,
hemos sustituido condenas de cárcel por faltas como el no pago de multas o la
venta de discos piratas, por otras sanciones en beneficio de la comunidad, bajo
el atento control de Gendarmería. Y estamos también expulsando a miles de
presos extranjeros, para que cumplan sus condenas en sus países de origen. Y,
además, modernizando el sistema de penas sustitutivas a la privación de
libertad. Aprobamos la ley que permite a internos de baja peligrosidad poder
trabajar y someterse a programas eficaces de rehabilitación, siempre con
brazaletes electrónicos, para poder proteger a las chilenas y chilenos que
viven y merecen vivir con mayor paz y tranquilidad.
Enviamos el proyecto que
crea el nuevo Código de Procedimiento Civil, que va a significar procedimientos
más, ágiles y más transparentes para solucionar la inmensa mayoría de los casos
que conocen nuestros tribunales. Ésta es la reforma más importante a nuestra
justicia civil en los últimos cien años. Y también creamos planes piloto de
justicia vecinal, para resolver problemas pequeños, pero que afectan gravemente
la vida de los vecinos.
Y este año ingresaremos
el proyecto de ley que moderniza, por fin, el sistema de notarios y
conservadores, para que sea más ágil, preste un mejor servicio y a menor costo
a todas y todos los chilenos.
Para promover el respeto
absoluto, en todo tiempo, lugar y circunstancias de los derechos humanos de
nuestros compatriotas, ingresamos el proyecto de ley que crea la Subsecretaría
de Derechos Humanos y que crea el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en
nuestro país.
Vivienda, barrios y ciudades
También requerimos
avanzar hacia una vivienda digna y barrios más acogedores para nuestros
ciudadanos.
Por eso, a pesar del
terremoto, en estos dos años hemos entregado 204 mil subsidios regulares a
familias a lo largo y ancho de nuestro país, a los cuales sumaremos 162 mil
adicionales este año, y una cifra equivalente el año próximo, de forma que al
terminar nuestro Gobierno, habremos entregado más de 750 mil subsidios
habitacionales, permitiendo que más de 3 millones de chilenos, es decir, casi
uno de cada 5 compatriotas, puedan por fin dejar de vivir de allegados o
arrendatarios y cumplir el sueño de su casa propia.
Y no nos hemos olvidado
de nuestra clase media, que siempre ha debido salir adelante con su solo
esfuerzo, porque nunca es suficientemente rica para financiar íntegramente su
vivienda, ni tampoco suficientemente vulnerable para recibir un subsidio del
Estado.
Por eso creamos el
Subsidio Habitacional para la Clase Media, hecho a la medida de sus necesidades
y aspiraciones y que ya ha permitido a 33 mil familias acceder, con ayuda del
Estado, a una vivienda propia, y que sumaremos 39 mil familias adicionales
durante este año.
Y también estamos
trabajando en erradicar los 657 campamentos que aún subsisten en nuestro país,
duplicando la cantidad de subsidios que benefician a esos compatriotas.
Pero no solamente importa
el número de viviendas, también su tamaño y calidad, incrementando 42 a 47 los
metros cuadrados, y a más de 50 cuando hay familias numerosas, o que incorporan
a discapacitados o a tercera edad en su hogar.
Y estamos construyendo 17
nuevos parques urbanos en las comunas más vulnerables de nuestro país, para
incorporar 150 nuevas hectáreas de parques a aquellas comunas que muchas veces
solamente las conocen en los textos o en las revistas.
Y además, no nos hemos
olvidado de los deudores habitacionales que por fallas en las políticas,
enfermedades o pérdidas del empleo, han visto cómo su sueño de casa propia se
transforma en una verdadera pesadilla por el exceso de deuda.
Hoy día estamos
beneficiando a 119 mil deudores habitacionales con condonaciones de deudas,
subsidios en el pago de sus dividendos, y en muchos casos, condonación total,
cuando se trata de casos catastróficos o de pobreza extrema.
Transportes
También estamos
trabajando en un nuevo sistema de transporte público y privado más seguro, más
cómodo y más eficiente.
El día tiene 24 horas, y
si descontamos los tiempos de sueño y de trabajo, lo que queda para el tiempo
libre es muy escaso, y muchas veces más de la mitad de ese tiempo se destina al
traslado. Y por eso, cada peso y cada minuto que logremos reducir, es un minuto
más para lo más importante, como es la familia, la amistad, el deporte, y un
peso más de alivio al presupuesto familiar.
Sabemos que el
Transantiago, cuando fue puesto en marcha el 2007, fue mal planificado y mal
implementado, y significó un atentado a la dignidad de millones y millones de
chilenos. Y si bien nuestro Gobierno no fue parte del problema, sí estamos
siendo parte de la solución.
Hemos renegociado los
contratos con los operadores, para que sean los contratos los que se adapten a
las necesidades de los usuarios y no los usuarios a las exigencias de los
operadores.
Y, sin perjuicio de los
muchos problemas que subsisten, hoy el Transantiago es un sistema que está
mejorando en calidad y en seguridad, y también en materia de frecuencias y en
reducción de accidentes.
Por esa razón, hoy día
tenemos más de 90 kilómetros adicionales en corredores y vías exclusivas, y
vamos a sumar 67 más, para seguir bajando los tiempos de traslado y reduciendo
la contaminación ambiental, y hemos construido más de 900 paraderos.
Pero el transporte de
superficie tiene que estar integrado con el transporte subterráneo. Y por eso
hemos puesto en marcha la mayor ampliación de la red del Metro, que nos va a
permitir aumentar de 95 a 140 kilómetros su red en nuestra capital. Ya
entregamos las 6 nuevas estaciones de la Línea 5, que benefician a casi un
millón de vecinos en Maipú y Pudahuel. Y en septiembre de este año iniciaremos
las obras de las nuevas Líneas 3 y 6, con 28 nuevas estaciones, que reducirán a
la mitad los tiempos de traslado de un millón y medio de personas en las
comunas de Santiago, La Reina, San Miguel, San Joaquín, Ñuñoa, Providencia,
Huechuraba, Pedro Aguirre Cerda, Conchalí, Independencia y Cerrillos.
Ya instalamos Internet
gratuito en 22 estaciones y sumaremos 108 nuevos carros con aire acondicionado.
Y, por supuesto, está en pleno desarrollo el sistema de Metrotren o trenes
urbanos, que permitirá unir a Rancagua con la zona sur de nuestro país, y
estamos estudiando soluciones equivalentes para otras comunas en nuestro país.
Todavía nos queda mucho
por avanzar. Por eso el proyecto que establece el subsidio al sistema de
transporte público va a evitar que la tarifa siga creciendo debido al déficit
operacional con que heredamos ese sistema, y nos va a permitir darle a nuestros
compatriotas un sistema de transporte más eficaz, más digno y más económico.
Pero Santiago no es
Chile. Y por eso, el mismo subsidio que recibe nuestra capital lo recibirán
nuestras regiones, para que puedan libremente destinar esos recursos a
subsidiar las tarifas, ampliar la cobertura, a renovar las flotas o a invertir
en ferrocarriles u otras obras de infraestructura.
Protección de los consumidores
Pero también una sociedad
de seguridades tiene que proteger con eficacia a sus consumidores y promover la
libre competencia, para emparejar la cancha y evitar los abusos y la falta de
información. Así todos los chilenos podremos contar con la información
necesaria y recibir más y mejores bienes y servicios, y a un precio justo. Así
está ocurriendo con la Portabilidad Numérica, que ha permitido a 250 mil
usuarios poder cambiarse de compañía sin perder su número telefónico. Por eso
estamos fortaleciendo el SERNAC y hemos creamos el SERNAC Financiero. Y,
además, una norma que obliga a los Bancos a licitar los créditos hipotecarios,
para bajar el costo de los mismos para más de 1 millón 300 mil familias, y
estamos tramitando la ley que pondrá un límite a la Tasa de Interés Máxima
Convencional, para proteger debidamente y con justicia a nuestros consumidores.
Chilenas y chilenos:
Proteger a nuestros consumidores y a nuestros trabajadores es parte de la
sociedad de seguridades, oportunidades y valores. Y en esta misión el Estado
tiene un rol fundamental y nuestro Gobierno un compromiso inquebrantable.
Sociedad de valores
Pero junto con
multiplicar las oportunidades y garantizar las seguridades, también debemos
avanzar hacia una sociedad fundada en sólidos valores. Nuestras cuentas
nacionales no miden la felicidad de nuestros hijos ni la dignidad de nuestros
adultos mayores. No incluyen la belleza de nuestros paisajes ni de nuestra
poesía, y tampoco reflejan la calidad de nuestras familias ni la solidez de
nuestras instituciones.
Por eso, nunca debemos
renunciar a los valores, y siempre debemos defender la vida, desde la
concepción hasta la muerte natural; proteger a la familia; respetar la dignidad
de los derechos humanos de todos nuestros compatriotas en todo tiempo, lugar o
circunstancia.
Y por ello, cuando se
debatía en este Congreso Nacional diferentes iniciativas para legislar sobre el
aborto, escribí una carta pública fundamentando por qué nuestro Gobierno
defiende y va a defender siempre la vida del que está por nacer.
Tampoco queremos que se
repitan casos como el de Daniel Zamudio, que perdió su vida a manos del odio,
la intolerancia y los prejuicios. Por eso, promovamos siempre una sociedad
tolerante, que no discrimine a nadie por su origen étnico, situación social,
apariencia física, opción religiosa u orientación sexual.
Y por eso nos alegramos
que después de tantos años, logramos por fin aprobar una Ley
Antidiscriminación, que va a hacer de Chile una sociedad más pluralista y más
tolerante.
Familia, mujer, infancia y juventud
Pero el pilar fundamental
de una sociedad de valores es la familia. Necesitamos familias fuertes, unidas
y sanas, para tener un país verdaderamente integrado, humano y feliz. Ellas son
nuestra principal fuente de amor, de acogimiento y de amparo en las difíciles
circunstancias del tiempo moderno, y además nuestra mejor protección contra los
males de la modernidad, como la droga, la delincuencia y el alcohol.
Por eso ampliamos de 3 a
6 meses el Posnatal e incrementamos la cobertura de una de cada tres mujeres, a
todas las mujeres trabajadoras de Chile, favoreciendo a 2 y medio millones de
mujeres que trabajan en nuestro país. Para que nunca más la maternidad sea un
obstáculo para el trabajo, ni el trabajo un obstáculo para la maternidad.
Para ellas creamos el Ingreso
Ético Familiar. Para ellas estamos incrementando la cobertura de nuestras salas
cuna y de nuestra educación preescolar, y para ellas creamos 400 mil nuevos
empleos que han favorecido a las mujeres de nuestro país.
Así, no solamente estamos
cumpliendo con nuestros compromisos, también le estamos haciendo justicia a
nuestras mujeres y a nuestros niños.
Y vamos a corregir una
discriminación que perjudica el acceso y los salarios de las mujeres
trabajadoras, estableciendo que el beneficio de la sala cuna sea considerado
parte de la red de prestaciones de seguridad social.
Y para enfrentar mejor la
violencia intrafamiliar, tipificamos por fin el delito de femicidio. Pusimos en
marcha casas de acogida y fonos ayuda gratuitos en todas las regiones de Chile,
y estamos dando asesoría sicológica y judicial a las víctimas, y creando 15
nuevos centros de rehabilitación para hombres violentos en todas las regiones
de nuestro país.
Es verdad, un hombre
puede tener una ex pareja, pero nunca puede tener ex hijos. Y,
desgraciadamente, sólo el año pasado nuestros tribunales recibieron más de 200
mil denuncias por no pago de pensiones alimenticias.
Para enfrentar este
verdadero drama, presentaremos un proyecto de ley que perfecciona los
mecanismos de retención y cobro, para que los padres se hagan responsables de
sus hijos.
Tercera edad
Pero también tenemos una
deuda con nuestros adultos mayores. Después de años y años de promesas,
eliminamos o redujimos el descuento del 7% en salud, beneficiando a más de 1
millón de pensionados. Y junto con ello, creamos el Bono Bodas de Oro.
Y hoy quiero hacer un
anuncio. En los próximos días enviaré un proyecto de ley a este Congreso, de
forma tal que todas las parejas que cumplan o hayan cumplido 50 años de
matrimonio y aún no hayan recibido ese beneficio, lo reciban durante este año,
o a más tardar el próximo.
Pero hay algo más.
Tenemos que hacernos cargo de nuestros adultos mayores y colaborar con la
sociedad civil en el cuidado de aquellos vulnerables y que no se pueden valer
por sí mismos. Por eso estamos impulsando un plan que va a favorecer la
atención domiciliara, crear los centros diurnos y crear una subvención estatal,
para colaborar con instituciones como el Hogar de Cristo, la Fundación Las
Rosas o San Vicente de Paul, en el cuidado de nuestros adultos mayores
vulnerables, que no pueden valerse por sí mismos y que cada día son más, y que
no podemos dejar abandonados, como muchas veces están hoy día.
Pueblos originarios
También nuestros pueblos
originarios están teniendo un nuevo trato. No solamente para promover su
desarrollo social, sino que también para respetar y cuidar su cultura, su
lengua, su historia y sus tradiciones.
Por eso presentamos una
reforma constitucional que reconoce a Chile como un país multicultural. Y por
eso, a través de INDAP hemos multiplicado por 8 la cobertura de sus programas a
familias de nuestros pueblos originarios.
Y hoy quiero proponer dos
nuevas Áreas de Desarrollo Indígena adicionales. Una, cubrirá parte de las
comunas de Ercilla y Collipulli, y la otra, la Provincia de Arauco, para
integrarlos mejor, para escuchar sus voces y para acelerar este nuevo trato con
nuestros pueblos originarios.
Cultura
Pero también, una
sociedad de valores requiere una cultura libre, creativa, diversa, a la cual
puedan acceder todos los chilenos. Por eso hemos destinado $ 75 mil millones,
el mayor esfuerzo de nuestra historia, a la construcción de 5 grandes teatros
regionales en Iquique, La Serena, Rancagua, Concepción y Punta Arenas, y
estamos creando 51 nuevos centros culturales a lo largo y ancho de nuestro
país, recuperando 62 edificios patrimoniales, como la Casa de Violeta Parra o
de Vicente Huidobro, el Santuario Santa Rosa de Pelequén, el Museo de Arte
Contemporáneo, el Museo de Historia Natural y muchas otras obras más.
Y porque la cultura es
parte del alma de nuestro país, enviaremos pronto a este Congreso el proyecto
de ley que crea el Ministerio de Cultura y Patrimonio, y que integrará al
Consejo de la Cultura y las Artes, el Consejo de Monumentos Nacionales y la
Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos.
Y además, para que esto
no sea sólo un esfuerzo público y promover también el esfuerzo de la sociedad
civil, valoramos que este Congreso apruebe pronto la Ley de Donaciones
Culturales. Sería el mejor homenaje a un gran hombre de Estado y a un gran
promotor de la cultura, como fue don Gabriel Valdés.
Quiero también hoy día
rendir un sentido homenaje a nuestro insigne poeta Nicanor Parra, que acaba de
ganar el Premio Cervantes de Literatura. Y así se une a gigantes como Gabriela
y Neruda en la inspiración de la cultura y la belleza en nuestro país.
Deportes
Pero también queremos
hacer de Chile un país de deportistas, porque el deporte le hace bien al cuerpo
y al alma. Al cuerpo, porque mejora nuestro estado físico, nuestra salud y
nuestro estado de ánimo; y al alma, porque nos enseña valores fundamentales, el
esfuerzo, el trabajo en equipo, el respeto, la lealtad. Y además, es el mejor
antídoto para evitar que nuestros jóvenes caigan en la droga, la delincuencia y
el alcohol.
Hoy día, desgraciadamente
Chile no es un país de deportistas, y estamos trabajando arduamente para
cambiar esa cultura y duplicar el número de deportistas en nuestro país.
Por eso presentamos el
proyecto de ley que crea el Ministerio del Deporte. Y junto con organizaciones
privadas pusimos en marcha el Plan Olímpico de Chile. Y además, sus resultados
ya se están manifestando. En los Juegos Panamericanos de Guadalajara llevamos
la mayor delegación, 308 deportistas, y obtuvimos la mejor cosecha de medallas,
46 preseas de nuestra historia. Y en las Olimpíadas de Londres, Chile será
representado por más de 30 deportistas, también la cifra más alta en estos
juegos. Todo ello permite mirar con confianza y optimismo los importantes
eventos deportivos que se llevarán a cabo en nuestro país, como la Vuelta
Ciclística de Chile, el Rally Dakar, los Juegos Sudamericanos, el Mundial de
Fútbol Sub 17, la Copa América, y ojalá también, porque estamos postulando, los
Juegos Panamericanos del 2019.
Para ello necesitamos más
y mejor infraestructura. Por eso, el Plan Chilestadios nos está permitiendo
construir, reconstruir o remodelar nuestros estadios de fútbol, como los de
Arica, Copiapó, Curicó y Talca; y estamos avanzando, con contribución de los Gobiernos
Regionales, en los estadios con estándares FIFA de Calama, La Serena, Viña del
Mar, Valparaíso, Rancagua, Concepción, Puerto Montt, el Estadio Nacional y
próximamente incluiremos también los estadios de Iquique, Osorno, Ovalle y la
segunda etapa del Estadio de Curicó.
Pero también queremos
llegar con el deporte a nuestros niños y jóvenes, a nuestras dueñas de casa, a
nuestros trabajadores y pensionados. El año pasado más de 400 mil chilenos
participaron en los Programas del Instituto Nacional del Deporte, duplicando la
cifra del 2010. Y están en plena construcción los 30 polideportivos y los 150
mini estadios o multicanchas, que van a permitir a los chilenos no solamente
presenciar de pantalón largo los espectáculos deportivos, sino que participar con
pantalón corto, haciendo ellos mismos deporte.
Y este año se cumplen los
50 años del Mundial del 62, que quedó grabado para siempre en nuestra memoria.
Y quiero hoy saludar y homenajear a 3 héroes del 62, que nos acompañan en este
Congreso: don Leonel Sánchez, don Humberto “Chita” Cruz y don Sergio Navarro.
Discapacidad
También estamos
trabajando para hacer de Chile una sociedad más inclusiva y cariñosa con
aquellos que tienen capacidades distintas.
Mundo Evangélico
Y para cumplir nuestros
compromisos de luchar siempre por una sociedad que garantice las más plena
libertad religiosa e igualdad de cultos, y cumplir con nuestros compromisos con
el mundo evangélico.
Medio Ambiente
También en el mundo del
medio ambiente. Estamos poniendo en práctica el nuevo Ministerio del Medio
Ambiente, la Superintendencia, la próxima creación de los Tribunales
Ambientales, a la que seguirá el Servicio de Parques y Biodiversidad, creando
nuevas áreas protegidas, como el parque Motu Motiro Hiva en las Islas Salas y
Gómez, que es uno de los cinco parques marinos más grandes del mundo y, además,
aumentando sustancialmente la calidad y la exigencia de nuestras normas de
emisiones contaminantes, para garantizar la calidad del medio ambiente y la
protección de salud de nuestros habitantes.
Democracia y Regionalización
Chilenas y chilenos: No
hay progreso y justicia posible sin una democracia sólida e instituciones
respetadas.
Como lo señalé al
comienzo de mis palabras, retomemos la senda de los grandes acuerdos. Nuestra
sociedad necesita una democracia e instituciones sanas y transparentes,
participativas y respetadas. Por eso es imperioso avanzar para acercar la
política a la gente y acercar la gente a la política.
A eso apunta la
inscripción automática que incorpora a 5 millones de jóvenes, el voto
voluntario, las primarias para elegir a nuestros candidatos y muchas otras
iniciativas, como la ley que perfeccionará a nuestros partidos políticos, los
acuerdos para perfeccionar nuestro sistema electoral y el derecho a voto a los
chilenos en el extranjero que mantienen un vínculo o compromiso con nuestro
país.
Por todo eso, debemos
avanzar también para que el Estado sea más amistoso con nuestros conciudadanos.
El centralismo asfixia a
la Región Metropolitana y ahoga a nuestras regiones, y por eso avanzamos en dar
más recursos, más atribuciones, más funciones y más responsabilidades a
nuestros gobiernos regionales y comunales.
El Fondo Nacional de
Desarrollo Regional casi se ha duplicado con respecto a lo que teníamos en el
periodo 2006–2009, y estamos creando nuevos fondos que benefician a nuestras
regiones y a nuestras comunas, como el Fondo que compensa por los tributos o contribuciones
en aquellas comunas que no los reciben y como el Fondenor, que aportará 108 mil
millones de pesos a las comunas mineras de nuestro país.
Modernización del Estado
También tenemos que
avanzar en la modernización del Estado. Por eso, a través del programa
ChileAtiende hemos creado una red nacional de más de 144 oficinas en todo
Chile, para que los chilenos puedan acceder a los servicios públicos con mayor
facilidad. Los servicios del Instituto de Previsión Social, Fonasa, Sence,
Vivienda, Salud y tantos más. Y también a través de una página Web, permitir
que los chilenos no tengan que andar migrando de un servicio público a otro y
puedan hacer sus trámites desde sus propios hogares y trabajo.
Defensa
En materia de Defensa
puedo afirmar con responsabilidad y satisfacción que nuestras Fuerzas Armadas
se encuentran hoy día plenamente capacitadas para cautelar nuestra soberanía,
proteger nuestro territorio y garantizar la paz, además de colaborar con el
desarrollo de nuestro país.
Hemos enviado la ley que
sustituye la ley reservada del Cobre por un proyecto que financiará seria y
responsablemente las necesidades estratégicas de nuestra defensa, e
ingresaremos el proyecto de ley que otorga reparación y rehabilitación a las
víctimas por explosión de minas antipersonales. Y, además, enviaremos
próximamente a este Congreso el proyecto el proyecto que elimina o reduce
gradualmente la cotización del 6% que afecta a los pensionados de nuestras
Fuerzas Armadas y de Orden, cumpliendo así nuestros compromisos. La Armada y la
Fuerza Aérea seguirán colaborando con nuestras zonas aisladas y el Ejército
apoyando la acción en nuestros espacios distantes y poco poblados.
A eso apunta la
inauguración de la Compañía Andina en la localidad de Cochrane y también a eso
apunta que finalmente estamos terminando los 65 kilómetros faltantes que nos
permitirán unir, a través de la Isla de Tierra del Fuego, a nuestro país desde
el Estrecho de Magallanes hasta el Canal del Beagle, con ese camino que
terminaremos durante nuestro Gobierno.
Relaciones Exteriores
En el campo
internacional, seguimos defendiendo y respetando los principios tradicionales
de nuestra política exterior y reforzando y alzando nuestra voz en todas las
instancias internacionales para defender la democracia y los derechos humanos.
Y enviaremos a este
Congreso el proyecto de ley que moderniza a nuestra Cancillería, para adecuarla
a los requerimientos de este mundo moderno y globalizado.
Además de ello, además de
haber sido invitados por primera vez a la Cumbre de los 20 países más poderosos
del mundo, hoy día ejercemos la Presidencia Pro Témpore de la Alianza del
Pacífico y también la de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe.
Acabamos de recibir la
visita de la Presidenta de Argentina, lo que refleja las buenas relaciones que
tenemos con la nación transandina, y seguiremos defendiendo con toda la fuerza
de la ley y el derecho en la Corte de la Haya nuestros territorios, nuestros
mares y nuestra soberanía, cumpliendo con nuestros compromisos y respetando el
derecho internacional. Y seguimos abiertos al diálogo franco y fecundo con
Bolivia, siempre dentro del marco del fiel cumplimiento del Tratado del año
1904.
Palabras finales
Queridas chilenas y
chilenos: Hemos pasado revista a lo mucho que todos los chilenos y nuestro
Gobierno estamos haciendo para construir ese Chile de oportunidades,
seguridades y valores. Estoy muy consciente que nos falta mucho y que hemos
cometido errores, y nuevamente pido perdón por ello, pero quiero decir también
que no ha habido un solo día en que los ministros, los colaboradores y este
Presidente no se hayan exigido al máximo de sus capacidades para cumplir con
nuestros compromisos.
Y honestamente, haciendo
un balance objetivo, siento que hemos cumplido con Chile. Todos quisiéramos ir
más rápido, pero no podemos arriesgar un descarrilamiento de nuestra economía,
como tantas veces nos ocurrió en el pasado, y como hoy día le está ocurriendo a
muchos de los países más desarrollados del mundo.
Por eso nuestro Gobierno
va a seguir actuando con firmeza y responsabilidad, armonizando las legítimas
necesidades de los chilenos, con las verdaderas posibilidades de nuestra
economía. Por eso, igual que un padre de familia, muchas veces el Presidente
tiene que decir que no.
Pero también estoy
consciente, y me alegro profundamente de cómo avanza y cómo está cambiando para
mejor la vida de tantas familias chilenas. Como la familia Landeros González,
que está hoy día con nosotros en este Congreso, una familia de trabajo y
esfuerzo como tantas otras en nuestro país. Ella representa el nuevo Chile que
estamos construyendo. Sus pilares son don Luis y la señora Felicidad, que han
compartido 50 años de vida matrimonial, y gracias al Bono Bodas de Oro y a la
eliminación del descuento del 7%, han podido cumplir muchos de sus sueños.
Además, ellos están muy contentos, porque con el término de las listas de
espera Auge, hoy los atienden con mejor cariño y dignidad en el Hospital Tisné
de Peñalolén.
Además están muy
orgullosos de sus nietos. Verónica, la mayor, podrá cumplir por fin su sueño de
transformarse en microempresaria de repostería, postulando a un crédito del
Fosis, y tendrá la tranquilidad de saber que mientras ella trabaja, su hijo
Ignacio estará bien cuidado en uno de los más de 3 mil jardines infantiles de
Integra y de la Junji.
Su hermana Sandy, acaba
de acceder a un subsidio habitacional para la clase media, y se comprará una
nueva vivienda cumpliendo su sueño, donde se trasladará a vivir con su madre,
que por haber perdido la vista, hoy recibe una pensión de invalidez.
La hermana de Sandy,
Jeniffer, está esperando guagüita, y ella sabe que va a poder disfrutar de un
posnatal de 6 meses, como se lo merecen las madres de nuestro país.
Otro nieto, Roberto,
gracias a su esfuerzo encontró un empleo estable, con cotizaciones y contrato
que le dan tranquilidad. Y hoy día, gracias a la recuperación de la economía y
junto a sus amigos, puede ganarse la vida en base a su esfuerzo y espera ansioso
que concluya la construcción de la multicancha que está construyéndose en su
querida población San José de Arica, donde él vive.
Y Claudia, la nieta
menor, aspira a seguir sus pasos y con su buen rendimiento académico en el
Liceo Domingo Santamaría, podrá postular a la Beca Bicentenario y convertirse
en la primera profesional de su familia.
Querida familia Landeros
González: Bienvenidos a la sociedad de oportunidades, seguridades y valores que
juntos estamos construyendo en nuestro país.
Pero sabemos que aún nos
queda mucho camino por recorrer, que todavía hay muchos compatriotas que no lo
están pasando bien y que merecen y necesitan una mejor vida y una nueva
oportunidad.
En mis recorridos por
Chile, y he recorrido prácticamente todas las comunas de mi país desde Arica
hasta la Antártica, he podido compartir con mis compatriotas sus sentimientos.
A veces de dolor y desamparo, a veces de alegría y esperanza, pero siempre de
coraje y una fe inquebrantable en nuestro maravilloso país que juntos tenemos que
lograr se transforme en esa sociedad que acoja y ampare a todos y cada uno de
sus hijos.
Por eso esta mañana los
invito a preguntarnos ¿en qué país queremos vivir? O más aún ¿en qué país
queremos que vivan nuestros hijos, nuestros nietos y los que vendrán? Porque
ese país que queremos construir depende básicamente de nuestra propia voluntad
y nuestro propio compromiso.
Quiero ratificar hoy día,
ante mis compatriotas, que ningún obstáculo o grupo de presión, por fuerte o
poderoso que sea, nos desviará del objetivo de cumplir nuestros compromisos con
todos los chilenos, ni tampoco nos desviará de lograr que las vidas de todas y
cada una de las familias chilenas sean vidas con mayor alegría, esperanza y
felicidad.
Ese fue mi compromiso
durante la campaña y esa ha sido, es y será la única motivación como Presidente
de Chile.
Y más allá de nuestras
legítimas diferencias, nunca olvidemos que somos todos chilenos, porque sé que
todos queremos y amamos con pasión a nuestra patria, compartimos una misma
historia y tenemos que construir juntos un futuro para todos.
Sé que en la unidad está
nuestra fortaleza y en la división está nuestra debilidad. Y por eso estoy
convencido que juntos, con fe y esperanza, entregando lo mejor de cada uno de
nosotros, triunfaremos en la gran misión de construir un Chile más libre, más
justo, más próspero, más fraterno y más acogedor con todos y cada uno de sus
hijos.
Que Dios bendiga a los
chilenos. Que Dios bendiga a nuestra patria.
Muchas gracias y ¡Viva Chile!
Para los que prefieran escuchar el tercer mensaje al país del
Presidente Piñera:
Glorias Navales de Chile.
En todo el país de
celebró el aniversario 133 del Combate Naval de Iquique y del de Punta Gruesa,
en que tanto los organismos de la Defensa Nacional y Seguridad Publica rindieron
homenaje a Prat, Condell y sus valientes que con su vida forjaron el triunfo
chileno en la Guerra del Pacífico.
Nosotros por cierto nos
sumamos al recuerdo y a los festejos y frente a uno de los muchos bustos del Capitán
Arturo Prat Chacón, que le rinden homenaje a nuestros bravos, con el pecho
henchido de patriotismo festejamos al son de los clarines y la marcha de
nuestros soldados y la comunidad la histórica fecha.
Junto
a nuestros Marinos, Militares, Aviadores, Carabineros, Policías de Investigaciones,
estudiantes, trabajadores, profesores y gente de todos los estamentos socio-culturales
del país dedicamos unos minutos a la memoria de estos valientes y al llamado a
forjar una gran Patria que haga felices a todos los chilenos.